viernes, 19 de noviembre de 2021

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…



Capítulo 133: La llegada de un nuevo miembro a la familia… III parte.

 

 

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

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Horas más tarde…

 

La noche había cubierto toda la ciudad, en una mansión no se escuchaba ni el sonido de una mosca, aparentemente todos dormían en sus respectivas habitaciones, a excepción de un joven. Se había despertado a la mitad de la noche para ir al baño pero al regresar a su cama comenzó a sentir contracciones, se sentó por un buen rato creyendo que el dolor pasaría, buscó la manera de ponerse en varias posiciones para disminuir la incomodidad que sentía pero en vez de mejorar las contracciones se hacían  cada vez más fuertes.

 

         ¡Ah, aahh, aaahhh! ¡Aaaayyyyy! – Se inclinó un poco hacia adelante para calmar su dolor. Y al ver que todo era inútil decidió finalmente despertar a su pareja. – Noah… Noah… Aaaaaahhhhhhhhhh… Despierta por favor.

 

         ¿Qué sucede Mokuba? – Preguntó medio dormido.

 

         Creo que… Ya viene… Aaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyy. – Empezaba a llorar del dolor.

 

         ¿Quién viene? Déjame dormir un poco más. – Medio abrió los ojos y en cuanto vio a su pareja que estaba sentado sobre la cama sosteniéndose su pancita pegó un gran salto para salir de la cama. – ¡Mokuba!

 

         ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYYYY! – Gritó a todo pulmón. – ME DUELE MUCHO… – Lloraba angustiado.

 

         Cálmate por favor, le iré avisar a tu hermano de inmediato.

 

         Primero llama al Doctor Mahādo… – Trataba de normalizar su respiración. 

 

El hombre agarró su celular y comenzó a marcar el número en lo que lo hacía salía de la habitación.

 

         SETO, SETO, ÁBREME LA PUERTA POR FAVOR. – Gritaba y a la vez golpeaba la puerta con fuerza. – SETO, SETO, POR FAVOR ÁBREME ES UNA EMERGENCIA.

 

         ¿Qué ocurre Noah? ¿Por qué gritas de esa manera? – Bostezó después de hablar.

 

         Ya viene… Ya viene… – Manifestaba todo nervioso.

 

         ¿Quién viene?

 

         Mi hijo ya viene en camino.

 

         ¿QUÉ?... – Gritó sorprendido. – Despierta a Mana para que te ayude y despierta a Roland para que saque el carro y nos iremos inmediatamente al hospital.

 

         Si, por favor apúrate.

 

         Claro.

 

En lo que el hombre fue a hacer lo que le dijeron, la otra persona se dirigió a despertar a su esposo…

 

         Cachorro… Cachorro, despierta. – Lo movía un poco para despertarlo. – Joey, levántate por favor. – El aludido se enrollaba más con la sábana y a la vez hablaba medio dormido. – Cachorro, despierta, no querrás perderte el nacimiento de tu sobrino o sobrina. – Finalmente comenzaba a abrir los ojos y lo primero que vio fue el reloj que estaba sobre la mesa de noche y marcaba las 12:45 a.m.

 

         Seto, son pasadas de la media noche. – Lo volteó a ver somnoliento.

 

         Mokuba tiene dolores de parto.

 

         ¿QUÉ, QUÉ?... – En lo que gritaba salía rápidamente de la cama.

 

         Cálmate por favor, hay que cambiarnos rápidamente para ir al hospital.

 

         Si.

 

Al cabo de una hora todas las personas que vivían en la mansión ya se encontraban despiertas, en el lugar había mucho ajetreo y en una de las habitaciones se podían escuchar terribles gritos que daba uno de los dueños de la residencia.

 

         AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, DUELEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE… DUELE MUCHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO…

 

         Trata de tranquilizarte y respira hondo mi amor.

 

         AAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYYY… SIENTO, COMO SI ME ESTUVIERAN DESGARRANDO LAS ENTRAÑAS… – Lloraba afligidamente.

 

         Mokuba…

 

         Hermano… Me duele… Me duele mucho… – Lo miró preocupado.

 

         Ya está todo listo mi niño Seto.

 

         Gracias Mana. Mokuba, ¿puedes caminar?

 

         Creo… Creo que sí.

 

         Ven mi amor, yo te ayudo.

 

         Gracias Noah. – Se limpiaba las lágrimas con sus manos.

 

Caminaban con mucho cuidado y bajaban las escaleras despacio, en el trayecto el pelinegro respiraba y hacia lo posible por soportar las contracciones que se repetían continuamente.

 

         Aguanta un poco más Mokuba, ya casi llegamos al vehículo.

 

El joven dejó de caminar al sentir una contracción muy fuerte que lo hizo gritar de nueva cuenta…

 

         AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH… Espera… Por favor Noah…

 

         ¿Qué ocurre?

 

         Creo que acabo de romper la fuente.

 

         ¿Puedes seguir caminando?

 

         NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, ME DUELE MUCHO, CREO QUE YA NO PUEDO CAMINAR… AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYY… NUNCA HABÍA SENTIDO TANTO DOLOR EN MI VIDA COMO HASTA AHORA…

 

         Sólo cálmate mi amor.

 

         NO ME PIDAS QUE ME CALME, TODO ESTO ES POR TU CULPA. – Expresó molesto.

 

         Perdóname.

 

         Noah… Lo siento mucho, no quise decir eso… – Lo miró melancólico.

 

         Lo sé. – Acarició su rostro suavemente. – Pon tus manos alrededor de mi cuello y sostente fuerte.

 

         Si.

 

Su pareja lo cargó en sus brazos para llevarlo al vehículo.

 

         Resiste un poco más mi amor, pronto llegaremos al hospital.

 

         Ya verás que todo va salir bien Mokuba, y cuando tengas a tu pequeñito en tus brazos olvidarás todo este trago amargo.

 

         Muchas gracias Joey. – Intentó sonreírle un poco.

 

******************************

 

En algún lugar de la Ciudad Domino…

 

El sonido de un teléfono celular sonaba constantemente dentro de una habitación, era tan tedioso cada vez que sonaba que una persona decide contestarlo.

 

         Aló… – Dijo somnoliento.

 

         Marik, discúlpame que te llame a esta hora, y se también que ustedes no hace mucho que acaban de llegar a la ciudad…

 

         ¿Seto? – Preguntaba algo desconcertado y volteó a ver el reloj que tenía sobre la mesa de noche. – Son las 2:30 de la mañana. – Susurró para sí mismo.

 

         Lo sé y lamento despertarte.

 

         Descuida, no hay problema. – Bostezó cansado.

 

         Te llamo para decirte que estoy en el hospital, Mokuba acaba de entrar en labor de parto.

 

         Espera… ¿Qué dijiste? – Sacudió un poco su cabeza para despertarse.

 

         Que pronto seré tío.

 

         ¡No puedo creerlo! Voy para allá enseguida, gracias por avisarme.

 

         De nada.

 

Al colgar la llamada otra persona comenzaba a despertar.

 

         ¿Quién era, mi amor?

 

         Era Seto.

 

         ¿Qué fue lo que te dijo?

 

         Su hermano acaba de entrar en labor de parto y él ya está en el hospital.

 

         Qué bueno. – Se dio la media vuelta para dormirse de nuevo. – Espera… ¿Qué acabas de decir?

 

         El hijo de Mokuba está por nacer.

 

         ¡En ese caso hay que ir para allá de inmediato! – Exclamaba emocionado mientras que salía rápidamente de la cama.

 

         Claro que si mi amor.

 

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Horas más tarde…

 

Varias personas se encontraban en una de las salas de espera del hospital, unos estaban sentados, otros parados y algunos caminaban de un lugar a otro para tratar de tranquilizarse. Cada quien metido en sus propios pensamientos, hasta que uno de los presentes decide romper con el maldito mutismo.

 

         ¿Por qué se tardará tanto?

 

         Debes tranquilizarte, Seto.

 

         Lo se Marik, es sólo que no me gusta esperar y no me gusta tener noticias de mi hermano.

 

         No debes preocuparte, recuerda que Noah, está con él.

 

         Lo sé. – Se sentó en una de las sillas.

 

         Deberías de comer algo, mira que no has comido nada en todo el día.

 

         Te lo agradezco Marik, pero no quisiera moverme de aquí.

 

         En ese caso si no te importa me llevaré a Joey a la cafetería del hospital para que coma algo.

 

         Yo tampoco tengo hambre.

 

         No digas eso hermano. – Intervino en la conversación otra persona. – Marik, tiene razón, debes comer algo.

 

         Ve cachorro.

 

         Pero… ¿Y tú?

 

         No te preocupes Joey, nosotros le traeremos su almuerzo.

 

         Pero…

 

         Yo me quedaré con él.

 

         Muchas gracias, Bakura.

 

         Si ya está decidido todos nos iremos a almorzar.

 

         De acuerdo.

 

         Seto, llámanos en cuanto sepas algo.

 

         Así lo haré, Marik.

 

         Tú también ve, Ryou.

 

         Está bien.

 

Todos salían de la sala de espera para ir a almorzar, quedando solamente dos personas en el lugar…

 

         Me preocupa mi hermano. – Susurró para sí mismo.

 

         Ya verás que todo va salir bien. – Manifestó su acompañante dándole a entender que lo había escuchado.

 

         Gracias por haberte quedado conmigo, Bakura.

 

         Ni lo menciones.

 

El castaño decidió caminar de un lado a otro para evitar pensar lo que el médico le dijo al ingresar a su hermano.

 

FLASH BACK

 

         ¿Cómo se encuentra Doctor?

 

         No voy a mentirle señor Kaiba, debemos esperar.

 

         ¿Esperar, qué?

 

         Trataré de explicárselo para que pueda entenderme. – Se quedó callado por un momento. – El cuello uterino se dilata completamente y la presentación desciende hacia la pelvis media. En promedio, la fase activa dura 5 a 7 horas en las nulíparas y 2 a 4 horas en las multíparas. En el abordaje tradicional, se esperaba que el cuello uterino se dilatara alrededor de 1,2 cm/hora en las nulíparas y 1,5 cm/hora en las multíparas. En este caso, su hermano, no debe pujar hasta que el cuello esté completamente dilatado porque si comienza a pujar puede sufrir desgarre en el cérvix y gastará energía innecesariamente. Hay algo más… – Odiaba tener que dar malas noticias.

 

         AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH... AAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYY… – Se escuchaban los gritos del joven dentro de la habitación.

 

         Mokuba…

 

         DUELEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE…

 

         Toma mi mano mi amor. – El joven se la agarró y la apretó tan fuerte que logró lastimar a su pareja.

 

         Aaaaaaaaaaayyyyyyyyyy.

 

         Lo siento mucho Noah. – Lo miró con lágrimas en sus ojos.

 

         Estoy bien, no te preocupes.

 

         ¿Qué ocurre Doctor? – Preguntó el castaño algo preocupado.

 

         El bebé está en posición podálica.

 

         ¿QUÉ?... – Gritó sin pensarlo.

 

         ¿Qué es lo que ocurre? – Cuestionaba un hombre que se había acercado a ellos.

 

         Le decía al señor Kaiba, que su hijo viene en posición podálica.

 

         ¿Y eso qué significa? – Preguntaba sin entender nada.

 

         Significa que la cabeza del bebé es lo último que sale al nacer.

 

         Eso es correcto, señor Kaiba.

 

         No puede ser…

 

         Cálmate Noah, mi hermano no debe verte preocupado.

 

         Tienes razón. – Volteó a ver hacia atrás, en ese momento una enfermera atendía a su novio. – Hay algo que se pueda hacer, Doctor Mahādo.

 

         Si, existe un método llamado: «versión cefálica externa». Pero hay un riesgo.

 

         ¿Cuál? – Cuestionó afligido.

 

         Se corre el riesgo de comprimir el cordón umbilical o de que se desprenda la placenta.

 

         Por favor Doctor, salve a mi hijo y a mi novio. – Comenzaba a llorar.

 

         Le prometo que haré todo lo posible por salvarlos. Primero intentaremos darle vuelta al bebé y si no funciona recurriremos a la cesárea.

 

         ¿Puedo quedarme a su lado?

 

         Claro que sí, necesito que él esté lo más calmado posible.

 

         Muchas gracias Doctor.

 

         Cuida muy bien de mi hermano, te lo encargo mucho, Noah.


         No se preocupe Seto, estaré a su lado en todo momento.

 

FIN DEL FLASHBACK

 

******************************

 

En la cafetería del hospital…

 

Un joven alto, piel clara, cabellos rubios y ojos mieles estaba terminando de hablar por teléfono.

 

         Aun no tenemos noticias, Mana.

 

         Avíseme por favor en cuanto sepa algo de mi niño Mokuba. – Se escuchaba la voz de la mujer del otro lado del teléfono.

 

         Sí, yo te avisaré en cuanto sepa algo de Mokuba y de su bebé.

 

         Muchas gracias Joey.

 

         Por cierto, ¿cómo están mis hijos?

 

         Ellos están bien, acaban de almorzar y los tengo en su cuna.

 

         Gracias por cuidar de ellos.

 

         No hay nada que agradecer.

 

         Tengo que colgar Mana.

 

         De acuerdo, estaré esperando noticias.

 

         Claro, yo te llamo. Adiós.

 

         Adiós Joey. – Cuando terminó la llamada una mujer se le había acercado.

 

         ¿Todo bien hermano?

 

         Si.

 

         Entonces vamos a comer que ya nos están esperando.

 

         Si, ya voy.

 

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Horas más tarde…

 

         Por un demonio, ¿cuánto tiempo más debemos esperar?

 

         Cálmate por favor, Seto.

 

         Esta angustia de no saber nada me está matando cachorro.

 

         Lo sé.

 

         No te preocupes Seto. – Intervino en la conversación otra persona. – Recuerda que tu hermano está en buenas manos.

 

         Lo sé, Malik. – Se quedó callado por un buen rato. – Les agradezco a todos que hayan venido.

 

         No tienes nada que agradecer. – Respondió un hombre albino.

 

         Cachorro, ¿no te gustaría irte a descansar a la mansión?

 

         No, quiero quedarme aquí. – Le agarró su mano.

 

         De acuerdo. – Levantó su mano para poder besar la de su esposo. – ¿Lograste hablar con Mana?

 

         Si.

 

         ¿Cómo están los niños?

 

         Están bien.

 

         ¿Y ella?

 

         Está preocupada por Mokuba.

 

         Me lo imagino.

 

         Le dije que en cuanto supiéramos algo le iba a llamar de nuevo.

 

         Hiciste bien en decirle eso.

 

Al cabo de una hora, un hombre vestido con una bata blanca entraba a la sala de espera…

 

         Señor Kaiba.

 

Todos se quedaron callados al verlo llegar y rápidamente se acercaron a él para escuchar las noticias.

 

         ¿Cómo se encuentra mi hermano, Doctor?

 

         He venido a felicitarlo, su hermano tuvo una niña muy hermosa, y sana.

 

Todos se alegraban de la noticia que daba el médico.

 

         Felicidades Seto.

 

         Muchas felicidades Seto.

 

         ¿Y Mokuba? – Volvió a preguntar el castaño haciendo que todas las personas voltearan a ver al médico.

 

         Fue un parto bastante difícil, pero…

 

         Pero qué Doctor, dígame por favor cómo se encuentra mi hermano.

 

 

 

Continuará…





N/A: Antes que nada déjenme aclararles que es mi primer mpreg que escribo en donde el doncello está dando a luz a su bebé, solamente espero haberlo podido hacer bien. A diferencia de otras historias que he leído de otros autores/as decidí escribir algo diferente para tratar de darle otra perspectiva al lector. Acepto críticas constructivas y cualquier sugerencia que ustedes me hagan. También he de decirles que a petición de algunos de mis lectores he podido cumplir con la petición que me han hecho de que querían que Mokuba tuviera una niña. Muchas gracias por todo su apoyo, gracias por leer mis historias, mil gracias por tomarse su tiempo en dejar sus comentarios, por todo esto y más les doy las gracias. No olviden escribirme que yo con mucho gusto les responderé.

 

Me despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, pórtense bien y cuídense mucho. Les mando muchos besos virtuales y un fuerte abrazo desde la distancia. No olviden usar siempre su mascarilla, no salgan de casa al menos que sea estrictamente necesario, lávense las manos con agua y jabón y sobre todo… VACÚNENSE CONTRA EL COVID.

 

Atte.:

 

           KAT.


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