viernes, 12 de noviembre de 2021

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…



Capítulo 132: La llegada de un nuevo miembro a la familia… II parte.

 

 

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

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En algún lugar de la Ciudad Domino…

 

         ¿A dónde vas, mi amor?

 

         Iré a visitar a mi hermano.

 

         Shizuka…

 

         Entiéndeme por favor, necesito apoyarlo ante esta situación.

 

         Créeme que te entiendo perfectamente, pero tú me dijiste que su esposo decidió darle algo de tiempo.

 

         Ya lo sé, ya lo sé. – Manifestó algo molesta.

 

         ¿Por qué no tratas la manera de confiar en él?

 

         Me gustaría pero no puedo.

 

         ¿Por qué? – La cuestionó sorprendida.

 

         Porque se me hace bien difícil hacerlo.

 

         ¿Por qué? – Volvió a insistirle con la misma pregunta.

 

         Porque siento que lo dejará solo de nuevo.

 

         ¿En qué te basas para que pienses así?

 

         Acuérdate que ya lo dejó solo una vez.


         ¿Y?

 

         ¿Quién me puede asegurar que esta vez no hará lo mismo?

 

         Creo que exageras mi amor.

 

         Por supuesto que no.

 

         Tu misma me dijiste que todo había sido un mal entendido, además he visto como ese hombre ama de verdad a tu hermano.

 

         Eso no te lo discuto, también yo lo he notado. – La miró directamente a los ojos. – Pero es que…

 

         Pero nada, deja que sea el quien ayude a tu hermano.

 

         Está bien.

 

         Algo me dice que va llegar el día en que ustedes se lleven bien. – Medio le sonrió.

 

         Eso lo dudo.

 

         Ya, no seas rencorosa. – Le dio un beso en los labios.

 

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Mansión de la familia Kaiba…

 

En cuanto escuchó la voz de su esposo rápidamente se limpiaba sus lágrimas con sus manos para tratar de ocultarlas…

 

         Seto… – Manifestó casi en un susurro.

 

         Joey, sé muy bien que te había prometido darte algo de tiempo. – Se acercó a la ventana donde estaba parado su esposo. – Pero la verdad es que odio ver como te desmoronas y eso es algo que no puedo permitir.

 

         Perdóname por favor. – Lo miró directamente a los ojos.

 

         Mi amor, no tengo nada que perdonarte. – Lo abrazó contra su pecho. – Creo que ya es tiempo que hablemos. – Acariciaba suavemente una de sus mejillas.

 

         Está bien. – Contestó melancólico.


Ambos se sentaron en la orilla de la cama, estuvieron así por un buen rato hasta que uno de ellos decidió romper con el silencio.

 

         Quiero que me digas que es lo que te tiene tan abatido.

 

         Cuando le conté a Yūgi sobre mi tragedia hubieron algunas cosas que pude recordar. – Hacia lo posible por no llorar. – Y al recordarlas siento que todo lo que le pasó al señor Arkana fue mi culpa. – Bajó la cabeza.

 

         ¿Por qué dices que fue tu culpa?

 

         Yo mismo le pedí que me ayudara, que me sacara de ese infierno… – Su voz sonaba melancólica. – Después de dos semanas Valon fue por mí al hospital, yo no quería irme con ese hombre, lloré y le supliqué al señor Arkana que no me dejara ir, y al final no tuve opción. – Volvía a llorar de nueva cuenta. – Al regresar nada había cambiado, todo seguía igual como antes, Valon me advirtió que si me volvía a acercar a ese hombre que me atuviera a las consecuencias…

 

         Cachorro… – Se le partía el corazón verlo llorar tan desconsoladamente.

 

         Pasaban los días y yo mantenía la esperanza de que el señor Arkana iba a venir por mí, que el cumpliría con su promesa de quedarse con mi custodia… – Tragó sálica en seco para poder continuar hablando. – En ese tiempo Valon me decía que me olvidara de ese estúpido hombre que no le creyera nada de lo que me había dicho porque nadie en su sano juicio se iba hacer cargo de un mocoso como yo. Al cabo de un mes, empecé a creer todas las cosas que Valon me decía, me cuestionaba a mí mismo que tal vez él tenía razón y que el señor Arkana se había olvidado de mí. Hasta que un día…

 

         ¿Qué fue lo que ocurrió? – Se atrevió a preguntarle.

 

         Ese día me sentía muy cansado de atender a muchos hombres, ya no quería que siguieran entrando al sótano, con las pocas fuerzas que me quedaban me rehusé en atender al último, forcejeamos y le gritaba que se fuera, que no me tocara y que me dejara en paz… Valon entró furioso para ver lo que pasaba, y al enterarse de que me rehusaba sacó al hombre del lugar… – Su llanto se intensificó a tal punto que su cuerpo temblaba, su voz sonaba muy lastimera y a la vez se sentía a morir por lo que le contaba a su esposo.

 

         Shhh… Cálmate mi amor, considero que debemos de dejar esta conversación y volverla a reanudar una vez que te hayas tranquilizado. – Lo había abrazado fuertemente a su pecho y a la vez acariciaba sus cabellos rubios con su mano.

 

         Por… Favor… Déjame continuar. – Lo miró a los ojos con suma tristeza.

 

         Está bien. – Le dio un beso en la mejilla.


         Gracias… – Se limpiaba sus lágrimas con sus manos. – Cuando Valon sacó a ese hombre decidió golpearme varias veces,  me insultaba, y me gritaba que yo debía de atender a cuantos hombres o mujeres me mandara. Yo le grité que el señor Arkana no iba a tardar en venir por mí, el solamente se rio en mi cara y se fue del lugar. Al poco tiempo regresó con un periódico en sus manos y me lo tiró en la cara, yo aún me encontraba tirado en el suelo… Y en cuanto lo leí todo mi mundo y mis esperanzas se derrumbaron… No daba credibilidad a lo que estaba leyendo… – La otra persona prestaba atención a todo lo que le contaba su esposo. – La noticia decía que el restaurante se incendió accidentalmente y que la única persona que había muerto era él… Quedé totalmente devastado y fue ahí que decidí estar a merced de ese hombre… Ya no me importaba nada porque había perdido a la única persona que podía sacarme de ese infierno... – Se había llevado sus manos a la cara para tratar de sacar todo su dolor a través del llanto.

 

         Cachorro… – Lo volvió a abrazar y dejó que se tranquilizara un poco.

 

Una vez que se estaba calmando decidió reanudar la conversación…

 

         Y cuando Valon me dijo que había matado al señor Arkana únicamente por no haberle hecho caso que me alejara de él comprendí que tenía razón… – Tenia la cabeza agachada y con sus manos apretaba la sabana de la cama con fuerza. – El murió por mi culpa, y todo por no haberme quedado callado, murió porque me atreví a pedirle su ayuda... – Volvía a llorar de nueva cuenta. – Si tan sólo hubiera mantenido la boca cerrada quizás el aun estaría con vida.

 

         Eso no es verdad y lo sabes. – Lo agarró del mentón para que lo viera a los ojos. – Tú no tienes la culpa de que ese infeliz le quitara la vida.

 

         CLARO QUE LA TENGO. – Sin querer alzó la voz.

 

         Joey, escúchame, al perder a tu hijo te diste cuenta que corrías grave peligro, por esa razón fue que te armaste de valor para contarle todo al señor Arkana de lo que te hacia ese mal nacido. Te sentías desesperado por querer salir de ese infierno.

 

         Si pero no a expensas de la vida de él, yo no quería que nada malo le pasara.

 

         Estoy seguro que conocía muy bien los riesgos que iba a correr si te ayudaba.

 

         Aun así no debió morir, es mi culpa, todo ha sido mi culpa.

 

         No claro que no, no es tu culpa.

 

         TÚ NO LO ENTIENDES. – Estaba por levantarse de la cama, sin embargo su esposo logró sujetarle el brazo. – SUÉLTAME.

 

         Antes que te vayas, quiero que me digas que es lo que no entiendo.


El rubio lo miró por un buen rato a los ojos y luego decidió sentarse de nuevo.

 

         Hay algo que no te he dicho.

 

         ¿Qué cosa?

 

         El señor Arkana tenía una hija.

 

El castaño quedó estupefacto por lo que acababa de escuchar.

 

         ¿Sabes en dónde está?

 

         No.

 

         ¿La conoces?

 

         Nunca llegué a conocerla en persona, sin embargo recuerdo como él hablaba todo el tiempo de su hija, decía que la tenía estudiando en el extranjero, no paraba de hablarnos de ella, incluso hacia bromas en que ella iba a tomar su lugar para dirigir el restaurante. Cada vez que nos platicaba de ella se sentía muy orgulloso, también comentaba que era una hermosa jovencita y que al parecer yo le recordaba a ella en cierta manera.

 

         ¿Alguna vez les dijo cómo se llamaba?

 

         Su nombre es… Catherine. – Bajó la mirada.

 

         Un segundo… ¿No se llama así la esposa de tu hermana?

 

         Si, así se llama.

 

         Y tú crees que ella sea…

 

         No lo sé. – Nuevas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos mieles.

 

         ¿Y por qué no se le preguntas?

 

         No me atrevo hacerlo.

 

         ¿Por qué no?

 

         ¿Cómo crees que le voy a preguntar si ella es la hija del señor Arkana?

 

         No veo cual sea el problema.


         EL PROBLEMA ES QUE SI RESULTA SER ELLA CON QUÉ CARA LE VOY A SALIR DE QUE POR MI CULPA SU PADRE FALLECIÓ. – Gritaba angustiado.

 

         Aun así pienso que deberías de hablar con ella.

 

         No, no lo haré.

 

         Cachorro, entiendo cómo te sientes pero recuerda lo que te dije esa noche cuando ese maldito desgraciado te secuestró.

 

         Esa noche me dijiste muchas cosas. – Lo miró a los ojos con suma tristeza.

 

         Es verdad, y entre tantas cosas te dije claramente que no le prestaras atención a todo lo que te decía ese hombre porque tú no tienes la culpa de nada, el solamente buscaba culpar a otros de los crímenes que cometía.

 

         Se lo que tratas de decirme, pero… – Su esposo lo interrumpió antes de que continuara hablando.

 

         No puedes dejar las cosas así, tienes que hablar con ella, es la única manera de terminar con tu pasado para que puedas continuar viviendo el presente.

 

         ¿Y si resulta ser ella? ¿Y si llega a odiarme?

 

         No creo que llegue a odiarte porque tú le hablarás con la verdad. Hazle recordar como era su padre y de cómo le gustaba ayudar a los demás.

 

         Creo que tienes razón.

 

         Claro que la tengo cachorro. – Le acariciaba su rostro con sus manos.

 

         Te puedo pedir un favor.

 

         Amor, pídeme lo que tú quieras.

 

         Quiero que estés conmigo cuando hable con ella.

 

         Pensé que nunca me lo pedirías. – Le sonrió con cariño.

 

         Gracias por escucharme mi amor.

 

         No me lo agradezcas.

 

Al poco tiempo se escuchó que alguien tocaba la puerta de la habitación…

 

         Adelante, puede pasar. – Ordenó el ojiazul.

 

         Lamento interrumpir. – Expresaba el recién llegado.

 

         ¿Qué ocurre Mokuba?

 

         Acaban de llegar Bakura junto con Ryou y quieren ver a Joey.

 

         Diles que él se encuentra indispuesto, que por el momento no puede recibir visitas.

 

         Por favor Seto, haz que pasen.

 

         ¿Estás seguro?

 

         Si.

 

         De acuerdo, pero antes tienes que dejar de llorar, no querrás preocupar a tu amigo.

 

         Tienes mucha razón.

 

         Iré a decirles que pueden pasar en lo que tú te tranquilizas.

 

         Muchas gracias.

 

         Animo, todo va salir bien. – Le dio un beso en los labios.

 

         Gracias, Seto.

 

 

 

Continuará…




N/A: Quiero agradecerles a todos mis amis y a mis lectores por todo el apoyo que me brindan diariamente, gracias por tomarse su tiempo en leer esta historia, por estar al pendiente de las actualizaciones y a la vez por corregirme. Espero que pueda romper algunos kokoros (corazones) en este capítulo.  Los invito para que no se pierdan la continuación el próximo viernes.

 

Me despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, cuídense mucho y pórtense bien, no se olviden de seguir las normas de bioseguridad, usen siempre su mascarilla, lávense las manos con agua y jabón, no salgan de casa al menos que sea estrictamente necesario y lleven consigo su botecito de alcohol gel. Y recuerden VACUNARSE CONTRA EL COVID. Les mando muchos besos virtuales y un fuerte abrazo desde la distancia.

 

Atte.:

 

           KAT.

 

 

 

 

 

 


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