LOS OJOS… SON EL REFLEJO DEL ALMA...

Capítulo 45: La cizaña puede ocasionar problemas.

Notas del capítulo: Vivimos en una sociedad donde las personas no les gusta ver como otros triunfan y le van bien en la vida. Es por ello, que de forma sigilosa y silenciosa andan metiendo cizaña en todas partes, con el único objetivo de perjudicar a los demás. Esto puede suceder en cualquier parte del mundo y en todas las edades, por lo general se suele dar en las escuelas, trabajos y hasta en parejas, por esa razón es que debemos de andarnos con mucho cuidado en saber elegir bien a nuestros amigos y nunca tenemos que bajar la guardia. No vaya ser que la cizaña esté muy cerca de nosotros sin darnos cuenta y esto podría traer muchos problemas a nuestras vidas…  

Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

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La noche finalmente había caído, llevándose consigo un día más de escuela para algunos, trabajos y problemas para otros. Un hombre se encontraba en la cocina, silbaba como si de un adolescente se tratara, cualquiera que lo viera o lo oyera pensarían que estaba loco. Por fortuna, estaba solo en su casa, terminando de preparar la cena y de una vez arregló una bandeja con comida, se dispuso a caminar hacia las escaleras, para subir a la habitación de su hijo. En cuanto llegó…

Hola hijo, te preparé un delicioso pescado frito sin espinas, algo de fruta, pan blandito y un vaso con leche.

No obtuvo respuesta.

Debes comer algo para que te recuperes pronto.

El joven se encontraba sentado en la orilla de la cama, tenía la mirada en el suelo, su rostro reflejaba infinita tristeza.

¿Cómo te sientes? Por favor, háblame no te quedes callado.

Carraspeó un poco su garganta para poder hablar.

Aún me duele mucho. – Unas finas lágrimas comenzaron a salir de sus hermosos ojos mieles.

El Doctor me dijo que eso era normal, por eso te dejó medicina para aliviar las molestias que tengas, pero antes de darte el medicamento necesito que comas.

Padre… Yo…

Shhh… No digas nada, no quiero que te esfuerces en hablar.

Gracias…

No tienes nada que agradecer. Quieres que te dé de comer en la boca. – El joven movió su cabeza en señal de negación. – Joey, déjame consentirte te lo ruego.

No… No tienes que hacerlo…

Pero quiero hacerlo.

¿Por qué?

Porque eres mi niño, eres mi hijo y porque… – El hombre no pudo evitar llorar en presencia de su primogénito, sentía tantas emociones en ese momento que no sabía cómo manejarlas. – Te suplico que me dejes hacerlo, ya que no pude cuando eras un bebé. 

Al escuchar las palabras de su padre, pudo sentir como se conmovió su corazón y al final terminó por aceptar la petición.

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Un joven estaba llegando a su mansión, todos los empleados lo miraban muy preocupados al ver en el estado en el que venía, en cambio el joven tenía una cara de muy pocos amigos, justo en ese momento lo ve entrar su padre…

¿Qué fue lo que te pasó?

Padre, si no le importa, me voy a mi habitación. – Trataba de tranquilizarse.

De ninguna manera, esto lo tenemos que hablar ahora. – Contestó con autoridad.

De acuerdo, ¿dónde quiere que conversemos padre?

Vamos a mi alcoba, adelántate que yo te alcanzo luego.

Bien.

En cuanto el joven se fue, el dueño de la mansión habló con los empleados diciéndoles que nadie los molestara y que cualquier llamada que recibieran que únicamente tomaran el mensaje a lo que todos respondieron con un... Sí señor… Una vez dentro de la habitación…

¿Por qué vienes todo golpeado? – Preguntó el mayor.

Tuve una discusión con mi novio.

¿Y ese niño logró darte una paliza?

No…

Entonces…

La discusión fue entre su hermano mayor y yo.

¿No me digas que te peleaste con el abogado del señor Kaiba?

Si. – Contestó entre dientes, ya que todavía estaba muy molesto por lo ocurrido.

Odio decirte esto pero… Estoy muy decepcionado de ti, yo no te eduque para que te comportaras como alguien del mercado o como un vulgar muchacho de la calle.

Padre…

No me interrumpas cuando te esté hablando jovencito. – Expresó con enfado, haciendo que la otra persona se quedara callado. – Es que de plano te has pasado de la raya esta vez, mírate no más como vienes todo golpeado, tu ropa esta rasgada y manchada de sangre que supongo que has de traer también sangre de ese hombre, siempre has sido impulsivo, te ha gustado meterte en peleas innecesarias y has impuesto tu voluntad.

Padre, déjeme explicarle…

Bakura, no quiero saber la razón del por qué discutiste con ese hombre, viéndote en ese estado, tengo la certeza de que fue algo muy delicado para que hayan recurrido a los golpes y también puedo imaginarme cómo ha de haber quedado el señor Ishtar.

Padre, eso es lo de menos… Yo…

Escúchame bien lo que te voy a decir Bakura, tú ya no eres un niño, te has convertido en todo un hombrecito ya, por ende, dejaré que arregles tu solo este mal entendido ya que yo no pienso abogar por ti.

El albino se quedó estupefacto con lo que decía su padre…

Perfecto, en ese caso tengo luz verde para resolverlo a mi manera, algo más padre. – Lo retó furioso.

Si, estarás castigado por un mes, quiero que me entregues la llave del auto que te compré y tu tarjeta de crédito, y después de tus clases de la universidad quiero que me ayudes a administrar la escuela.

Alguna otra cosa padre…

Quiero que vayamos mañana muy temprano al hospital para que te revise un médico, sólo para asegurarme que tus heridas no sean serias, y también me ayudarás a cuidar de tu hermano Noah.

Como usted lo ordene padre. – Respondía y en lo que lo hacía entregaba la llave del carro junto con la tarjeta de crédito.

Ahora retírate.

Con su permiso, padre.

En cuanto el joven salió de la habitación el hombre se había quedado muy pensativo.

“No sé si habré hecho lo correcto o quizás fui algo injusto por no escucharlo. Pero tenía que ser firme con él para que pueda desenvolverse solo en la vida y a la vez resolver sus propios problemas. Hijos míos, que rápido están creciendo, los dos han dejado de ser unos bebés, pero lo que más me agobia es ver a Noah tan deprimido. Sé que Bakura tiene un carácter muy fuerte y toda su vida ha salido adelante por sí solo, en cambio Noah, es totalmente diferente a su hermano, ya que su carácter es más dócil y siempre se deja llevar por los sentimientos de su corazón. Sin embargo, estoy orgulloso de ellos… ¡Oh, mi amada Cecilia! Estoy seguro que tú también dirías lo mismo de tus hijos, sé que tú también estarías orgullosa de ellos”…

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A la mañana siguiente…

Buenos días amigos.

Buenos días Tea.

¿Cómo te fue ayer Tristán?

Muy bien, por cierto, Yūgi me acaba de contar que ayer te fuiste a su casa a almorzar.

Claro, es que no quería dejarlo solo. A propósito, ¿dónde está Ryou?

Todavía no llega.

Qué raro, ya debería de estar aquí.

Es cierto, y el timbre no tardará en sonar.

Lo mejor será esperarlo en el salón.

Buena idea Yūgi, vamos.

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En algún lugar de Ciudad Domino…

¡Auch! Duele.

Pues deja de moverte para que pueda hacer mi trabajo.

Apuesto que lo estas disfrutando no es así.

Acaso crees que me gusta verte todo golpeado, herido y con moretones en todo tu cuerpo.

Mhg… No tenía otra opción.

Es posible, pero las cosas tampoco se arreglan a golpes.

¡AUCH, DUELE! – Gritó, tratando de soportar el dolor. – Ese idiota, jamás me imaginé que pudiera pelear tan bien.

Pues los dos tuvieron lo que se merecían.

Malik, ya basta, estoy empezando a creer que lo estas disfrutando.

No seas tan llorón, ya casi termino de vendarte, quédate quieto.

Lo que más me duele es saber que mi hermanito me odia.

La otra persona dejó por un segundo lo que estaba haciendo al verle la cara de tristeza que tenía su prometido.

Oh, vamos Marik, eso no es cierto y lo sabes.

Debí de haberte escuchado antes, tú trataste de advertirme y yo no hice caso a tu advertencia.

No Marik, tú no tienes la culpa de nada. – En lo que hablaba, terminaba por vendarle sus heridas. – Listo, terminé, ahora tienes que guardar reposo, no debes de hacer movimientos bruscos y en un par de días tus heridas sanarán.

Gracias, no sé qué haría sin ti.

No me lo agradezcas y por tu hermanito ya no te preocupes, dale un poco de tiempo para que puedas hablar con él.

Podrías hablar tú con él en mi lugar. – Bajó un poco la mirada. – Es que no soy amante de la paciencia.

De acuerdo, veré que puedo hacer. Y ahora, tienes que volver a la cama. – Lo ayudaba a pararse, ya que se encontraba sentado en una silla que había en la habitación y lo llevó directamente a la cama.

Te lo agradezco amor. – Se acostaba lentamente ya que sentía todo su cuerpo adolorido. – No me gustó para nada que también atendieras ayer al joven Pegasus. – La otra persona estaba por decir algo, pero su pareja continuó hablando. – Pero me alegra que lo hayas hecho. – Medio le sonrió.

Como médico era mi obligación, y aunque no lo fuera lo hice por él y por tu hermano. Además, tenía que asegurarme en qué condiciones se encontraba.

Por eso te admiro, ayudas a las personas sin pensarlo.

Bueno, lo mejor será que te deje descansar. Más tarde te traeré tu desayuno.

Discúlpame por arruinar tu día libre.

Ya, ya, ya no importa amor, trata de dormir un poco.

De acuerdo. – Cerró levemente sus ojos, y su prometido se había quedado a la par suya para hacerle compañía.

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Pov del señor Wheeler…

“No voy a negar que me dio gusto verlo de nuevo, lástima que en ese momento llevaba prisa y no tenía tiempo para que pudiéramos hablar. A pesar de los años, pude notar que no ha cambiado en nada, sigue siendo el mismo de siempre. Tuve suerte de que el aceptara de que nos viéramos hoy por la tarde, y así podemos conversar con más calma. Qué tiempos aquellos, pasamos por muchas dificultades en la vida, pero también pasamos por buenos momentos, es increíble cómo pasa el tiempo de rápido, el destino se encargó de separarnos y fue el mismo destino que se encargó de reunirnos nuevamente. Si realmente quiero verme con él, tendré que pedirle de favor a Aime que venga a cuidar a mi hijo mientras yo no esté. Si no fuera por ella, yo solo no hubiera podido salir adelante con Joey, ha sido de gran ayuda tanto para mí como para mi hijo, estoy agradecido con ella por hacerme ver tantas cosas bonitas que hay en la vida y sobre todo por”…

Se quedó pensativo por un segundo, miró hacia arriba como si buscara respuesta, tan metido estaba en sus pensamientos que un olor a quemado lo sacó de su mente y rápidamente apagó el fuego de la cocina.

“Demonios, por pensar en tonterías es que me pasan estas cosas, ahora tendré que cocinar todo de nuevo”. 

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Un joven albino se encontraba en su habitación, decidió no ir a clases ya que todavía se sentía mal por todo lo que había ocurrido el día anterior, no había podido dormir en toda la noche y sentía que ya no tenía más lagrimas que derramar. Lo que más detestaba era que su mente no dejaba de recordar aquel suceso…

FLASH BACK

Dos hombres estaban peleando, ambos se agredían con violencia agarrándose con los puños, las personas que se encontraban en el lugar gritaban que se detuvieran, algunos estaban conmocionados y otros no podían creer lo que estaba pasando, pero el más joven insistía en separarlos y pedía ayuda para detener la pelea.

YA BASTA, HERMANO, BAKURA, NO SE PELEEN... Snif, snif, snif, snif, snif… BASTA POR FAVOR, DETÉNGANSE, NO SIGAN… Snif, snif, snif, snif, snif… QUE ALGUIEN ME AYUDE A SEPARARLOS POR FAVOR… Snif, snif, snif, snif, snif…

No dejaré que le vuelvas a poner un dedo encima a mi hermano. – Expresaba uno de los hombres que estaba peleando, mientras que le daba una patada en el estómago al otro.

Aaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh… Cometiste el gran error de meterte en algo que no te importa. – Le da un fuerte puñetazo en la cara a su contrincante.

Snif, snif, snif, snif, snif… Por favor Ishizu, dile a Marik que no siga… Snif, snif, snif, snif, snif… – Rogaba el joven, no le gustaba ver como sus seres queridos se lastimaban mutuamente.

Marik, ya basta, ya déjalo, si siguen con esta locura terminaran por matarse.

Ninguno escuchaba lo que los demás le decían, ninguno escuchaba las suplicas y el llanto del albino menor y ninguno quería dejarse vencer por el otro, de todos los espectadores que se encontraban afuera, faltaba uno y es que no había salido porque se encontraba descansando dentro de la mansión, pero al escuchar el barullo decidió salir para ver qué era lo que pasaba.

¿Qué es lo que está pasando? – Preguntó el recién llegado. 

Malik. – El menor había corrido hacia donde estaba su cuñado. – Snif, snif, snif, snif, snif…  Malik, por favor detenlos. Mi hermano y Bakura se agarraron a golpes.

Al ver que la situación era seria decidió intervenir en la pelea.

Ya basta, los dos sepárense ya. – Se colocó en medio de ambos para que ya no se siguieran golpeando.

No te metas en esto Malik. – Escupió sangre al hablar.

Hágase a un lado, si no quiere salir lastimado. – Expresó el albino mayor, mientras se limpiaba la sangre que le salía por la comisura de sus labios.

Está bien, dejaré que se maten, pero antes necesito que alguien me explique por qué se están agarrando de esta manera.

Yo te lo diré Malik y cuando lo sepas, me darás la razón.

Anda, dímelo de una vez Marik.

Este infeliz, este maldito desgraciado se atrevió a golpear a Ryou.

Ambos se seguían mirando a muerte, ninguno le despegaba la vista del otro.

¿Cómo? – Preguntó incrédulo. – Dígame que eso no es cierto joven Pegasus, dígame que lo que acabo de escuchar no es cierto.

No es cierto, yo… – No terminó de hablar ya que fue interrumpido por un fuerte grito.

Snif, snif, snif, snif, snif… BAKI ES INCAPAZ DE LASTIMARME, TUVIMOS UNA PEQUEÑA DISCUSIÓN QUE ES NORMAL ENTRE PAREJAS, Y TODO POR MI CULPA… Snif, snif, snif, snif, snif… YO SOLAMENTE QUERÍA HACER EL AMOR CON ÉL… Snif, snif, snif, snif, snif… NO DEBISTE DE HABER INTERVENIDO HERMANO, MUCHOS MENOS GOLPEARLO DE ESA MANERA, TE ODIO, TE ODIO…

El joven salió corriendo en cuanto terminó de gritar, dejando a todos boquiabiertos.

Será mejor que entren a la mansión, ahí curaré sus heridas. – El Doctor había sido el primero en hablar.

Quizás deba irme. – Comentó el albino con una mano alrededor de su estómago.

De ninguna manera, no puedo dejarlo ir en esas condiciones, venga, acompáñeme por favor.

Si fuera usted, le hiciera caso, o no lo dejará marcharse.

De acuerdo, si no hay más remedio.

FIN DEL FLASHBACK

Snif, snif, snif, snif, snif… Me he comportado como un idiota… Snif, snif, snif, snif, snif… De seguro Bakura ya no querrá volverme a ver… Snif, snif, snif, snif, snif… Perdóname mi amor, perdóname por todo el daño que te he hecho… Snif, snif, snif, snif, snif… No quiero perderte… Snif, snif, snif, snif, snif…

Lloraba desconsoladamente, sentía que todo su mundo se le venía abajo…

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Recreo…

He estado muy preocupado por ti, ayer no viniste a clases y te estuve llamando a tu celular, al teléfono de tu casa, te envié muchos mensajes por el Messenger y por el WhatsApp y ni una llamada, ni ningún mensaje me devolviste. ¿Por qué?

Mokuba, necesito hablar contigo, es que si no lo hago siento que me voy a volver loco. – Su voz se escuchó entre cortada, hacia lo posible por no llorar.

Noah, ¿Qué tienes? ¿Por qué estás tan triste? – Trataba de tranquilizarlo.

El fin de semana mi padre me castigó. – Sin poderlo evitar, comenzó a llorar.

¿Qué? ¿Dónde te pegó? No puedo creer que se haya atrevido a hacerlo, iré a hablar con el ahora mismo. 

Snif, snif, snif, snif, snif… Espera por favor.

Está bien, pero ya no llores. – Le limpiaba su carita con su mano.

Snif, snif, snif, snif, snif… Él no me golpeó. Mi castigo fue peor que eso.

Noah, me estas asustando, dime que fue lo que pasó.

Snif, snif, snif, snif, snif… Él me ha prohibido verte, no quiere que tú te me acerques… Snif, snif, snif, snif, snif… Ya no quiere que salga contigo… Snif, snif, snif, snif, snif… – Lloraba desconsoladamente.

¿Por qué? – Preguntó incrédulo.

Snif, snif, snif, snif, snif… Porque le desobedecí el viernes cuando no me dio permiso de salir contigo y también ese día llegué muy tarde a la mansión.

No puede ser… Todo esto es mi culpa.

Snif, snif, snif, snif, snif… No Mokuba, tú no tienes la culpa de nada.

Noah. – Expresó con tristeza. En eso se le había ocurrido una idea. – Ya se, le diré a mi hermano que hable con tu padre para que te levante el castigo.

Snif, snif, snif, snif, snif… Lo siento pero no puedes hacer eso.

Pero por qué.

Snif, snif, snif, snif, snif… Mi padre me dijo que iba a hablar con tu hermano para que te dijera que me dejaras en paz y que ya no me siguieras buscando.

Y cuando se supone que tu padre haría eso.

Snif, snif, snif, snif, snif… Tengo entendido que ya lo ha de haber hecho.

Noah, ya no llores, si quieres déjame hablar con el señor Pegasus para explicarle que todo fue mi culpa.

Snif, snif, snif, snif, snif… No Mokuba, te lo agradezco, conozco a mi padre y sé que él no te escuchara.

Te prometo que algo se nos ocurrirá para que tu padre pueda aceptarme. – Lo abrazó con ternura.

Snif, snif, snif, snif, snif… Muchas gracias Mokuba.

Te amo y no me gusta verte triste, anda regálame una sonrisa. – Trataba de animarlo y al mismo tiempo le limpiaba las lágrimas con su pañuelo, y debido a los gestos que el pelinegro le hacía, había logrado que su pareja medio sonriera un poco.

Continuará…

N/A: Uuuuuuuuuuuuuhhhhhhhh… Sí que todos están metidos en un buen lio, hay castigos por todos lados y corazones rotos también. ¿Cómo saldrán de esta situación nuestros personajes? ¿Qué pasará con la relación entre Bakura y Ryou? ¿Aceptará Pegasus la relación de su hijo con Mokuba? ¿Quién será la persona misteriosa del señor Wheeler? ¿Y dónde se habrá metido el gato pulgoso? Pregunto por si alguien se dio cuenta que no salió a escena.

No se pierdan el desenlace en el siguiente capítulo, cualquier duda que tengan o cometarios que deseen hacerme no olviden escribirme en mi blog o a mi correo. Si lo prefieren, también me pueden dejar reviews en la página de Amor Yaoi. Aquí les dejaré el link para que me visiten ya que en esa página tengo más historias que he escrito.

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Me despido de ustedes muy cariñosamente, les mando muchos abrazos virtuales.

Atte.:

              KAT.