sábado, 30 de marzo de 2019

LOS OJOS… SON EL REFLEJO DEL ALMA...





Capítulo 47: La cizaña puede ocasionar problemas… III Parte.



Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…


******************************

La noche finalmente había llegado a la Ciudad Domino, había sido un largo y cansado día para algunos y para otros, un día de mucho provecho. Un joven, llegó a visitar a su amigo, al no encontrarlo en la Universidad decidió ir a ver si estaba bien, pero en cuanto lo miró se llevó una gran sorpresa…

¿Qué fue lo que te sucedió?

Mhg… ¿A qué diablos viniste?

Qué manera de recibirme. No te das cuenta que estaba preocupado por ti.

Discúlpame Yami, es sólo que no quería que me vieras así.

Pareces una momia egipcia con tantas vendas que tienes en tu cuerpo.

Un chistecito más como ese y te pediré que te vayas.

Ya, ya, de plano que estas insoportable. Pero no me has contestado mi pregunta.

Me peleé con mi novio.

Si claro, y yo soy el Presidente y dueño de la Corporación Kaiba. Crees que soy idiota.

Hay bueno, la verdad es que luché con su hermano.

¡Estás loco! Te atreviste a discutir con el abogado de Seto.

No me digas que tú también pensarás igual que mi padre. Se supone que eres mi amigo, ¿no?

Obvio que soy tu amigo, pero esta vez te volaste la barda Bakura. – El albino mayor bufó ante el comentario. – ¿Cuál fue la razón para que llegaran a tanto?

Todo comenzó con una discusión que tuve con Ryou y el idiota ese se me tiró encima a golpearme y ni modo que yo me iba a quedar de brazos cruzados, así que le devolví el golpe.

Hay Bakura, ¿qué tienes en la cabeza? Es la primera vez que veo que alguien te da una paliza.

Mhg… Y eso que no lo has visto a él.

No es necesario que me lo digas, de seguro que ninguno de los dos ganó.

Creo que te equivocaste de carrera Yami, mejor deberías de estar estudiando para ser un buen detective.

Ja, ja, ja, muy gracioso. – Expresó con sarcasmo. – Y tu padre que te dijo de todo esto.

No está muy contento que digamos, para decirte que estoy castigado por un mes, me quitó el carro, las tarjetas de crédito y… – Se quedó callado por un segundo, ya que le disgustaba la parte que venía. – Me dijo que le ayudara a administrar la escuela y para rematar me pidió que cuidara de Noah.

Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja…

Puedo saber ¿Qué es lo que te causa tanta gracia? – Preguntó molesto.

Discúlpame por favor por reírme, se me vino una tontería a la cabeza.

Mhg… En qué demonios pensaste Yami.

Tú odias la parte administrativa, es un buen castigo para ti, porque si te hubiera metido como docente de nuevo te estaría premiando, todavía recuerdo como hacías sufrir a esos pequeños.

Alguna vez te han dicho lo detestable que puedes llegar a hacer.

Creo que no, tú has sido el primero. – Trataba de bromear con él.

Ni hablar, te tocará venir por mí todas las mañanas para ir a la Universidad.

Tú no te preocupes por eso, primero debes recuperarte.

Te lo agradezco Yami.

Supongo que con todo esto que pasó no has podido hablar con tu padre con respecto a Noah.

¡Demonios! Se me había olvidado, tendré que esperar varios días hasta que mi padre esté más calmado.

Me lo imaginaba.

En estos momentos lo único que me preocupa es Ryou, de seguro ya no querrá andar conmigo.

¡Oh vamos! No digas eso, ese niño te ama y te admira.

La verdad es que ya no estoy seguro de nada Yami.

El faraón se preocupó al oírlo hablar de esa manera, era la primera vez que su amigo se desmoronaba moralmente.

******************************

En algún lugar de Ciudad Domino…

Un hombre alto, de cabellos castaños y ojos azules, estaba llegando a su destino, en cuanto tocó el timbre de la puerta, lo recibía una hermosa mujer de cabellos negros como la noche y ojos azules.

Buenas noches joven Kaiba.

Buenas noches señorita Ishtar, ¿se encuentra su hermano?

Pase por favor.

Gracias.

Una vez adentro, la mujer le dijo…

Espéreme aquí por favor, veré si mi hermano lo puede recibir.

De acuerdo, gracias.

La mujer se fue del lugar, y cuando llegó a la habitación de su hermano…

Marik, el señor Kaiba te busca.

¿Qué? Ishizu, le hubieras dicho que no estaba.

Discúlpame hermano, llegó de imprevisto y no sabía que decirle.

Debes de atenderlo amor. – Intervino una persona que también se encontraba en la habitación, pero en ese momento se escuchó otra voz que provenía detrás de la mujer.

Lamento llegar sin avisar, pero necesito hablar con… – Se quedó sin palabras al verlo todo golpeado. – Creo que vine en un mal momento.

Todos se quedaron callados viéndose unos a otros, hasta que uno de ellos rompió con el maldito mutismo.

Adelante Seto, pasa.

Nosotros lo dejamos solos para que puedan hablar. – Manifestó la mujer haciéndole señas a su cuñado para que saliera de la habitación.

Finalmente ambos hombres se quedaron solos.

¿Qué te ocurrió? No me digas que te asaltaron.

Nada de eso, es una larga historia que un día de estos te la contaré. Sobre qué quieres hablar conmigo.

Venía a pedirte que me acompañaras a visitar a la señora Wheeler, pero no me imaginé encontrarte en esas condiciones.

Tranquilo, solamente necesito descansar algunos días y estaré como nuevo. No te preocupes, con gusto te acompaño.

Sabía que podía contar contigo.

Y cuando has pensado viajar.

El próximo fin de semana.

¿Qué? ¿Tan pronto?

Sí, por qué, acaso tienes algún compromiso.

No, claro que no, tú has todo los preparativos que yo ahí estaré sin falta.

De acuerdo, te lo agradezco y espero que puedas recuperarte pronto.

Gracias.

******************************

Tres días después…

Noah, no me gusta verte todo triste y desanimado, me haces sentir culpable.

Discúlpame Mokuba, es que no puedo evitarlo y no quiero que te sientas culpable de nada.

Déjame hablar con tu padre, tal vez logre que me escuche.

Creo que no es conveniente hablar con él por el momento.

¿Por qué? – Preguntó un tanto sorprendido.

Han pasado tantas cosas que ni te imaginas, problemas tras problemas.

Mhg… Y me puedes contar lo que está pasando.

De acuerdo, pero no me lo vas a creer.

El peli turquesa comenzó a contarle a su amigo todo lo que había ocurrido…

******************************

No muy lejos de ahí, pero en la misma escuela…

Esto sí que es extraño, es la primera vez que Ryou falta muchos días a la escuela.

No exageres Tea, solamente ha faltado tres días.

Corrección, querrás decir 4 días Tristán. – Manifestó burlonamente.

Lo que sea, da igual, de seguro ha de estar enfermo.

Si es así, entonces por qué no nos ha devuelto todas las llamadas que le hemos hecho.

No lo sé.

Y tu Yūgi, sabes algo.

No Tea, estoy como ustedes, no sé nada.

Y no le has preguntado a tu novio, recuerda que su mejor amigo anda con nuestro amigo.

Últimamente he hablado muy poco con Yami, y la verdad es que no le he preguntado por Ryou.

Que mal.

No nos desanimemos amigos, verán que mañana vendrá muy alegre contándonos de todas las atenciones que le daba su familia por estar enfermo.

Hay Tristán, tú siempre andas en la luna, te recuerdo que mañana es sábado y no venimos a clases.

Bueno ni modo, tendremos que esperar hasta el lunes a ver si viene a clases.

Estoy de acuerdo con Tristán, Tea.

Ni hablar, es lo único que podemos hacer.

Amigos, porque no vamos mañana a visitar a Joey, aprovechemos que mañana es sábado. ¿Qué dicen?

Puedes contar conmigo Tristán, ya que mañana no veré a Yami si no que hasta el domingo.

Y tu Tea.

Está bien, iré con ustedes, al fin y al cabo se los había prometido. – Respondió hipócritamente. – Pero no debemos de quedarnos mucho tiempo.

¿Por qué? – Preguntaron al unísono. 

¡Dah! Ya que ninguno de ustedes se va a ver con sus novios, debemos de aprovechar en estudiar todos juntos.

Yo no necesito estudiar tanto Tea, que saque 6 en mis notas finales pasaré el año.

De plano que eres un inconforme Tristán, si sigues así no pasarás de ser un mediocre.

Pues prefiero eso a seguir copiando en los exámenes y pasar sin aprender nada, como lo hacen ciertas personas.

¡Ja! Pero es más fácil copiar que estarse matando estudiando.

Muchas veces eres odiosa Tea.

Amigos, no vayan a pelear, es más, si Tea quiere estudiar con nosotros mañana, no le veo ningún problema.

Gracias Yūgi. – Lo abrazaba de forma interesada.

******************************

Horas más tarde…

Puedo saber por qué me trajiste aquí.

No te enojes Bakura, tienes que resolver este asunto de una vez por todas.

Yami, quiero que me lleves a mi mansión inmediatamente.

Obvio que no lo haré, mira que me costó mucho trabajo para que Kaiba me diera la tarde libre y tuve que sacrificar mi sábado para ayudarte a ti.

Pues yo no te pedí que me ayudaras.

Hoy te aguantas, porque quien tiene vehículo en estos momentos soy yo, y puedo llevarte donde yo quiera. Por esa razón es que decidí traerte a la mansión de Ryou.

¡Estás loco! Ya se te olvidó que si me ve el imbécil de su hermano no dudará en echarme de su propiedad.

¡Aja! Entonces si quieres verlo.

El albino mayor se sonrojó un poco, ya que su amigo se percató de sus sentimientos.

Idiota, pues claro que quiero verlo, pero nadie me garantiza que él quiera verme.

No lo sabrás si no lo intentas. Y no te preocupes por su hermano, yo mismo le pediré que te deje verlo.

De acuerdo, vamos.

Así se habla Bakura, ve a conquistar al amor de tu vida.

Yami, mejor cállate antes de que me arrepienta.

Tranquilo, ya me callo, no diré nada.

El mayor fulminaba a su amigo con la mirada pero en cierta manera le agradecía por todo lo que estaba haciendo por él...

******************************

Un joven empresario, se encontraba en su oficina tecleando en su laptop a una velocidad increíble, llevaba ratos que no se concentraba al 100% y eso lo ponía de mal humor, sólo el hecho de recordar la llamada que le hizo el faraón lo enfurecía, teniendo tantas cosas que hacer, asuntos por terminar, estar con su cachorro… Pero, sabía que Yami no le pediría la tarde libre si no fuera por algo importante, y en cierto modo le beneficiaba para supervisar cómo iban las ventas en su amada empresa y que todo estuviera perfecto. Después de terminar el trabajo que hacía en su computadora, se disponía a ir al Departamento de Tecnología, cuando en eso el sonido del teléfono que tenía en su oficina detuvo su caminar.

Dije claramente que no me pasaran llamadas. – Contestó más que molesto.

Señor Kaiba, le llama el Gerente del Banco, dice que le urge hablar con usted. – Se escuchaba la voz de su secretaria del otro lado de la línea.

De acuerdo, comunícame con él.

Sí señor.

Buenas tardes señor Kaiba.

Buenas tardes, dígame que se le ofrece.

Le informo que le acaban de transferir una fuerte suma de dinero a su cuenta personal.

¿Qué fue lo que dijo? – Preguntó incrédulo.  

Tal como lo oye señor.

¿Quién fue? – Su pregunta se escuchó como una orden.

Un hombre con el nombre de Hime, fue quien hizo dicha transacción.

El CEO dio un fuerte puñetazo a la mesa de su escritorio, no podía creer lo que oía, tenía que ser una broma de mal gusto.

Está seguro de lo que me dice. – Trató de calmarse un poco.

Sí señor, mi deber era informarle.

Bien, le agradezco por haberme llamado.

Que tenga buen día. – Al terminar de hablar, el hombre colgó, haciendo lo mismo el ojiazul.

“Ese maldito infeliz, más le vale que tenga una buena razón para haber hecho eso. O va saber quién es Seto Kaiba”. – Se decía así mismo mientras marcaba un número…

******************************

Ryou, ¿puedo pasar?

Claro hermana. – Contestó tristemente.

Ryou, tienes visitas, alguien vino a verte.

No quiero ver a nadie. – Hacia lo posible para no seguir llorando.

Ni siquiera a mí. – Se escuchó una voz que provenía cerca de la puerta.

Aprovecha esta oportunidad y habla con él. – Le comentaba su hermana. – Los dejaré solos para que puedan conversar tranquilamente.

Muchas gracias señorita Ishtar.

Al contrario, gracias por venir. – Le dio una palmada en su hombro y después salió de la habitación.

Ryou, tenemos que hablar.

No hubieras venido, quiero que te vayas, déjame solo.

No Ryou, no me iré, no hasta que tú y yo hablemos.

No hay nada de qué hablar, y si vas a decirme que todo fue mi culpa, pues de una vez te digo que tú fuiste el que causó todo este problema.

Ryou, yo no he venido para saber quien tuvo la culpa, lo único que me interesa saber es por qué te comportaste así. ¿Qué es lo que te está pasando?

No me pasa nada, mejor dime que es lo que te pasa a ti.

¿De qué hablas?

Te comportaste como un patán conmigo. – Sus ojos comenzaron a humedecerse y unas finas lágrimas resbalaban por sus mejillas.

Tienes razón, sé que con pedirte perdón no podré arreglar las cosas. – Trataba de que su voz no se le quebrara. – Pero tampoco era motivo para que me trataras así, intenté calmarte y hacer que me escucharas pero todo fue inútil. – Bajó su mirada.

Yo… Snif, snif, snif, snif, snif… Tuve miedo en ese momento… Snif, snif, snif, snif, snif…

¿De qué estás hablando? ¿Miedo de qué? No te entiendo.

Snif, snif, snif, snif, snif… Tuve miedo de ver al Bakura de antes, snif, snif, snif, snif, snif, al Bakura de hace tres años atrás… Snif, snif, snif, snif, snif…

El mayor se sorprendió por lo que ese joven le estaba diciendo.

Amor…

Snif, snif, snif, snif, snif… Por favor no me digas nada y déjame continuar. – La otra persona asintió con la cabeza. – No fue tu comportamiento lo que me dio miedo, más bien fue al ver la cara que tenías, en ese momento me asusté mucho, fue la misma impresión que tuve de ti al conocerte por primera vez. Por esa razón es que quería alejarme de ti… Snif, snif, snif, snif, snif…

El albino mayor no podía creer lo que su niño le estaba diciendo, nunca se imaginó que él le tuviera tanto miedo.

¿Por qué no me lo dijiste?

PORQUE TÚ NUNCA ME ESCUCHAS. – Gritó a todo pulmón. – Snif, snif, snif, snif, snif… Ya olvidaste lo que te dije ese día, claramente te grité que tú no eras el Bakura de quien yo me enamoré.

¡Rayos! He sido un verdadero idiota. – Ahora era el quien empezaba a llorar, sorprendiendo de sobre manera al menor ya que era la primera vez que lo veía llorar. – Podrás perdonarme algún día, al menos dime que no me odias.

Snif, snif, snif, snif, snif… No te odio, jamás podría odiarte, porque te sigo amando.

Quiero que me perdones, sé que no fue correcto tratarte mal y no te culpo sino quieres volverme a ver… Yo… – Cerró levemente sus ojos, se sentía contra la espada y la pared.

Te perdono Baki, sólo prométeme que no volverás a comportarte de esa manera.

Te doy mi palabra amor, te prometo que no volveré a lastimarte de nuevo… ¿Me dejas abrazarte?

El menor asintió con la cabeza, mientras que la otra persona caminó hacia donde estaba su pareja y al estar cerca de él lo abrazó fuertemente contra su pecho.

Te amo mi niño, todavía me sigo preguntando como fue que te animaste para querer andar conmigo.

¿De verdad quieres saberlo?

Si.

Alguien me dijo una vez, que tu eras una muy buena persona, que muy escondido dentro de tu ser estaba tu lado bueno, también me dijo que no te tuviera miedo y que tratara de ver en tu interior, ya que al hacerlo me iba a dar cuenta que tu eras una persona sensible, lo único es que no te gustaba demostrarlo ante las demás personas…

El mayor tragó saliva en seco, jamás se imaginó que alguien se pudiera expresar así de él. Se separó un poco de su pareja para mirarlo a los ojos y después preguntarle…

¿Quién… Quién fue la persona que te dijo todo eso de mí?

El joven con una tierna sonrisa le respondió…

La persona quien me lo dijo fue…


Continuará…



N/A: ¿Les ha gustado la continuación? Espero que sí, gracias por tomarse su tiempo en leer esta historia, si tienen dudas o sugerencias no olviden dejar sus comentarios ya sea en mi blog, en la página de Amor Yaoi (AY) o a mi correo. Próximamente saldrá a escena la señora Wheeler… ¡Sálvese quien pueda! ¿Cómo le irá a mi neko con ese encuentro? ¿Logrará cumplir su objetivo? No se pierdan el desenlace de esta increíble historia… 

Nos vemos en el siguiente capítulo, cuídense mucho.

Atte.:

                 KAT.



No hay comentarios:

Publicar un comentario