SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…

Capítulo 9: ¿Un amor imposible?

Notas del capítulo: En la etapa de la adolescencia, más de alguna vez se ha escuchado esta frase: Amor imposible, pero… ¿Qué significa? Significa cuando un joven se enamora de la persona equivocada, algo así como un amor platónico, y piensan que su amor hacia esa persona nunca será correspondido. ¿Existirá realmente el amor imposible? ¿O somos nosotros mismos lo que nos ponemos obstáculos para no conquistar a la persona que amamos? Se dice también, que un amor imposible es cuando hay diferencias en las clases sociales, y esto, hoy en día se sigue dando, a pesar de que ya no estamos en el siglo XVIII.

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

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A la mañana siguiente…

            Buenos días Joey.

            Buenos días Ryou.

            ¿Qué haces levantado tan temprano?

            Me levanté a preparar el desayuno.

            Está bien, pero luego te vas a la cama a descansar.

            Claro que no Ryou, ayer que salí a buscar trabajo, finalmente pude encontrar uno.

            ¿En serio?

            Si. – En lo que platicaban, terminaba de poner la mesa.

            Te felicito.

            Gracias.

            ¿Dónde es tu nuevo trabajo?

            Me aceptaron en un restaurante.

            Joey…  – Lo miró un poco angustiado.

            No te preocupes Ryou, estaré bien. Ahora siéntate a desayunar.

Ambos se sentaron en la mesa para comer, y seguir conversando.

            Joey, ese trabajo no es apropiado para ti.

            ¿Por qué? Ya he trabajado en restaurantes anteriormente, estoy seguro que no tendré ningún problema en trabajar ahí.

            Ya sé que tienes experiencia, pero te recuerdo que es un trabajo bastante pesado, y en tu condición debes cuidarte más.

            Lo sé, pero fue lo único que pude encontrar por el momento.

            No me parece una buena idea que vayas.

            Ryou, te agradezco que te preocupes por mí, pero entiéndeme por favor, necesitamos el dinero para salir adelante, y recuerda que tenemos un mes de retraso en el alquiler de este apartamento.

            Pues al diablo con el alquiler, al diablo con todo, en vez de preocuparte por cosas innecesarias, deberías de preocuparte por tu salud. – Lo miraba algo molesto.

La otra persona se levantó de su silla, y se fue a acurrucar enfrente de su amigo, le agarró las manos y con una sonrisa le dijo.

            Eres un gran amigo, no tengo palabras para agradecerte por cuidar tanto de mí.

            Me doy cuenta que diga lo que diga no cambiarás de parecer. – El rubio le contestó moviendo su cabeza en señal de negación. – Entonces prométeme que si te llegas a sentir mal, o sientas que no puedes con el trabajo, me llamarás para que yo vaya por ti enseguida.

            Tienes mi palabra que así lo haré.

            De acuerdo, puedes ir.

            Muchas gracias Ryou.

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Universidad Nacional de Ciudad Domino…

Un hombre, de estatura alta, cabellos castaños, y ojos azules, caminaba por uno de los pasillos de la universidad, los estudiantes que se encontraban ahí, rápidamente se hacían a un lado al verlo pasar, se limitaban a verse unos a otros si decirse absolutamente nada. En cuanto llegó a su destino, se dirigió a un joven que se encontraba en el salón.

            Tú y yo tenemos que hablar ahora. – Manifestó de manera demandante, y luego lo sujetó del brazo para sacarlo a la fuerza.

            Oiga, qué le pasa, suélteme. – Trataba de soltarse, pero el agarre se hizo más fuerte.

Una vez que salieron del salón, uno de ellos rompió con el silencio.

            ¿Cuánto dinero quieres para que te olvides de mi hermano?

La otra persona sintió como si le hubieran tirado un gran balde con agua fría, y cubitos de hielo, conocía el carácter de ese hombre, y sabía que no se andaba con rodeos, y se iba directamente al grano. Sin embargo, nunca se imaginó que le pediría una cosa tan ruin.

            ¿Qué fue lo que dijo? – Aun no salía de su asombro.

            No te hagas, se perfectamente bien que tu no quieres a mi hermano, y que lo único que te interesa es su dinero. Así que terminemos con esto de una vez por todas, y cada quien seguirá con su camino.

            ¡USTED ESTÁ LOCO! ¿CÓMO SE ATREVE A PEDIRME SEMEJANTE ESTUPIDEZ? SI ANDO CON SU HERMANO ES PORQUE LO AMO.

            DÉJATE DE ESTUPIDECES. – Gritó exasperado. – Mi hermano nunca se fijaría en alguien como usted. – Lo discriminaba con la mirada. – Te lo preguntaré una vez más… ¿Cuánto quieres por dejar en paz a Mokuba? Estoy dispuesto a pagarte lo que sea con tal de que te alejes de él, para siempre, tú únicamente dame una cifra, y antes del mediodía tendrás el dinero.

            Jamás me imaginé que usted se atrevería a proponerme algo tan asqueroso, es que acaso no se da cuenta que lo que me está pidiendo no tiene nombre.

            Tu opinión no me interesa, y respóndeme lo que quiero saber.

            Su dinero no me interesa, tampoco el de su hermano, y si estoy con él es porque lo amo, y estoy seguro que Mokuba también me ama.

            No seas estúpido, comparado con mi hermano tu eres un don nadie, un muerto de hambre, un fracasado, eres alguien insignificante que nunca podrá darle los lujos que él está acostumbrado a tener. No eres más que un profesorcillo de quinta viviendo de un mísero salario, que enantes te alcanza para que puedas vivir una vida decente. – Se quedó callado por un momento. – Si es que a eso se le puede llamar vida decente. – Se burlaba de la otra persona, medio sonrió al ver que sus palabras lo estaban lastimando. – Si aceptas mi oferta, tal vez logres vivir dignamente por mucho tiempo, y ya no tendrás una vida tan vulgar y patética.

El joven apretaba sus manos con fuerza haciéndolas puño, sentía coraje todo lo que ese hombre le decía, pero lo que más rabia le daba era que en cierta manera tenia razón, él nunca le iba a poder dar las comodidades a la que su novio estaba acostumbrado, y con lágrimas en los ojos le respondió.

            Puede meterse su asqueroso dinero por el trasero, nunca me apartaré de Mokuba, ni por todo el oro del mundo. Yo lo amo, lo amo con…

            ¡PLAFT! – El castaño le había dado tremenda bofetada en la cara. – Tu a mí no me hablarás de esa manera, y no te quieras pasar de listo conmigo, mucho menos hacerte el santo. Por si ya lo olvidaste, te recuerdo que ya lo vendiste una vez, y sólo es cuestión de tiempo para que lo vuelvas hacer. Aunque pensándolo bien… – Su mirada era penetrante y escalofriante. – ¿Qué pensará Mokuba cuando sepa que fue usted quien lo vendió en aquella ocasión?

El peliverde tragó saliva, y armándose de valor le contestó…

            No tiene idea de cuantas veces me he arrepentido por haber hecho eso, pero una cosa si le digo, no permitiré que nadie, ni siquiera usted, me separe de Mokuba. Estoy dispuesto a defender este amor aun en contra suya. – Lo miraba fijamente a los ojos.

            Eso está por verse, a partir de este momento, Mokuba Kaiba queda desheredado, y yo personalmente acabaré con tu patética y mediocre vida. – Su voz se escuchaba intimidante.

            No le tengo miedo.

            Te aseguro que no dirás lo mismo una vez que arruine tu asquerosa vida, y de ser un don nadie, pasarás a ser un maldito mendigo arrastrándose por las calles, buscando qué comer entre los basureros de la ciudad. – Sonrió triunfal.

            Lárguese, es usted un ser despreciable, váyase, y no quiero volverlo a ver en toda mi vida. – Se abstenía las ganas de llorar.

            Me iré, pero antes de hacerlo, te daré una semana para que me des una respuesta.

            QUIERO QUE SE VAYA, ES SORDO O QUÉ, LÁRGUESE DE UNA BUENA VEZ MALDITO DESGRACIADO, FUERA DE MI VISTA, AHORA. – En cuanto el hombre se fue, el otro no lo resistió más y se dejó caer al suelo de rodillas llorando amargamente. – Mokuba, perdóname… Snif, snif, snif, snif, snif, snif… Perdóname mi amor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif…

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En algún lugar de Ciudad Domino…

Un joven de piel blanca, cabello albino, y ojos grises medio plateados, se encontraba en una oficina tratando de hacer su trabajo, pero su mente no le permitía concentrarse, tenía muchas cosas en qué pensar, y otras que le preocupaban un poco. Tan metido estaba en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta que alguien lo estaba llamando.

            Ryou, Ryou, joven Ryou… Muchacho te estoy hablando.

            Eh… ¡Señor Bakura! – Se levantó de golpe de su silla. – Discúlpeme por favor, no me di cuenta a qué horas entró. – Estaba nervioso, y apenado al mismo tiempo.

            ¿Le pasa algo? Llevo ratos llamándolo, y usted ni caso me hace.

            Discúlpeme por favor, dígame en qué puedo ayudarlo.

            Acompáñeme. – Contestó seriamente, el joven se preocupó bastante.

En lo que caminaban, uno de ellos pensaba…

            “Esto es genial Ryou, ahora sí que metiste las patas, de seguro me despedirá… Que bien la has hecho esta vez Ryou, como si no tuviéramos bastantes problemas”.

Una vez dentro del lugar…

            Señor Bakura, yo… – Hacia lo posible para que su voz no se le quebrara. – Por favor, le suplico que no me despida. – Cerró levemente sus ojos.

            Por favor, siéntese. – Una vez que el otro obedeció, el mayor decidió seguir hablando. – No voy a despedirlo.

            ¡Que! ¿Lo dice en serio?

            Por supuesto que lo digo en serio.

            Entonces… ¿Por qué me trajo a su oficina?

            Para poder hablar con usted sin interrupciones.

            ¿Y sobre qué quiere hablar conmigo?

            He decidido ascenderlo en su trabajo, y no solamente eso, sino que además le aumentaré su salario.

            ¿Queeeeeeeeeeeeeeé? – Quedó boquiabierto con lo que acababa de escuchar.

            Tal como lo oye, así que a partir del lunes usted será el nuevo administrador de mi negocio.

            Pero… No lo entiendo. – Musitó.

            ¿Qué es lo que no entiende? – Preguntó dándole a entender que lo había oído.

            ¿Por qué me asigna ese cargo a mí? Hay otros que son más capaces que yo. – Bajó un poco la mirada.

            Es verdad, sin embargo, el tiempo que lleva trabajando conmigo, he notado que ha hecho un excelente trabajo, nunca se quejaba de salir tarde, es muy colaborador con sus compañeros de trabajo, siempre ha sido puntual, responsable y honrado. Y esto a muchas otras cualidades que tiene, decidí que usted es el candidato perfecto para este puesto de trabajo.

            Yo… No sé qué decirle.

            Solamente dígame si acepta o no el cargo que le estoy asignando. Pero antes de que me dé una respuesta, déjeme decirle que tendrá más responsabilidades, y más trabajo que antes. ¿Podrá con su nueva obligación?

            Si, si acepto. – Respondió con una amplia sonrisa, haciendo que su jefe se ruborizara un poco.

            Bien, eso era todo lo que tenía que decirle.

            Muchas gracias señor Bakura. – Estaba por marcharse, pero fue detenido.

            Una cosa más.

            ¿Qué sucede?

            Hágame el favor de no decirme señor, ya le dije que me hace sentir muy viejo.

            Discúlpeme. – Bajó su mirada.

            Está bien, puedes retirarte.

            Muchas gracias, Bakura.

Al salir, el hombre medio sonrió al verlo feliz, y se dijo así mismo.

            Como me gustaría que me dieras la oportunidad de demostrarte cuan enamorado estoy de ti… Mi querido Ryou.

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En algún lugar de Ciudad Domino…

            Oye, ¿quién es ese?

            Es el chico nuevo, hoy entró a trabajar.

            Está guapo.

            Que zorro eres, el pobre no lleva ni un día aquí y tú ya te lo quieres llevar a la cama.

            Al menos debes de admitir de que tengo razón, porque de que esta guapo, esta guapo.

            Eres un idiota.

            ¿De qué están hablando amigos? – Intervino en la conversación otra persona.

            Del nuevo, ese que está limpiando las mesas.

            Oh…

            Yo le estaba diciendo de que esta guapo.

            Y yo te respondí que no se te quita lo cínico.

            Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ¿en serio ya quieres tener sexo con él?

            Obvio que sí, aparte de que es apuesto, ya me hace falta conseguir una nueva presa.

            Sí que eres idiota, no te das cuenta que alguien te ganó el mandado.

            Eh, ¿qué quieres decir?

            No vez que está embarazado.

            ¿Qué?

            Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, yo que tú me olvidara de él.

            Oigan, el hecho de que esté embarazado no me impide que me divierta un poco con él. Ya puedo imaginármelo teniendo sexo con un hombre embarazado, ha de ser genial hacerlo con alguien así. Y me excito de sólo pensar cuando lo tenga gimiendo en mi cama.

            Hablas como si nunca lo has hecho con un embarazado.

            Pues, la verdad sería la primera vez que experimente hacerlo con un hombre así.

            Que te puedo decir, no te pierdes de mucho, es casi lo mismo que estar teniendo sexo con un hombre normal.

            ¡Ja! Acabas de decir casi, ósea que no se siente igual.

            Lo cierto es que él no me llama mucho la atención.

            Mejor para mí, así no tendré competencia. – Se miraron maliciosamente.

            Pues a mí no se me hace justo que él esté aquí, de seguro querrá preferencias por el simple hecho de que está encinta.

            En eso tienes razón, no debemos de permitirle eso, aquí se viene a trabajar, no a estar buscando compasión de nadie.

            ¿Tienes alguna idea en mente?

            Claro que sí, le haremos saber que aquí hay mucho trabajo por hacer, y de paso lo pondremos a que haga nuestras obligaciones.

            Me gusta tu idea, por ser nuevo tiene que trabajar muy duro, todos pasamos por lo mismo, y el no será la excepción.

            No me lo vayan a cansar tanto, denle un pequeño respiro para que yo pueda conquistarlo.

            Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, solamente porque tú lo estas pidiendo es que accederemos a hacerte caso.

            Que les parece si lo hacemos más divertido.

            Me gusta ver cuando pones esa cara, dinos que se te acaba de ocurrir.

            ¿Qué tal una apuesta?

            ¿Una apuesta? – Preguntaron los otros dos al mismo tiempo.

            ¿Qué clase de apuesta? – Indagó uno de ellos.

            Apuesto que él no querrá salir contigo.

            Y yo apuesto que terminarás por convencerlo.

            ¿Y yo que salgo ganando?

            Un bebé en camino. – Respondieron al unísono, y a la vez se reían a carcajadas, burlándose de su amigo. – Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja…

            Míralo de esta manera, ese bebé tal vez te ayude a sentar cabeza.

            Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja…

            Eso estuvo bueno… Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja…

            Ja, ja, ja, muy gracioso, muy gracioso, no le veo la gracia.

            Bueno, hay que ir a trabajar.

            Si, vamos.

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Universidad Nacional de Ciudad Domino…

            Amor, ¿qué te pasa? Has estado callado toda la mañana.

            No me pasa nada.

            Oh vamos, no me puedes engañar, sé que a ti te pasa algo. Anda, dime que te preocupa, tal vez te pueda ayudar en algo.

            Ya te dije que no me pasa nada.

            Si eso fuera verdad, no tuvieras la cara toda aturrada.

            Déjame en paz, quiero estar solo.

            ¿Qué? – Se sorprendió de la manera en cómo lo había tratado, ya que era la primera vez que lo hacía. – Ahora mismo vas a decirme qué es lo que te pasa.

            Sí que eres obstinado, porque no puedes entender lo que te estoy diciendo. Ahora si me disculpas, quiero estar solo. – Se levantó de la banca donde se encontraba sentado para alejarse de la otra persona.

            “Noah, ¿por qué estas actuando tan extraño?” – Se cuestionaba mentalmente un joven de pelo negro, y ojos azules.

Continuará…

N/A: ¿Por qué actuará de esa manera el neko? ¿Por qué Noah vendió a Mokuba la primera vez? ¿Qué le pasará al cachorro? ¿Podrán salirse con la suya esos hombres? ¿Ryou se dará cuenta de lo que siente su jefe por él? ¿Dónde diablos está el gato pulgoso para que proteja a su cachorro? Todo esto y más no se lo pierdan en los siguientes capítulos.

Muchas gracias a todos por tomarse su tiempo para leer esta nueva historia, no olviden dejar sus comentarios, que yo con mucho gusto les responderé. Me despido cariñosamente de ustedes mandándoles abrazos y besos virtuales.

Atte.:

            KAT.

P.D.: El mes de abril Fanfics Yaoi estará cumpliendo su segundo aniversario, y quiero agradecerles infinitamente por todo su apoyo que me brindan, gracias a ustedes he podido sostener este blog. Y para celebrarlo, he decidido darles un mes completo de diversión. Durante los primeros quince días subiré a diario un nuevo capítulo de la historia: Sin cachorro… No hay navidad, y del 16 al 30 de abril, comenzaré subiendo nuevos capítulos de la historia: La leyenda del monstruo de ojos rojos. Los invito para que no se pierdan de esta gran aventura, y puedan acompañarme en este nuevo proyecto. No lo olviden, el 1º. De abril dará comienzo el festejo, dedicado especialmente a todos mis amis, mis lectores y público en general.