Capítulo 34: Descubriendo los sucesos extraños que ocurren en la mansión de la familia Kaiba… III parte.
Aclaración:
Quiero agradecer a una amiga muy especial que me ha ayudado a dar ideas para
escribir esta historia, muchas gracias Kyuubi
Rosana Marcolini, por estar dispuesta siempre a ayudarme, tus consejos son
muy útiles para mí.
También
va dedicado a: Gelen Colmenarez, fue
la persona que me pidió escribirla, espero que te guste amis.
Declaimer:
Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!,
“No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor,
abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se
diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
******************************
El
fin de semana había llegado, para algunas personas era de mucho trabajo,
mientras que para otras era para resolver algunos problemas… Un hombre de
estatura alta, piel morena, cabellos castaños y ojos azules se encontraba
trabajando en uno de los laboratorios de su empresa, pero a su vez no podía
concentrarse debido a un pequeño problema que se estaba dando en su propia
mansión.
FLASH
BACK
Buenas
noches señor Kaiba. – Lo recibía uno de sus empleados.
Buenas
noches. – Respondió sin ni siquiera mirarlo y seguir caminando.
Disculpe
que lo moleste señor, pero… Uno de los cocineros desea hablar con usted.
Por
un demonio, ¿qué querrá? – Cuestionaba molesto.
No
lo sé señor.
Bien,
iré a ver qué diablos quiere. – Caminó en dirección hacia la cocina, y al
llegar…
Buenas
noches señor Kaiba, lo estaba esperando.
Más
vale que sea importante.
Oh
sí señor, claro que lo es.
¿Cuál
es el problema?
Pues
verá… Hace aproximadamente una semana, he notado que ha estado faltando mucha
comida.
¿Qué
con eso? Se supone que tú eres el encargado de hacer las compras y que nada te
falte en la cocina.
Eso
lo sé muy bien señor, pero ese no es el problema.
¿Y
cuál es entonces?
Ha
habido noches en que encontrábamos toda la cocina desordenada, sucia y el
refrigerador casi vacío, es como si hubiera alguien o algo que entrara por las
noches a robarse toda la comida.
Lo
que me estás diciendo es absurdo y difícil de creer, tú bien sabes que esta
mansión cuenta con un sistema de seguridad altamente avanzado creado
especialmente por mí. – Comenzaba a perder la paciencia.
Eso
lo sé muy bien señor, al principio creíamos que se trataba de algún animal
salvaje que se metía en la cocina, sin embargo pudimos notar que las alarmas de
seguridad nunca fueron activadas.
El CEO comenzaba a prestarle atención a
todas las cosas que le decía esa persona.
Si
eso fuera verdad lo que me dices, solamente debe significar una cosa… – Se
quedó pensando por un momento.
Que
dicho animal tiene que estar adentro de la mansión. – Terminó por decir la otra
persona.
Mmm…
¿Ya buscaron a ese animal?
Lo
hemos buscado de arriba abajo por toda la mansión y ni rastros de él.
Dígame
una cosa.
¿Qué
señor?
¿Alguien
más sabe sobre este suceso?
Únicamente
lo sabemos los que estamos a cargo de la cocina, señor Kaiba.
Perfecto,
en ese caso les pediré que no se lo digan a nadie más, ni siquiera a mi
hermano.
Pero
señor…
No
te preocupes, yo me encargaré de descubrir al ladrón.
Está
bien señor Kaiba, dejaré que usted maneje la situación.
Te
agradezco que me hayas avisado.
No
fue nada señor Kaiba.
FIN
DEL FLASHBACK
“Una
vez que esté listo el nuevo sistema de seguridad podré saber quién es el
dichoso ladrón que se ha estado metiendo en la cocina. No importa si es animal
o una persona, en cuanto caiga en mi trampa va a desear nunca haberse metido a
mi propiedad sin mi permiso”. – Pensaba para sí mismo.
******************************
Un
joven de cabellos negros, ojos azules, conducía un Bugatti La Voiture Noire a
toda velocidad, en lo que lo hacía pensaba en muchas cosas, y su mente no
dejaba de recordarle lo que había ocurrido días atrás…
FLASH
BACK
¿QUÉ
CREES QUE HACES? – Gritaba molesto y al mismo tiempo agarraba al rubio
fuertemente del brazo.
Nada.
¿CÓMO
QUÉ NADA? ¿NO TE DIJE CLARAMENTE QUE TE QUEDARAS EN TU HABITACIÓN?
Sí,
pero…
PERO
NADA, TE DIJE QUE TE QUEDARAS AQUÍ.
Yo
sólo…
¿DIME
A QUÉ ESTÁS JUGANDO?
Yo
no estoy jugando a nada.
ESPERAS
QUE TE CREA TU ESTÚPIDA MENTIRA.
Yo…
¿CREES
QUE NO ME HE DADO CUENTA QUE ME HAS ESTADO SIGUIENDO? A DONDE QUIERA QUE VAYA
CON NOAH TÚ HAS HECHO DE LAS TUYAS. – Gritaba molesto.
Yo
sólo quería divertirme un poco.
¿DIVERTIRTE?
¿ESO ES EN LO ÚNICO QUE PIENSAS? ¿TE PARECE DIVERTIDO COMERTE TODA LA COMIDA
QUE NOAH COMPRA CADA VEZ QUE SALIMOS? Y QUE LUEGO TENGO QUE INVENTARME CADA
EXCUSA PARA ENCUBRIRTE, ¿TE PARECE DIVERTIDO QUE NOS ESTÉS VIGILANDO TODO EL
TIEMPO? NO SÉ POR QUÉ NO PUEDES OBEDECER UNA SIMPLE ORDEN DE QUEDARTE EN TU
HABITACIÓN Y PARA TERMINAR DE REMATAR LA SITUACIÓN DEJASTE UN GRAN DESORDEN EN
LA MESA DEL COMEDOR, Y LUEGO TE ANDAS ESCABULLENDO POR TODA LA MANSIÓN HACIENDO
RUIDOS EXTRAÑOS PARA LLAMAR LA ATENCIÓN DE MI AMIGO.
Perdóname
Mokuba, la verdad es que tenía hambre y al ver tanta comida ahí me emocioné
tanto que…
GRRR…
¿POR QUÉ NO TE ESPERASTE A QUE YO TE TRAJERA LA COMIDA COMO SIEMPRE LO HAGO?
Porque
últimamente se te ha olvidado traérmela.
AL
MENOS DEBISTE ESPERAR A QUE NOAH SE FUERA.
Discúlpame
por favor.
CON
PEDIR DISCULPAS NO SOLUCIONAS LAS COSAS.
Yo…
QUIERO
QUE ESTA SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE SALGAS DE TU HABITACIÓN SIN MI PERMISO.
¿Qué
dijiste?
YA
ME OÍSTE.
NO
SOY TU PRISIONERO. – Comenzaba a enfadarse. – NO PUEDES DEJARME ENCERRADO AQUÍ
TODO EL TIEMPO.
ES
OBVIO QUE PUEDO… – Se quedó callado por un momento. – ¿O PREFIERES SALIR A LA
CALLE A QUE TODO EL MUNDO TE VEA? ¿YA OLVIDASTE LO QUE SUCEDIÓ CUANDO MI
HERMANO TE VIO POR PRIMERA VEZ?
No…
No lo he olvidado. – Apretaba sus manos con fuerza haciéndolas puño.
ENTIENDE
DE UNA VEZ QUE TÚ ERES TOTALMENTE DIFERENTE A NOSOTROS, TÚ NO PUEDES ANDAR POR
AHÍ COMO SI NADA. – Caminó en dirección hacia el ropero y abrió una de las
puertas que el mueble tenía. Posteriormente se dirigió a donde estaba el rubio
y agarrándolo del brazo con fuerza caminaron nuevamente hacia el ropero. – SÓLO
MÍRATE AL ESPEJO, DATE CUENTA QUE ERES UN SER REPULSIVO, ERES MITAD ANIMAL Y
MITAD HUMANO, ERES UN FENÓMENO, UN ADEFESIO QUE PARA LO ÚNICO QUE SIRVES ES
PARA OCASIONARME MUCHOS PROBLEMAS Y AUNQUE NO QUIERAS ACEPTARLO TODOS TE
MIRARÁN CON HORROR PORQUE ERES SOLAMENTE UN MONSTRUO. – El niño lloraba al
escuchar todas las cosas que le decía su amigo, y al verse frente al espejo
sintió una rabia infinita que antes no sentía. – ESTÁS MUY EQUIVOCADO SI
PIENSAS QUE PUEDES ANDAR CON TODA LIBERTAD, Y AUNQUE NOS SIGAS SIEMPRE TENDRÁS
QUE ESCONDERTE ANTE LAS DEMÁS PERSONAS. ERES PATÉTICO JOEY POR ACTUAR DE MANERA
TAN INMADURA.
¡CÁLLATE!
– Gruñó con cierto odio, su mirada había cambiado a la de un animal salvaje,
este acto provocó que el pelinegro se alejara un poco de él. Sin embargo, se
dio cuenta que era su oportunidad para enfrentarlo.
VEZ
QUE NO ESTOY EQUIVOCADO AL DECIRTE QUE ERES UN MONSTRUO. – Seguía tan enfadado
que no media sus palabras. – ¿Y AUN ASÍ QUIERES QUE TODO EL MUNDO SEPA DE TU
EXISTENCIA? SÍ QUE ERES ESTÚPIDO, DEBERÍAS DE ESTAR AGRADECIDO DE QUE TE
MANTENGA ESCONDIDO EN ESTA HABITACIÓN, Y SI NO TE GUSTA ESTAR AQUÍ PUES LÁRGATE
DE UNA VEZ POR TODAS. CREO QUE EL ÚNICO LUGAR A DONDE DEBERÍAS DE ESTAR ES EN
EL BOSQUE VIVIENDO CON LOS OTROS ANIMALES. PERO CON TU APARIENCIA TAN REPULSIVA
ESTOY SEGURO QUE HASTA ELLOS SE ASUSTARÍAN DE TI. ¿TE DAS CUENTA QUE NADIE TE
VA TRATAR COMO YO TE HE TRATADO? NADIE TE DARÁ UN ALOJAMIENTO Y COMIDA TODOS
LOS DÍAS.
¿Por
qué estas siendo muy cruel conmigo? ¿Por qué me dices todas esas cosas? – Hacia
lo posible por no llorar.
PARA
VER SI ASÍ APRENDES A ESTAR DENTRO DE TU HABITACIÓN, PARA QUE ASÍ NO TENGA QUE
ESTAR LIMPIANDO CADA DESASTRE QUE TÚ HAGAS Y PARA QUE PUEDA SALIR CON NOAH CON
TODA TRANQUILIDAD SIN TENER QUE ESTARME PREOCUPANDO DE QUE NOS ESTÉS SIGUIENDO.
– Sus gritos comenzaban a escucharse fuera de la habitación.
¿Qué
es lo que está pasando aquí? – Cuestionaba una persona que acababa de llegar.
¡NOAH!
– Exclamó el pelinegro. – ¿Qué haces aquí?
Discúlpame
por seguirte Mokuba, actuabas tan raro que decidí venir hasta acá.
Pues
no debiste de hacerlo. – Manifestaba un poco molesto.
Tuve
que hacerlo para saber de una vez por todas lo que está ocurriendo aquí, ¿y a
quién le estabas gritando tanto?
A
ÉL. – Gritó más que molesto mientras que lo señalaba.
El peliverde al verlo se quedó estupefacto,
no podía creer lo que sus ojos miraban.
¿Quién
es él? ¿Por qué lo tienes encerrado en este lugar tan horrible?
No
me lo preguntes a mí, pregúntaselo a él.
La otra persona tragó saliva en seco y
caminando despacio comenzó a hablar…
Sal
por favor, no me tengas miedo. – Hacia lo posible para que su voz no sonara
entrecortada.
No
puedo. – Le respondió el rubio quien seguía escondiéndose en una de las
esquinas de la habitación con poca iluminación.
Adelante,
hazlo, ¿es lo que querías o no? – Expresaba el pelinegro con sarcasmo. – ¿Por
qué no sales y te dejas ver? Anda Joey, sal para que mi amigo te vea.
Por
favor Mokuba, dile que se vaya. – Empezaba a tener miedo y hacia lo posible por
no llorar.
¿Qué
le has hecho Mokuba?
YO
NO LE HE HECHO NADA. – Gritó exasperado.
No
tengas miedo, te prometo que Mokuba no te hará daño.
No
es Mokuba quien me preocupa.
Entonces…
Si
salgo, tú saldrás corriendo de aquí todo espavorido.
Ay,
eso no es cierto.
¿Lo
prometes?
Desde
luego que sí.
El rubio volvió a ver al pelinegro y éste
lo miraba de una manera como diciéndole que si salía se atenía a las
consecuencias.
Está
bien, solamente le pido que no vaya a gritar.
Te
preocupas demasiado, ya te dije que… – Se quedó con la palabra en la boca al ver
a un joven muy diferente a ellos. – ¿Qué demonios es eso? – Preguntaba
incrédulo y a la vez daba unos cuantos pasos hacia atrás.
TE
DAS CUENTA DE LO QUE TE DECÍA, TE CONVENCES QUE YO NO ESTABA EQUIVOCADO.
ACÉPTALO JOEY, TU APARIENCIA ES TAN HORRIBLE QUE ASUSTAS A CUALQUIERA. – Lo
reprendía su amigo. – NO ERES MÁS QUE UN MONSTRUO, NUNCA SERÁS COMO UNA PERSONA
NORMAL, NUNCA PODRÁS ANDAR AL AIRE LIBRE SIN LLAMAR LA ATENCIÓN DE LOS DEMÁS. –
Se quedó callado por un momento. – DE HABER SABIDO QUE ME OCASIONARÍAS TANTOS
PROBLEMAS HUBIERA DEJADO QUE MI HERMANO TE LLEVARA A UNO DE SUS LABORATORIOS
PARA QUE EXPERIMENTARA CONTIGO. – Estaba tan molesto que no se daba cuenta que
sus palaras herían profundamente al rubio.
¡YA
BASTA MOKUBA! – Gritaba el peliverde. – ESTAS SIENDO MUY DURO CON ÉL, NO VEZ
QUE TUS PALABRAS LO ESTÁN LASTIMANDO.
ES
UNA MALDITA BESTIA, QUE VA SABER ÉL DE SENTIMIENTOS.
Estas
siendo muy cruel con él. – Se acercaba lentamente a donde estaba el rubio. –
Hola, ¿cómo te llamas?
Ho…
Hola… Mi nombre es Joseph. – Mantenía la mirada en el suelo para ocultar sus
lágrimas.
Yo
soy Noah, discúlpame si me asusté un poco. La verdad es que… – No encontraba
las palabras adecuadas.
Lo
sé, no tienes que decírmelo, sólo soy un monstruo.
No,
claro que no. – Intentó tocarle la cara pero se alejó rápidamente al ver la reacción
del otro. – Tranquilo, no pienso lastimarte. – Volvía acercarse nuevamente y
levantando su mano acarició suavemente su mejilla para limpiarle sus lágrimas.
– Tú no eres ningún monstruo, admito que eres un poco diferente a nosotros,
pero eso no te hace ser un monstruo.
¿De
verdad piensas eso de mí?
Claro
que sí. – Le agarró el mentón para que lo pudiera ver a los ojos. – Ahora
entiendo el por qué escuchaba ruidos extraños cada vez que venía aquí, me estoy
dando cuenta que eras tú quien encendía la televisión que está en el cuarto del
hermano de Mokuba. – Medio sonrió al recordar aquel incidente. – Mokuba siempre
me decía que su hermano lo programaba para que se encendiera solo.
Perdón,
tenía curiosidad por ver cómo funcionaba el aparato.
Ya
no importa. – Le sonrió con cariño. Luego volteó a ver a su amigo. – Estoy
decepcionado de ti Mokuba, has tratado a este niño como si fuera tu peor
enemigo.
¿De
qué estás hablando?
Sabes
muy bien a lo que me refiero. – Lo miraba molesto. – No debiste de haberle
dicho todas esas cosas y debiste haberme hablado de él.
Noah,
si no lo hice fue porque…
Porque
te avergüenzas de él. – Lo interrumpió de golpe. – Y me doy cuenta que no confías
en mí. – Volteó a ver al rubio. – Discúlpame Joseph, pero ya debo irme.
Lo
entiendo.
Adiós
Mokuba.
Espera
Noah, no te vayas por favor, déjame explicarte.
No
hay nada que explicar, gracias a este incidente es que pude conocer al
verdadero Mokuba. – Al terminar de hablar decidió por salir de la habitación.
Ya
estarás contento. – Miraba al rubio con odio y desprecio. – Lograste salirte
con la tuya en que mi amigo te viera, pero ni creas que esto se va a volver a
repetir porque si vuelves a salir sin mi permiso me obligarás a tomar otras
medidas. – Lo miraba seriamente a los ojos.
Tú
ganas, me quedaré aquí encerrado en esta habitación, ya no volveré a molestarte
más.
Bien,
en ese caso me voy.
FIN
DEL FLASHBACK
Demonios,
me estoy dando cuenta que Noah tenia razón al decirme que había sido muy cruel
con Joey. – Rechinaba los dientes de lo molesto que se sentía consigo mismo. –
Primero haré las paces con Noah, luego me disculparé con Joey y le diré que fui
un grandísimo tonto al decirle todas esas cosas.
Continuará…
N/A:
¿Qué clase de trampa pondrá el ojiazul?
¿Podrá Mokuba hacer las paces con Noah? ¿Se habrá pasado esta vez el pelinegro
con el rubio? Todo esto y más lo iremos descubriendo en los siguientes
capítulos. Los invito para que no se pierdan la continuación de esta gran
aventura.
Me despido cordialmente de todos y cada
uno de ustedes, pórtense bien, cuídense mucho y no bajen la guardia porque el
coronavirus sigue haciendo de las suyas. Nos leeremos el próximo viernes y si
tienen dudas no olviden escribirme que yo les responderé. Les mando muchos
besos virtuales y un fuerte abrazo desde la distancia.
Atte.:
KAT.
P.D.:
Como muchos de ustedes sabrán, estos dos
últimos meses me he ausentado y la razón es que tuve a mi padre ingresado en el
hospital. Los días que él estuvo ahí tuve la oportunidad de escribir nuevos
capítulos, pero con los quehaceres de la casa, el trabajo y muchas otras cosas
es que no pude escribir mucho. Haré todo lo posible por actualizar cada viernes
y si veo que se me hace bien difícil porque todavía tengo que cuidar a mi
padre, entonces lo iré haciendo un viernes de por medio. Para que me entiendan
un poco les daré un ejemplo: Si un
viernes actualizo mi blog y considero que no podré actualizar el próximo
viernes, ese día les avisaré de cuándo será la próxima actualización. Disculpen
las molestias y les agradezco infinitamente por la paciencia y la comprensión
que tienen hacia mi persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario