Capítulo 24: Decisiones… Una visita
inesperada… II Parte.
Aclaraciones del Capítulo:
Kat: Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…
Que feliz estoy…
Pj1: Ejem, ejem…
¿Por qué estás tan contenta Kat?
Kat: Hay pero miren nada más quien
apareció, nada menos que mi lindo cachorro.
Joey: Hola, ¿Qué
tal? – Se sonroja de lo apenado que se siente. – Me dirás porque estás tan
contenta.
Kat: Estoy feliz porque finalmente
subiré un nuevo capítulo.
Pj2: Todavía sigues
con esta ridiculez.
Kat: Y a ti ¿Quién
te invitó gato pulgoso?
Seto: No me
extrañaría que se te olviden las cosas viniendo de alguien que tiene la mente
de un pollo.
Joey: Ja, ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja…
Kat: Mirando al
rubio muy molesta. – No le veo la gracia cachorro.
Seto: ¡¡¡Oye!!!
Solamente yo tengo el derecho de llamarlo así estúpida escritora de quinta.
Kat: Ya me tienes
harta, gato zarrapastroso, deja de insultarme.
Joey: Por favor, no
vayan a pelear, Kat discúlpame por reírme, es que me causó risa cómo te dijo
Seto.
Kat: Por ti mi
amor, te perdono.
Seto: ¿Cómo le
dijiste?
Kat: ¡UPS!
Seto: Así que me
engañas con esta mosca muerta, maldito perro callejero.
Joey: Sabes muy bien
que soy incapaz de engañarte y a quien le llamas perro callejero, gato pulgoso.
Kat: Lentamente va
retrocediendo hacia atrás. – Será mejor que me vaya de aquí.
Seto: Ya arreglaré
cuentas contigo, escritora barata… En cuanto a ti Wheeler, nos vamos
inmediatamente de aquí.
Joey: Algo asustado.
– Pero ¿A dónde?
Seto: A la mansión,
ahí te enseñaré quien es tu verdadero dueño. – Carga al rubio en sus brazos
estilo princesa para llevárselo.
Joey: Baja… Bájame
Seto, te digo que me sueltes.
Seto: Ya deja de
moverte tanto perro… En cuanto a los lectores, espero que disfruten de este
capítulo, nos vemos pronto.
Declaimer: Los
personajes de YU – GI – OH!, “No son míos”… Snif, shif, snif, son propiedad de su respectivo autor, sólo
hago este fic porque me encanta escribir, pondré toda de mi parte para hacer de
esta historia muy interesante…
******************************
En algún lugar de Ciudad Domino…
Cierto
joven, de cabello negro y ojos azules, había llegado a su mansión, iba algo
emocionado con la idea que le había dado su amigo Noah para poder animar a su
hermano…
Buenas
tardes. – Saludó a todos los sirvientes que le recibían.
Muy
buenas tardes, joven Kaiba. – Respondieron todos.
¿Desea
almorzar? – Preguntó uno de los
sirvientes.
Sí,
traigo mucha hambre… Pero antes que nada, subiré a la habitación de mi hermano,
necesito hablar con él.
Joven
Kaiba, su hermano salió esta mañana desde muy temprano.
¿Cómo?
Y dijo ¿Adónde iba?
Nadie
lo sabe.
Bueno,
está bien, ni modo le tendré que llamar a su celular. – Sonrió de forma agradable.
– Subiré a mi cuarto, me cambiaré y desde ahí le llamaré, luego bajaré para
almorzar.
Como
usted ordene Joven.
El
peli negro se fue directamente a su alcoba, al saber que su hermano finalmente
había salido de su dormitorio, de cierta manera se sentía un poco más
tranquilo.
Al cabo de 15 minutos…
“¡Rayos!
¿Por qué no me contestas hermano? No es muy usual en ti que mantengas apagado
tu teléfono”. – Pensaba para sí mismo. – Hermano, deberías de tomarme más en
cuenta, no sé por qué siempre te ha gustado resolver los problemas tú solo… Por
una vez en la vida me gustaría saber qué es lo que pasa por tu cabeza, tal vez
sea la única manera de entenderte un poco. – El joven decidió ir a bajar a
comer, ya que no quería preocupar a los sirvientes.
******************************
Mansión Ishtar…
Buenas
tardes Ishizu.
Buenas
tardes Malik, ¿Qué tal tu día?
Agotador,
he tenido un día muy pesado, creí que nunca me lograría escapar del hospital.
Ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… Tú siempre tan gracioso Malik.
Hice
todo lo posible por venir para que pudiéramos almorzar todos juntos.
Lamento
informarte que mis hermanos no se encuentran.
¿Y
eso? Marik todavía no llega de traer a Ryou de la escuela.
No
es eso, es solamente que mi hermano me aviso que llevaría a Ryou a comer fuera.
Ah,
entiendo…
¿No
estás enfadado?
Claro
que no, sino todo lo contrario…
No
te entiendo.
Creo
que vine justo a tiempo para comer contigo y hacerte algo de compañía…
Malik,
eres un amor de cuñado.
Ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja. – Ambos reían, muy alegremente.
******************************
En algún lugar de Ciudad Domino…
Había
entrado a la habitación, dicho lugar olía como si fuese ingresado a un
hospital, sobre una mesita de noche había diversos medicamentos, desde alcohol,
gasa, algodón, dioxogen, hasta una gran variedad de pastillas, entre ellas
antidepresivos… Pero eso no fue lo que le llamó su atención… Lo que realmente
se percató fue en encontrar a un joven sentado en la orilla de la cama, llevaba
puesta una camiseta gris de mangas cortas y un short un poco largo, todo del
mismo color, este muchacho estaba muy delgado más de lo normal, se le notaban
las ojeras que tenía por no poder dormir, su cabello estaba todo revuelto,
despeinado y maltratado, su piel era muy pálida, pero lo que más le preocupó
fue verle algunos cortes en su cara, brazos y piernas, muchas de esas heridas
se veían que eran recientes, sus hermosos ojos mieles, no reflejaban vida
alguna, no reflejaban ninguna clase de sentimiento, no reflejaban nada de nada,
era como si su mente estuviera totalmente en blanco, o más bien, estaba viendo
un cuerpo sin vida, un muñeco de trapo, lo que se encontraba ahí no era más que
un cascarón vacío… Se maldijo así mismo por recordar las palabras de ese hombre
antes de subir para verlo, ahora podía entender lo que esa persona le estaba
tratando de explicar o más bien de advertirle… Todavía no podía creer lo que
sus ojos miraban, pareciera que todo lo hubiesen sacado de alguna maldita
película de terror o algo por el estilo… Nunca se imaginó encontrarlo de esa
manera, tan deplorable, tan devastado, tan denigrante, tan miserable… Apretaba
fuertemente sus manos haciéndolas puño, la escena frente a sus ojos le
desgarraba infinitamente su corazón… A su mente se le venían muchas cosas,
trataba de pensar con claridad, necesitaba encontrar una manera de podérsele
acercar sin hacerle más daño… La pregunta del millón era… ¿Cómo hacerlo? ¿De
qué manera podría ayudarlo para que fuera aquel joven tan jovial?... Y sin más
que pensar, lo único que se le ocurrió decir fue:
Hola,
cachorro.
******************************
¡Vaya!
Ese muchacho sí que es un verdadero dolor de cabeza.
No
veo porque te quejas tanto, si el que tiene que soportarlo en todo momento soy
yo.
Lo
siento…
Al
menos dime que lograste hablar con él.
Pude
hablar con él, le dije que estabas muy enamorado de tu novio, pero ese chico es
tan obstinado… A veces hasta siento lástima por él.
¿Pero
qué dices? Se puede saber ¿De qué lado estás?
Del
tuyo por supuesto. – Medio sonreía.
Mira
Atemu, no acabes con la poquita paciencia que me queda.
Yo
no tengo la culpa de que todo el tiempo estés tan enojado.
Sí,
creo que tienes razón… Discúlpame.
Tranquilo,
no pasa nada… A ver cuéntame ¿Qué te pasa?
El
albino dio un fuerte suspiro, para luego continuar hablando…
******************************
¿No
se te hizo extraño que Téa se fuera tan rápido?
Ya
la conoces como es, ella siempre sale corriendo cuando se acuerda de algo.
Mmmm…
Mujeres, ¿Quién las entiende?
Ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… Ese es un acertijo que
hasta el momento nadie ha podido resolver Tristán.
Sí,
creo que tienes razón.
******************************
Al
escuchar esas palabras, su cuerpo se tensó, se llevó una de sus manos a su
cabeza, gruesas lágrimas salían de sus ojitos, comenzaba a respirar con
dificultad, se llevó la otra mano a la boca como tratando de detener las
arcadas que se le venían, cerró levemente sus ojos, por más que trataba de
calmarse no podía hacerlo, su cuerpo temblaba como si fuese una gelatina, se
apretaba fuertemente la cabeza con su mano a la vez que jalaba con fuerza de
sus cabellos, y se mecía un poco hacia atrás y hacia adelante. Sentía toda
clase de emociones, su mente estaba perturbada, era como si no quisiera
recordar nada, empezó a jadear, su pecho le dolía horriblemente, hasta que
finalmente logró sacar un grito ensordecedor.
LÁRGATEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE.
– Se abrazaba a sí mismo, haciéndose bolita sobre la cama, en cuanto se inclinó
hacia adelante, empezó a vomitar lo poco que había comido esa mañana.
El
castaño al verlo reaccionar de esa manera, comenzó a llorar amargamente, se
había llevado una de sus manos a la boca, no podía creer lo que veía, ese
joven, se estaba comportando como un verdadero esquizofrénico, ese no era su
cachorro, ese no era aquel muchacho del cual él se enamoró, ese no era aquella
persona que solía sonreír todo el tiempo… Ese no era… Joseph Wheeler… El CEO
pudo tranquilizarse, debía hacerlo, tenía que hacerlo si realmente quería
ayudar a su cachorro, en cuanto dio unos cuantos pasos, el otro reaccionó más
violento…
NO…
NO TE ME ACERQUES, NO QUIERO VERTE, LÁRGATE, FUERA, SAL DE AQUÍ. – El rubio se
hacía daño el mismo, rasgaba su piel con sus uñas, seguía llorando muy
dolorosamente, se había logrado levantar de la cama, estaba a punto de salir
corriendo para encerrarse en el baño, pero el ojiazul se dio cuenta de sus
intenciones, y antes de que el otro pudiera llegar a su destino, logró
sujetarlo con fuerza llevando ese débil cuerpo a sus brazos…
La
otra persona no hacía otra cosa más que retorcerse para poderse liberar,
pataleaba con las pocas fuerzas que le quedaban, pero el agarre se hacía cada
vez más fuerte, tratando de impedir que se siguiera moviendo.
Por
favor, cálmate, no quiero lastimarte. – Hablaba el castaño.
SUÉLTAME,
NO QUIERO QUE ME TOQUES, QUÍTAME TUS ASQUEROSAS MANOS DE ENCIMA, NO TIENES NADA
QUE HACER AQUÍ, TÚ MISMO ME DIJISTE QUE NO VALGO NADA, YO NO EXISTO PARA TI…
¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ NO ME DEJAS EN PAZ? LÁRGATE, SAL DE MI CUARTO, SUÉLTAME, NO
ME TOQUES, ME DAS ASCO, NO TIENES NADA QUE HACER AQUÍ, DÉJAME SOLO, TE ODIO, TE
ODIO, YA SUÉLTAME, ALÉJATE DE MÍ, LÁRGATE, TE DETESTO, NO QUIERO VOLVERTE A VER
EN MI VIDA, TE ODIOOOOOOOOOOOOOOOOOOO. –
Gritaba con todas sus fuerzas, ambos forcejeaban bruscamente, uno por liberarse
y el otro por no dejarlo ir.
Solamente
quiero que me escuches, por favor, deja de moverte, ¿No vez que te estás
haciendo daño?
El
rubio comenzó a sentir como sus fuerzas lo traicionaban, poco a poco se sentía
más débil, así que su única salida era…
¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYY!
– Gritó el castaño, al sentir que su cachorro le había mordido el brazo para
que lo soltara. – Podrás morderme todo lo que quieras, pero ni aun así te
soltaré.
De
pronto, el mayor sintió como el otro dejó de forcejear, su cuerpo de deslizaba
lentamente hacia abajo, a tal punto que ya no podía ponerse de pie.
¡Hey,
cachorro! ¿Qué te pasa? ¿Qué te sucede? – Rápidamente lo acostó en la cama, al
ver que se había desmayado.
******************************
Las
horas habían pasado volando, unos jóvenes finalmente estaban llegando a su
mansión, una hermosa mujer los recibía muy alegremente.
Buenas
tardes… ¿Se divirtieron?
Claro
que si hermana. – Respondió el mayor.
Y
tu Ryou… ¿Te divertiste?
¡Eh!...
Si hermana, me divertí mucho. – Manifestó con tristeza.
Pero…
¿Por qué traes esa carita? Acaso… ¿Sucedió algo?
Si
no les importa, me iré a mi habitación, quiero estar solo. – El albino se fue
directamente a su cuarto, la mujer estaba por decir algo pero fue interrumpida
por la otra persona.
Déjalo
que se vaya Ishizu.
¿Por
qué? ¿Qué es lo que le sucede?
Esta
así por el joven Pegasus.
No
me digas que…
¡No,
cálmate! Ni siquiera lo pienses…
¿Entonces?
Hoy
tampoco vendrá.
Pobre
Ryou… Lo ha de extrañar mucho.
Si
esto sigue así, yo mismo iré a buscarlo personalmente.
Cálmate
Marik. – Intervino otra persona que había escuchado toda la conversación.
¡Malik!
Amor que sorpresa, no esperaba encontrarte. – Se le acercó para darle un beso
en los labios.
Lo
sé. – Se sonrojó un poco.
Porque
me pides que me calme, no vez como esta mi pequeño hermano por su culpa.
Amor,
no te precipites, deja que tu hermanito maneje esta situación, debe ser el
quien resuelva sus propios problemas.
Pero…
Nada
de reclamos, porque no mejor vamos a la habitación, todavía tengo algo de
tiempo para… – Sentía arder sus mejillas al rojo vivo.
El
hombre al escuchar la propuesta de su prometido, no tuvo otra opción más que de
aceptar y ambos se dirigieron a la alcoba… Cuando subían las escaleras, un
celular sonó…
Si,
diga…
-------------- --------------- ---------------
¿Cuándo?
-------------- --------------- ---------------
Cálmese
por favor, iré para allá enseguida. – En cuanto terminó la llamada, se dirigió
a su pareja para decirle:
Perdóname
Marik, pero debo irme.
¿A
dónde vas? ¿Sucedió algo?
Era
el padre del amigo de Ryou, su hijo tuvo una terrible crisis nerviosa.
Déjame
que te acompañe.
De
acuerdo, vamos, solamente iré por mi maletín.
No
tardes, te esperaré en el auto.
******************************
Recibí
una llamada de Ryou, me llamó únicamente para decirme que quería verme.
Y
tú… ¿Qué le dijiste?
Le
respondí que este día tampoco podré verlo.
Espero
y le hayas explicado del por qué no puedes ir a visitarlo.
Obvio
que le dije, pero…
Pero…
No
lo sé… Lo escuché tan desanimado, tan triste que…
¿Sabes
qué?… Yo creo que deberías de ir a su casa.
¿Estás
loco? ¿Y qué hay con los preparativos? Hay muchas cosas por hacer.
Cálmate
Bakura, es cierto que hay muchas cosas por hacer, pero tú mismo me dijiste que
esta feria se llevará a cabo dentro de dos meses más o menos.
Sí,
pero… Yo estoy a cargo de todo, y bien sabes que a mí me gusta que las cosas
salgan bien.
Bakura,
Bakura, Bakura, porque no mejor vas a casa, descansas un poco, y luego vas a
visitarlo.
Pero…
Nada
de peros… Yo me encargaré de decirles a los demás que este día no nos
reuniremos.
¿Estás
seguro?
Claro
que sí… Al menos por hoy te librarás de cierta mosca. – Bromeaba con el albino,
al verlo muy serio.
Por
esta ocasión, estoy de acuerdo contigo… Iré a casa a relajarme un poco y
después pasaré viendo a mi pequeño.
Eso
era justamente lo que quería escuchar.
******************************
Casa
de la Familia Wheeler…
Creo
que no fue muy buena idea el haber venido…
Me
sorprende escucharlo hablar de esa manera.
Debí
haberle prestado más atención a lo que trataba de advertirme…
¿No
me saldrá ahora con que va a renunciar a él?… – Hacía lo posible para no
enojarse.
Por
supuesto que no…
El
hombre medio sonrió, y este gesto hizo que el otro se molestara un poco…
Puedo
saber… ¿Qué le parece tan gracioso?
Yo
no pude darle una paliza, pero mi hijo si pudo, hasta lo mordió según veo. –
Expresaba sarcásticamente, tratando la manera de no reírse.
El
CEO desvió un poco su mirada, vio su brazo que todavía sangraba por la mordida
que su cachorro le había dado.
Que
irónico, ¿No?
Venga,
siéntese, le curaré esa herida.
No
tiene que hacerlo.
Es
verdad, pero lo hago porque quiero.
Después
de un rato, había un gran silencio entre ellos, no fue hasta entonces que el
castaño notó que en esa parte de la casa no había muebles, se podría decir que
casi estaba vacía… Únicamente miraba un par de sillas y una mesita algo
pequeña, la misma mesita y sillas en donde ellos se encontraban sentados…
Creí
que había desistido a la idea en querer llevarse a su hijo a vivir lejos de
aquí. – Se atrevió a romper aquel maldito mutismo.
Usted
cumplió, ¿No es así?
El
CEO simplemente contestó con la cabeza en forma positiva.
Entonces,
no debe de preocuparse por eso.
Pero
este lugar, casi no hay muebles… ¿Por qué?
El
hombre dio un fuerte suspiro, terminó de curarle la herida y de vendarla,
estaba por decir algo, hasta que el sonido del timbre de la puerta lo
interrumpió.
Enseguida
regreso.
La
otra persona se limitó en gruñir, no le gustó en absoluto que no le respondiera
su pregunta, pero por esta ocasión tenía que ser paciente para averiguar lo que
estaba pasando…
******************************
En algún lugar de Ciudad Domino…
Muchas
gracias por venir.
Me
preocupaste bastante cuando me llamaste por teléfono.
Perdón,
esa no era mi intención.
Bueno,
ya no importa… Mejor dime ¿Qué sucede?
Será
mejor que vayamos a mi habitación, ahí hablaremos en privado y con más calma.
Bien,
vamos Moki.
Una
vez dentro de la alcoba…
He
tomado una decisión Noah…
¿Sobre
qué?
Creo
que llegó el momento de enfrentar a mi hermano… Ya no soporto esta situación…
Cálmate
por favor, y dime que ocurrió esta vez.
Resulta
que entro muy contento a la mansión, para ver si podía hablar con él.
Aja…
Y
los sirvientes me dicen que mi hermano salió en la mañana desde muy temprano…
Eso
está bien… Digo, porque tú estabas muy preocupado de que él estuviera encerrado
por varios días… No veo ¿Cuál es el problema?
EL
PROBLEMA ES QUE NADIE SABE EN DÓNDE ESTÁ, MIRA LA HORA QUE ES Y SU BENDITO
CELULAR LO TIENE APAGADO… ESTOY HARTO QUE TODO EL TIEMPO HAGA LO MISMO, ESTOY
HARTO DE QUE NO TENGA EL DESCARO DE AVISARME A DONDE VA A ESTAR O A QUÉ HORAS
VA A LLEGAR, ESTOY HARTO QUE NUNCA ME TOME EN CUENTA… – El pelinegro gritaba de
lo furioso que estaba, tanta era la cólera que sentía que unas finas lágrimas
salieron de sus hermosos ojos azules.
Mokuba,
tranquilízate, no me gusta verte así… Ven acá. – Su amigo lo consolaba
abrazándolo fuertemente contra su pecho.
No
sé qué haría sin ti Noah… – Su voz se escuchaba entre cortada, debido al
llanto. – Gracias por escucharme y discúlpame por haberte gritado.
No
te preocupes, tu bien sabes que siempre que me necesites ahí estaré.
Si,
lo sé. – El pelinegro levantó su cabecita para responderle… Ambos se miraban,
sus rostros y labios estaban muy cerca uno del otro, sus mejillas se
sonrojaron, cerraron levemente sus ojos mientras que se acercaban poco a poco,
hasta que finalmente ambos jóvenes se lograron dar su primer beso…
******************************
Un
joven muy apuesto de estatura alta y cabello tricolor, conducía por la calle de
Ciudad Domino, después de salir de la universidad, decidió ir a pasar por otro
lugar antes de irse a su casa… En cuanto llegó a su destino, estacionó el
convertible, se bajó del auto y caminó hacia una pequeña casa… La persona del
otro lado en cuanto abrió la puerta gritó…
¡YAMI!
– Se le tiró a sus brazos.
Hola
Yūgi…
Pasa
por favor…
Una
vez dentro…
Abuelito,
mira quien acaba de llegar. – Hablaba muy contento.
Buenas
tardes, señor Mutō...
Buenas tardes muchacho, ya te he
dicho que puedes llamarme Solomón.
Sí, es verdad… Me disculpo con
usted. – Hizo una pequeña reverencia.
Vamos muchacho, no seas tan formal…
Lo mejor será que los deje solos, para que puedan platicar a gusto.
Muchas gracias abuelito. – Contestó
el menor muy sonrojado.
Ven Yami, vamos a mi habitación.
Espera Yūgi, antes déjame decirte que no me quedaré por mucho tiempo.
Pero… ¿Por qué?
Debo ir a casa a traer unos papeles
de la oficina, y luego tengo que ir a KC.
El tricolor menor entristeció al
escuchar todo lo que su novio le estaba diciendo.
Perdóname Yūgi, no quería hacerte sentir mal.
No… No hay problema… Lo entiendo.
Mi niño, gracias por ser tan
comprensivo… Te prometo que buscaré la manera de dedicarte un día entero
solamente para ti.
¿De verdad? ¿Harías eso por mí?
Haría eso y muchas cosas más por ti
mi amor.
Te amo Yami.
Yo también te amo Yūgi.
Ambos se besaron apasionadamente,
comenzando así una guerra entre lenguas, el menor movía su lengua alrededor de
la punta de la lengua de su novio, era un movimiento suave, tan sutil que hizo
que el otro gimiera… Finalmente ambos se separaron, para tratar de normalizar
su respiración…
Besas muy bien Yūgi. – Expresó el faraón.
Tu… Tú también amor. – Sus mejillas
estaban más rojas que una cereza.
Bueno amor, ya debo irme. – Hacía un
gran esfuerzo sobre humano para no tirársele encima ahí mismo y volverlo a
hacer suyo.
Gracias por venir a visitarme. –
Todavía seguía ruborizado.
Te amo.
Te amo Yami.
Despídeme de tu abuelo.
Claro, lo haré. – Le sonrió
tiernamente.
******************************
¿Kaiba?
¿Qué haces aquí? ¿Qué fue lo que te sucedió? – Decía una de las personas que
acababa de entrar a la casa, estaba muy sorprendido ya que nunca se imaginó
encontrarlo en ese lugar.
Porque
no mejor se limita en hacer su trabajo, en vez de estar haciendo preguntas
estúpidas. – Respondió de forma arrogante.
Kaiba,
no le hables así. – Intervino la otra persona que lo acompañaba.
Cálmate
Marik, mejor iré a ver como se encuentra.
Está
bien amor, mientras tanto aquí te espero.
Acompáñeme
Señor Wheeler.
Sí.
En
cuanto se fueron, ambos hombres se quedaron en silencio... El de pelo cenizo
miraba de arriba abajo al castaño, tenía su ropa un poco rasgada y
desarreglada, estaba algo despeinado, pero eso fue lo de menos, lo que más
atrajo su atención fue el vendaje que tenía en su brazo.
No
es necesario que te quedes callado… Sé muy bien en lo que estás pensado. – Fue
el CEO quien habló primero.
Mejor
todavía, así me contarás de una vez lo que pasó aquí.
No
hay mucho que decir… Simplemente quise verlo.
¡Ah!
Quisiste verlo… – Respiró profundamente, para luego decir: – PERO EN QUÉ
DEMONIOS ESTABAS PENSANDO, CÓMO PUDISTE HACER ALGO COMO ESTO, ERES UN IMBÉCIL,
¿POR QUÉ MIERDAS SIEMPRE TIENES QUE HACER LAS COSAS A TU MANERA? ¿ES QUE ACASO
NO PENSASTE EN LAS CONSECUENCIAS?… TE CREÍA UNA PERSONA MÁS SENSATA, PERO ME
DOY CUENTA LO EQUIVOCADO QUE ESTABA, NO ERES MÁS QUE UN HOMBRE SIN CORAZÓN,
FRÍVOLO, Y EGOÍSTA, HASTA CUANDO VAS A TENER LA DECENCIA DE PENSAR EN LOS
DEMÁS, PERO, ¿QUÉ MIERDA TIENES EN LA CABEZA? MALDITA SEA, PUDISTE OCASIONARLE UN DAÑO IRREVERSIBLE A
ESE JOVEN Y TODO POR TUS MALDITOS CAPRICHOS. ¿Y AHORA ME SALES CON ESA GRAN
ESTUPIDEZ QUE TE DIO LA SANTA Y REGALADA GANA DE VERLO? ¿CREES QUE SOY IDIOTA?
NUNCA TE PREOCUPASTE POR ÉL, NO HACÍAS OTRA COSA MÁS QUE LLENARLO DE INSULTOS,
HUMILLARLO, DESPRECIARLO, DENIGRARLO A TAL PUNTO DE LLAMARLO PERRO… ¡POR FAVOR!
ACÉPTALO KAIBA, TÚ NO QUIERES A NADIE, SOLAMENTE TE QUIERES A TI MISMO Y A TU
AMADA EMPRESA, SI REALMENTE HAY ALGO DE BONDAD EN ESE FRÍO CORAZÓN, LO MEJOR
QUE PUEDES HACER ES ALEJARTE DE ESE MUCHACHO... DATE CUENTA QUE ÉL ESTÁ MUERTO
EN VIDA, OLVÍDATE DE ESTA FAMILIA. Y SI QUIERES HACER ALGO BUENO POR PRIMERA
VEZ EN TU VIDA, EMPIEZA POR DEJAR EN PAZ A ESE JOVEN. – Gritaba a todo pulmón, sacando todo lo que
en ese momento pensaba y sentía, sin darse cuenta, que sus palabras herían
profundamente al castaño.
Es
posible que tengas razón… Pero estás errado en muchas cosas… Dile al señor
Wheeler, que lamento lo ocurrido.
Al
decir esto último, el ojiazul no tuvo otra opción más que marcharse… Dejando a
la otra persona muy pensativo…
******************************
Un
hombre de piel morena clara y cabello plateado, se encontraba en su mansión,
sentado en uno de los sillones de la sala, recordaba todo lo que había
platicado con esa persona esa mañana…
FLASH BACK
De
acuerdo, entonces dígame… ¿A qué debo el honor de su visita, Kaiba?
He
venido para preguntarle ¿Cómo van las investigaciones del caso?
Mmmm…
Me sorprende que usted quiera saberlo.
Tengo
mis razones.
Mi
querido Kaiba, las autoridades hacen lo que pueden, y por lo visto les tomará
tiempo en encontrar el culpable.
No
me venga con esas tonterías Pegasus, sé muy bien que tú no te quedarías de
brazos cruzados.
Y…
¿Cómo puedes estar tan seguro?
Porque
tu fundaste esta escuela Pegasus, y conociéndote muy bien, tú eres capaz de
defender lo que tú mismo creaste y de destruir a cualquiera que se atreva a
arruinar todo lo que has logrado… En cierta manera tú y yo nos parecemos.
Es
posible que usted tenga razón, pero eso es algo que solamente a mí me
concierne.
En
eso te equivocas… Nos concierne a ambos y por eso es que he venido para
ofrecerte mi ayuda.
¿Tú
ayuda? ¿Y eso en que nos beneficia?
Nos
beneficia en que ambos obtendremos lo que queremos y eso es…
Venganza.
– Terminó de decir el peli plateado.
Exacto.
Supongamos
que acepto, pero hay un pequeño problema.
¿Cuál?
Que
ni usted ni yo sabemos quién es el culpable.
El
CEO medio sonrió, mientras abría su maleta plateada que traía consigo y sacaba
unas cuantas páginas.
Tal
vez usted no lo sepa, pero al menos yo tengo algunas pistas que nos podría
llevar al culpable.
¿Ah,
sí? Y puedo preguntar… ¿De dónde sacó tal información?
Lo
saque de un Diario.
¿Un
diario, dices?
Se
trata del Diario Personal de Joseph Wheeler.
¿Y
cómo consiguió algo tan personal?
Ese
será mi pequeño secreto. – Manifestó sarcásticamente.
FIN DEL FLASHBACK
El
hombre, sostenía en sus manos unas cuantas páginas de papel, que el CEO le
había entregado antes de irse. Dichas páginas eran solamente copias, ya que el
Diario original seguía en manos del oji azul… Al leer dicho documento, vio
escrito dos nombres, y uno de esos nombres era nada menos que…
No
puede ser. – Se dijo así mismo.
En
ese instante, una persona estaba entrando al lugar…
Buenas
tardes, padre.
Hijo,
que bueno que llegas.
¿Necesitas
algo padre?
Quiero
que leas esto.
El
recién llegado agarra las páginas de papel, estaba muy concentrado lo que leía
hasta que…
¿Qué
significa esto? Explícame porque sale el nombre de Ryou… – Estaba muy molesto.
Eso
que tienes en tus manos, son únicamente copias sacado de un Diario.
¿Un
Diario? ¿De quién?
¿No
adivinas de quién puede ser? – Lo miraba seriamente a los ojos.
El
joven, volvió a leer detenidamente el contenido de esas páginas, hasta que…
No
me digas que… No, imposible… ¿Cómo lograste conseguir esto? ¿Quién te lo dio?
El
mismísimo Seto Kaiba, fue quien me entregó esos papeles.
¿Qué?
Y él ¿Cómo obtuvo ese diario?
Hijo,
eso es lo de menos… Lo que quiero preguntarte es… ¿Hablarás tú con él? O
¿Tendré que hacerlo yo?
Por
favor padre, déjeme a mi primero hablar con él.
Sabía
que dirías eso…
Se
lo agradezco mucho padre. – Dicho esto, el joven dio la media vuelta para salir
del lugar.
¿A
dónde vas?
A
la mansión de los Ishtar…
El
hombre medio sonrió mientras miraba a su hijo marcharse.
******************************
La
noche había caído en toda la ciudad, para algunas personas el día lo sintieron
muy largo y para otras, simplemente un día normal como cualquier otro… Cierto
joven se encontraba pensativo en su habitación, recordando lo que había pasado
con su dizque… “Mejor Amigo”… Todavía se encontraba nervioso sobre lo ocurrido,
sentía su corazón latir a mil por hora e inconscientemente se llevó una de sus
manos a su boca, tocando delicadamente sus labios, aún podía sentir la calidez
de esos hermosos labios posándose sobre los suyos… Y así, cerrando levemente
sus ojos, recordaba todo lo ocurrido…
FLASH BACK
EL
PROBLEMA ES QUE NADIE SABE EN DÓNDE ESTÁ, MIRA LA HORA QUE ES Y SU BENDITO CELULAR
LO TIENE APAGADO… ESTOY HARTO QUE TODO EL TIEMPO HAGA LO MISMO, ESTOY HARTO DE
QUE NO TENGA EL DESCARO DE AVISARME A DONDE VA A ESTAR O A QUÉ HORAS VA A
LLEGAR, ESTOY HARTO QUE NUNCA ME TOME EN CUENTA… – El pelinegro gritaba de lo
furioso que estaba, tanto era la cólera que sentía que unas finas lágrimas
salieron de sus hermosos ojos azules.
Mokuba,
tranquilízate, no me gusta verte así… Ven acá. – Su amigo lo consolaba
abrazándolo fuertemente contra su pecho.
No
sé qué haría sin ti Noah… – Su voz se escuchaba entre cortada, debido al
llanto. – Gracias por escucharme y discúlpame por haberte gritado.
No
te preocupes, tu bien sabes que siempre que me necesites ahí estaré.
Si,
lo sé. – El pelinegro levantó su cabecita para responderle… Ambos se miraban,
sus rostros y labios estaban muy cerca uno del otro, sus mejillas se
sonrojaron, cerraron levemente sus ojos mientras que se acercaban poco a poco,
hasta que finalmente ambos jóvenes se lograron dar su primer beso…
Los
dos jóvenes se besaban de forma inexperta, ya que para ellos era la primera vez
que besaban a alguien, pero el pelinegro no se dejó vencer y profundizó más el
beso, sacando uno que otro gemido a su amigo… Una gran batalla de lenguas se
estaba llevando a cabo, cada uno exploraba la cavidad bucal del otro, el
pelinegro jugaba suavemente con la lengua de su acompañante, posteriormente
mordió un tanto brusco los labios de Noah...
¡Auch!
– Dijo al separarse un poco… Estaba muy sonrojado y trataba de normalizar su
respiración.
Lo
siento, creo que me dejé llevar. – Respondió muy apenado, podía sentir sus
mejillas que estaban al rojo vivo.
No…
No te disculpes, el que debe de disculparse soy yo…
¿Qué?
¿Por qué?
Moki…
Yo… Bueno… Yo… – Tenia la mirada agachada, no sabía ni por dónde empezar.
En
cambio, el ojiazul menor, entendió lo que su amigo trataba de decirle, ya que
el también sentía lo mismo por él, y no hallaba la manera de cómo decírselo, y
le pareció una buena oportunidad para confesarle lo que realmente sentía por
él.
Noah,
mírame por favor. – Le habló de una manera muy cariñoso, el otro levantaba
lentamente su mirada hasta encontrarse con unos hermosos ojos azules. – Noah,
quiero decirte, quiero decirte que tu… Tú me gustas mucho.
Unas
finas lágrimas comenzaron a salir del peli turquesa, preocupando de sobre
manera al otro.
¿Por
qué lloras? ¿Acaso dije algo indebido?
Mokuba,
¿Es enserio lo que acabo de escuchar? ¿No me estás mintiendo?
El
pelinegro medio sonrió, ahora era el quién abrazaba a su amigo.
No
es ninguna mentira, y quiero aprovechar este momento para pedirte que seas mi
novio… Claro, si tú aceptas. – Se separó un poco del abrazo para verlo
directamente a los ojos.
Sí,
si acepto ser tu novio.
FIN DEL FLASHBACK
El
joven se movía de un lado a otro sobre la cama, estaba tan feliz por lo
ocurrido de esa tarde que no dejaba de repetir aquellas palabras…
Sí,
si acepto ser tu novio… Acepto ser tu novio Mokuba Kaiba.
******************************
Mansión Kaiba…
Un joven de cabellos negros y ojos azules, esperaba impacientemente
a su hermano, ya era un poco tarde y él estaba muy preocupado de que su hermano
no llegara a la mansión en todo el día. Volvió a intentar llamarlo a su celular
y lo que obtenía era la maldita contestadora de que dejara su mensaje. Además
de estar preocupado, estaba molesto, rechinaba sus dientes con fuerza, mientras
se decía a si mismo…
Esto es el colmo hermano, ni una llamada tuya me has podido hacer
en todo el día al menos para decirme que no me preocupe porque llegaras tarde.
Definitivamente estoy harto que siempre me hagas lo mismo… Esta vez tendrás que
escucharme lo quieras o no.
Apretaba sus manos con todas sus fuerzas haciéndolas puño, a pesar
que estaba molesto seguía muy preocupado por su hermano así que decidió en
llamar a otra persona para preguntarle si sabía algo de su hermano, estaba por
marcar el número cuando en eso escuchó que alguien venía entrando por la puerta
principal…
******************************
Mansión Ishtar…
Un
joven estaba llegando a su destino, pensaba en muchas cosas, debía de encontrar
la manera de poder hablar con su amor sin alterarlo o preocuparlo más de la
cuenta… Una vez que estacionó su vehículo se bajó y caminó hacia la entrada
principal, tocó el timbre y enseguida le abrió la puerta el mayordomo.
Buenas
noches. – Saludó cordialmente.
Buenas
noches joven. – Respondió el mayordomo.
¿Se
encuentra Ryou Ishtar?
Por
supuesto joven, pase por favor, enseguida le avisaré que usted está aquí.
Muchas
gracias.
Al
decir esto, empezó a caminar y se dirigió a la sala de espera.
Al cabo de 15 minutos…
Bakura,
hola... – Decía el joven que acababa de llegar, se miraba muy contento.
Hola,
Ryou. – Contestó un poco serio.
¿Qué
sucede amor? No me digas que estás enojado conmigo.
No,
cómo crees. – Medio le sonrió.
¿Entonces?
– Preguntó con tristeza.
Ryou,
he venido a hablar contigo… Bueno, más bien a preguntarte algo.
El
albino lo miraba un tanto preocupado y confundido a la vez, pero antes de
hablar, otras personas estaban llegando a la mansión.
Buenas
noches. – Saludó la primera persona en entrar.
Posteriormente
entraba una segunda persona y se molestó un poco en cuanto vio al joven que
estaba con su hermanito.
No
son horas de visitas. – Reclamó muy enojado.
Si
lo sé y me disculpo por eso.
Hermano,
por favor no te enfades, estoy seguro que él ha estado muy ocupado en todo el
día y por eso ha venido a esta hora para verme aunque sea un ratito.
El
ladrón de tumbas se sorprendió que su hermoso niño lo defendiera de su hermano
mayor, a pesar que él le había salido muy serio.
Quiero
aprovechar el momento para hablar con usted Señor Ishtar.
Pero…
¿Baki? – El pequeño albino se asustó de sobre manera al escuchar a su novio
hablar tan formal… Lo conocía a la perfección y eso solamente indicaba una cosa
y es que su amado había llegado para algo sumamente importante.
Ryou,
porque no me acompañas a la cocina, mientras dejamos a tu hermano y a tu novio
que hablen a solas. – Intervino un hombre que había llegado junto con el dueño
de la mansión.
Pero…
– El joven albino volteó a ver a su novio con tristeza, éste se percató y le
sonrió como él solía hacerlo para que su niño se tranquilizara un poco.
******************************
El
joven de cabellos negros y ojos azules, cuando escuchó que alguien entraba por
la puerta principal, se apresuró en llegar, y lo que vio fue algo sumamente
devastador… Caminó un poco para acercarse a su hermano y saber que le ocurría,
olvidándose por completo lo enojado que estaba con él…
Her…
¡Hermano! ¿Por qué estás así?
El
CEO había llegado completamente destrozado, en cuanto cerró la puerta se dejó
caer al suelo de rodillas llorando amargamente, con una mano golpeaba con
fuerza el piso…
¿Por
qué? ¿Por qué? ¿Por qué? – En esos momentos tenía una mezcla de emociones, no
sabía con exactitud si sentía ira, dolor, venganza, odio, deseos de gritar,
frustración, angustia, desesperación, todo un mar de sentimientos que en esta
ocasión él no podía controlar.
Se…
Seto. – Trató de acercársele para ver si podía ayudarlo en algo.
De…
Déjame solo Mokuba.
Pero…
¿Cómo me pides eso? Nunca te había visto así hermano… Por favor Seto, habla
conmigo. – Sin quererlo unas finas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.
QUE
NO LO ENTIENDES… TE HE DICHO QUE ME DEJES SOLO, NO QUIERO VER A NADIE EN ESTOS
MOMENTOS, LÁRGATE, VETE, DÉJAME EN PAZ. – Gritó enfadado.
No…
Esta vez no te dejaré solo hermano, lo quieras o no, no me iré de tu lado,
puedes gritarme todo lo que quieras pero no me marcharé… No me marcharé. – Volvía a repetir mientras
se acercaba poco a poco a su hermano.
Si
te quedas… Es muy probable que me desquite contigo y te lastime…
No
me importa… Quiero que sepas que tú no estás solo hermano… ¿Por qué no lo
entiendes? Mírame Seto… MÍRAME… – Gritó para ver si lo hacía reaccionar.
El
mayor poco a poco comenzó a levantar la cabeza y en cuanto vio a su hermano se
dio cuenta que él también estaba sufriendo.
Mokuba…
Yo…
Tranquilo
hermano, aquí estoy. – Finalmente se pudo acercar a él y logró abrazarlo con
todas sus fuerzas.
Continuará…
N/A: Finalmente les
traigo un nuevo capítulo de este fic, no tengo palabras para agradecerles por
la infinita paciencia que me han tenido. Discúlpenme por hacerlos esperar tanto
tiempo, espero que les guste la continuación y no olviden dejar sus comentarios.
En
los reviews que recibí en la página AY, he tenido ideas muy buenas en cuanto al
castigo que debe recibir el villano… También me dejaron un review en donde me
causó mucha gracia como llamaron a Téa, para los que no saben los nombres de
los personajes en japonés, les diré que el nombre de Téa en japonés es: ANZU.
El
nombre de la persona que me dejó su comentario es Sakurita, y llamó a Anzu
“Perranzu” y la verdad que si me dio mucha gracia, estoy de acuerdo con ella en
que perranzu debe tener algún castigo… Ayúdenme que clase de castigo debería de
recibir, todas sus sugerencias serán bien recibidas.
P.D.: Como les mencione hace poco, al final de cada capítulo mencionaré los nombres de las personas que me dejen sus comentarios, en esta ocasión quiero darle las gracias a Shinigami por dejarme mensajes en mi blog, le agradezco por tomarse su tiempo en leerme…
Me
despido de todos ustedes muy cariñosamente, su humilde escritora.
Atte.:
KAT.
Hola estoy leyendo la historia y me encanta si quiero que a Dartz y a Tea les pase algo horrible pero también quiero que le ocurra algo horrible a Yugi lo siento pero yo sin importar lo que haga de ahora en adelante no puedo perdonarlo no desde que hizo lo que hizo cuando el examen de aritmetica desde mi punto de vista las amistades son sagradas y no hay nada que haría en la vida para traicionarlas ni siquiera por la persona que amo se que esta es solo mi opinión pero en serio me da asco su forma de actuar asi que no creo que se merzca un final feliz junto a Yami
ResponderEliminarHola Anónimo!
ResponderEliminarGracias, gracias, mil gracias por su comentario, déjeme decirle que pensamos igual, yo valoro mucho las amistades, por esa razón es que me duele cuando me traicionan y se me hace injusto que hagan eso conmigo…
Por otra parte, Dartz y Tea tendrán su merecido, y en cuanto a Yūgi, déjame ver que se me ocurre, su opinión es muy importante para mí… Me da gusto saber que te haya gustado la historia, le prometo poner de mi parte para no defraudar a mis lectores, espero saber pronto de usted.
Me despido cariñosamente, dejándole muchos abrazos y besos virtuales.
Atte.:
KAT.