viernes, 26 de noviembre de 2021

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…



Capítulo 134: La llegada de un nuevo miembro a la familia… IV parte.

 

 

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

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Días después…

 

Un hombre alto, piel clara, cabellos rubios, comenzaba abrir sus ojos y al mismo tiempo se movió hacia un lado de la cama dándose cuenta que estaba completamente solo. Levantó la cabeza para mirar alrededor de la habitación encontrando a su esposo parado frente a una ventana. Decidió levantarse de la cama y acercarse a su pareja sin hacer mucho ruido.

 

         Seto. – Tocó su hombro suavemente.

 

         Buenos días mi amor. – Lo volteó a ver para darle un pequeño beso en los labios.

 

         ¿Qué es lo que te ocurre? Estos días te he visto muy pensativo y sensible a la vez. Creo que eso…

 

         Joey... – Lo interrumpió de golpe.

 

         Dime. – Lo miraba algo preocupado.

 

         Quiero darte las gracias por la hermosa familia que me has dado.

 

         ¿Eh?... – Estaba sorprendido y confundido por lo que le decía su esposo. – No entiendo por qué me dices eso.

 

         Porque tienes razón, sé que estos días he estado bastante sentimental y odio sentirme vulnerable.

 

         ¿Me dirás por qué te sientes así?

 

El hombre medio sonrió, luego acarició suavemente la mejilla de su esposo mientras que lo miraba con cariño.


         Cuando era niño, mi única familia eran mis padres y mi hermano. Pero al morir mis padres me quedé solo con mi hermano. Solía decir que él iba a ser mi única familia, que nada ni nadie nos iba a separar. También recuerdo que el padre de Mana siempre me comentaba que un día Mokuba crecería, se enamoraría y haría su propia familia. Al principio no le tomaba mucha importancia porque me seguía aferrando a la idea de que Mokuba siempre estaría a mi lado. – El rubio prestaba atención a todo lo que su esposo le contaba. – Jamás me imaginé tener una familia tan grande, ni mucho menos que me iba a enamorar, casarme, tener hijos, y… – Medio sonrió por lo que estaba a punto de decir. – Tener una cuñada fastidiosa.

 

         ¡Oye! – Fingió estar molesto provocándole una pequeña carcajada a su esposo.

 

         Y nunca pensé que mi propio hermano me haría tío. Por eso es que considero que todo esto es gracias a ti y a Mokuba.

 

         No tienes nada que agradecer mi amor.

 

         Te amo tanto Joey que sin ti mi vida no sería la misma.

 

         Yo también te amo y te agradezco por abrirme tu corazón.

 

         Discúlpame por favor.

 

         ¿Por qué?

 

         Por dejarte a cargo la decoración de la pequeña fiesta que le haremos a Mokuba hoy en la tarde.

 

         No te preocupes, yo…

 

         Toda la decoración te ha quedado muy bonita, estoy seguro que a Mokuba le va gustar también.

 

         No digas eso que me apenas.

 

         Joey.

 

         Dime.

 

         Hay algo que debes saber.

 

         ¿Qué cosa?

 

         Este día, Noah se le va a declarar a mi hermano.


         ¿De verdad? ¡Que emoción!

 

         Lo sé.

 

         ¿Y ya tiene el anillo de compromiso?

 

         Sí, pero…

 

         Pero qué, Seto.

 

         Es mejor que nos sentemos en la cama para contarte toda la verdad.

 

         De acuerdo.

 

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Horas más tarde…


 

         Estoy tan emocionada, dentro de poco estarán aquí. – Manifestaba una mujer de cabellos castaños.


 

         Y yo todavía no puedo creer que ya haya nacido el bebé de Mokuba.


 

         El tiempo pasa volando… – Dijo nostálgica. – Todavía recuerdo cuando mi niño Seto llegó a la mansión con sus hijos en brazos.


 

         Tienes razón Mana, pasa tan rápido… Mis sobrinos ya tienen 8 meses, y siento que están creciendo muy rápido.


 

         Ya verá como dentro de algunos años, habrá muchos pequeñines corriendo por toda la mansión.


 

         Ya quiero que llegue ese día.


 

         Igual yo. – Contestó emocionada. –  Hay que darnos prisa porque no tardarán en venir.


 

         No se preocupe, todo va salir bien.


 

         Le agradezco mucho que haya venido a ayudar, Shizuka.


 

         No tienes nada que agradecer, lo hago con gusto. Por cierto, la decoración ha quedado muy bonita.


 

         Su hermano se esmeró mucho en hacerla, casi no durmió en estos cuatro días.

 

         Me sorprende que todo esto él lo haya hecho con sus propias manos.


 

         El joven es muy talentoso.


 

         Como me gustaría que volviera a retomar las clases en la universidad. – Musitó para sí misma.


 

         Por eso no se preocupe, mi niño Seto lo pondrá a estudiar de nuevo.


 

         Discúlpeme por favor, no pensé que me escucharía.


 

         No se preocupe, he notado que usted quiere mucho a su hermano.


 

         Si, si lo… – Se quedó con la palabra en la boca al ver una hermosa pintura de una mujer. – Ella… Ella es…


 

         ¿Le ocurre algo?


 

         ¡Pero si es el retrato de mi madre!


 

         Qué barbaridad, que torpe soy, lo traje de la habitación del joven por error. Démelo por favor, lo iré a guardar.


 

         Por favor Mana, deja que me quede con él, es una hermosa pintura.


 

         Créame que se la daría con gusto, pero no puedo. Pero si usted quiere se la puede pedir a su hermano después de la celebración.


 

         De acuerdo, así lo hare. – Le devolvió la pintura.


 

         Lo iré a guardar, enseguida regreso.


 

         Está bien.

 

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En una habitación se encontraban varias personas conversando unas a otras y a la vez se escuchaban risas de las bromas que se hacían entre ellos.

 

         Hola amigos, puedo pasar.

 

         Adelante Ryou, pasa. – Respondieron los presentes.

 

         ¿Cómo te sientes Mokuba?

 

         Estoy bien Ryou, aunque todavía me siento como si me hubiese pasado un camión encima. – Bromeaba con su amigo.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja. – Comenzaban a reírse todas las personas.

 

         Eso es normal que te sientas así Mokuba, ya verás que poco a poco te irás sintiendo mejor.

 

         Créele a mi esposo porque él sabe lo que dice.

 

         ¡Oye! – Fingió estar molesto.

 

         Es una broma mi amor, no te enojes.

 

         Ya lo sé Marik. – Le dio un beso en los labios.

 

         ¿Dónde está Noah? – Preguntó un hombre albino.

 

         Fue a la cafetería del hospital para almorzar.

 

         Desde que su hija nació no se ha separado de Mokuba.

 

         Creo que estas exagerando, Joey.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja. – Volvían a reírse a carcajadas.

 

Al poco tiempo entraba una enfermera a la habitación.

 

         Señor Orellana Kaiba, le he traído a su hija para que le dé de comer.

 

         Aaaaaaaaaaaaaawwwwwwwwwwwwww, que preciosidad. – Decían todos al verla.

 

         Muchas gracias señorita Mai. – Expresó el pelinegro mientras estiraba los brazos para recibir a su hija.

 

         Más tarde vendré por ella para bañarla y cambiarla.

 

         De acuerdo.


En lo que la enfermera se iba, el pelinegro comenzaba a darle pecho a su hija.

 

         Joey.

 

         Dime, Mokuba.

 

         Tenías razón cuando me dijiste que en cuanto la tuviera en mis brazos todo el dolor y sufrimiento por el que pasé iba a valer la pena. Me doy cuenta que todo lo que pasé fue por ella. – Le dio un beso en la frente. – Al verla tan pequeñita, y tan frágil, siento unas enormes ganas de protegerla. Es tan tierna y hermosa que me gustaría tenerla siempre en mis brazos. – Sin poderlo evitar unas finas lágrimas salían de sus ojos.

 

         Y así será hermano, en cuanto te den el alta la podrás cargar todo el tiempo que quieras.

 

         Tienes mucha razón Seto.

 

         ¿Y ya pensaron qué nombre le van a poner? – Preguntó una joven de cabellos castaños y ojos azules.

 

         Si, su nombre va ser: Isis Adena Orellana Kaiba.

 

         Es un bonito nombre. – Manifestaron todos al unísono.

 

         Esta pequeñita llegó en el momento justo a nuestras vidas. – Manifestó el castaño.

 

         Ya lo creo que sí, Seto. – Se acercó a la cama para acariciar la cabecita del bebé. – Ha llegado un nuevo miembro a la familia Kaiba, y con su llegada nos ha traído mucha felicidad.

 

         Gracias por tus palabras Joey.

 

         Por cierto Ryou, ¿por qué viniste tan tarde?

 

         Lo siento mucho Tea.

 

         No lo regañes Tea, lo importante es que ya está aquí.

 

         Pero…

 

         Nada de peros, yo estoy de acuerdo con lo que dice Joey. – Secundó un hombre alto, piel morena y cabellos cenizos.

 

         Joey…

 

         ¿Qué sucede Ryou?

 

         Necesito hablar contigo. – Expresó apenado.

 

         Sobre qué quieres hablar con él.

 

         No te ofendas Tea, pero es algo entre nosotros.

 

         Qué manera es esa de responderme Ryou. – Manifestó molesta.

 

         Tranquila Tea, no es para que te enojes.

 

         Joey… – Volvió a insistir su amigo.

 

         Ya voy Ryou. – Caminaba en dirección hacia donde estaba su amigo y en el trayecto fue interceptado por su esposo.

 

         Cachorro…

 

         Prometo que no me tardo.

 

         De acuerdo, ve.

 

Una vez que salieron de la habitación…

 

         ¿Qué ocurre Ryou?

 

         Yūgi me llamó muy temprano en la mañana.

 

         ¿Qué?... – Exclamó sorprendido. – ¿Para qué te llamo?

 

         Me pidió que lo fuera a ver al hospital.

 

         Y por esa razón es que tú y Bakura llegaron tarde.

 

         Si.

 

         ¿Y eso era lo que tenías que decirme?

 

         No. – El tono de su voz sonó melancólica.

 

         ¿Qué pasa Ryou?

 

         Yūgi, quiere hablar contigo.

 

         ¿Cuándo?

 

         Ahora.

 

         ¿Ahora?

 

         Si.

 

         Tu bien sabes que no puedo, dentro de poco el Doctor le dará de alta a Mokuba, y…

 

         Ya lo sé, pero créeme que esto es importante.

 

         De acuerdo, déjame ir a avisarle a Seto.

 

         No, no vayas.

 

         ¿Por qué?

 

         Él quiere que vayas solo.

 

         ¿Por qué quiere que vaya solo?

 

         No lo sé. – Bajó un poco la cabeza.

 

         Está bien, vamos.

 

         Muchas gracias Joey.

 

 

 

Continuará…





N/A: ¿Qué creen que vaya a pasar? ¿Por qué Yūgi querrá hablar a solas con nuestro querido rubio? ¿Se traerá algo entre las manos? ¿Se arruinará la fiesta sorpresa de Mokuba? ¿Podrá Noah declarársele a su novio? Todo esto y más lo descubriremos en el siguiente capítulo. Los invito para que el próximo viernes no se pierdan la continuación de esta interesante historia. No olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé. Muchas gracias por todo su apoyo, mil gracias por tomarse su tiempo en leer mis historias y quini mil gracias por esperar la actualización cada viernes.

 

Me despido cariñosamente de todos y cada uno de ustedes, pórtense bien, cuídense mucho, y no olviden seguir con todas las normas de bioseguridad, protéjanse del CORONAVIRUS. NO BAJEN LA GUARDIA, VACÚNENSE, y usen siempre su mascarilla. Les mando muchos besos virtuales y un fuerte abrazo desde la distancia.

 

Atte.:

 

              KAT.

 

 

P.D.: Quiero aclarar que a Noah, le tuve que poner otro apellido.


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