viernes, 20 de septiembre de 2019

Los Ojos... Son El Reflejo del Alma...






Capítulo 68: Confié en ti… Y me decepcionaste…


Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…


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Semanas después…

            Yūgi, ¿qué te pasa?

            Si amigo, de pronto te quedaste callado.

            Es que no he dejado de pensar en lo que nos contó Ryou.

            Te refieres a la llamada que le hizo la madre de tu novio a Bakura.

            Así es Tristán, ¿para qué le habrá llamado?

            Y tú no le has preguntado nada a tu novio.

            No, no me atreví a preguntarle y decidí no comentarle nada.

            ¿Por qué?

            He notado que Yami tiene mucho trabajo y cosas en qué pensar. Lo que si se me hace raro es que se está hospedando en un hotel.

            ¿Qué, qué? – Preguntaron al unísono.

            ¿Ya no está viviendo con su madre?

            No Tea, ya lleva semanas que no lo hace.

            ¡Eso es perfecto!

            Te has vuelto loca Tea, ¿cómo te atreves a decir eso?

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            Me sentí raro al despertarme tarde un lunes en la mañana.

            Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, eso es porque ya estás acostumbrado a levantarte temprano todos los días para ir a la escuela, y hoy iniciamos la semana de nuestras vacaciones.

            Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, en eso tienes razón, la semana pasada terminamos con los exámenes finales.

            Tenemos un par de meses de vacaciones antes de comenzar otro año escolar.

            Si, y yo estoy feliz de haber pasado en limpio el año, y todo gracias a ti mi amor.

            Que cosas dices amor, no he hecho gran cosa.

            No seas tan modesto Mokuba, tú me enseñaste a que tenía que estudiar todos los días, y si no fuera por ti, mi padre me hubiera mandado al estúpido curso de preparación[1].

            Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, mi hermano me mataría si yo fuera a ese curso.

            Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.

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            ¿Por qué traes esa carita? Acaso no pudiste dormir bien anoche.

            No es eso hermana, es que…

            Ryou, bien sabes que puedes contarme lo que sea.

            Lo sé, es sólo que se me hace injusto que yo haya terminado la escuela y Baki siga todavía en clases.

            Ryou, debes entender que en la universidad se sale más tarde, ya no te acuerdas que el año pasado el joven Pegasus salió una semana antes de navidad.

            Si, si me acuerdo, que vida más injusta, no se vale.

            Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, que niño más berrinchudo el que tengo en la mansión.

            ¡Hermana! – Exclamó fingiendo estar molesto.

            Ya, ya, es mejor que desayunes y luego quiero que me acompañes al museo.

            ¿Al museo?

            Si, necesito que me ayudes con algunas cosas.

            Está bien hermana.

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            Hay Tristán, tú como siempre hablas sin saber y mal interpretando las cosas. Cuando dije eso, me refería a que Yūgi tiene total libertad de visitar a su novio.

            Que yo sepa siempre la ha tenido.

            Sí que eres idiota.

            Tampoco no es para que me insultes.

            Tú tienes la culpa por no entender las cosas.

            Pues entonces a ver explícate genio.

            Te lo voy a explicar de tal manera que tu cabecita de pollo lo entienda. – El castaño la miró enojado. – Yami, se está quedando a dormir en un hotel, es decir que Yūgi puede llegar a la hora que se le dé la gana y pasar más tiempo con su novio ahora que ya salimos de clases.

            Olvidas un pequeño detalle.

            ¿Ah sí, cuál es?

            Que Yami trabaja y todavía recibe clases en la universidad. Ahora quién es el idiota. – La miró burlonamente.

            Grrr…

            Amigos no vayan a pelear. Dejemos eso a un lado, hay algo que les he querido decir y no he podido hacerlo.

            Qué esperas para contarnos.

            Se acuerdan cuando les conté que Yami me estuvo haciendo muchas preguntas sobre el extraño comportamiento que tuvo Ryou.

            Si, ya lo recuerdo y también nos dijiste que el actuaba extraño por la ausencia de su novio y que sentía envidia por no haberlo podido hacer con su pareja.

            Es verdad, no nos has terminado de contar que más pasó.

            Yami piensa que alguien le estaba metiendo cosas en la cabeza a Ryou, y por esa razón es que él se comportaba de esa manera.

            Esas son puras tonterías, el que Ryou no sepa controlar su carácter, no nos hace culpable de nada. En todo caso, uno toma sus propias decisiones.

            Concuerdo contigo en la parte que dices que uno toma sus propias decisiones, sin embargo, debemos de admitir que lo presionamos un poco.

            Lo hicimos por su bien Tristán, si él deseaba hacerlo con su novio, lo menos que podíamos hacer era aconsejarlo como lo tenía que inducir y de cómo lo debía de convencer para que se acostara con él.

            A mí se me hace raro que el novio de Yūgi, lo anduviera cuestionando.

            De seguro su amigo tiene mucho que ver en esto.  

            Tea puede tener razón, no hay duda que Bakura está detrás de todo esto.

            Cálmate Yūgi, tampoco hay que sacar conclusiones apresuradas.

            Yūgi, por qué no seduces a tu novio y tú también le sacas un poco de información.

            Me parece una buena idea Tea, no pierdo nada con intentarlo.

            Bueno, yo debo irme ya.

            Tristán, aún es temprano.

            Sí, pero ahora que ya terminó la escuela, tengo que ayudarle a mi padre en su trabajo.

            Está bien, estaremos en contacto.

            De acuerdo, nos vemos amigos.

            Adiós Tristán. – Contestaron el unísono.

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En algún lugar de Ciudad Domino…

Un joven albino, caminaba por uno de los pasillos de la Facultad, pensaba en muchas cosas, y a la vez extrañaba a su mejor amigo. Sin embargo, no había dejado de recordar la conversación que había tenido con la madre de Yami…

FLASH BACK

            Muchas gracias por la cena, todo estuvo delicioso.

            Le agradezco por su cumplido. Ahora que hemos terminado de cenar me gustaría platicar con usted.

            Supongo que esta conversación tiene mucho que ver con su hijo.

            En efecto, así es.

La otra persona dio un fuerte suspiro, para luego preguntar.

            ¿Quiere saber por qué discutí con su hijo?

            Si no es mucho pedir me gustaría saber la verdadera razón del por qué discutieron, una amistad como la que ustedes tienen no se puede perder de la noche a la mañana.

            De acuerdo, se lo contaré todo… Hace algunos meses atrás estaba teniendo problemas con mi novio, su actitud no me gustaba, sentía que alguien le estaba metiendo cosas en su cabecita. Pasaron muchas dificultades, y le pedí de favor a Yami que hablara con su novio… Yo… – Se quedó callado por un segundo, pero la mujer lo sacó de sus pensamientos.

            No se preocupe Bakura, se todo al respecto, también sé que mi hijo ya tuvo relaciones con su pareja.

            En ese caso, no omitiré nada. Como le estaba diciendo, pasaron muchas cosas y veía algo diferente en Ryou, al principio creí que Yūgi estaba pervirtiendo a mi novio, pero luego llegué a la conclusión de que podría estar siendo influenciado por algunos de sus amigos.

            Continúe por favor.

            Al ver que Yami se tardaba mucho en hablar con su novio, me atreví a indagar por mi cuenta, le pregunté a Ryou el por qué su comportamiento, al principio se negaba a decirme la verdad, hasta que finalmente lo convencí y me lo contó todo.

            ¿Qué fue lo que le dijo?

            Entre sus amigos, hay una mujer, era la que más le insistía en que él y yo tuviéramos intimidad. Y eso no es todo…

            Joven Pegasus, por favor necesito que me lo diga todo, es la única manera de poder ayudar a mi hijo.

            Está bien… Desde un inicio siempre le decía a Yami que esa mujer no me inspiraba mucha confianza que digamos, pero él nunca quiso escucharme, me decía que eran puras mentiras, que conocía muy bien a esos chicos y que eran buenas personas. Cuando traté de contarle todo lo que Ryou me había dicho, fue ahí que tuvimos una fuerte discusión, me gritó que yo nunca me había dado la oportunidad de conocer a esa mujer y que la estaba juzgando sin conocerla. – Bajó un poco la mirada. – He llegado a pensar en que tal vez Yami tenga razón, quizás debí de darme la oportunidad de conocerla un poco más.

            Bakura, no te pongas triste y ni te sientas mal.

            Pero…

            Escúchame por favor, es normal que Yami quiera confiar en su novio, así como tú confías en el tuyo. Lo que quiero decir es que tarde o temprano se sabrá la verdad de quien de los dos está mintiendo, y cuando eso suceda, entonces uno de ustedes le pedirá perdón al otro.

            Me está diciendo que deje las cosas así como están.

            Creo que es lo mejor.

            Pero…

            Tú ya hiciste tu parte en advertirle a mi hijo lo que has averiguado, y allá el si sigue de necio en seguirle creyendo a su novio, odio decir esto pero… Dejaré que mi hijo solucione este problema solo, que la vida se encargue de enseñarle quien o quienes son sus verdaderos amigos.

            No cabe duda que Yami es afortunado de tener a una madre como usted.

            Gracias por su cumplido, únicamente me intereso por el bienestar de mi hijo y siempre quiero lo mejor para él.

            El hablar con usted me ha servido mucho para desahogarme. Gracias por escucharme.

            No tienes nada que agradecer, sino todo lo contrario, gracias por haber venido hasta acá y contarme todo. – El albino medio le sonrió. – Déjeme decirle una última cosa.

            La escucho.

            Nunca olvides que aquí siempre serás bien recibido, aunque estés enojado con Yami, puedes contar conmigo para lo que sea.

            Muchas gracias, Mai.

FIN DEL FLASHBACK

            “¿Por qué tienes que ser tan cabeza dura? ¿Por qué no quieres darte cuenta que estás haciendo sufrir a tu madre? ¿Por qué eres tan necio?” – Pensaba para sí mismo.

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Horas más tarde…

            ¡Te has vuelto loco! Piensas invertir millones de dólares americanos solamente para crear una habitación especial.

            No me gusta repetir las cosas, y sí, si quiero llevar a cabo mi proyecto.

            Pero eso sería una mala inversión, no ganarás nada haciéndolo.

            Yami, agradezco tu preocupación, pero te recuerdo que es mi compañía y puedo hacer con ella lo que yo quiera.

            Eso lo sé muy bien Seto, pero te recuerdo que soy el Vice – Presidente y por lo tanto también es mi deber velar por los intereses de Kaiba Corp.

El castaño medio sonrió, se sintió orgulloso de que el faraón empezara a pensar como un empresario.

            Me doy cuenta que al trabajar tanto tiempo para mí, has logrado aprender muchas cosas.

            No trates de evadir el tema. – Lo miraba molesto.

            No lo estoy evadiendo, ya tomé una decisión y nada de lo que hagas o digas me hará cambiar de parecer.

            No puedes estar hablando en serio. Piénsalo bien Seto, si llevas a cabo este proyecto no obtendrás ninguna ganancia. Sería una inversión muerta.

            ¿Y qué?

            No dejaré que hagas semejante estupidez, apelaré ante la Junta Directiva y socios de la compañía.

            No seas estúpido Yami, soy el mayor accionista de Kaiba Corp. Y todas las decisiones solamente me competen a mí. En todo caso, si apelas mi proyecto saldrás perdiendo ya que la mayoría de los socios estarán a mi favor.

            Yo no lo creo, ellos no querrán arriesgarse a perder su dinero únicamente por cumplir un caprichoso tuyo.

            No es un simple caprichoso y al que no le guste puede abandonar Kaiba Corp. Y si tú no me apoyas en esto, buscaré otra persona que lo haga.

            ¿Qué dijiste?

            Ya me oíste. – Lo miraba seriamente a los ojos.

            No puedo creer que seas tú el que esté hablando, dónde quedó el Seto arrogante, orgulloso, déspota, y frío que sabía dirigir esta compañía consiguiendo sus objetivos cueste lo que cueste o caiga quien caiga. Contéstame, dónde está el Seto Kaiba que yo conocí hace tres años atrás.

            Lo tienes justamente enfrente de tus narices. – Lo miraba fríamente a los ojos.

            PUES NO TE CREO. – Gritó furioso.

            Es tu problema si me quieres creer o no, lo que me interesa es llevar a cabo mi proyecto.

            ¿Por qué haces esto?

            Porque quiero y se me da la gana.

            Esa no es la respuesta que deseo escuchar.

El CEO suspiró profundamente para calmarse un poco.

            Me estoy dando cuenta que has cambiado mucho en estos tres años Yami.

            El que ha cambiado eres tú no yo.

            Te equivocas, cuando llegaste a trabajar aquí, no te importaba la fama ni el poder, hacías tu trabajo porque te gustaba hacerlo, siempre fuiste un joven gentil que le encantaba ayudar a las demás personas, cada proyecto que hacíamos juntos anteponías primero la felicidad de los clientes que el dinero. Y ahora…

            Ahora he tenido que asumir toda la responsabilidad de Kaiba Corp. durante tu ausencia.

            Y has hecho un excelente trabajo, no lo niego, lo malo es que estas matando algo que para ti era de suma importancia.

            ¿Ah sí?

            Si.

            Y según tú, qué es eso que estoy matando.

            Tus sentimientos.

El tricolor mayor se sorprendió ante la respuesta del castaño, y al escucharlo hablar sintió un gran coraje.

            Ja, por favor no me hagas reír. ¿Tu hablándome de sentimientos? Si como no. Esa es una palabra que ni siquiera está en tu vocabulario, así que…  – No terminó de hablar ya que fue interrumpido.

            Escúchame bien lo que te voy a decir, quiero que te tomes un par de días para que descanses y pienses muy bien en mi propuesta, una vez que hayas descansado lo suficiente puedes volver a retomar tu puesto.

            Yo no necesito descansar, aquí hay muchas cosas por hacer.

            Lo sé, a partir de ahora me haré cargo de todo, y discúlpame por haberte hecho trabajar bajo mucha presión y una cosa más, no tomes el mismo camino que yo usaba antes porque no te traerá nada bueno. 

            ¿Por qué me dices todas estas cosas?

            Porque eres mi amigo.

El faraón sintió una gran punzada en su corazón, nunca se imaginó que el ojiazul lo considerara como un amigo, e hizo todo lo posible por no llorar en ese momento a pesar de que sentía un gran nudo en su garganta.

            Está bien, creo que tienes razón, me tomaré unos días libres para descansar.

            Es lo mejor Yami, créeme.

Al decir eso último, la otra persona se dio la media vuelta para recoger sus cosas y salir de la oficina del castaño.


Continuará…


N/A: No sé qué tan cierto será que un escritor no puede quedarse quieto... A lo que me refiero es que cuando se le vienen ideas a la cabeza comienza a escribir una nueva historia o capítulo... Yo lo comenté hace algunos meses atrás, tenía la idea de hacerle una segunda temporada a esta historia. Y tuve muchas respuestas y consejos cuando lo comenté y agradezco de todo corazón por sus sugerencias que me dejaron.

Al principio, quería hacer un final en donde el lector creara a su propio criterio como debió de haber terminado la obra, pero considero que sería algo injusto si hago eso. Bien, dependiendo de la mayoría, sabré si querrán una segunda temporada o no. Por el momento me he enfocado en terminarla.

No tengo palabras alguna para agradecerles por el apoyo que me han brindado durante todos estos años. Como se los he dicho anteriormente, ustedes mandan y yo estoy para obedecerlos.

Los que quieran una segunda temporada, deben dejarme sus comentarios en mi blog, su opinión es muy importante para mí.

Atte.:

          KAT.




[1] Curso de preparación es como decir: Curso de reposición.

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