Capítulo 29: De vuelta a la ciudad.
Aclaración:
Quiero agradecer a una amiga muy especial que me ha ayudado a dar ideas para
escribir esta historia, muchas gracias Kyuubi
Rosana Marcolini, por estar dispuesta siempre a ayudarme, tus consejos son
muy útiles para mí.
También
va dedicado a: Gelen Colmenarez, fue
la persona que me pidió escribir esta historia, espero que te guste amis.
Declaimer:
Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!,
“No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor,
abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se
diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
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Tres días después…
¿Me mandaste a llamar hermano?
Si, adelante pasa, quiero que te
sientes.
De acuerdo.
Mokuba, nos iremos a la ciudad.
¿Qué? – Preguntó boquiabierto.
No sé por qué te sorprendes, bien sabes
que todos los años viajamos en esta época del año para pasar allá la navidad y
el año nuevo y todas esas cosas.
Si, pero… “¿Qué pasará con Joey?” –
Esto último lo pensó para sí mismo.
¿Qué sucede? No entiendo por qué te pones
así, a ti te gusta pasar tus últimos días de vacaciones en la ciudad.
Eso era antes, ahora es diferente.
¿Por qué dices que es diferente?
Hermano, y si pasamos la navidad aquí.
Eso es imposible, tengo muchas cosas
pendientes que resolver allá.
No importa, yo podría quedarme aquí
junto con Yami.
Yami también tiene cosas qué hacer.
Entonces me puedo quedar aquí yo solo.
Mokuba, escúchame por favor, no puedo
dejarte aquí solo, recuerda que todos los empleados también se van a sus
respectivos hogares, y esta casa queda completamente vacía, aparte de que en
este lugar el frío es más fuerte durante esta época del año, y no quiero que te
vayas a enfermar.
Pero…
No te preocupes, solamente nos iremos
unos dos o tres meses, luego volverás de nuevo aquí.
“El único quien me preocupa en Joey”. –
Pensaba para sí mismo. – ¿Cuándo nos vamos?
Este fin de semana.
¿Qué, tan pronto?
Así es, será mejor que empieces hacer
tus maletas porque nos iremos a primera hora.
Está bien hermano.
No te pongas triste, ya verás que los
días pasan rápido.
Lo sé. – Medio le sonrió.
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En alguna parte de la
ciudad…
Todavía sigue en su entrenamiento.
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Eso lo ha distraído un poco.
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Claro que sigo permaneciendo a su lado.
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No sé por qué te preocupa tanto.
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Si, si, si, sé muy bien lo que decía al
principio.
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De verdad te digo que se está tomando
su papel muy en serio.
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Tampoco es para que te pongas así.
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Aun no estoy segura si será el indicado
para que cumpla con esta tarea.
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Somos muy pocos los que quedamos en
este mundo.
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Como crees, no ha cambiado en nada,
sigue siendo el mismo.
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No sé cuándo podría estar listo.
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Sé que su vida puede correr peligro.
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Todavía no sabe cómo usarlo.
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¿Cómo esperas que yo le enseñe?
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Pues por más que lo he visto, me parece
algo común y corriente.
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Aun no puedo creer que no me asignaran
a mí esa misión.
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Es obvio que soy la más calificada.
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Se te olvida que estoy arriesgando mi
pellejo.
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No me hables de esa manera.
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Mejor dime si ya encontraste a la
bestia mitológica.
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Recuerda que nos lo estamos jugando el
todo por el todo.
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Pues según con los escritos que encontramos,
la profecía está por cumplirse.
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Ya sabes lo que tienes que hacer una
vez que lo hayas encontrado.
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Si tienes éxito, habremos triunfado.
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Por supuesto que te mantendré
informado.
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Ya verás que esta vez lo va a lograr.
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Bien, así quedamos entonces.
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Si, si, adiós.
Una
vez que cortó la llamada, dio un fuerte suspiro.
Me pregunto, ¿qué cara vas a poner
cuando lo descubras todo? – Expresó casi en un susurro.
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Mokuba, ¿Por qué traes esa cara de
preocupación?
¿Por qué no me dijiste que nos iríamos
este fin de semana a la ciudad? – Le evadió la pregunta de golpe.
Oh, por lo visto tu hermano ya habló
contigo.
Si, ahora respóndeme por favor.
Le comenté a Seto que me iría a la
ciudad por algunos días, pero en ningún momento le dije que nos fuéramos todos
a la ciudad.
Mi hermano me acaba de decir que nos
iremos todos a la ciudad este fin de semana.
Deberías de estar feliz, a ti te gusta
vivir en la ciudad.
Olvidas un pequeño detalle Yami.
¿Ah sí, cuál?
¿Qué va pasar con Joey?
Tendrás que hablar con él.
El problema es que no va querer
quedarse aquí solo.
No te preocupes, estoy seguro que
vivirá feliz en el bosque, podrá ir y venir a donde él quiera sin el temor de
que alguien lo vea.
No lo sé, siento que él no está
acostumbrado andar por el bosque.
Escúchame por favor, tienes que hablar
con Joey y convencerlo de que se quede, es lo mejor para él.
Pero…
Lamento decirte esto pero el sigue
siendo un animal salvaje.
¡YAMI! – Exclamó enojado.
Únicamente quiero que me escuches lo
que te estoy diciendo.
Está bien.
Joey es un ser diferente, no es como tú
o como yo, sus características es totalmente distinta a la de cualquier ser
humano común y corriente, y su naturaleza aunque no queramos aceptarla es de
origen animal. Por consiguiente, estar en la ciudad no va ser nada fácil para
él, no encajaría en ninguna parte, y si alguna persona lograra verlo, créeme
que se armaría un escándalo de proporciones mayúsculas. Sería el, notición del
año, y todos querrán atraparlo o hacerle daño, por esa razón es que considero
que debe quedarse aquí en su hábitat natural. Este bosque es lo único que tiene
para poderse ocultar y vivir tranquilamente.
Supongo que tienes razón. – Contestó
cabizbajo.
El no sobreviviría en la ciudad, lo
estarías mandando a una muerte segura.
¿Me ayudarías hablar con él?
De acuerdo, vamos a buscarlo para
decirle que nos vamos por algunos meses.
Muchas gracias Yami.
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Quiero agradecerte por entrenar a mi
nieto.
No hay nada que agradecer don Solomon.
Me sorprendió bastante cuando Yūgi me
dijo que retomaría su entrenamiento contigo.
Yo también quedé sorprendido cuando me
lo dijo, al principio creí que se trataba de una broma, pero luego me di cuenta
que le está echando muchas ganas en querer aprender.
¿Tú sabes cuál es el motivo del por qué
lo hace?
Si. – Respondió casi en un susurro.
¿Y puedo preguntar cuál es ese motivo?
Yo…
Tranquilo, no es necesario que me
respondas, creo saber cuál es ese motivo.
La verdad no sé qué decirle.
Es mejor que no me digas nada, haré de
cuenta y caso que yo no sé nada.
Muchas gracias don Solomon.
Únicamente te pediré un favor.
¿Cuál?
Cuida bien de mi nieto.
No se preocupe por eso, le prometo que
cuidaré muy bien de él.
Muchas gracias Shādī.
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No quiero que se vayan.
Tu bien sabes que si por mi fuera me
quedaría aquí contigo.
Quiero ir con ustedes, ¿por qué no me
llevan?
Joey entiéndeme por favor, tú
perteneces aquí, la ciudad es muy grande, hay mucho ruido, muchas personas,
grandes edificios, muchos vehículos de transporte, sin mencionar que hay mucha
contaminación.
Pero…
Lo que Mokuba está tratando de decir es
que aquí estarás seguro, nadie te molestará y podrás volar libremente sin que
corras el peligro de que alguien te vea.
¿Por qué no se queda Mokuba aquí
conmigo?
Lo siento mucho Joey, debo irme con mi
hermano.
¿Entonces, me quedaré solo? –
Cuestionaba melancólico.
Así es, hasta los empleados de la
mansión se irán, dejarán la propiedad totalmente vacía.
Llévenme con ustedes, les prometo que
me portaré bien. – Suplicaba con tristeza y buscaba la manera de convencerlos.
Joey, escúchame por favor, no se trata
si te portas bien o no, la vida en la ciudad es totalmente diferente a la vida
del campo, si te llevamos con nosotros pasarás encerrado en la mansión todo el
tiempo, no podrás salir ni siquiera a recibir los rayos del sol, va ser
incómodo para ti tener que estarte ocultando para que nadie te vea. Y aunque te
transformes en un ser humano, tu apariencia siempre te va a delatar.
Yami tiene razón, no quiero exponerte,
y no me gustaría que algo malo te pasara.
Y yo que tenía muchas ilusiones de
conocer la ciudad. – Manifestó melancólico.
Joey, no estés triste, ya verás que el
tiempo pasa volando, te prometo que vendré lo antes posible.
No es justo, siempre es lo mismo, todos
me hacen a un lado sin tomar en cuenta mis sentimientos.
No digas eso por favor, entiende que no
te hacemos a un lado, más bien te estamos protegiendo.
Pero se cuidarme solo.
Lo siento mucho amigo, esta vez no
podrás acompañarnos.
Yami por favor, llévenme con ustedes,
no importa si me quedo encerrado todos los días, no importa que no pueda salir
a recibir los rayos del sol, estoy dispuesto a soportar lo que sea con tal de
no quedarme aquí solo. Por favor Yami, por favor. – Lo miraba con suma
tristeza.
Yami, se me rompe el corazón verlo así.
Es preferible que se te rompa viéndolo
ahora, a que se te rompa después si alguien lo descubre y quiera hacerle daño.
Pero conozco el lugar perfecto donde lo
podríamos esconder.
El
rubio se alegró al escuchar a su amigo decirle eso a su primo.
No lo sé Mokuba, es muy arriesgado.
Nada perdemos con intentarlo.
Ya pensaste lo que pasará si tu hermano
lo descubre.
Él no tiene por qué enterarse, es más,
se me acaba de ocurrir una excelente idea.
Ah no, eso sí que no, cuando pones esa
carita de inocente es porque estas tramando un plan, y lo peor es que me dejo
arrastrar por ellos.
Por favor Yami, solamente tienes que
irte un día antes que nosotros, y en tu vehículo te llevas a Joey a escondidas,
lo escondes en tu departamento por algunos días, y luego lo escondemos en la
mansión.
No, definitivamente no, es el plan más
estúpido que he escuchado en toda mi vida.
Yami por favor.
Si Yami, por favor. – Comenzaba a
suplicar el rubio también.
No, no, y no, así que no insistan
porque no me convencerán.
Continuará…
N/A:
¿Quién será la persona que hablaba por teléfono? ¿Con quién estaría hablando?
¿Yūgi, seguirá resistiendo el entrenamiento de Shādī? ¿Nuestro cachorro se
quedará solo? ¿Podrá Mokuba y Joey convencer a Yami de llevarlo a la ciudad?
¿Qué aventuras le preparará el destino a nuestro lindo cachorro? ¿El gato
pulguiento descubrirá la identidad de Joey? Todo esto y más lo iremos
descubriendo en los siguientes capitulo. Los invito para que no se pierdan de
esta gran aventura. Muchas gracias por darse la oportunidad en leer esta
historia, cualquier duda que tengan déjenme sus comentarios que yo con mucho
gusto les responderé.
Me
despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, recuerde no bajar la
guardia, usen siempre su mascarilla, vacúnense y sigan con todos los protocolos
de bioseguridad. Les mando muchos besos virtuales y un fuerte abrazo desde la
distancia. Nos leeremos el próximo viernes, cuídense mucho y pórtense bien.
Atte.:
KAT.
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