viernes, 22 de mayo de 2020

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…




Capítulo 27: ¿Tú eres esa mujer?... III parte.


Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

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Dos horas más tarde…

En el lugar, el ambiente se sentía muy pesado, todo el mundo estaba callado, nadie se atrevía a decir ni una sola palabra, algunos se miraban unos a otros, y solamente una persona no se atrevía a levantar la mirada de lo avergonzado que se sentía, era como si estuvieran en un velorio, hasta que uno de los presentes rompió con aquel maldito mutismo.

            Ten Joey, este té te ayudará a calmarte un poco.

            Muchas gracias Ryou.

            Cof, cof, cof… – Se escuchó un carraspeo de garganta. – Yo… Yo… – No encontraba palabras para poder arreglar todo el mal entendido. – Perdóname Joey, me he portado como un verdadero idiota.

            Más bien como un verdadero cretino. – Intervino la mujer.

            ¡Shizuka! – Exclamó el rubio, y a la vez la miraba como regañándola.

            Está bien Joey, ella tiene razón al decir que me he portado como un verdadero cretino. Y la verdad es que no tengo palabras para pedirte perdón. – Sentía que no tenía el valor de mirarlo a los ojos.

            No te preocupes Mokuba, te perdono, y discúlpame por haberte golpeado.

            No es necesario que te disculpes Joey, creo que me lo tenía bien merecido. – Se llevó su mano a su mejilla, todavía le dolía el golpe, su amigo sí que sabía golpear.

            ¿Por qué nunca se lo dijiste a mi hermano?

            Perdón que los interrumpa, pero… ¿Quién es ella? – Preguntó el peliverde quien seguía sin entender nada.

            Ya que todos están aquí, les quiero presentar a mi hermana. – Manifestó el rubio.

            Hola, qué tal, encantada de conocerlos. – Sonrió con amabilidad.

            ¿Su hermana?

            Así es Noah, Shizuka es hermana de Joey. – Le respondió el pelinegro.

            No puedo creerlo.

            Pues créelo Noah, porque es cierto. – Después de hablar, volteó a ver a su amigo. – Contesta mi pregunta por favor Joey.

            Les contaré un poco de cómo sucedieron las cosas.

            Eso sería genial, porque me gustaría saberlo todo. – Otra persona que hasta el momento se encontraba al margen del asunto, decidió intervenir.

            ¡Bakura! – Lo reprendía el albino menor.

            No lo regañes Ryou, al igual que él, todos quieren saber la historia. – Expresaba el rubio con cariño.

            En ese caso cuéntanos Joey.

            De acuerdo, todo empezó con aquel incidente que sucedió antes de cumplir mi tercer aniversario de bodas con Seto, ¿te acuerdas Mokuba?

            Como olvidarlo, fue algo terrible. – Bajó un poco la mirada.

            ¿Qué fue lo que sucedió ese día? – Indagó el peliverde.

            Luego te cuento amor.

            Está bien.

            Como les iba diciendo, todo sucedió después de ese incidente, Seto se sentía tan mal que no hallaba la manera de emendar su error, fue ahí que me dijo que estaba dispuesto hacer cualquier cosa con tal de que lo perdonara, y se me ocurrió decirle mi secreto. – Todos prestaban atención al relato del rubio.

            ¿Por qué lo mantenías en secreto? – Se atrevió a preguntar el peliverde.

            Antes de morir mi madre, me confesó que tenía una hija, me pidió perdón por habérmelo ocultado mucho tiempo, me hizo prometerle que la buscaría, que hablara con mi hermana y le contara toda la verdad del por qué no se crio con ella. También me dijo que Valon lo sabía todo y estaba dispuesto a ayudarme a encontrarla. Pero al morir mi madre… – Su voz comenzaba a quebrársele, y unas finas lágrimas amenazaban con salir.

            Tienes que tranquilizarte hermano. – Le sobaba la espalda suavemente para calmarlo un poco.

            Joey. – Musitó el pelinegro.

            Estoy bien. – Se limpiaba sus lágrimas.

            Joey, es mejor dejarlo hasta aquí, no puedes…

            Gracias por preocuparte Ryou, pero creo que necesito desahogarme de alguna manera.

            ¿Estás seguro?

            Si Mokuba, gracias.

            Continúa por favor.

            Valon nunca me ayudó a buscar a mi hermana, le mintió a mi madre haciéndole creer que me iba a ayudar, y en vez de eso, sufrí toda clase de maltratos, abusos, golpes, me explotaba de todas las maneras posibles. Y al sentirme engañado, decidí guardar la confesión de mi madre como un secreto.

            Ahora lo entiendo, por esa razón es que nunca se lo dijiste a nadie, ni siquiera a mi hermano.

            Así es Mokuba, como comprenderás, debido a todo lo que sufrí y por todo lo que pasé, fue que dejé de confiar en las personas, creí que nadie me ayudaría a cumplir la última voluntad de mi madre.

            Entonces, cuando mi hermano te dijo que estaba dispuesto a hacer lo que sea, fue en ese momento que tú…

            Me atreví a contarle toda la verdad a Seto.

Todos estaban boquiabiertos al escuchar el relato del rubio, y algunos de los presentes sentían un gran nudo en sus gargantas.

            Cuando cumplimos nuestro tercer aniversario de bodas, ese día el me presentó con un hombre, al principio no entendía nada, Seto no paraba de decirme que era su regalo de bodas, y cuando le pregunté quién era ese sujeto, con una sonrisa me respondió que era el detective que se encargaría de buscar a mi hermana. Yo todavía no lo podía creer, no daba crédito a lo que mis oídos escuchaban, en ese momento me pareció un sueño del cual no quería despertar, por primera vez en la vida sentía una inmensa alegría en mi corazón al saber que por fin iba a cumplir el último deseo de mi madre. Ese día lloré de la emoción, no paré de darle las gracias a Seto, y lo que más me impresionó de él fue cuando me dijo que ya había hablado con ese hombre de que no escatimara en gastos, y que lo único que faltaba era que yo hablara con él para ultimar detalles.

Todos estaban conmovidos por la historia que contaba su amigo, las pocas personas que conocían al señor Kaiba, estaban sorprendidos de que alguien tan frío como él, pudiera tener algo de bondad en su corazón.

            Que tierna historia Joey, como me gustaría tener un novio así. – Comentó sin pensarlo el albino menor.

            Si pero, hay una parte que no me queda claro, dices que tu esposo te ayudó a buscar a tu hermana. – El ojimiel asintió con la cabeza. – Entonces el debió de haber estado al tanto de cómo iba progresando el trabajo del detective.

            En eso tiene razón señor Bakura, como es que… – Secundó el peliverde.

            Si me permites Joey, yo responderé esa parte.

            De acuerdo Mokuba.

            Es verdad que mi hermano estaba al tanto de lo que hacía el detective, pero por haberse metido más en su trabajo, decidió dejarlo todo en las manos de Joey, y el únicamente se dedicaba a darle un cheque a su esposo para que le pudiera pagar al detective cada mes.

            Pues hizo mal en hacer eso, si no se hubiera descuidado tanto, Joey no estaría metido en este problema.

            Bakura, cálmate por favor. – Suplicaba el dueño del departamento.

            No te preocupes Ryou, le doy toda la razón al señor Bakura, y me disculpo por tener un hermano tan cabeza dura. – Medio sonrió para tranquilizar el ambiente, haciendo que los demás se rieran un poco. – ¿Joey, me puedes contestar la pregunta que te hice al principio?

            Claro que si Mokuba, el día que Seto me encontró abrazando a una mujer en su mansión, ese mismo día le iba a dar la sorpresa, iba a decirle que gracias a él pude encontrar a mi hermana, pero jamás me imaginé que se iba a poner muy celoso, y no me dio tiempo de explicarle nada.

            En nombre de mi hermano te pido perdón Joey, no me equivoco al decir que Seto es un cabeza dura, ahora entiendo por qué Shizuka me dijo que no cometiera el mismo error que mi hermano, y casi estaba a punto de cometerlo.

            Pero no lo hiciste. – Manifestó el rubio con cariño.

            Claro que lo hice, me comporté como un verdadero patán contigo. – Bajó un poco la mirada.

            Lo importante es que te quedaste para saber la verdad.

            Sí, pero eso fue porque pronunciaste el nombre de tu hermana.

            Ya no te atormentes con eso, me alegra que todo esto se haya aclarado.

            A mí también. – Lo abrazó cariñosamente. – Ahora que ya se la verdad, le contaré todo a Seto para que te venga a pedir perdón y se puedan reconciliar.

            No Mokuba, por favor no le digas nada.

            ¿Por qué?

            Si él va a venir a pedirme perdón solamente porque sabe que esta mujer es mi hermana, prefiero que no venga.

            ¿Por qué? – Volvió a cuestionarlo.

            Porque me gustaría que su arrepentimiento sea sincero, quiero saber cuánta falta le hago, y desearía que me demostrara si todavía me ama.

            Está bien Joey, respetaré tu decisión.

            Por cierto, hay algo que no me queda claro todavía.

            ¿Qué cosa?

            ¿Por qué no querías que entrara a tu departamento Ryou, cuando me viste llegar? – Lo volteó a ver.

            Yo no quería que entraras, solamente pretendía decirte con quien estaba Joey, pero nunca me escuchaste y entraste muy rápido.

            Lo siento mucho, a los dos les pido perdón.

            Tranquilo Mokuba, si Joey te perdona, yo también lo haré. – Lo miró sin resentimiento.

            Muchas gracias, en especial a ti Ryou por cuidar mucho de Joey y de mi sobrino.

            No hay nada que agradecer.

            Pero miren la hora qué es. – Interrumpió de golpe el peliverde.

            Tienes razón Noah, ya es un poco tarde, creo que es hora que nos vayamos.

            Está bien, los acompaño a la puerta.

            Igual yo.

            No Ryou, quédate aquí, necesitas hablar con… – Volteó a ver a la otra persona.

            Tienes razón.

En cuanto se fueron del lugar, el dueño del lugar finalmente se quedó solo.

            Perdóname por arruinar nuestra cita. – Manifestaba muy apenado.

            Oh pequeño, tú no has arruinado nada, soy yo quien tiene que pedir perdón.

            ¿Por qué?

            Por haber llegado tarde.

            No digas eso Bakura, si no fuera por tu retraso las cosas se le hubieran complicado a Joey.

            No lo había visto de esa manera, supongo que tienes razón.

            Claro que la tengo, no quiero ni imaginarme si Joey se hubiera quedado solo con un Mokuba enfadado, y eso que no viste todo lo que sucedió antes de que tú llegaras.

            Creo que esa parte ya me la contarás otro día. – Lo miraba con cariño, haciendo sonrojar al joven.

            Ssi…

            Te vez tan lindo cuando te sonrojas.

            Baku… – No terminó de hablar ya que fue interrumpido por un demandante beso, que fue correspondido de inmediato, una vez que se separaron, el hombre habló.

            Te prometo que te compensaré por haber arruinado esta noche.

            Pero, tú no has arruinado nada.

            Shhhhhhh… No digas nada y déjate consentir.

            De acuerdo. – Aun tenía sus mejillas bien coloradas al rojo vivo.

            También debo irme, dile a Joey que vendré mañana a verlos.

            No te preocupes, yo le doy tu mensaje.

            Hasta mañana mi amor.

La otra persona se quedó embelesado al escuchar cómo le había dicho su novio, se sentía en el paraíso al oír esa voz tan varonil y sensual. Cuando salió de su nube, se encontró con su amigo quien lo miraba de manera burlona.

            ¿Hace cuánto estas ahí?

            Lo suficiente para ver la cara de idiota que pones cada vez que miras a Bakura. – Se abstenía las ganas de reírse.

            JOEY. – Fingió estar molesto.

            Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… Es una broma, no te enojes.

            Lo sé, a propósito, ¿ya se fueron todos?

            Si.

            Quieres que te prepare algo de comer.

            No te molestes Ryou, la verdad es que ha sido una noche muy larga y me gustaría ir a descansar.

            ¿Estás seguro?

            Si.

            Está bien, ve a dormir.

            Buenas noches mami. – Manifestó burlonamente.

            Buenas noches hijo. – Le siguió la broma.



Continuará…



N/A: Finalmente se ha descubierto la supuesta amante de nuestro cachorro, ¿Seto, podrá enterarse de la verdad? ¿Qué cara va a poner el neko cuando se dé cuenta del error que ha cometido al juzgar injustamente a su cachorro? ¿Qué habrá pasado con aquellas personas extrañas? ¿Les gustaría saber cómo fue la separación de Shizuka con su madre? Todo esto y más lo iremos averiguando en los siguientes capítulos, muchas gracias por leerme, no olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé.

Me despido de ustedes con mucho cariño, nos leeremos en el próximo capítulo, les mando muchos besos y un fuerte abrazo virtual.

Atte.:

          KAT.






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