sábado, 24 de diciembre de 2022

LA LEYENDA DEL MONSTRUO DE OJOS ROJOS…



Capítulo 62: ¿Qué decisión debo tomar?...

 

 

Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

 

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Horas más tarde…

 

         Llegas tarde.

 

         Lo lamento, tuve un pequeño retraso.

 

         Más vale que sea importante lo que vienes a decirme. – Su voz se escuchaba a que estaba molesto.

 

         Creo que si es importante. – Volteó a ver a su alrededor. – Por cierto… ¿Dónde está Mokuba? Me gustaría saludarlo.

 

         Salió con Noah y con Joey.

 

         ¡ESTÁS LOCO! ¿QUÉ HICISTE QUÉ? – Gritó molesto. – Dime que eso no es cierto.

 

         ¿Cálmate, quieres?

 

         ¿Cómo me pides que me calme? ¿Acaso ya se te olvidó todo lo que te conté?

 

         Claro que no.

 

         Entonces… ¿Por qué lo dejaste salir?

 

         Escucha Yami, no creo que esos hombres estén buscando a Joey.

 

         ¿Tú, cómo lo sabes?

 

         Porque si lo estuvieran buscando, te habrían preguntado en dónde lo tienes. Y según lo que me contaste, esos hombres por alguna extraña razón te querían a ti.


         ¿Qué te hace suponer eso?

 

         Por un demonio Yami, siempre que haces nuevos descubrimientos te metes en problemas.

 

         Eso no es cierto. – Se cruzó de brazos bastante molesto.

 

         ¿Estás seguro?

 

         ¿A dónde quieres llegar?

 

         ¿Ya olvidaste cuando viajaste a China y descubriste una civilización antigua?

 

         ¿Qué con eso?

 

         Unos hombres extraños te advertían que detuvieras la excavación y al no escuchar sus advertencias empezaron a seguirte a todas partes.

 

La otra persona se había quedado muy pensativo al escuchar esas palabras.

 

         Supongo que tienes razón, Seto.

 

         Por supuesto que la tengo. Y cambiando de tema, ¿me dirás a qué has venido?

 

         He venido a hablar de algo sumamente importante.

 

         En ese caso podemos ir a mi despacho.

 

         Está bien, vamos.

 

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El algún lugar de Japón...

 

Un joven caminaba hacia el lugar donde había quedado de verse con su amiga, en el trayecto iba refunfuñando y a la vez trataba de calmar su coraje…

 

         ¿Qué se ha creído? ¿Quién es para hablarme de esa manera?... Grrr… Como lo detesto. – Fruncía el ceño cada vez que musitaba para sí mismo, sin importarle que las otras personas lo vieran de mal humor. – Esto no se va quedar así, un día me las va pagar y le haré tragar sus palabras. No esperaba que me lo encontrara tan pronto, al menos tuve la oportunidad de decirle todo lo que pienso de él. – Su mente le hacía recordar el mal rato que pasó.

 

FLASH BACK


         Finalmente te encuentro, maldito estúpido.

 

         Baia, baia, pero si eres el renacuajo de la vez anterior.

 

         YO NO SOY NINGÚN RENACUAJO. – Gritó más que molesto.

 

         No deberías de enfadarte tan rápido mi querido renacuajo. – Manifestaba burlonamente.

 

         Escúchame bien lo que te voy a decir maldito idiota, ni soy un renacuajo y no soy tu querido.

 

         En una cosa si estoy de acuerdo contigo, tú no eres, y jamás serás mi querido. Además, ¿quién se fijaría en un renacuajo como tú?

 

         Suficiente, ya me tienes arto. No permitiré que me sigas insultando.

 

         ¿Qué harás al respecto?

 

         Esto… – Le dio una gran patada en la entrepierna.

 

         AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH…. Maldito enano, ahora sí que me las vas a pagar. – Expresaba entre dientes para contener el dolor que sentía.

 

         Te lo tienes bien merecido viejo estúpido, así aprenderás a respetarme.

 

         Por favor, no me hagas reír, jamás respetaré a un enano como tú.

 

         ¿Qué dijiste?

 

         Ya me oíste. – Lo miraba seriamente a los ojos.

 

         ¿Ah sí? Pues déjame decirte que yo podré ser un enano y todo, pero al menos no tengo la cabeza hueca como tú.

 

         ¿Qué has dicho?

 

         Lo que oíste, eres antipático, creído, altanero, odioso, molesto y para colmo eres un abusador.

 

         ¡Oye! No te permito que me hables así.

 

         Te hablo como se me dé la puta gana, y otra cosa, ya que tuve la desfachatez de encontrarme contigo más vale que me entregues el libro que me arrebataste.

 

         Yo no te he arrebatado nada. – Medio sonrió de lado antes de hablar. – A parte de enano, eres un insolente por decirme que te arrebaté algo que no te pertenece.

 

         Eres un idiota, porque ese libro tampoco te pertenece.

 

         Pues cuanto lo siento. – Manifestaba sarcásticamente. – Yo lo vi primero y fui yo quien lo agarró primero.

 

         ¡MENTIROSO! TÚ ME LO QUITASTE DE MIS MANOS.

 

         No es mi culpa de que seas un maldito enano, y que pretendas saber el contenido de ese libro.

 

         Al menos yo no soy un fanfarrón y no soy un cobarde que se mete con los más débiles. Debería darte vergüenza por no meterte con uno de tu tamaño.

 

         Mira chiquitín, si estas ardido por no tener el libro, ese es tu bendito problema, no me culpes por ser tan enano y que no pudieras alcanzar el estante de arriba.

 

         Maldito majadero, haré que me devuelvas ese libro de una forma u otra.

 

         Mira como tiemblo… Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… – Se reía a carcajadas. La otra persona aprovechó para darle otro golpe en la entrepierna. – Ahora si ya verás, espera que te ponga las manos encima.

 

         Un viejo como tú, jamás me alcanzará.

 

FIN DEL FLASHBACK

 

         Grrr… Como odio a ese imbécil, me gustaría poderle dar su merecido. Aunque pensándolo bien…  – Se llevó una mano a su mentón. – ¿Quién es ese hombre? ¿Para qué querrá ese libro? ¿Qué estará buscando? Supuestamente, soy el único que puede leer ese libro y el único que sabe lo que estoy buscando. No entiendo por qué ese estúpido tuvo que aparecer en mi vida, nada le hubiera costado en entregarme ese libro. Pero Noooo… Tuvo que llevárselo a la fuerza. – Nuevamente gruñía del coraje que sentía, hasta que una voz conocida por él había llegado al lugar.

 

         Yūgi…

 

         Hola, Rebecca…

 

******************************

 

         ¿Te acuerdas de mi amigo y colega del que te hablé hace algunos meses atrás?


         Aja… ¿Qué con eso?

 

         Pues resulta que me ha pedido hasta el cansancio que le presente a Joey.

 

         Y puedo preguntar… ¿Para qué quiere ver a Joey?

 

         Bueno… La verdad es que… Es que… – Buscaba la manera de decirle la verdad.

 

         ¿Y bien? Sigo esperando tu respuesta.

 

         No te vayas a enfadar por lo que voy a decirte.

 

         Mi paciencia se agota, Yami.

 

         Tu tenías razón cuando me dijiste que cabía la posibilidad de que mi amigo se lo contara a su amigo y luego a su familia…

 

         ¿Y ahora resulta que todas esas personas quieren ver a Joey?

 

         Así es. – Contestó con la mirada en el suelo.

 

         ¿Y para qué quieren verlo? – Volvió a hacer la misma pregunta.

 

         No estoy del todo seguro por qué quieren verlo. Lo único que sé es que el nieto del amigo de mi amigo tuvo un sueño en donde le pedían hablar con esa criatura.

 

         ¿Y tú piensas que pondré en riesgo su vida por una tontería?

 

         No creo que quieran lastimarlo.

 

         Escúchame Yami, dile a tu amigo que no verá a Joey y que se olvide por completo del asunto.

 

         No puedes estar hablando en serio.

 

         Por supuesto que estoy hablando muy en serio.

 

         Seto, permite que lo conozcan.

 

         ¿Para qué? ¿Con qué objetivo y propósito?

 

         Si esa persona está buscando algo, es muy probable que Joey lo sepa.

 

         ¿Y si no es así?

 

         ¿A qué te refieres?

 

         ¿Y si Joey no sabe nada?

 

         Nunca lo sabremos si no dejas que lo vean.

 

         No lo sé Yami, hay algo que no me agrada de todo esto.

 

         Pero…

 

         Mira, supongamos que el supiera algo…

 

         Aja… Te escucho.

 

         Y supongamos que le permito hablar con Joey…

 

         Continua, no te quedes callado.

 

         El punto es, que si esa persona no está satisfecho con la respuesta es muy probable que se moleste y quiera lastimar a Joey.

 

         Eso no pasará.

 

         ¿Cómo lo sabes?

 

         Porque estaremos ahí por si algo llegara a suceder.

 

         No lo sé, no estoy muy convencido que digamos.

 

         Oh vamos Seto, ¿qué es lo que te preocupa?

 

         ¿Es que acaso no te das cuenta?

 

         ¿De qué? – Lo miraba algo confundido.

 

         Sí que eres idiota.

 

         Ya deja de insultarme y termina de hablar de una vez. – Manifestó molesto.

 

         Joey, no está acostumbrado a relacionarse con personas extrañas, se asusta con facilidad y se le hace bien difícil estar con alguien que no conoce.


         ¿Cuál es tu punto?

 

         Esa criatura lleva viviendo aquí casi un año, y únicamente nos conoce a nosotros, y si le presentamos a más personas no sabemos cómo vaya a reaccionar.

 

         Tienes razón. – Se quedó pensando por un momento. – ¡Tengo una idea! – Exclamó emocionado.

 

         ¿Qué?

 

         Preguntémoselo.

 

         ¿Qué dijiste?

 

         Hablemos con Joey y digámosle que unas personas lo quieren conocer.

 

         ¡TE HAS VUELTO LOCO! – Gritó enfadado.

 

         No veo cuál es el problema.

 

         El problema es que no lo quiero poner en peligro, y no quiero que nadie sepa de su existencia.

 

         ¿No crees que lo estas sobreprotegiendo?

 

         Claro que no.

 

         Entonces deja que él decida.

 

         Bien, si eso es lo que quieres…

 

         Sí, eso es lo que quiero.

 

         De acuerdo, no más déjame advertirte una cosa.

 

         ¿Qué?

 

         Si esas personas llegan a lastimarlo…

 

         Si llegara a suceder, te prometo que yo personalmente los sacaré de la mansión y les prohibiré que lo vean de nuevo.

 

         Más te vale que estés preparado para lo peor. – Amenazó de manera intimidante, haciendo que la otra persona tragara saliva en seco.

 

******************************

 

En alguna parte del mundo…

 

         Amor, ¿en qué piensas?

 

         ¿Eh? Perdón, qué me decías.

 

         ¿Qué pasa contigo? Últimamente te he notado muy distraído.

 

         No pasa nada. – Desvió su mirada.

 

         En ese caso te dejaré solo. – Comenzaba a caminar.

 

         Por favor, no te vayas. – Logró sujetarlo del brazo.

 

         Pero…

 

         Quédate a mi lado.

 

         Está bien. – Acarició suavemente su rostro. – Sabes que no me gusta verte así.

 

         Lo sé... Es sólo que…

 

         Déjame adivinar… – Dio un fuerte suspiro. – No me digas que tuviste otra visión.

 

         ¿Cómo lo supiste?

 

         Mahādo, eres mi esposo y te conozco muy bien.

 

         Shada, yo…

 

         Hey, puedes contarme sin problemas.

 

         Lo sé, es sólo que… Necesito hacer un viaje muy largo.

 

         ¿Un viaje?

 

         Si.

 

         ¿Y ese viaje tiene que ver con tu visión?

 

         Si. – Bajó un poco la mirada.

 

         ¿Sobre qué es tu viaje?

 

         Necesito ir a visitar a alguien, avisarle sobre la visión que tuve.

 

         No veo cuál es el problema.

 

         El problema es que antes de viajar, debo pedir permiso al concejo de magos y eso me tomará mucho tiempo.

 

         ¿Y la visión que tuviste es de suma importancia?

 

         Si. – Lo miró directamente a los ojos. – Dime, ¿qué decisión debo tomar?

 

         Si crees que es de suma importancia que viajes enseguida, lo único que puedo decirte es que lo hagas.

 

         Pero…

 

         No te preocupes por el concejo de magos, yo siempre te apoyaré en tus decisiones.

 

         Muchas gracias por tus palabras mi amor, eso era lo único que deseaba escuchar.

 

         Tú sabes muy bien que te amo y estaré contigo en las buenas y en las malas.

 

         Lo sé, te amo tanto.

 

         Y yo a ti. – Le sonrió con cariño. – ¿Cuándo piensas viajar?

 

         Mañana a primera hora.

 

         ¡Tan pronto!

 

         Si.

 

         De acuerdo, iré hacerte tu maleta en este mismo instante.

 

         Muchas gracias, mi amor.

 

 


Continuará…

 

 


N/A: ¿Creen que el gato pulgoso estará sobreprotegiendo a su lindo cachorro? ¿Qué decisión tomará Joey? ¿Cuál será la nueva visión de Mahādo? Todo esto y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos, los invito para que el próximo viernes no se pierdan de la continuación de esta gran aventura.

 

Cambiando un poco de tema, me disculpo con todos y cada uno de ustedes por no poder actualizar el viernes de la semana pasada, el motivo es que decidí prepararles una pequeña sorpresa a todos mis amis y lectores. Y aprovechar esta ocasión para desearles una muy Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo.

 

La pequeña sorpresa consiste en que les subiré un nuevo capítulo el día de mañana, así podrán disfrutar de un buen fin de semana. Muchísimas gracias por su paciencia y por apoyarme al leer mis historias. Les deseo que estas fiestas la puedan pasar en familia, con sus seres queridos y amigos. Me guardan una porción de cena navideña… XD.

 

Los quiero mucho… Felices fiestas les desea su fiel escritora…

 

Atte.:

 

                      KAT.

 


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