Capítulo 45: ¿Cómo puedo creerte?…
AVISO IMPORTANTE: Este capítulo tendrá argumentos fuertes
de violencia, y agresiones que para muchos podrían ser perturbadores, así que
antes de leerlo… Te sugiero que lo pienses bien antes de continuar… No me hago
responsable por si alguien se llega a sentir ofendido por lo que está leyendo… Soldado avisado, no muere en guerra.
Declaimer:
Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!,
“No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor,
abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se
diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
******************************
Mes y medio después…
Buenos días padre.
Buenos días hija.
Creo que llegué tarde para desayunar
contigo.
Eso te pasa por levantarte tarde.
Lo siento.
No te preocupes, mejor cuéntame cómo te
va con el entrenamiento.
Que te puedo decir. – Se daba la media
vuelta para pedirle de favor a una empleada que le sirviera el desayuno. – Se
me hace muy difícil tener que fingir todo el tiempo.
Recuerda que quedamos en eso para
poderte dar el permiso.
Lo sé.
Aquí tiene señorita. – Interrumpió una
mujer.
Muchas gracias.
Con su permiso.
¿Me dirás por qué te has quedado más
tiempo de lo normal?
Voy a decírtelo pero a su debido
tiempo.
No seas así padre. – Lo miraba a los
ojos para tratar de convencerlo.
Cariño, entiéndeme por favor que
necesito algo de tiempo.
Está bien. – Le sonrió con cariño. –
¿Por qué te me quedas viendo así?
Recordaba el día en que conociste a tu
amigo.
Eso fue hace mucho tiempo padre.
Así es, y todavía no dejo de pensar en
que tal vez ustedes estaban destinados a conocerse.
¿Por qué lo dices?
Porque tú, sin saber y sin querer le
dijiste que lo protegerías.
Eso fue porque lo vi llorando en una
ocasión.
Lo sé, y desde entonces son buenos
amigos.
Pues yo aún no puedo creer que me haya
convertido en su guardián. A veces creo que debieron de haberme asignado a mí
esa tarea. – Contestó algo molesta.
No digas eso Rebecca, cada quien tiene
asignada una tarea.
Pero padre, Yūgi no ha cambiado en
nada, sigue siendo el mismo niño llorón, caprichoso y mimado de siempre.
Todo eso cambiará una vez que sepa la
verdad.
Pero…
Escúchame con atención lo que voy a
decirte.
Lo escucho padre.
Tu amigo aún no lo sabe.
¿Saber qué?
Que sobre sus hombros cargará con una
gran responsabilidad.
Sigo creyendo que no es el indicado.
¿Por esa razón es que lo has despistado
muchas veces?
¿Cómo lo sabes? ¿Quién te lo dijo?
Acuérdate que yo se muchas cosas, hija.
Eso te demuestra lo inútil y descuidado
que es.
Eso no es verdad y lo sabes.
Supongo que tienes razón.
Escucha, tienes que seguirlo ayudando y
apoyando como hasta ahora lo has hecho.
Claro que si padre.
Una cosa más…
¿Qué?
Durante tu entrenamiento con Shādī, no
demuestres tus habilidades del todo.
Trataré, aunque déjeme decirle que me
abstengo bastante de no hacerlo.
Ay hija, siempre has querido presumir
de tus habilidades.
Eso es porque siempre he sido buena en
eso, y se me hace injusto tener que estarlas ocultando.
Ten paciencia cariño, un día le
demostrarás al mundo lo que puedes llegar hacer.
Ansío porque llegue ese día.
Y yo ansío lo contrario. – La miró
preocupado.
Bueno, ya debo irme.
Vete con cuidado y cuando regreses te
mostraré algo importante.
De acuerdo padre. – Se levantó de la
silla para irle a dar un beso en la mejilla. – Nos vemos en la tarde.
Pórtate bien.
Ya no soy una chiquilla.
El
hombre sonrió al ver la cara que puso su hija.
******************************
En alguna parte del mundo...
¡ERES UN ESTÚPIDO! – Gritaba una
persona mientras que golpeaba a un hombre. – Me ausento por casi un año y al
regresar me doy cuenta que la maldita bestia ya no está contigo.
Por… Por favor amo y señor… Ya no me
golpee. – Tosía sangre al hablar.
ERES UN IMBÉCIL. – Le da otra patada en
su costado. – Te asigno una tarea sencilla y es domar a esa estúpida bestia, y
ahora resulta que lo dejaste escapar. – Lo seguía golpeando con todas sus
fuerzas.
Aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhh… Perdóneme por
favor… Aaaaaaaaaaahhhhhhhh… Ya no me golpee por favor…
Te seguiré golpeando todas las veces
que quiera hasta que me canse de hacerlo.
Aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhh… Déjeme
explicarle el por qué lo dejé en libertad… Aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhh…
CÁLLATE. – Lo agarró fuertemente del
pelo para luego estampar su cara contra el suelo, posteriormente le puso el pie
sobre su cara. – Más te vale que me des una buena razón para no matarte aquí
mismo. – Le dio una patada en la boca del estómago.
AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH… –
Gritaba del dolor y a la vez escupía sangre. – Se lo diré, se lo diré, pero por
favor ya no me pegue más.
Tienes cinco minutos para hablar y si
tu argumento no es válido… – Lo miraba de manera amenazante. – Te aseguro que
no volverás a ver la luz del sol.
Créame por favor… Todo lo que he hecho
fue por un propósito… – Intentaba ponerse de pie pero sentía que no tenía las
fuerzas necesarias para hacerlo.
******************************
Un
hombre de edad avanzada se encontraba en su habitación, al estar ahí pensaba en
muchas cosas…
Creo que mi amigo tiene razón, ha
llegado el momento de decirle toda la verdad a Yūgi. Aunque no estoy seguro de
cómo vaya a reaccionar. – Suspiró por enésima vez en lo que miraba un libro y a
la vez recordaba la conversación que tuvo con su amigo…
FLASH BACK
Solomon, viejo amigo, creo que ha
llegado el momento de habar con tu nieto.
No veo el caso de querer hablar con él,
viejo amigo.
Escucha, sé muy bien que he estado
equivocado durante muchos años, y a la vez te pido perdón por no creerte en
todas las cosas que me decías.
Eso ya no importa, no tiene caso que
vengas a disculparte ahora…
Tu bien sabes que yo solía ser como tú,
necesitaba pruebas para comprobar si esas historias eran ciertas. Por esa razón
es que nunca abandoné mis investigaciones. Al pasar los años me convencía a mí
mismo que tal vez todo eso era una total pérdida de tiempo, pero cuando un
colega y amigo mío descubrió una civilización antigua, fue ahí que me di cuenta
que todo mi trabajo, mis investigaciones y proyectos no fueron en vano.
¿A dónde quieres llegar?
Lo sé todo. – Lo miró seriamente a los
ojos.
¿Qué quieres decir con todo?
Mi amigo hizo un gran hallazgo
encontrando una civilización muy antigua y en ella encontró lo que por años el
hombre ha estado buscando.
No me digas que…
Así es, no sólo pude ver la
investigación de mi amigo, sino que además lo vi en las noticias. Para mí fue
algo difícil de creer en cuanto veía a esa bestia y es exactamente la misma a
la que por años has estado buscando. Es la misma criatura a la que se le
conocía como un mito… Sin embargo… ¡EXISTE! – Exclamó eufórico. – Te das cuenta
lo que eso significa…
Claro que si, por esa razón es que he
decidido dejar al margen a mi nieto.
¿Por qué?
Porque no pienso exponerlo a una misión
tan peligrosa.
Solomon, no puedes negarle su destino.
¿Qué ganaré con decirle la verdad? Ni
siquiera se si está preparado o no.
Nunca lo sabrás si no le dices la
verdad.
La única verdad que se es que él no lo
vaya a entender y tal vez llegue a odiarme por ocultárselo todo este tiempo.
Aun así considero que él debe de saber
la verdad y es el quien tiene que decidir sobre la decisión que va tomar.
No lo sé Arthur, creo que es muy pronto
para decírselo.
Sólo piénsalo amigo mío.
FIN DEL FLASHBACK
Toda mi vida he creído que las
historias de mi padre no eran más que puras fantasías… Y ahora que lo vi en las
noticias hubiera preferido mil veces que únicamente fuera un estúpido mito.
¿Por qué tuvo que aparecer? ¿Estará el mundo en peligro con la llegada de ese
monstruo? ¿Podrá mi nieto reunir a las siete familias? O quizás la verdadera
preguntar qué debo hacerme es… ¿Estará listo mi nieto para enfrentar una gran
responsabilidad? – Se levantó de la orilla de la cama y caminó en dirección al
baúl para guardar el libro. – Yūgi, espero que puedas entender que todo lo hice
por tu bien, que lo único que deseaba era protegerte y que te olvidaras de la
misión que te encomendó mi padre.
******************************
Un
hombre salía de una de las mazmorras que tenía en su propiedad, a leguas se
miraba que estaba furioso, caminaba en dirección a su habitación para pensar
con más calma todas las estupideces que le había dicho uno de sus secuaces…
MALDITO IDIOTA. – Gritó en lo que daba
un puñetazo a la pared. – No puedo creer que se atreviera hacer algo tan
estúpido sin antes consultármelo primero. Aunque pensándolo bien… – Hablaba
consigo mismo. – Tal vez ese imbécil pueda tener razón en lo que me dijo, o
pueda que se equivoque. Pero si todo sale como él lo planeó, nosotros
tendríamos una gran ventaja y estaríamos listos para llevar a cabo el plan. No
cabe duda que supe elegir bien al ponerlo como el guardián de esa maldita
bestia, y no cabe duda que el aprendió mucho de mí, ha sabido manipular el
corazón de esa estúpida criatura. – Sonrió con malicia. – Fue por esa razón que
decidí perdonarle la vida, sin embargo no se salva de su castigo, lo he
encerrado en una de las mazmorras más oscuras del lugar y a la vez he dado la
orden que le den cinco latigazos diarios durante una semana. Ya será problema
de él si sobrevive o no. Por lo demás no me queda de otra que aguardar a ver si
su estúpido plan funciona. De lo contrario, yo personalmente domare a esa
bestia. – Empezó a reírse como un loco desquiciado.
******************************
Horas más tarde…
Un
hombre de piel morena, ojos azules caminaba en dirección hacia su trabajo, en
lo que lo hacía pensaba en muchas cosas…
Desde que Rebecca comenzó a entrenar
junto con Yūgi, he notado que tiene más resistencia, determinación, fuerza y
coraje para no darse por vencida. Es todo lo contrario a Yūgi que a pesar que
lleva más tiempo haciéndolo aún le falta mucho para poder seguir mi ritmo.
También he notado que a Rebecca le cuesta mucho trabajo imitar los pasos de
Yūgi. Algo me dice que esta chica no es una persona común y corriente como nos
hizo creer a todos. Lo que no entiendo es por qué tiene que fingir tanto, ¿qué
gana con hacerlo? Todos los ejercicios que le pongo hacer los comienza haciendo
a la perfección, pero luego se hace la torpe y se deja caer al suelo. – Suspiró
para tranquilizarse un poco. – Oh vamos Shādī, estas siendo paranoico, los más
seguro es que ella tenga más resistencia porque toda su vida ha estado en el
club de porrista y ahí aprendió hacer acrobacias, y quizás por eso es que lo
hace mejor que Yūgi. – Sonrió para sí mismo. – De seguro ha de ser eso, Rebecca
es una adolescente como cualquier otra… Pero no está de más ponerla a prueba.
Creo que esa idea no esta tan mal después de todo, sin que se dé cuenta la iré
poniendo a prueba poco a poco, solamente así descubriré la verdad de quién es
ella en realidad.
Continuará…
N/A: ¿Cuál va ser la reacción de Yūgi? ¿Aceptará su destino? ¿Rebecca se revelará ante su amigo? ¿Podrá Shādī descubrir el verdadero talento de Rebecca? Todo esto y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos. Los invito para que no se pierdan la continuación el próximo viernes, no olviden dejar sus comentarios que yo mismo les responderé.
Me
despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, pórtense bien, cuídense
mucho, protéjanse tanto del coronavirus como de la viruela del mono. Sigan
usando sus mascarillas y vacúnense contra esta terrible enfermedad. Les mando
muchos besos virtuales y un fuerte abrazo desde la distancia.
Atte.:
KAT.
No hay comentarios:
Publicar un comentario