Capítulo 137: Una sorpresa inesperada…
Notas del capítulo: ¿A quién no les gusta
las fiestas sorpresas? Normalmente a todos nos gusta que nos hagan una fiesta
sorpresa y más si se convierte en una doble celebración. Nos alegramos cuando
vemos a nuestros amigos, familiares y seres queridos. Pero… ¿Qué ocurre cuando la
fiesta sorpresa se echa a perder? Cuando las cosas van saliendo de maravilla
nunca falta el pelo en la sopa y se arruina el momento. Luego del mal rato que
se pasa, el convivio sigue como si nada ha pasado y al final ocurre lo que es
una sorpresa inesperada…
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
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Ya se tardó, será mejor
que vaya hablar con él en persona.
Tranquilízate Noah,
dale un poco más de tiempo.
Pero…
Hazle caso a Seto,
de seguro que no tardará en bajar.
Está bien Marik.
Oye hermano, no es
por nada pero creo que Mokuba se pasó de la raya esta vez. – Le susurraba para
que nadie más oyera.
¿Por qué dices eso,
Shizuka? – Preguntó algo apenado.
¿Cómo que por qué?
Mira que lo avergonzó enfrente de todos y luego lo dejó ahí parado como un idiota.
Shhhh… Calla
Shizuka, alguien te podría escuchar.
Si alguien me
hiciera algo como eso, créeme que en ese mismo instante me largara del lugar.
Amor, no deberías de
compararte con Noah, no vez que ese muchacho ama a Mokuba.
Lo sé, pero aun así…
¡AHÍ VIENE! –
Exclamó uno de los invitados.
¡Mokuba! – Un hombre
fue el primero en acercársele.
Hermano…
¿Cómo te sientes?
Estoy un poco más
tranquilo, gracias. – Caminó en dirección a dónde estaba su novio. – Noah… – El aludido se encontraba sentado en una
silla y al escuchar su nombre levantó la mirada. – Noah… Yo…
Perdóname Mokuba,
creo que tienes razón en todas las cosas que me dijiste. – Hacia lo posible
para que su voz no se le quebrara.
No digas eso por
favor, y yo no tengo nada que perdonarte. – Se sentía tan avergonzado que no
hallaba las palabras adecuadas para disculparse. – Quiero pedirte perdón. – Sus
ojos comenzaron a humedecerse. – Perdóname por haberme comportado como un
idiota.
Mokuba, no tengo
nada que perdonarte, yo…
Shhh… – Le puso dos
dedos de su mano en los labios para que dejara de hablar. – Solamente quiero
que me escuches por favor. – La otra persona asintió con la cabeza. – No tienes
idea de lo afortunado que me siento por haberte conocido y quiero que sepas que
estando a tu lado soy el hombre más feliz del mundo. También quiero agradecerte
por soportar mi mal carácter, por seguirme demostrando en que puedo confiar en
las personas. – Dio un fuerte suspiro para tranquilizar su llanto. – Gracias
por sanar las heridas de mi corazón, gracias por haber estado conmigo cuando
más te he necesitado, gracias por haber tenido la valentía de defenderme de ese
ser despreciable. Y gracias a ti, ahora soy madre, gracias a ti tenemos una
preciosa hija. – Con su mano le acariciaba suavemente la cara. – Con cariño y
paciencia supiste cautivar mi corazón, con afecto y paciencia me has demostrado
que el verdadero amor existe. Noah… Me he dado cuenta que mi corazón no se
equivocó al elegirte, tu eres una persona muy especial, eres único en un
millón, y tienes un enorme corazón de oro. Tanto es el amor que me tienes que
decidiste cumplir con la última voluntad de mi madre. – Todos se sorprendieron
al escuchar las palabras que decía el pelinegro, la mayoría no entendían a que
se estaba refiriendo y sólo pocos lograban entender la situación. – Noah…
Déjame hacerte una pregunta. – Lo miraba a los ojos con mucho cariño.
Si… Hazla. – Lloraba
al oír todo lo que su novio le decía.
¿Aun deseas casarte
conmigo? – Cerró levemente los ojos. – Si tu respuesta es no, créeme que sabré
entenderte, lo único que te pido es…
Si… Si deseo casarme
contigo.
Noah… – Lo abrazó
con todas sus fuerzas. – Te amo tanto mi amor.
Y yo a ti, Mokuba,
te amo con todo mi corazón.
Cof, cof, cof… –
Interrumpió uno de los presentes. – Creo que este es el momento en donde le
pones el anillo de compromiso.
¡Joey! – Exclamaron
sonrojados.
El peliverde se separó del abrazo para arrodillarse enfrente de su
novio y mostrándole nuevamente la pequeña caja le dijo:
Mokuba Kaiba,
¿quieres casarte conmigo?
Si, si quiero
casarme contigo. – Le respondió con una gran sonrisa en sus labios.
Aaaaaaaaaaaaaaawwwwwwwwwww…
– Manifestaron todos al mismo tiempo mientras aplaudían.
Te amo mis hermosos
ojos de esmeralda. – Ambos se besaron apasionadamente.
Muchas felicidades a
los dos.
Gracias hermano.
Felicidades Noah,
felicidades Mokuba.
Gracias Joey. –
Contestaron al unísono.
Muchas felicidades a
los futuros novios. – Manifestaban todos al mismo tiempo.
Muchas gracias. –
Contestaron la pareja.
Amigos... – Comenzó
a hablar el pelinegro. – Les debo a todos una disculpa, en especial a Malik,
Joey y a Ryou.
¿Qué?...
Todos los presentes empezaban a murmurar entre sí, y se miraban
unos a otros.
La verdad es que
sentí algo de envidia y celos por ustedes.
¿Por qué dices eso
Mokuba? – Lo cuestionó la hermana del rubio.
Porque… Porque… – Bajó
un poco la mirada. – Yo observaba en silencio como sus parejas se tomaban su
tiempo para buscarles el anillo perfecto y que todo fuera especial. Y yo
deseaba tanto que mi pareja hiciera eso por mí, que me demostrara cuanto me
amaba.
Que tonto eres
Mokuba.
MARIK ISHTAR, NO LE
DIGAS ESO. – Le reprendía su esposo.
Concuerdo con lo que
dice Marik.
¿Tú también Baki?
Así es Ryou, el
valor de un anillo de compromiso no se mide por el amor que se le tenga a la
persona, porque el amor no se trata de cuantas cosas bonitas le puedas dar a
ese ser querido, más bien se trata de cuanto le puedes demostrar lo mucho que
lo amas.
Es cierto Mokuba,
deberías de sentirte muy afortunado de tener a alguien que te ha demostrado
infinidad de veces cuanto te ama, te valora y sobre todo te respeta. Tanto es
el amor que te tiene que como tú mismo le acabas de decir el decidió cumplir
con la última voluntad de tu madre.
En otras palabras,
hermano… – Se le acercó para levantarle la cara y que lo viera a los ojos. – Tu
propuesta de matrimonio ha sido la más especial de todas.
Ahora lo sé. – Medio
le sonrió.
Así que no tienes
por qué disculparte.
Muchas gracias
amigos.
Que les parece si
continuamos con esta celebración. – Animó el rubio.
Me parece una
excelente idea Joey.
La fiesta siguió su curso, todos se divertían, algunos bailaban y
otros estaban sentados conversando de muchas cosas. Al cabo de algunas horas
uno de ellos dijo:
Vuelvo enseguida amigos.
¿A dónde vas Joey?
Iré a ver si mis
hijos ya se despertaron.
Yo iré contigo.
Vamos entonces,
Mokuba.
Si.
No te tardes
hermano, ya quiero estar con mis sobrinos.
De acuerdo.
En el camino se encontraron con otra persona.
¿Dónde vas, cachorro?
Voy a la habitación
de nuestros hijos para ver si ya se despertaron.
En ese caso los
acompaño.
Está bien.
Una vez que llegaron a la habitación…
¿Mana, qué haces
aquí? Deberías de estar disfrutando de la fiesta.
Ay mi niño Seto,
solamente vine hacerles compañía a estos pequeños angelitos.
Muchas gracias Mana.
Con su permiso me
retiro.
De acuerdo.
Hola mis amores,
¿cómo se han portado? – Les hablaba el rubio de manera infantil. – Deben tener
hambre. – Los sacaba de la cuna.
A ver, déjame
ayudarte cachorro.
Gracias mi amor.
El rubio se sentó en una mecedora que había en la habitación y ahí
se acomodó para poder amamantar a sus hijos.
Salieron comelones
como tú.
Eso no es verdad. –
Fingía estar molesto.
Me encantas cuando
te enojas. – Se inclinó para darle un beso en los labios.
Si me sigues
molestando gato pulgoso, me verás realmente enojado.
De acuerdo mi amor,
ya entendí. – Le sonreía tiernamente.
Después de un buen rato uno de los bebés dejó de comer.
Creo que Kisara ya
quedó satisfecha.
Dámela para sacarle
el aire.
Si.
Ven con papi mi
amor, eso es mi niña hermosa. – La agarraba con mucho cuidado y al tenerla en
sus brazos le dio un beso en la mejilla, posteriormente se puso una manta en su
hombro para recostar a su hija boca abajo y darle pequeñas palmaditas en la
espalda para sacarle el aire.
El pequeño Seto
también quedó satisfecho. – Se bajaba la camisa por completo, luego agarró otra
manta para ponérsela en su hombro y recostar a su hijo boca abajo para sacarle
el aire. Al poco tiempo entraba otra persona.
Ya están listos para
volver a la fiesta.
Si Mokuba, y tú
llevarás a tu hija.
Sí, no más un
ratito.
Vámonos ya.
Si, hermano.
Una vez que volvieron a la fiesta…
¿Por qué tardaste
tanto hermano?
Discúlpame Shizuka,
tenía que darles de comer.
No cabe duda que
salieron a ti de comelones.
Se escuchó una pequeña carcajada.
Ni se te ocurra
decir nada, gato pulgoso.
Yo no he dicho nada.
– Se burlaba de él.
Noah, tu hija es
bellísima.
Gracias Tea.
Déjame cargarla por
favor.
De acuerdo.
Luego sigo yo, Tea.
Está bien, Ryou.
No cabe duda que mis
sobrinos son hermosos.
Pues claro, salieron
igual que a su padre.
Ay por favor, yo
creo que salieron bellos igual que a su tía Shizuka.
Lo dudo. – Manifestó
seriamente.
Seto, por favor
cálmate.
Eso se lo deberías
de decir a ella.
Tan antipático como
siempre, Seto.
Y usted… Tan
fastidiosa como siempre.
Bueno ya, basta, los
dos. ¿Hasta cuándo piensan llevarse bien?
Lamento decirte esto
hermano, pero sigo creyendo que tu esposo es un hombre amargado y con pésimo
carácter.
Shizuka…
Ay hermano,
únicamente estoy siendo franca.
Ya Shizuka, no
sigas.
Está bien Catherine.
Al poco tiempo llegaba un pequeño niño corriendo hacia el lugar
donde todos estaban.
Papi, pamita.
Hola mi niño
hermoso. – Lo recibía en sus brazos.
Te has divertido
jugando.
Si pamita, mucho.
Ven, quiero que
conozcas a tu nueva prima. – Le mostraba al bebé que tenía en sus brazos. –
Shādī, te presento a Isis Adena Orellana Kaiba.
Ooohhh, es muy
bonita. Tío Mokuba, tienes una niña hermosa.
Muchas gracias mi
niño. – Le dio un fuerte abrazo.
A ver, di tía
Shizuka… Yo soy tu tía mi amor. – Le hablaba de manera infantil a la niña que
tenía en sus brazos. – Quiero que digas Shizuka. Dime tííííaaa, tía Shizuka –
La niña sonreía al ver todos los gestos que hacia la mujer. – Oigan, ya se
pusieron a pensar en quien de los dos niños hablará primero.
Casi no pensamos en
eso Shizuka, porque apenas tienen ocho meses. Pero Seto, dice que el niño es
quien dirá su primera palabra.
Y tú que dices mi
amor.
Ay Catherine, es
obvio que la niña será la primera en hablar.
Tienes razón mi vida,
se ve que es muy perspicaz.
No importa quien
hable primero, lo importante es que los dos crezcan sanos y fuertes.
Tienes mucha razón Seto.
– Le dio un beso en los labios.
Aun así me han
sorprendido como empezaron a mantenerse de pie casi a los seis meses de
nacidos. Es como si ya quisieran caminar por si solos.
Siento que estas
exagerando hermana.
Claro que no. – Puso
a la niña parada sobre sus piernas. – Verdad que estoy en lo cierto mi amor.
Verdad que sí. – Le hacía cara y gestos para que la pequeña sonriera.
Disculpen.
¿Qué sucede Noah?
Creo que ha llegado
la hora de partir el pastel.
Tienes mucha razón.
Avísales a todos
Noah.
Está bien Joey. – Se
paró en medio del salón para luego decir… – Amigos, llegó el momento de partir
el pastel.
¡Qué bien, comeré
pastel hasta reventar! – Exclamaba un pequeño niño de seis años de edad.
¡Shādī! – Le
reprendió su madre.
Lo siento mucho
pamita.
Debes saber
comportarte mi niño.
Si papi.
Todos se habían acercado para tomar fotos y videos a la hora de
partir el pastel, el agasajado ya se encontraba en el lugar con su hija en
brazos.
Muchas gracias a
todos por esta celebración. Gracias a ti también mi amor. – Le dio un beso en
los labios.
No tienes nada que
agradecer.
Tienes que apagar
todas las velas, Mokuba.
No podrá hacerlo,
cachorro.
Claro que sí.
Antes de hacerlo me
gustaría que nos tomaran una foto.
Le pediré a uno de
los sirvientes que lo haga y le diré a Roland que se encargue del video.
Buena idea, Seto.
Una vez que todos se alinearon para la foto, el pelinegro estaba
por partir el pastel mientras que todos los invitados aplaudían y reían por el
momento.
Cachorro, acércate
un poco más hacia mí, para que puedas salir en la foto.
De acuerdo Seto. –
Se acercó un poco más con su hija en brazos, la foto fue tomada y Roland no
dejaba de grabar, y cuando menos se lo esperaban se escucharon unas pequeñas
voces…
Cachorro. – Decían
al mismo tiempo.
¡No puedo creerlo,
acaban de decir su primera palabra! – Exclamaba emocionado el ojiazul.
MIRA LO QUE HAS
HECHO GATO PULGOSO, POR TU CULPA MIS HIJOS ME DICEN CACHORRO. – Manifestaba
molesto.
Gato… – Dijo la
niña.
Pulgoso… – Terminó
de hablar el niño.
Ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… – Se escuchaban las carcajadas de
todos.
Continuará…
N/A: Muchas gracias a todos por el apoyo que siempre me brindan por sus mensajes y consejos, esto me anima a seguir escribiendo y continuar con la historia. Creo que todos se llevaron una sorpresa con los hijos de Seto y Joey, y al parecer nadie se lo esperaba… XD
Me despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, pórtense
bien y cuídense mucho. No bajen la guardia y recuerden seguir con todas las
medidas de bioseguridad, usen siempre su mascarilla y no salgan de sus casas al
menos que sea estrictamente necesario. Y lo más importante… VACÚNENSE. Les mando muchos besos
virtuales y un fuerte abrazo desde la distancia.
Atte.:
KAT.
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