Capítulo 31: Un Dragoniño en la ciudad… II parte.
Aclaración:
Quiero agradecer a una amiga muy especial que me ha ayudado a dar ideas para
escribir esta historia, muchas gracias Kyuubi
Rosana Marcolini, por estar dispuesta siempre a ayudarme, tus consejos son
muy útiles para mí.
También
va dedicado a: Gelen Colmenarez, fue
la persona que me pidió escribirla, espero que te guste amis.
Declaimer:
Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!,
“No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor,
abra cadabra, solamente lo hago porque me encanta escribir, y que ustedes se
diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
******************************
A la mañana siguiente…
Hola Joey, ¿dormiste bien anoche?
Sí, creo que sí.
No me digas que sigue sin gustarte la
alcoba.
Sigue sin gustarme. – Respondió con
sinceridad.
¿Por qué?
Me siento bastante aislado.
Discúlpame por darte esta habitación,
sé que se encuentra retirada de las demás, pero es la única que se me ocurrió
para que mi hermano y los empleados no te vean.
Supongo que tienes razón. – Respondió
con tristeza.
¿No te gustaría vivir en el bosque que
está detrás de la mansión?
No.
Joey, considero que ahí podrías vivir
sin ningún problema, y nadie te molestaría.
Por favor Mokuba, déjame quedarme aquí,
haré lo posible para no causarte problemas.
Pero… – Lo miraba algo preocupado.
No te preocupes, recuerda que esta
habitación tiene una ventana muy amplia en donde yo podría salir fácilmente sin
que nadie me vea.
Supongo que tienes razón. Por cierto…
¿Qué?
Este día tendré que dejarte solo.
¿Por qué? ¿No piensas pasarlo conmigo?
No Joey, en verdad lo siento.
Y yo que pensé que me ibas a enseñar
todo el lugar.
Te prometo que lo haremos mañana.
De acuerdo. – Respondió melancólico.
Discúlpame por favor.
Tranquilo, no hay problema. – Medio le
sonrió.
Ya debo irme, te he dejado mucha comida
para que no pases hambre, recuerda que ahí está el baño, en ese closet hay algo
de ropa para que puedas cambiarte. Y procura no hacer mucho ruido para no
llamar la atención.
Está bien.
Vendré a verte más tarde.
De acuerdo.
En
cuanto el pelinegro salía de la habitación pensaba para si mismo…
“Perdóname Joey, pero este día vendrá
Noah a visitarme y no quiero correr el riesgo de que te vea. Por esa razón es
que lo convencí de que saliéramos juntos todo el día”.
******************************
En alguna parte del mundo…
Buenos días Rebecca.
Buenos días Yūgi. – Le da un beso en la
mejilla haciendo sonrojar a su amigo. – Que madrugador has venido hoy.
Eso se lo debes de agradecer a Shādī,
porque suele levantarme muy temprano todas las mañanas.
Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,
ja, ja, ja, siendo así entonces sí, le daré las gracias cuando vaya a tu casa.
Ja, ja, ja, muy graciosa Rebecca.
No te enojes, es sólo una pequeña
broma.
Lo sé.
¿Tienes planes para este día?
Si te refieres en escaparnos de clases
de una vez te digo que no.
¿En serio? – Lo miraba incrédula. – No
te creo mucho.
¿Por qué no me crees?
Porque siempre que venías temprano a la
universidad era para escaparte.
Pues ahora es diferente.
¿Ah, sí? A ver, dime por qué es
diferente.
La verdad es que… – Desvió un poco su
mirada. – La verdad es que quiero ponerme al día con mis clases, dentro de un
mes comenzarán los exámenes finales.
¡Baia, lo veo y no lo creo!
Ya, no te burles, estoy hablando muy en
serio.
De acuerdo, de acuerdo, te creo.
Entonces quiero que me pongas al día y
me ayudes a estudiar.
Tú no te preocupes por nada, tu amiga
Rebecca te ayudará en todo.
Muchas gracias amiga.
******************************
Horas más tarde…
Hola Noah, bienvenido.
Hola Mokuba, ¿estás listo para irnos?
¿A dónde piensan ir? – Intervino en la
conversación un hombre que acababa de llegar al lugar.
¡Hermano! Pensé que ya te habías ido.
Aun no me voy, ahora responde mi
pregunta.
Buenos días señor Kaiba. – Saludó el
recién llegado.
Buenos días, joven Noah.
Mokuba y yo pensábamos en ir al cine.
Así es hermano, y luego me iré a la
mansión de Noah a jugar un rato con él.
Siendo así creo que no debo oponerme.
¿Eso significa que me das permiso de
salir?
Siempre y cuando te portes bien.
Hermano… – Fingió estar molesto.
Por cierto Mokuba.
¿Qué sucede?
Anoche medio logré escuchar que vino
Yami, ¿tú sabes a qué?
Solamente pasó a saludarnos. – Respondió
algo nervioso.
En ese caso le tendré que decir que no
venga tan noche a visitarnos.
No le digas nada hermano, ya sabes cómo
es él, siempre viene de imprevisto.
En eso si tienes razón. Cambiando de
tema, ¿les gustaría que los vaya a dejar al cine?
¡Eso sería genial, hermano!
Entonces vámonos.
Si.
Lo
que nadie sabía, era que había otra persona oculta escuchando la conversación
que ellos se tenían.
“¿Al cine? ¿Qué es el cine?” – Se
cuestionaba mentalmente.
******************************
En algún lugar de Ciudad Japón…
Un hombre alto, piel morena, cabellos de tres colores y ojos de
rubí, se encontraba en su oficina terminando de revisar unos documentos que
eran importantes para él. Sin embargo, en lo que lo hacía no dejaba de pensar
en su amigo.
Me preocupa Joey,
anoche que llegué a la mansión de Mokuba lo vi bastante nervioso. Nos costó
mucho trabajo poder meterlo a la mansión y a su habitación. Era como si en
verdad no quería quedarse, era como si algo le inquietaba. Creo que siempre se
pone así cuando va a nuevos lugares. – Suspiró un poco para calmarse porque su
mente no dejaba de recordar lo sucedido…
FLASH
BACK
Buenas
noches primo.
¡Yami,
al fin llegas! Estaba muy preocupado por ti, mira las horas que son y tú no te
aparecías.
Discúlpame
por favor, es que lleve a Joey a que conociera la ciudad.
Al
menos me hubieras avisado. – Manifestaba molesto.
Tienes
razón.
No
lo regañes Mokuba, creo que todo es mi culpa por querer conocer la ciudad.
Está
bien Joey, lo importante es que ya están aquí.
¿Y
mi primo?
Se
fue a la cama muy temprano, dijo que tenía que levantarse mañana al alba y que
además se sentía bastante cansado.
Por
lo menos el llegar tarde ha valido la pena después de todo.
Supongo
que sí.
En
ese caso vamos a la habitación de Joey.
Si.
Ven Joey, síguenos pero en silencio.
Si.
Caminaban tranquilamente sin hacer mucho
ruido, al pasar por las alcobas principales lo hicieron con cuidado para evitar
que el dueño de la mansión saliera. Cuando finalmente llegaron a su destino…
Mira
Joey, a partir de ahora esta será tu habitación.
El niño entraba despacio, miraba todo a su
alrededor, el lugar se veía lúgubre, solitario, algo oscuro, casi no tenía
iluminación. En lo que lo exploraba, el mayor se le acercó a su primo para
susurrarle…
¿Por
qué le diste esta habitación, Mokuba?
Porque
es la más alejada de todas, aquí no viene nadie y me costó mucho trabajo
limpiar este lugar yo solo.
Aun
así considero que no es apropiada para él.
Claro
que si Yami, no esta tan mal después de todo, si te fijas bien es muy amplia y
tiene una gran ventana. Si se llega aburrir aquí se puede transformar sin
problemas o puede salir por la ventana sin que nadie lo vea.
No
lo sé, siento que no me gusta.
Si
te preocupa tanto, entonces le preguntaré a él si le gusta.
Bien,
hazlo.
Joey…
– El aludido volteó a ver a su amigo.
¿Qué?
¿Te
gusta tu nueva habitación?
No
lo sé. – Bajó un poco la mirada.
¿Cómo
que no lo sabes? Dime al menos qué es lo que no te gusta.
No
sé cómo explicarlo, siento que este lugar es frío y algo sombrío.
Creo
que lo dices porque está algo descuidado, la verdad es que no le hemos dado
mantenimiento a este lugar. Tú no te preocupes por nada, ya verás que poco a
poco te irás acostumbrando a vivir aquí.
Tienes
razón. – Intentó sonreírle un poco.
Bueno,
es ese caso me voy.
Está
bien Yami.
Muchas
gracias por haberme enseñado la ciudad.
No
tienes nada que agradecer Joey, ahora pórtate bien.
Si.
Te
veré mañana Joey.
Muchas
gracias Mokuba.
FIN
DEL FLASHBACK
“Definitivamente
pude notar como no le gustó su habitación. Creo que tendré que ir a visitarlo
esta noche”. – Se decía así mismo.
******************************
Gracias a que tu hermano nos trajo al
cine tenemos tiempo de sobra para poder hacer lo que queramos.
Tienes mucha razón.
Mokuba…
Dime.
Todavía me sigo preguntando por qué
preferiste venir al cine a que yo me quedara contigo en tu mansión.
Eso es porque te la pasabas diciéndome
todo el tiempo que casi no salía contigo.
Eso es verdad, pero…
Pero qué, anda, dime que era lo que
ibas a decirme.
Por un momento pensé que no querías
recibirme en tu mansión.
No seas tontito Noah, tú sabes que eres
bienvenido en mi casa.
Ahora lo sé. – le sonrió con cariño.
“Solamente espero que nunca vaya a
descubrir a Joey”. – Esto último lo pensó para sí mismo.
Mokuba…
Perdón, ¿qué me decías?
Te estaba diciendo que vayamos a
comprar las entradas.
Si, vamos.
Caminaban
hacia la ventanilla para comprar las entradas, lo que nadie sabía era que
alguien los estaba siguiendo…
Aquí tiene joven. – Hablaba el hombre
que se encontraba detrás de la taquilla.
Muchas gracias. Guárdalos bien Noah.
Claro. – Metió las entradas en una de
las bolsas de atrás de su pantalón.
Hay que entrar ya.
Si. – Comenzaron a caminar y al llegar
a la puerta principal una persona les pedía las entradas.
Sus tiquetes por favor.
Si. – El peliverde sacó una entrada y
le pareció extraño no encontrar la otra. – Que raro. – Musitó para sí mismo.
¿Qué sucede?
No encuentro la otra entrada por
ninguna parte.
¡NOAH, TE DIJE QUE LAS GUARDARAS BIEN!
– Gritó molesto.
Lo siento mucho, se me debió de haber
caído cuando me las metía en la bolsa de atrás del pantalón.
Debemos de comprar otra entrada.
Espérame aquí, yo iré a comprarla.
Está bien, pero no te tardes.
Claro que no. – Se fue rápidamente a
comprarla de nuevo.
No muy lejos de ahí…
Tal parece que con este papelito es que
podré entrar a ese lugar. – Se decía así mismo un joven de cabellos rubios
quien miraba extrañado el tiquete que tenía en su mano. – Fue muy fácil
sacárselo de la bolsa, ahora lo único que tengo que hacer es evitar que me
vean. – Sonreía feliz por lo que se le había ocurrido. – Fue buena idea el
haberlos seguido, creo que por fin lograré divertirme un poco. Viviendo con
Yami me la pasaba todo el tiempo encerrado, pero ahora siento que tendré más
libertad para explorar nuevas cosas. – Se ocultó al ver que el peliverde
regresaba con una nueva entrada en sus manos y caminaba rápidamente hasta
llegar al lugar donde su amigo lo esperaba. – Esperaré que ellos entren primero
para después entrar yo.
Continuará…
N/A: ¿Hace
bien Mokuba en dejar solo a Joey? ¿Creen que es correcto lo que está haciendo?
¿Cómo creen que lo pueda descubrir cierto gato pulgoso? ¿Noah, logrará conocer
a Joey? ¿Cuál será la actitud de Noah al descubrirlo? Todo esto y más lo iremos
descubriendo en los próximos capítulos, no deben perdérselos.
Mil
gracias a todos ustedes por tomarse su tiempo en leer esta historia, cualquier
duda que tengan solamente deben dejar sus comentarios que yo con mucho gusto
les responderé. Me despido cordialmente y a la vez les mando muchos besos
virtuales y un súper fuerte abrazo de oso virtual. Nos leeremos el próximo
viernes.
Atte.:
KAT.
No hay comentarios:
Publicar un comentario