Capítulo 61: La primera impresión no siempre es agradable… IV parte.
Declaimer:
Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!,
“No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor,
abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se
diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
******************************
Días después…
Todavía no puedo creer que vayas a
salir con nosotros esta tarde, Joey.
Yo tampoco lo creo. – Sonrió de
felicidad.
¿Cómo te sientes?
Me siento algo nervioso.
Tú no te preocupes por nada, ya verás
cómo nos vamos a divertir.
Puedo preguntar, ¿a dónde iremos?
Primero iremos al cine.
¿De verdad?
Si.
¿Volveré a entrar a ese cuarto obscuro?
– Cuestionaba algo preocupado.
Tranquilo, esta vez no entrarás solo,
Noah y yo estaremos contigo en todo momento.
Muchas gracias. – Se quedó callado por
un momento. – Mokuba…
Dime. – Lo volteó a ver.
La primera vez que entré al cine había
muchas cosas ricas para comer… Y... Y… Y me preguntaba si…
Quieres saber si comeremos de todo lo
que venden ahí.
Así es. – Contestó apenado.
Joey… – Le puso una mano en su hombro.
– Podrás comer todo lo que tú quieras. – Le sonrió con amabilidad.
¿Es en serio?
Si.
¡Qué bien! – Exclamaba emocionado.
Bueno, te dejo para que termines de
cambiarte y yo iré a esperar a Noah.
Está bien.
******************************
¿A dónde vas?
Déjame en paz, yo no tengo por qué
darte explicaciones.
Te recuerdo que tu abuelo me dejó a
cargo y por desgracia tengo que cuidarte.
Pues no lo hagas porque se cuidarme
solo.
No entiendo por qué estás tan enfadado
conmigo.
¿No lo sabes?
No. – Respondió con seriedad.
A estas alturas ya deberías de saberlo.
Mira Yūgi, no estoy para tus estúpidas
adivinanzas.
Y yo no estoy de humor para soportarte.
Si quieres jugar de esa manera,
entonces jugaremos.
¡Ja! Que yo sepa yo no estoy jugando a
nada. Si me disculpas, me voy.
De ninguna manera, tú no saldrás a ninguna
parte.
¿QUIÉN ERES TÚ PARA IMPEDÍRMELO? –
Gritó molesto.
MIENTRAS TU ABUELO NO ESTÉ PRESENTE, YO
DOY LAS ÓRDENES AQUÍ. – Lo retaba furioso.
Por favor, no me hagas reír.
Yūgi…
Suéltame Shādī, voy a salir y ni tú, ni
nadie me lo van a impedir. ¿Y sabes por qué?
¿Por qué?
Porque a diferencia de ti, yo no recibo
órdenes de nadie y soy libre de ir y venir a donde me plazca.
Eres un…
Anda, dilo, te reto a que termines de
hablar.
Perdería mi tiempo en decírtelo.
Lo sabía. – Manifestó con sarcasmo. –
Sabía que no tenías los pantalones bien puestos para decir lo que piensas.
Te equivocas, si no te lo digo es por…
Mejor cállate, y me voy porque no
quiero seguir escuchando más tonterías. – Comenzaba a caminar hacia la puerta
para salir. – Ah, otra cosa. – Lo volteó a ver bastante enojado.
¿Qué?
Que sea la última vez que te metes en
mis asuntos, los problemas que tenga con Rebecca no son de tu incumbencia.
¿Qué has dicho? Maldito mocoso
Ya me oíste.
Bien, como quieras, pero un día vas a
necesitar mi ayuda, y cuando llegue ese día ten por seguro que no moveré un
dedo para ayudarte.
Que iluso eres, no te necesito para
nada. – Al decir esto último salió de la casa.
Este niño, por qué demonios tiene que
ser tan detestable. – Se decía así mismo todo molesto.
******************************
Hola, espero no llegar tarde.
No te preocupes Noah, llegas justo a
tiempo.
¡Qué bien! ¿Dónde está Joey?
Ya no tarda en bajar.
No tienes idea lo emocionado que estoy.
Yo también. – Ambos jóvenes sonreían.
Me pregunto, ¿cómo esta Joey?
¿A qué te refieres?
Me refiero a que cómo se sentirá,
recuerda que esta va ser su primera salida.
Él está un poco nervioso, pero a la vez
muy emocionado de salir con nosotros.
No lo culpo, porque yo también estoy
algo nervioso. – Medio sonrió ante sus propias palabras.
Tranquilo, ya verás que todo va salir
bien.
¿A qué se debe tanta felicidad? –
Preguntaba el recién llegado.
¡Hermano!
Buenas tardes, señor Kaiba.
Buenas tardes, Noah.
Hermano, ¿qué haces aquí tan temprano?
Como es la primera vez que saldrán con
esa criatura, he decidido en acompañarlos.
¿Queeeeeeeeeeeé? – Cuestionaron
estupefactos.
Pero Seto…
Ya estoy aquí. – Llegaba el rubio. –
Lamento mucho la tardanza.
¡Baia! Qué bien te vez con esa ropa
amigo.
Gracias Noah. – Respondió sonrojado. –
El señor Kaiba me la compró para esta ocasión.
Joey… – Interrumpió uno de los
presentes.
¿Qué ocurre?
Mi hermano ha decidido en acompañarnos.
¿De verdad? – Lo volteó a ver
incrédulo.
Sí, es verdad. Espero que no tengas
ningún inconveniente. – Lo miró seriamente a los ojos.
Para nada. – Sonrió feliz. – Usted
también tiene derecho de divertirse.
Pero qué cosas dices, perro tonto. Si
los voy a acompañar no es para divertirme.
Entonces, ¿para qué es? – Preguntaba
algo confundido.
Únicamente quiero asegurarme de que no
te metas en problemas.
Muchas gracias. – Expresó con una
sonrisa en los labios.
¿Por qué agradeces? Perro estúpido.
Por preocuparse tanto por mí, y es la
primera vez que alguien lo hace.
Sí que eres un estúpido. – Musitó para
sí mismo.
Creo que ya es hora de irnos o se nos
hará tarde.
Mokuba, tiene razón.
En ese caso nos vamos.
Cuando
comenzaron a caminar, un celular sonaba constantemente…
¡Aló!
Seto, ¿dónde estás? – Se escuchaba una
voz del otro lado del teléfono.
Estoy a punto de salir con Mokuba.
No salgas, necesito hablar contigo.
¿No puedes esperar hasta mañana?
No.
De acuerdo, entonces te espero.
Bien, llegaré en cuanto pueda.
De acuerdo.
Al
colgar…
¿Quién era hermano?
Era el idiota de Yami, mal momento para
llamarme a esta hora.
¿Mi primo vendrá?
Si.
Dile que se quede a cenar con nosotros,
hace días que no lo veo.
No te prometo nada, pero se lo diré.
Gracias hermano.
Tal parece que no los podré acompañar,
pero le diré a Roland que vaya con ustedes.
Está bien Seto.
Cuando
empezaron a caminar, el castaño los detuvo de manera brusca…
Esperen…
¿Qué sucede?
Deben de estar más al pendiente de este
perro.
¿Por qué?
¿Cómo que por qué? Se le mira su cola.
Ambos
jóvenes voltearon a ver hacia atrás y se abstuvieron de reírse al ver como el
rubio meneaba la cola sin darse cuenta.
¡JOEY, TU COLA! – Gritaron al mismo
tiempo.
Eh… Lo siento mucho.
A esto me refería cuando les decía que
él no puede salir.
Tranquilo hermano, el hace eso
únicamente cuando está nervioso.
Mokuba, él no puede andar en las calles
meneando su cola como si nada.
Lo sé, pero…
No volverá a pasar. – Hablaba el rubio
todo apenado.
Por supuesto que no volverá a pasar, de
eso me encargo yo.
¿Qué harás hermano? – Lo cuestionó
preocupado.
Ponerle fin a este problema.
¿Qué va hacerme? – Temía ante las
palabras del ojiazul.
Date la vuelta.
¿Qué? ¿Para qué?
OBEDECE PERRO. – Le gritó molesto,
mientras que lo agarraba de sus hombros para darle la media vuelta.
Espera Seto, ¿qué vas hacer? – Estaba a
punto de detenerlo cuando en eso vio cómo su hermano se quitaba la chaqueta que
traía puesta y luego se la ponía encima al rubio.
Listo, esto servirá para cubrirte.
La
criatura abría lentamente sus ojos al sentir que algo cubría su cuerpo.
Es muy bonita y abrigadora. – Terminó
por acomodarse la prenda. – Muchas gracias. – Lo volteó a ver para regalarle
una tierna sonrisa.
¿No crees que le queda algo grande?
Claro que no Mokuba. – Intervino el
peliverde. – Es perfecta para Joey, de esa manera le cubrirá su cola por
completo.
Oooohhh, ya entiendo. Muchas gracias
hermano. – Lo abrazó cariñosamente.
No es para tanto, mejor váyanse antes
de que se haga tarde.
Si.
Y tu perro, más te vale que cuides mi
chaqueta.
Claro que sí, la cuidaré muy bien.
Continuará…
N/A: La
primera salida de nuestro lindo cachorro, ¿cómo le irá en su primera salida? Detesto
al faraón por interrumpir la salida de mi querido y lindo gatito, a veces creo
que es un aguafiestas por estropear la diversión del pulgoso con su cachorro.
Los invito para que el próximo viernes se pierdan la continuación de esta
interesante aventura. Si tienen dudas pueden dejarme sus comentarios que yo con
mucho gusto les responderé.
Me
despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, y a la vez les agradezco
por leer esta historia y por apoyarme siempre. Cuídense mucho, y pórtense bien.
Me voy, no sin antes dejarles muchos besos virtuales y un fuerte abrazo desde
la distancia. Los quiero mucho amis y lectores.
Atte.:
KAT.
No hay comentarios:
Publicar un comentario