Capítulo 126: No pienso irme sin ti y sin mis cachorritos.
AVISO IMPORTANTE: Este capítulo tendrá argumentos fuertes,
así que antes de leerlo… Te sugiero que lo pienses bien antes de continuar… No
es recomendable para personas que sean sensibles, ni para aquellos que no
soporten la violencia… Leer bajo su
propio riesgo. Soldado avisado, no muere en guerra.
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
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Un joven de estatura alta, piel clara, cabellos rubios y ojos de
color miel se encontraba en una habitación jugando en el suelo con sus hijos.
Les gusta el osito
de peluche que les regaló su tía Shizuka. Verdad que es muy bonito. – Les
hablaba de manera infantil y a la vez hacia caras y gestos para hacerlos
sonreír. – Miren, aquí tienen otro juguete, pero si es una sonaja. – La movía
de un lado a otro para que sonara. – La niña agarró la sonaja y luego la tiró lejos.
– Anda mi niña tienes que ir a recoger la sonaja, eso es mi amor tienes que
gatear. Así mira. – Caminaba en cuatro patas para divertir a sus hijos.
¿Puedo jugar yo
también? – Se escuchó una voz varonil cerca de la puerta de la habitación.
¿Qué haces aquí? –
Se levantó rápidamente del suelo y fue a cargar a los niños. – Quiero que te
vayas. – Los ponía en la cuna.
Vine a ver cómo
estás y cómo están los niños.
Ya me viste, ahora
adiós.
Por favor cachorro.
Escúchame lo que te
voy a decir, si has venido para llevarte a mis hijos de una vez te digo que… –
No terminó de hablar al ver como su esposo le entregaba un ramo de rosas y una
pequeña caja.
No te voy a mentir,
si vine a llevármelos. – El joven se quedó estupefacto por lo que acababa de
escuchar y sin poderlo evitar sus ojos comenzaron a humedecerse. Y antes de
decir algo la otra persona dijo: – También quiero que nos acompañes.
¿Qué fácil, no? –
Hacia lo posible para que su voz no se le quebrara. – ¿Vienes hasta acá cómo si
nada?
¿Qué quieres que
diga? ¿Qué quieres que haga?
NO QUIERO QUE DIGAS
NADA, NI QUE HAGAS NADA. SOLAMENTE QUIERO QUE TE VAYAS Y ME DEJES EN PAZ. –
Alzó la voz sin pensarlo, provocando que los bebés se asustaran y comenzaran a
llorar.
Creo que me llevaré
a los niños de aquí para que ustedes puedan hablar sin interrupciones. –
Manifestaba una mujer que esperaba afuera, y al oír el llanto decidió
intervenir.
Gracias Catherine. –
Expresó el rubio.
La mujer cargó a los bebés en sus brazos y al caminar hacia la
salida fue detenida por el castaño.
Pórtense bien mis
amores. – Les acarició la cabeza a ambos, posteriormente le dio un beso en la
mejilla a cada uno. – Todo va estar bien, papi los ama con todo su corazón. –
Decía en un susurro. La mujer no dijo nada y terminó por salir.
Es mejor que te
vayas, Seto. – Se abstenía las ganas de llorar.
No pienso irme sin ti y sin mis
cachorritos.
¿Y si me rehúso a irme contigo? ¿Qué
harás al respecto? – Lo miraba fijamente a los ojos.
Yo…
¿SERÍAS TAN COBARDE DE AMENAZARME CON
QUITARME A MIS HIJOS SI NO ACEPTO TUS CONDICIONES? – Lo interrumpió de golpe. –
PORQUE SI ES ASÍ DE UNA VEZ TE ADVIERTO QUE TENDRÁS QUE PASAR SOBRE MI CADÁVER
ANTES DE PODÉRMELOS QUITAR. – Comenzaba a llorar debido al coraje que sentía en
ese momento.
Cachorro, escúchame por favor…
NO, AHORA ERES TÚ QUIEN ME VA ESCUCHAR
A MÍ, CLARAMENTE TE DIJE ESA NOCHE QUE NI TÚ, NI NADIE ME VAN A SEPARAR DE MIS
HIJOS. Y NI SE TE OCURRA TRATARLOS COMO UNA PROPIEDAD PORQUE NO LO SON, NO ES
ALGO QUE SE PUEDA PELEAR PARA VER QUIÉN SE LLEVA LA MEJOR PARTE. ASÍ QUE NO
CREAS QUE POR TENER PODER Y DINERO PODRÁS HACER LO QUE SE TE DÉ LA GANA, Y NI
PIENSES QUE SÓLO POR ESO VAS A TENER EL DERECHO DE ARREBATÁRMELOS PORQUE NO LO
VOY A PERMITIR. ESCUCHASTE BIEN MALDITO GATO PULGOSO. NO LO VOY A PERMITIR. –
Gritaba con todas sus fuerzas.
Joey… – Intentó acercársele.
NO ME TOQUES, NI SIQUIERA TE ME
ACERQUES.
No entiendo por qué me dices todas esas
cosas.
QUE CÍNICO ERES, ES QUE DE VERDAD NO
RECUERDAS TODAS LAS COSAS QUE ME DIJISTE. – Se limpiaba sus lágrimas con sus
manos.
Esa noche dije muchas cosas sin pensar,
y de verdad lo siento. – Lo miraba de manera suplicante y hacia un gran
esfuerzo para que su voz no se le quebrara. – Muchas veces me has pedido que te
escuche, ahora soy yo quien te lo suplica. Por favor cachorro, préstame
atención sólo por un momento y si después quieres que todavía me vaya créeme
que lo haré con el dolor de mi alma.
Está bien. – Comenzaba a
tranquilizarse.
Estoy aquí para pedirte perdón.
¿Y tú crees que te voy a perdonar
después de cómo me trataste? – Preguntaba todo acongojado.
Tienes razón, no debí de haberte
tratado tan mal. – Contestó con un gran nudo en la garganta.
No sólo me trataste mal, sino que
además me ofendiste y sacaste a relucir mi pasado. ¿Tienes idea de cómo me
sentí? ¿La tienes?
No. – Manifestó apenado.
Pues déjame decirte que me hiciste
sentir muy mal, me trataste peor que a una basura, y lo que más me dolió fue
cuando mencionaste el nombre de ese hombre, y tú me habías prometido que nunca
ibas a tocar mi pasado, mucho menos a restregármelo en la cara. – Lloraba
desconsoladamente.
Cachorro, perdóname por favor por ser
tan estúpido, tenías razón al decirme que soy egoísta, orgulloso, prepotente,
impulsivo, testarudo, ambicioso y que no suelo escuchar a las personas. – Bajó
la cabeza para que no lo viera llorar. – Si tan sólo te hubiera escuchado
quizás nada de esto estuviera pasando. Y la verdad es que no tengo palabras
para pedirte perdón, esta vez mi orgullo y mi terquedad llegaron demasiado
lejos. – Se atrevió a mirarlo a los ojos. – Lo único que puedo decirte es que
no quiero perderte, y aunque no me lo creas yo te amo, mi vida sin ti no es lo
mismo.
Aun así no tenías ningún derecho de
tratarme tan mal. Todavía no puedo entender el por qué lo hiciste. – Su cuerpo
temblaba debido al llanto y su voz sonaba melancólica.
Lo hice porque soy un tonto y la verdad
es que me enojé. – Respondió con sinceridad. – Porque cuando te miraba con esa
mujer me molestaba de sobre manera, cada vez que tu sonreías me enfadaba más
porque sabía muy bien que esa sonrisa no iban dirigidas a mí, y me enfadé tanto
creyendo que tu habías dejado de ser feliz a mi lado. Y eso me atormentaba, me
hacía hacerme muchas preguntas creyendo que te perdía.
Eran tus acciones las que hacían que me
alejara de ti.
Ahora lo sé. – Volvió a bajar la
cabeza. – Mokuba tiene razón, soy muy torpe para el amor.
El
rubio se sorprendió un poco cuando escuchó las últimas palabras de su esposo.
Creo que lo nuestro no tiene solución.
– Expresó con el dolor de su alma.
Por favor cachorro, no me digas eso.
Pero es que…
Como te dije anteriormente, no pienso
irme sin ti y sin mis cachorritos. Date cuenta que ustedes son mi vida entera,
entiéndeme por favor que no sabría vivir sin ustedes. – Lo miraba de manera
suplicante. – Y… No puedo llegar con las manos vacías o sino Mana no me dejará
entrar de nuevo a la mansión.
Yo… No sé qué decirte.
Al menos dime que me perdonas, y para
que veas que mi arrepentimiento es sincero voy a… – El hombre estaba a punto de
arrodillarse en el suelo pero fue detenido por su pareja.
No es necesario que hagas eso. Yo te
perdono, Seto.
Cachorro. – Aprovechó la ocasión que lo
tenía cerca de él, para abrazarlo. – Gracias por perdonar a este idiota.
Tú no eres ningún idiota. – Lo abrazó
con todas sus fuerzas.
Permanecieron
así por un largo rato…
******************************
¿Estás bien?
Si.
Es mejor que te
lleve a casa para que puedas descansar un poco.
Por favor Baki,
déjame quedarme un ratito más.
Amor, has estado con
tu amigo casi todo el día y mira que casi no desayunaste en la mañana.
Lo siento mucho. –
Bajó un poco la cabeza.
Ryou…
Solamente quiero
hacerle compañía a Yūgi, no me gustaría dejarlo solo.
Ryou, entiéndeme por
favor, me preocupo por ti y no me gustaría que te enfermaras.
Gracias por
preocuparte por mí. – Medio le sonrió. – A veces nos turnábamos con Joey, el
solía venir en las mañanas y yo venía por las tardes, pero ahora no podrá
venir.
Mira, te propongo
algo.
¿Qué?
Vámonos al
departamento para que podamos descansar, luego nos venimos nuevamente al
hospital. ¿Estás de acuerdo?
¿Prometes que me
traerás?
Te doy mi palabra mi
amor, pero debes prometerme que empezarás por comerte toda la comida, sin
excusas.
Si, te lo prometo.
En ese caso,
vámonos.
Muchas gracias por
apoyarme Baki.
No hay nada que
agradecer. – Le dio un beso en los labios.
******************************
Qué raro.
¿Qué sucede?
Le he estado
llamando a mi hermano toda la mañana y no me contesta su celular.
Ya le hablaste a su
oficina.
Si, y nada. Es más,
su secretaria me dijo que no ha llegado a la Corporación Kaiba.
Creo que no hay de
qué preocuparse.
¿Por qué lo dices?
Porque supongo que
se fue a buscar a Joey.
Quizás tengas razón.
No te preocupes
Mokuba, ya verás que tu hermano entrará por la puerta junto con Joey y los
bebés.
Más le vale que lo
haga porque si no...
Ja, ja, ja, ja, ja,
ja, no creo que tu hermano quiera oír otro sermón tuyo.
NOAH… – Fingió estar
enfadado.
Es broma mi amor.
Lo sé.
Te vez lindo cuando
te enfadas.
No digas eso que me
apenas. – Sus mejillas se sonrojaban ante el comentario de su pareja.
******************************
Cachorro.
Dime. – Se separó un
poco para poder mirarlo a los ojos.
¿Por qué me dijiste
todas esas cosas de los niños?
Porque no quería que
se repitiera la historia.
¿Qué se repitiera la
historia? ¿Cómo así? No entiendo.
La primera vez que
supe que estaba embarazado no supe cómo reaccionar, al principio me sentía
confundido porque no podía creer que estaba encinta, después me sentí muy feliz
al saber que pronto sería madre, era tanta la felicidad que sentía que deseaba
con todas mis fuerzas salir corriendo a buscarte para darte la noticia. –
Volvió a bajar la cabeza. – Luego me invadió el miedo al recordar lo que le
pasó a mi madre.
Te refieres a tu
hermana. – Lo agarró del mentón suavemente para verlo a los ojos.
Si. – Nuevamente
comenzaba a llorar. – Y no sólo era eso, sino que además temía que te fueras a
enfadar, temía que me los quitaras a la fuerza, que me separaras de ellos
temiendo que quizás nunca los volvería a ver. La verdad es que no quería que
nada de eso pasara, porque sabía muy bien que no iba a soportar la separación
de mis hijos y moriría en vida. Yo
únicamente quería compartir mi alegría contigo, y que tú me dijeras que
todo iba a estar bien. – El hombre le limpiaba las lágrimas con su pañuelo,
posteriormente acarició una de sus mejillas suavemente.
Fue por esa razón
que te los llevaste.
Sí, porque cuando me
dijiste que me ibas a alejar de ellos en lo único que pensé fue en protegerlos,
fue por eso que salí casi que corriendo de la mansión, y en cuanto te pusiste
enfrente sólo me limité en abrazarlos con todas mis fuerzas para que no me los
quitaras.
Cachorro tonto, no
debiste de habértelos llevado.
Pero… Tus palabras
sonaron tan sinceras que…
Es verdad que a
veces digo las cosas sin pensar, pero jamás te lastimaría quitándote a los
bebés. ¿Acaso ya olvidaste lo que te dije en el hospital el día que
despertaste?
No, no lo he
olvidado. – Hacia lo posible para dejar de llorar. – Claramente me dijiste que
no te quitara la posibilidad de estar con nuestros hijos.
¿Ahora lo entiendes?
Creo que sí.
Prométeme que no te
los volverás a llevar de nuevo aunque estemos muy disgustados.
Lo prometo.
Quiero que entiendas
que así como tú, los amas, también yo los amo. Ellos son mi vida entera. Mejor
dicho, ustedes son mi vida entera. Te amo tanto, cachorro.
Y yo a ti mi lindo
gatito.
Ambos se dieron un beso en los labios, y no tardó en convertirse
en uno muy apasionado.
Continuará…
N/A: Quiero aclarar que vienen capítulos fuertes, aún estoy indecisa en
si debo continuar u omitirlos. Uno de mis lectores me lo advirtió cuando me
dijo que iba a tocar un tema bastante delicado. Por esa razón es que con
anticipación les voy a pedir respeto ante todo y si alguien está en desacuerdo
con el tema que voy a tocar en los siguientes capítulos sólo me queda pedirle
de favor que no siga leyendo y evitar las criticas destructivas. Las
advertencias que daré al comienzo del siguiente episodio van a ser para
personas mayores de 21 años, si no están listos para abordar dicho tema les
sugiero que mejor no opinen, cada quien es libre de tener sus propias creencias
y ver las cosas de manera diferentes. Por lo demás, estoy agradecida con todos
y cada uno de ustedes por el gran apoyo que me dan, por todos sus comentarios
que me dejan, por participar en los cambios que se le hagan a la historia, por
escoger el sexo de los bebés, etc., etc., etc.
Me despido de cordialmente de ustedes, pórtense bien, cuídense
mucho, no bajen la guardia, sigan con
todas las medidas de bioseguridad. Y lo más importante… VACÚNENSE. Nos
leeremos el próximo viernes, les mando muchos besos virtuales y un gran abrazo
desde la distancia.
Atte.:
KAT.
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