Capítulo 43: Alas rotas… IV parte.
Declaimer:
Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!,
“No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor,
abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se
diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
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En KC…
Disculpe señor Kaiba.
Dije claramente que nadie me molestara.
Discúlpeme por favor, yo…
Más te vale que sea importante o si no
quedarás despedido.
Estoy aquí para avisarle que el Doctor
Honda ha ido a despertar al dragón.
¿QUÉ DIJISTE? – Gritó molesto mientras
daba un puñetazo a la mesa de su escritorio.
Él ha logrado descubrir algunas cosas
interesantes sobre lo que puede hacer esa bestia, y…
Fui bien claro en decirles que no lo
lastimaran y que se enfocaran únicamente en encontrar un nuevo antídoto para
él.
Si señor… Pero… – Se sentía nervioso al
hablar. – Créame que traté de detenerlo, pero…
Entiendo, sé que no es tu culpa. Es
mejor ir cuanto antes para allá.
Sí señor.
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En algún lugar de Ciudad
Domino…
Un
hombre de edad avanzada estaba hablando por teléfono dentro de su habitación…
Me alegra saber que pronto vendrás.
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Estoy seguro que se pondrá feliz al
darle la noticia.
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Si, si vi las noticias. – Hubo un
silencio bastante incómodo.
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Todavía no le he dicho nada.
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PORQUE NO QUIERO QUE LO SEPA. – Gritó
sin pensarlo.
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Discúlpame por favor, no era mi
intención gritarte.
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Solamente quiero protegerlo.
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También yo me quedé atónito en cuanto
vi las noticias, nunca me imaginé que esa bestia llegaría a existir.
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La verdad no sé qué hacer.
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¿Crees que sea lo correcto?
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Si hago eso lo más seguro es que se
enfade conmigo por ocultarle tantas cosas.
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Tienes razón, tarde o temprano él lo
puede descubrir.
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Esperaré un poco más.
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Quiero que me ayudes en decírselo
cuando se llegue el momento.
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Sabía que podía contar contigo.
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Te lo agradezco.
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Adiós y cuídate mucho. – En cuanto
colgó el teléfono se dijo así mismo. – Solamente espero que puedas entenderlo
algún día…
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El
pelinegro gritaba desesperado desde afuera al ver como su amigo sufría, el
rugido se oía por casi todo el lugar y se escuchaba muy lastimero.
JOEY… Snif, snif, snif, snif… DÉJENLO
EN PAZ, YA BASTA, NO LO SIGAN TORTURANDO DE ESA MANERA, NO VEN ACASO QUE ESTÁ
SINTIENDO MUCHO DOLOR… Snif, snif, snif, snif… – Intentaba de nuevo con su
tarjeta tratando de abrir la puerta para poder entrar, pero todo era en vano,
la tarjeta le negaba el acceso, y eso hacía que se desesperara cada vez más. –
MALDITO, DÉJALO TRANQUILO… Snif, snif, snif, snif… – Golpeaba con fuerza el
cristal. – JOOOOOOOEEEEEYYYYY… Snif, snif, snif, snif… – Se dejó caer de
rodillas al suelo al sentirse impotente por no poder ayudar a su amigo.
Dentro de la habitación…
Doctor, el ritmo cardiaco de la bestia
se está acelerando, su presión sanguínea está aumentando, y según sus ondas
cerebrales, el dolor que está sintiendo es insoportable. Definitivamente es una
tortura para él y si esto sigue así no aguantará por más tiempo.
Te preocupas demasiado. – Contestó
sarcásticamente. – Anda maldita bestia, quiero ver en qué te transformas, hazlo
de una vez. – El animal se retorcía de un lado a otro, gruesas lágrimas caían
por su cara y debido a las fuertes correas que sujetaban su cuerpo no podía
moverse con mayor libertad. – Ya te dije que tus lágrimas no me interesan en lo
absoluto, lo único que me interesa ver es tu metamorfosis. – Dicho animal
volteó a ver a su torturador con odio, y esto provocó que el hombre se burlara
de él. – ¿Deseas matarme? ¿Quieres hacerme pedazos con tus garras? Lo siento
mucho por ti pero yo no pienso convertirme en tu cena. – El dragón logró
acercarse un poco para morderlo, pero el hombre pudo hacerse para atrás.
Doctor Honda, deje de estarlo incitando,
las correas no lo sujetarán por mucho tiempo, su cuerpo está llegando al límite
y si esto continua, él podría…
CÁLLATE, NO ARRUINES MI DIVERSIÓN.
Pero…
Mientras
tanto afuera, el pelinegro había conseguido un objeto pesado para destrozar el
control que abre la puerta y así poder entrar. Estaba a punto de hacerlo cuando
alguien lo detuvo…
¿Qué crees que haces?
Hermano… Snif, snif, snif, snif… – Se
le tiró a sus brazos. – Entra rápido por favor, tienes que ayudarlo. Por favor
Seto.
Cálmate Mokuba, arreglaré esto
personalmente. – Introdujo su tarjeta en el lector y esta enseguida le daba
acceso. Entró rápidamente a ponerse un traje especial y luego ingresó al área.
– ¿Qué está ocurriendo aquí? – El tono de su voz daba a entender que estaba
furioso.
¡Señor Kaiba!
IMBÉCIL. – Lo calló de golpe. –
CLARAMENTE ORDENÉ QUE LO DEJARAN TRANQUILO Y QUE BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA LO
DESPERTARAN.
Lo hice con el objetivo de poder ver su
metamorfosis y tomar una muestra de sangre al momento que ocurriera el acto.
No me interesa saber el por qué lo
hiciste. – Caminó en dirección a una mesa en donde había una bandeja metálica
con varios utensilios médicos, agarró una jeringa y con ella inyectar al dragón
para dormirlo de nuevo. Al momento de inyectarlo se escuchó un rugido muy
fuerte y luego empezó a quedarse dormido lentamente. Pero todos los presentes
se quedaron estupefactos al ver como el pobre animal se transformaba y lo que
vieron para algunos les causó horror y repulsión. Porque la apariencia ya no
era como antes, observaban a un niño mitad humano y mitad animal, acostado en
posición fetal, sus manos, sus pies y su cola las tenía todas agarrotadas, y
sobre su espalda resaltaba un gran hueso que conectaba a sus alas… – A ustedes
dos los quiero ver en mi oficina inmediatamente. – Ambos hombres palidecieron
al ver a su jefe, tenía una mirada que calaba los huesos a cualquiera.
JOOOOOOOOEEEEEEEEEYYYYYYY… Snif, snif,
snif, snif… – Llegaba el pelinegro a donde estaba su amigo.
Deseo que lo estés monitoreando cada
cinco minutos, asegúrate que sus signos vitales se estabilicen, y ante
cualquier anomalía que veas quiero que me avises de inmediato. – Le ordenaba al
otro médico que lo había puesto al tanto de la situación.
A la orden señor Kaiba.
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Vamos Yūgi, apresúrate.
Ya voy, ya voy.
Camina más rápido por favor.
¿Cuál es la prisa?
Quiero llegar a la cafetería antes que
los demás.
Pero…
Te preocupas demasiado.
A mí lo único que me interesa es no
llegar tarde al salón de clases, porque no me quiero perder el último examen.
Te aseguro que llegaremos a tiempo, así
que apresúrate.
Todavía no entiendo por qué quieres
comer ahí.
Porque hoy tendrán comida que a mí me
gusta. – Le sonrió con cariño.
Baia. – Suspiró profundamente. – A
leguas se nota que nunca vas a cambiar.
No seas aguafiestas.
Yo no soy ningún aguafiestas.
Lo que tú digas Yūgi, lo que tú digas.
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En KC…
En
una oficina se encontraban dos hombres discutiendo fuertemente, uno de ellos
hacia lo posible por no perder la pizca de paciencia que le quedaba, mientras
que el otro trataba de justificarse a través de su investigación…
¿POR QUÉ NO LO PUEDE ENTENDER?
¿Y SEGÚN USTED, QUÉ ES LO QUE DEBERÍA
DE ENTENDER?
DESE CUENTA QUE ESA BESTIA TIENE UN ADN
MUY COMPLEJO AL IGUAL QUE TODA SU ESTRUCTURA ÓSEA. CADA VEZ QUE QUERÍAMOS SABER
MÁS, SALÍAN NUEVOS CAMBIOS EN SU METABOLISMO. LO QUE TIENE EN ESA SALA PODRÍA
SER LA CLAVE PARA DESCUBRIR EN COMO DETENER A LA MUERTE.
ESAS SON PURAS TONTERÍAS.
NO ES NINGUNA TONTERÍA. – Gritó a todo
pulmón.
HAS DESOBEDECIDO MIS ÓRDENES, TU ÚNICA
OBLIGACIÓN ERA PODERLO AYUDAR.
DESPUÉS DE TODO LO QUE INVESTIGUÉ Y VI
DE LO QUE PUEDE HACER FUE QUE DECIDÍ EN DESPERTARLO. SÓLO PIÉNSELO SEÑOR KAIBA,
ALLÁ ARRIBA TENEMOS A UNA BESTIA QUE PUEDE CURAR CUALQUIER ENFERMEDAD, Y COMO
LE DIJE ANTERIORMENTE SU ADN Y SU ESTRUCTURA ÓSEA SON MUY COMPLEJOS, Y COMO SI
ESO NO BASTARA TAMBIÉN SE PUEDE TRANSFORMAR. AL EXAMINAR SU SANGRE VARIAS VECES
PUDE ENCONTRAR DOS TIPOS DE ADN. UNO ES DE ORIGEN HUMANO Y EL OTRO ES DE ORIGEN
ANIMAL. UNA INVESTIGACIÓN COMO ESA NO LA IBA A DEJAR ESCAPAR. Y…
SUFICIENTE. – Lo calló de golpe. – HAS
SOBREPASADO MI AUTORIDAD, Y ES POR ESO QUE HE TOMADO UNA DECISIÓN.
¿QUÉ DECISIÓN?
ESTAS FUERA DEL CASO, Y ESTÁS
DESPEDIDO.
¿CÓMO? USTED NO PUEDE HACERME ESO.
POR SUPUESTO QUE PUEDO Y NO SOLAMENTE
ESO, SINO QUE ADEMÁS ME ASEGURARÉ QUE USTED, NI ESTE ESTÚPIDO… – Señaló al otro
hombre que hasta el momento se mantenía callado. – NO VUELVAN A EJERCER SU
PROFESIÓN EN NINGUNA PARTE DEL MUNDO.
NO PUEDE HACERNOS ESO.
OH SÍ, ES OBVIO QUE PUEDO HACERLO.
SI LO HACE, ENTONCES ME CERCIORARÉ DE
QUE TODO EL MUNDO SEPA SOBRE LA BESTIA, LES HABLARÉ SOBRE MI INVESTIGACIÓN Y DE
TODO LO QUE PUDE DESCUBRIR HASTA ESTE MOMENTO.
¿QUÉ DIJISTE? ¿TE ATREVES A
CHANTAJEARME MALDITO INFELIZ? – Le dio un fuerte puñetazo a la mesa de su
escritorio.
ÚNICAMENTE DESEO QUE RECAPACITE SEÑOR
KAIBA, DÉJEME CONTINUAR CON MI INVESTIGACIÓN, DÉJEME VOLVER ALLÁ PARA TERMINAR
LO QUE EMPECÉ. UNA INVESTIGACIÓN COMO ESTA NO SE VE TODOS LOS DÍAS.
CIERRE LA BOCA. – Lo miró seriamente a
los ojos. – NO PERMITIRÉ QUE NI USTED NI NADIE ME AMENACE, Y ESTÁ MUY
EQUIVOCADO SI PIENSA QUE LO DEJARÉ QUE VUELVA ALLÁ DE NUEVO.
PERO…
MÁS LE VALE QUE SE LARGUE DE UNA VEZ
POR TODAS, Y ESO VA PARA USTED TAMBIÉN.
¿POR QUÉ? NO HICE NADA. – Se hacia la
víctima.
POR LO MISMO TANTO, POR NO HACER NADA
ES QUE LO DESPIDO.
NO ME PUEDE HACER ESO A MÍ, EL DOCTOR
HONDA SOLAMENTE ME DIJO QUE LO ACOMPAÑARA, YO NO SABÍA LO QUE TENÍA PLANEADO
HACER.
CIERRA LA BOCA IMBÉCIL, ¿PIENSAS QUE NO
LO SÉ TODO?
YO…
LES RECUERDO QUE ESTOY AL TANTO DE TODO
LO QUE PASÓ, Y ADEMÁS USTEDES ABUSARON DE SU CARGO. Y LO PEOR DE TODO ES QUE
TRATARON MUY MAL A MI HERMANO. – Los hombres temblaron al mirarlo a los ojos,
su mirada daba miedo, se podía sentir la tensión en el aire y podían sentir
como esa mirada les helaba la sangre.
UN DÍA SE VA ARREPENTIR DE ESTO, SE
ARREPENTIRÁ POR NO HABER CONTINUADO CON MI INVESTIGACIÓN. TAL PARECE QUE SE
ESTÁ ABLANDANDO SEÑOR KAIBA, PORQUE EL HOMBRE QUE SOLÍA CONOCER NO SE DETENDRÍA
POR NADA DEL MUNDO Y LLEVARÍA A CABO ESTA INVESTIGACIÓN A TODA COSTA.
ES VERDAD QUE LA LLEVARÍA A CABO, PERO
EN ESTE CASO ESTAMOS HABLANDO DE UN SER INDEFENSO, UNA CRIATURA QUE TIENE
DERECHO DE VIVIR. ASÍ QUE DEJA DE HABLARME DE MORAL PORQUE USTEDES NO LA TIENEN
EN LO ABSOLUTO.
¿CÓMO SE ATREVE HABLARNOS DE ESA FORMA?
SUFICIENTE, NO SEGUIRÉ PERDIENDO MI
TIEMPO CON USTEDES. ASÍ QUE LO DIRÉ POR ÚLTIMA VEZ… ESTÁN DESPEDIDOS… Y UNA
COSA MÁS, SI ALGUNO DE USTEDES SE ATREVE SIQUIERA EN IR A LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN PARA HABLARLES ACERCA SOBRE EL DRAGÓN, YO PERSONALMENTE LOS
HUNDIRÉ, LOS HUMILLARÉ PÚBLICAMENTE Y HARÉ QUE LOS ENCIERREN EN UN HOSPITAL
PSIQUIÁTRICO POR ESTAR DICIENDO QUE VIERON Y TRATARON A UN DRAGÓN. – Sonrió con
malicia. – La decisión es suya, caballeros. – Los hombres rechinaban los
dientes con fuerza y al mismo tiempo apretaban sus manos haciéndolas puño. –
Acompaña estos hombres a la salida. – Volteó a ver al otro médico quien lo
había puesto al tanto de la situación. – Asegúrate que no se lleven ninguna clase
de información confidencial, y también revísales sus celulares, cuentas de
correos electrónicos, y todas esas cosas. En otras palabras, quiero que se
vayan con las manos vacías.
A la orden señor Kaiba. – Se dio la
media vuelta para mirar a los otros hombres. – Ya oyeron al señor Kaiba, es
hora que los saque de aquí cuanto antes.
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Horas más tarde…
Hola Yūgi, ¿Cómo te fue en tus últimos
exámenes?
Bien, me fue muy bien abuelito.
¿Eso quiere decir que lograrás pasar
este ciclo?
Si, la verdad es que no lo hubiera
logrado sin la ayuda de Rebecca.
¿Por qué no la invitas hoy a cenar?
¿A cenar?
Así es, dile que es como un
agradecimiento que le haces a ella por ayudarte en tus estudios.
Pero…
No te preocupes Yūgi, esta noche le
pediré a Shādī que me ayude a cocinar algo especial.
De acuerdo… “Aunque eso no era
necesario porque de todas maneras ella iba a venir”. – Esto último lo pensó
para sí mismo.
¿Sucede algo malo Yūgi?
¿Eh? No, no pasa nada abuelito. – Se le
acercó para darle un beso en la mejilla. – Iré a mi habitación a llamarle por
teléfono.
Salúdamela de mi parte.
Claro que si abuelito.
El
anciano se quedó bastante pensativo al verlo marcharse…
Oh Yūgi, si tan sólo supieras que
dentro de poco tu vida va a cambiar por completo. – Se decía así mismo muy
preocupado.
Continuará…
N/A: Espero
no haberlos traumado con este capítulo. ¿A qué se estará refiriendo don Solomon
al decir que la vida de Yūgi pronto cambiará? ¿Creen que el Doctor hizo bien en
hacer sufrir al animal solamente para llevar a cabo su investigación? Todo esto
y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos. Los invito para que
no se pierdan la continuación de esta increíble historia el próximo viernes.
Cualquier duda que tengan no olvide dejar sus comentarios que yo con mucho
gusto les responderé.
Me
despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, les mando muchos besos
virtuales y un fuerte abrazo desde la distancia. Cuídense mucho, pórtense bien
y protéjanse del terrible coronavirus y del mono.
Atte.:
KAT.
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