sábado, 2 de julio de 2022

LA LEYENDA DEL MONSTRUO DE OJOS ROJOS…



Capítulo 38: Carnada para atrapar al culpable… IV parte.

 

 

Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

 

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Días después…

 

Un joven de cabellos negros y ojos azules se había despertado a la mitad de la noche y para poder conciliar el sueño decidió ir a la cocina por un vaso con agua. En lo que caminaba pensaba en lo ocurrido días atrás…

 

FLASH BACK

 

         ¿Qué es lo que ocurre, Seto?

 

         Ya era hora que vinieran, ¿por qué tardaban en bajar, Yami?

 

         Discúlpanos por favor hermano, estábamos hablando con mi primo.

 

         Ya no importa.

 

Los recién llegados se miraban unos a otros, les parecía extraño que el CEO hubiera reunido a todo el personal de la mansión en un sólo lugar, incluyéndolos a ellos, y eso no solía suceder muy a menudo. Al menos que fuera algo de suma importancia.

 

         ¿Nos dirás lo que sucede, primo?

 

         Ya que están aquí, les diré el motivo del por qué los he reunido a todos. – Las personas estaban atentas a las palabras del ojiazul mayor. – Resulta que hace como dos semanas, se me ha informado que ha estado faltando mucha comida.

 

         Hermano… Yo puedo explicar…

 

         No me interrumpas, Mokuba. – Lo volteó a ver enojado, haciendo que la otra persona se quedara callada. – Como les estaba diciendo, ha faltado mucha comida, y en vista a ese suceso extraño es que decidí en crear un nuevo sistema de seguridad altamente mejorado y confiable. – Se comenzó a escuchar un pequeño cuchicheo. – SILENCIO TODO EL MUNDO. – Ordenó el dueño de la mansión. – Como comprenderán, mi deber es velar por la seguridad de cada uno de ustedes, que se sientan seguros a la hora de hacer sus quehaceres y durante las noches puedan descansar sin ninguna clase de preocupación. Por lo tanto, llegué a la conclusión de que tal vez el intruso que se mete todas las noches a robarse la comida sea uno de los animales salvajes que habitan en el bosque detrás de la mansión. Y para atraparlo fue que se me ocurrió crear este nuevo sistema de seguridad. Les explicaré como funciona, y para ello necesitaré un voluntario.

 

Todas las personas se miraban unas a otras y el cuchicheo se hacía presente de nueva cuenta, hasta que uno de los presentes decidió hablar.

 

         Yo seré el voluntario.

 

         ¡Yami!

 

         No te preocupes Mokuba, estaré bien.

 

         Acércate primo.

 

         Si.

 

         Este nuevo sistema de seguridad funciona tomando una muestra de sangre. Es decir, que voy a requerir de la sangre de cada uno de ustedes. Para que puedan entenderme mejor les mostraré. – El castaño le agarró uno de los dedos al tricolor y con un pequeño aparato se lo pinchó, acto seguido extrajo la gota de sangre.

 

         ¿Y ahora qué? – Lo cuestionaba sarcásticamente.

 

         Tú sólo observa. – Le respondió con una pequeña sonrisa en sus labios. – Una vez que la sangre de Yami quede registrada en el panel de control, el no tendrá ningún problema de entrar a la cocina.

 

         ¿Qué sucederá con aquella persona que no esté registrada? – Preguntó el pelinegro.

 

         Muy buena pregunta hermano. – Volteó a ver a su primo. – Entra en la cocina Yami.

 

         De acuerdo. – Caminó hacia el interior del lugar. – ¡Listo, ya entré!

 

         Como pueden ver, el sistema de seguridad funciona en su totalidad, pero si yo entro… – Dio unos pasos hacia adelante y al entrar a la cocina se comenzó a escuchar un fuerte sonido. – Cuando escuchen ese ruido, inmediatamente se tienen que detener, de lo contrario les sucederá esto. – Se quitó su saco[1] y la lanzó en medio de la cocina. Al caer la prenda al suelo, el sensor de movimiento se activó y a la vez lanzaba un dardo, dejando a todos boquiabiertos.

 

         ¿Qué contiene ese dardo?

 

         Eso, mi querido hermano, detendrá al intruso y si en menos de veinticuatro horas no es atendido, todas las células de su cuerpo quedarán destruidas.

 

         ¿QUÉ? – Gritó a todo pulmón el pelinegro. – ¡ESTÁS LOCO! ¿CÓMO PUEDES PONER UN MECANISMO DE DEFENSA ALTAMENTE PELIGROSO?

 

         Una vez que les tome a todos su muestra de sangre no será peligroso. Porque como lo acabo de explicar, está diseñado para proteger a todos los que viven en esta mansión y a quienes nos visitan.

 

         Aún sigo creyendo que es muy peligroso.

 

         Claro que no lo es, por ese motivo es que he dejado una alarma de seguridad por si alguien entra accidentalmente a la cocina. Es un ruido lo bastante fuerte para que se oiga en toda la mansión, y una vez activado van a tener cinco minutos para desactivar la alarma y sacar a la persona.

 

         Yo apoyo con lo que dice tu hermano, me parece muy exagerado y peligroso lo que has creado.

 

         Escucha Yami, si este mecanismo logra ser un éxito, no solamente lo instalaré en la cocina, sino que además lo conectaré en toda la mansión.

 

         SETO…

 

         Esa es mi decisión. – Habló con autoridad.

 

FIN DEL FLASHBACK

 

         “Hermano”… – Fue su último pensamiento antes de entrar a la cocina y al hacerlo encontró a su amigo recostado sobre una mesa profundamente dormido. – Noah, Noah despierta. – Lo movía suavemente para despertarlo. – Noah, te quedaste dormido.

 

         ¿Qué sucede Mokuba? – Bostezaba al hablar.

 

         Te quedaste dormido, se suponía que te ibas a quedar haciendo guardia.


         Lo siento mucho.

 

         Te daré un vaso con agua para que puedas espabilarte.

 

         Gracias.

 

Una vez que le dio el vaso con agua reinó el silencio por un breve momento.

 

         Mokuba…

 

         Dime.

 

         Estaba pensando en que tal vez tu primo tenga razón.

 

         ¿Sobre qué?

 

         En que tienes que decirle a tu hermano que Joey está aquí.

 

         Créeme que yo también lo he estado pensando.

 

         Joey, corre un grave peligro con este nuevo sistema de seguridad.

 

         Ya lo sé, ya lo sé.

 

         Tienes que hablar con tu hermano y decirle toda la verdad.

 

         No te preocupes, mañana iré a buscarlo para decirle toda la verdad y a la vez le pediré que desactive este tonto sistema.

 

         Harás bien en hacer eso.

 

         Yami tenía razón, nunca debí de haberlo traído hasta acá.

 

         Hey, no digas eso.

 

         No tienes idea lo mal que me siento, por mi culpa Joey corre grave peligro.

 

         Tienes que confiar en que tu primo lo encuentre primero. Acuérdate que el salió a buscarlo al bosque.

 

         Lo sé. – Respondió melancólico. – Ojalá que Yami lo pueda encontrar.

 

         Ya verás que sí. – Lo abrazó con mucho cariño.


         Gracias por ayudarme a vigilar la cocina y perdóname por involucrarte.

 

         No tengo nada que perdonarte, porque si no me hubieras involucrado yo aún estaría enfermo.

 

         Noah…

 

         Mejor vete a descansar, recuerda que mañana te tocará desvelarte.

 

         Es verdad, muchas gracias por escucharme.

 

         De nada. ¿Quieres que te acompañe a la puerta?

 

         Claro que sí, aunque me gustaría que me acompañaras hasta las escaleras. – Se sonrojó un poco ante su último comentario.

 

         De acuerdo, vamos.

 

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         ¿Don Solomón? ¿Qué hace despierto a esta hora?

 

         Iba hacerte la misma pregunta, muchacho.

 

         La verdad es que no puedo dormir.

 

         Te sigue preocupando mi nieto, ¿no es así?

 

         Si, a veces me pongo a pensar en muchas cosas.

 

         ¿Y puedo saber alguna de ellas?

 

         Si se lo digo lo más probable es que se burle de mí.

 

         Bien sabes que yo sería incapaz de hacer tal cosa.

 

         Tiene razón, discúlpeme por favor.

 

         Ya muchacho, olvídate de eso. Mejor dime en qué piensas.

 

         No dejo de pensar en aquel extraño sueño que tuvo Yūgi, y con eso de que el medallón se ha empezado a oscurecer me inquieta bastante.

 

         ¿Por qué?

 

         ¿Qué tal si le hace daño a Yūgi? Se me hace raro que un simple medallón se oscurezca así tan de repente. Tal vez hasta podría ser peligroso de que Yūgi lo anduviera cargando todo el tiempo.

 

         No cabe duda que le tienes un gran cariño a mi nieto.

 

         Yo…

 

         Te agradezco por preocuparte tanto por él.

 

         No me lo agradezca.

 

         Y con respecto a ese medallón, ya no te preocupes por eso, puedo asegurarte que no es peligroso.

 

         ¿Usted cómo lo sabe?

 

         Porque cuando era niño, mi padre me lo entregó para que yo lo cuidara.

 

         ¿Qué?...

 

         Tal como lo oyes,

 

******************************

 

Llevaban diez minutos conversando al pie de las escaleras cuando de repente se escuchó un gran grito que provenía afuera de la mansión.

 

         ¡LA BESTIA HA REGRESADO!

 

         DESPIERTEN TODOS, LA BESTIA HA REGRESADO.

 

         ¿Qué estará pasando allá afuera? – Preguntó el peliverde. – ¿De qué bestia están hablando?

 

         ¡Ay no! ¡No puede ser!

 

         Mokuba, dime qué es lo que está pasando.

 

         Por favor Noah, quédate aquí.

 

         De ninguna manera, iré contigo.


         Pero…

 

         Fin de la discusión.

 

         De acuerdo, vamos.

 

Corrieron hacia la salida para ver lo que pasaba, pero antes de salir alguien logró detenerlos.

 

         Joven Kaiba, señorito Noah, váyanse de aquí.

 

         ¡Roland!

 

         Este no es lugar para que ustedes estén aquí.

 

         Déjame salir Roland, solamente yo, puedo detenerlo.

 

         Lo siento mucho joven, esto no es como las otras veces anteriores.

 

         ¿De qué está hablando, Mokuba? ¿A qué otras veces se está refiriendo?

 

         ¿Te acuerdas cuando te conté la historia de cómo conocí a Joey?

 

         Aja…

 

         Pues quien está allá afuera es él. – Respondió con mucho pesar.

 

         ¡Es Joey! – Exclamó feliz. – Vamos a recibirlo y así aprovechas para que puedas hablar con él. – Estaba a punto de salir corriendo pero su amigo lo detuvo…

 

         No vayas Noah.

 

         ¿Por qué?

 

         Lo mejor es que yo vaya para arreglar este mal entendido. – Tragó saliva en seco y empezó a caminar.

 

         ¡Ah no, eso sí que no! Esta vez no pienso quedarme aquí.

 

         ¡QUE NO LO ENTIENDES, NOAH! – Gritó enfadado. – SI SALES DE LA MANSIÓN ESTARÍAS PONIENDO TU VIDA EN PELIGRO.

 

         Claro que no, lo que me dices es absurdo. Joey, es incapaz de lastimar a alguien. Así que te guste o no voy a salir. – Manifestó con determinación.


         De acuerdo, pero déjame ir a mí, primero.

 

         Como quieras.

 

 

Continuará…

 

 


N/A: ¿Cuál va ser la reacción de Noah cuando vea a su amigo? ¿Por qué habrá llegado Joey convertido en dragón? ¿Tendrá razón Mokuba al decirle a su hermano que el sistema de seguridad puede ser peligroso? ¿Por qué el medallón habrá cambiado de color? ¿Podrán resolver ese misterio? ¿Estará ocultando algo don Solomon? Todo esto y más no deben de perdérselos, los invito para que el próximo viernes no se pierdan la continuación de esta increíble historia. Quiero agradecerle por tomarse su tiempo en leerla, si tienen dudas no olviden dejar sus comentarios que yo con gusto les responderé.

 

Me despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, les mando muchos besos virtuales y un gran abrazo desde la distancia. Cuídense mucho, pórtense bien y recuerden protegerse del CORONAVIRUS.

 

Atte.:

 

             KAT.



P.D.: Quiero dedicar este capítulo a mi madre, este día ella está cumpliendo años. Feliz cumpleaños querida madre, te mando un beso desde el cielo… No importa los años que pasen, yo siempre te recordaré y te llevaré en mi corazón. Descansa en paz, madre.




[1] Saco o chaqueta, es una prenda de vestir y se utiliza, por lo general, en un ámbito formal.

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