Los Ojos... Son El Reflejo del Alma...

Capítulo 51: Amor de padre… II Parte.

Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

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Horas más tarde…

Las clases habían terminado, todos los estudiantes se dirigieron a sus hogares a excepción de algunos que prefirieron pasar la tarde en casa de su mejor amigo.

Gracias por acompañarme a mi casa.

Ni lo menciones Yūgi.

Es verdad, no tienes nada que agradecer.

Que les parece si después de almorzar, nos vamos a mi habitación para contarles…

No terminó la frase ya que alguien más había llegado a interrumpirlo. 

Te veo muy animado con lo que le vas a contar a tus amigos Yūgi.

Buenas tardes señor Mutō. – Respondieron los presentes al unísono.

Buenas tardes muchachos, no sean tan formales, me conformo con que me digan Solomón.

Como usted diga Solomón. – Contestó el castaño.

Y bien Yūgi, todavía no me has respondido.

Bueno… Yo…

Lo que Yūgi nos iba a contar es sobre como seguía Joey. – Se atrevió a intervenir la castaña.

Y tu como sabes tanto sobre ese joven Yūgi.

Yami es quien me pone al tanto de todo abuelito.

Oh, ya veo. Me alegra saber que ustedes siguen al pendiente de ese muchacho.

Y como no vamos a estarlo si es nuestro amigo. – Expresó el castaño.

Después me cuentas todo Yūgi.

Claro que si abuelito.

Bueno, yo no más venía a preguntarles si van a querer almorzar ya.

Por mi encantado.

Hay Tristán, nunca vas a cambiar.

Déjalo Tea, ya sabes cómo se pone cuando se trata de comer.

Sigues siendo un glotón.

Di lo que quieras, pero yo si quiero comer ya.

Tomaré eso como un sí.

Claro que si abuelito, iremos a comer.

Vamos entonces a la mesa.

Si, vamos.

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Buenas tardes padre.

Llegas justo a tiempo.

A tiempo para qué.

Quiero que te quedes en mi lugar.

Puedo preguntarle, ¿a dónde va?

Iré a almorzar a la mansión.

De acuerdo, pero antes me gustaría…

Discúlpame Bakura pero en estos momentos no tengo tiempo de hablar, se me hace tarde.

Pero…

El hombre detuvo su caminar, suspiró profundamente y volteó a ver a la persona que estaba detrás de él.

Discúlpame por no escucharte en estos momentos, pero te prometo que hablaremos esta noche. ¿De acuerdo?

De acuerdo padre.

Bien, ya debo irme. – Se le acercó a él para darle un beso en la frente, como si se tratara de un niño pequeño. – Sabes que te quiero mucho, verdad.

Si, lo sé.

Y también sabrás que siempre estaré cuando me necesites.

Eso lo sé muy bien.

En ese caso, me voy, pero antes quiero saber si ya almorzaste.

Si, almorcé con Yami en la universidad.

Está bien, te quedas a cargo de todo.

Usted no se preocupe, que yo me encargaré de todo.

El hombre medio le sonrió y luego salió de la oficina.

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Buenas tardes Jou.

Buenas tardes Aime, pase por favor.

Muchas gracias.

Discúlpeme que no le ofrezca nada, pero no he podido ir de compras al mercado.

No se preocupe por eso, supuse que no tenía nada para comer y me tome la libertad de hacer las compras por usted, espero y no se moleste.

Molestarme, no como cree, más bien estoy avergonzado que usted haya ido de compras.

No se apene por eso Jou, recuerde que me ofrecí ayudarlo en todo lo que pudiera.

Sí, pero…

Pero nada, mejor ayúdeme a bajar todas las bolsas que traigo en el auto.

Por supuesto que sí, vamos.

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Un joven de cabellos negros y ojos azules, estaba llegando a su mansión, cuando entraba al lugar los sirvientes lo recibían cortésmente.

Buenas tardes joven Kaiba.

Buenas tardes, saben si mi hermano está aquí.

Si joven, él se encuentra en su habitación y nos dio la orden de que nadie lo molestara.

Entiendo… “De seguro ha de estar cansado” – Eso ultimo lo había pensado para sí mismo. – Almorzaré primero y después iré a verlo.

Desea comer en su habitación o en la mesa.

Si no es molestia, me gustaría comer frente a la piscina.

Con mucho gusto joven.

Muchas gracias, así aprovecho para cambiarme de ropa.

De acuerdo. – La joven se retiró del lugar al igual que el pelinegro.

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Hemos llegado hermana.

Qué bueno que ya están aquí, ¿por qué se tardaron tanto?

Discúlpame Ishizu, es que decidí llevarme a Ryou a comer en un restaurante.

Pues me hubieras avisado Marik.

Lo siento, se me olvidó hacerlo.

Está bien, no te preocupes. ¿Cómo les fue?

Nos fue muy bien hermana, el lugar era muy bonito y la comida estaba riquísima.

No sabes el gusto que me das al verte contento Ryou.

Esta así por la reconciliación de su novio. – Bromeaba el mayor.

Ya decía yo porque estaba tan feliz.

No sigan, que me apenan. – Expresaba todo sonrojado.

Será mejor que vayas a cambiarte de ropa y te pongas hacer las tareas que te dejaron.

Claro que si hermano.

El joven corrió en dirección a las escaleras para subir a su habitación, los que se quedaron uno de ellos dijo…

Lograste hablar con él, sobre el viaje que harás con el señor Kaiba.

Todavía no.

Marik, faltan pocos días para que te vayas.

Lo sé, pero haré todo lo posible por decírselo esta noche.

No me gusta decirte esto pero... Él se va poner muy triste con tu partida.

Deberá comprender que solamente serán por algunos días.

No olvides decirle el motivo de tu viaje.

Claro que no.

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Después de que almorzaron, se dirigieron a la habitación de su amigo…

Muchas gracias por cubrirme con mi abuelo Tea.

No tienes nada que agradecer Yūgi.

Me sorprendes que piensas en todo Tea, porque la verdad yo me quedé petrificado, en ese momento no se me ocurrió nada.

No me extrañaría Tristán, a ti nunca se te ocurre nada.

Ja, ja, ja, que graciosa.

Bueno ya, olvidemos eso, y pasemos a lo que Yūgi nos quiere contar.

Tienes razón, se me había olvidado, cuéntanos amigo.

Anoche Yami se quedó en mi casa.

¿Qué? – Preguntaron los dos al mismo tiempo.

Si, se quedó conmigo toda la noche.

¿Y tu abuelo?

Mi abuelito tuvo que salir y me dijo que regresaría a las 8:00 A.M. de este día.

Que suerte la tuya Yūgi.

Ni tanto, me costó mucho trabajo convencerlo para que me dejara solo en casa.

Pero al final lograste convencerlo y eso es lo que importa.

Es cierto Tea, además tuvimos la oportunidad de conversar un poco.

Sobre que hablaron Yūgi.

De muchas cosas Tristán, por cierto Tea, anoche logré preguntarle a Yami sobre lo que me dijiste.

¿En serio? ¿Qué fue lo que averiguaste?

No me lo van a creer… Yami me comentó que finalmente Kaiba le confesó que ama a Joey.

¿Qué, qué? – Ambos se quedaron estupefactos con lo que acababan de escuchar.

Si, así es y eso no es todo.

Cuéntanos Yūgi, que más pudiste averiguar.

Se acuerdan cuando el Director me mandó a llamar…

Claro que si amigo, ese día nos dijiste que Joey había escrito tu nombre junto con el de Ryou en su estúpido Diario.

Pues que creen…

¿Qué? – Preguntaron con curiosidad los dos al mismo tiempo.

El Diario personal de Joey lo tiene Kaiba.

Debes estar bromeando.

Claro que no Tristán.

¿Sabes cómo lo consiguió?

Esa misma pregunta le hice a Yami y me dijo que él tampoco sabe cómo Kaiba tiene ese Diario. Pero hay algo que tu tenías razón al principio Tea.

¿Ah, sí?

En que tenía razón Tea, Yūgi.

Kaiba fue el primero en visitar a nuestro amigo, y en cuanto lo miró tuvo una crisis nerviosa y desde entonces él se ha quedado todas las noches en casa de Joey velando sus sueños.

Espera, eso quiere decir que nuestro amigo no sabe que Kaiba se queda con él todas las noches en su cuarto.

Así es Tea, por esa razón es que Yami está a cargo de toda la empresa.

Wow… Increíble, todavía no puedo creer todo lo que nos estas diciendo amigo.

Cállate Tristán, tu nunca crees en nada. Yūgi, que más te contó Yami.

Pues… Tal parece que Kaiba ya se lleva bien con el padre de Joey, tanto así que el hombre le ha permitido que vaya a buscar a su otra hija.

¿Es en serio?

Si.

¿Te dijo cuándo tiene planeado viajar?

Creo que este sábado Tea.

Por qué querrá traer a Serenity.

Según lo que Yami me comentó es que Kaiba quiere ayudar a Joey, quiere sacarlo de esa terrible depresión en la que se encuentra.

No entiendo cómo Serenity podría ayudarlo.

Hay Tea, que no vez que es obvio, acuérdate que Joey quería mucho a su hermanita y si es verdad todo lo que Yūgi nos has contado, lo más seguro es que nuestro amigo se ponga feliz al ver a Serenity después de tanto tiempo. A todo esto, veo que estas muy interesada en todas las cosas que nos está contando Yūgi.

¿Y tú no? Mejor cállate, tú no sabes nada.

Entonces dime porque tanto interés en saber de nuestro amigo.

Te lo voy a decir de una manera para que tu cerebro de pájaro lo entienda. – El castaño miró a su amiga muy enojado. – No sabemos si realmente Kaiba está tramando algo y quizás sólo está buscando la manera de acercarse a Joey para luego después burlarse nuevamente de él.

Creo que exageras Tea.

Claro que no, acuérdate que él no quiere a nadie, únicamente se ama así mismo.

Si Kaiba está enamorado de Joey, yo le doy mi aprobación. Él se merece ser feliz.

Yo tampoco tengo ninguna objeción con eso.

Y tu Tea, ¿qué dices?

A mí me da igual, que ande con quien quiera. – Respondió tragándose su orgullo y el coraje que sentía en ese momento.

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Un joven de cabellos castaños y ojos azules, se encontraba en su habitación, pensaba en muchas cosas, pero lo que más le inquietaba era tener que suspender su viaje…

“Cachorro, discúlpame por hacerte esperar, justo cuando todo lo tenía listo se tuvo que presentar un inconveniente y detesto que esas cosas pasen. Odio decir esto pero… El destino se está ensañando conmigo para retrasarme y no poderte ayudar… Pero que tonterías estoy diciendo, no creo en el estúpido destino, uno mismo se forma su propio camino. Todavía me sigo preguntando del por qué ese sujeto hizo semejante estupidez. Otra cosa que me tiene tan pensativo fueron las palabras de tu padre, ¿qué método tendrá planeado utilizar para encontrar al culpable? No creo que tenga los recursos necesarios para dar con ese infeliz y la verdad es que no quiero que él se involucre en esto, podría salir perjudicado y eso es algo que no me perdonaría. Ahora me doy cuenta de donde sacaste lo obstinado que eras. Solamente deseo que ese maldito pague todo el daño que te ha hecho, no sabe lo que le espera a ese desgraciado, debo buscar la manera de convencer al señor Wheeler para que no se involucre en esto”… – Todo esto lo pensaba para sí mismo.

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Después que habían almorzado, decidieron irse a la sala principal para poder conversar sin ninguna clase de interrupciones, uno de ellos estaba algo nervioso, su mente le hacía recordar aquellas palabras que su novio le había dicho en la escuela, esas frases se quedaron clavadas como espinas dentro de su corazón… Tan metido estaba en sus pensamientos que una voz fuerte y varonil lo trajo a la realidad.

¿Te sucede algo?

Eh… No, nada.

En ese caso, hablemos.

Si pero, sobre qué padre.

Que te parece si empiezas por decirme que es lo que te tiene tan triste.

Bueno… Pues… Yo…

Noah, así no llegaremos a ninguna parte.

Lo siento mucho padre. – Respondió cabizbajo.

Ya está bien, habla te escucho.

De acuerdo… – Suspiró profundamente para armarse de valor. – Lo que me tiene tan triste fue el castigo que me dio.

Hijo, tu sabes muy bien porque tuve que hacerlo.

Solamente porque llegué tarde.

No fue únicamente por eso.

¿Entonces?

Fue porque me desobedeciste y como tu padre tengo la obligación de corregirte.

Lo sé, pero… Por qué no me impones otro castigo, lo que sea menos dejar de ver a Mokuba. – Trataba de que su voz no se le quebrara.

Por qué te preocupa tanto ese joven, tienes muchos más amigos en la escuela.

Él es diferente a todos.

¿Diferente en qué?

Bueno… Pues… Mokuba es mi mejor amigo y no se me hace justo que me impidas verlo o que me visite.

¿Justo, dices? ¿Entonces a ti te parece justo llegar a la mansión a la hora que se te da la gana?

No. – Hacia lo posible por no llorar.

Si tú no me hubieras desobedecido, todavía seguirías viendo a tu amigo.

Por favor padre, levánteme el castigo, le prometo que no lo volveré a desobedecer. – Sin poderlo resistir más, unas finas lágrimas comenzaron a salir de sus hermosos ojos verdes.

Te lo preguntaré una vez más, ¿por qué te preocupa tanto ese joven?

El menor se sentía contra la espada y la pared, no se atrevía a decirle la verdad, tenía miedo de que las palabras de su pareja se hicieran realidad.

Y bien Noah, no piensas responderme. – La voz autoritaria de su padre lo sacó de sus pensamientos.

La verdad es que… Mokuba es mi novio.

El hombre enmudeció al escuchar esas palabras, frunció el ceño y levantándose bruscamente de su asiento dijo…

Continuará…

N/A: Este día Fanfics está cumpliendo su primer aniversario y para celebrarlo, he decidido subir dos capítulos de esta increíble historia. Quiero agradecerles infinitamente por todo el apoyo que me han brindado, por la oportunidad que me dieron al visitar mi blog y leer mis historias. Ustedes más que nadie se merecen todo el crédito, se los agradezco en verdad mis amores (con decirles mis amores me estoy refiriendo a mis amigos, lectores y público en general). Muchas gracias a cada uno de ustedes, mil gracias por todo.

Uuuuuuuuhhhhhhhhhhh… Pobre Noah, a saber cómo le irá. ¿Creen que su padre lo deje tener novio? ¿Yūgi habrá hecho lo correcto de contarles a sus amigos toda la verdad? ¿Logrará Kaiba convencer al señor Wheeler de no entrometerse? No se pierdan el desenlace en los próximos capítulos, les agradezco por tomarse su tiempo en leerme.

Me despido de ustedes muy cariñosamente, cuídense mucho y si tienen dudas ya saben donde encontrarme…

Atte.:

             KAT.