Capítulo 111: Tú siempre serás mi cachorro…
Notas del capítulo: Cuando el amor de una
pareja es sincera son capaces de superar cualquier obstáculo que se les
presente en la vida, y entre ellos aprenden a resolverlos juntos. ¿Creen que
exista el amor verdadero en la vida real? Si conocen de alguien dejen sus
comentarios.
Declaimer:
Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus
personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta
historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos
personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos ustedes. ^_^
******************************
Horas más tarde…
Un hombre se encontraba en su oficina pero en esta ocasión no estaba
haciendo lo habitual sino más bien se había puesto a hacer otra clase de
actividades.
Eso es mi amor, a
ver agarra mi dedito… ¡Muy bien! ¡Esa es mi niña! Ahora tu mi pequeño Seto. Ah,
miren que fuerza tienen ya. – Jugaba con los niños. – No Kisara, eso no se
hace, no jales de mis cabellos, le duele a papá, si, si, duele mi amor. – Su
voz sonaba toda infantil. – Están creciendo muy rápido y dentro de poco ya
podrán decir sus primeras palabras. Me pregunto, ¿quién de ustedes dos hablará
primero? – Estaba en lo mejor de divertirse con sus hijos cuando el sonido del
teléfono de su escritorio lo interrumpió. – Si diga.
Disculpe que lo
moleste señor Kaiba, acaban de llegar los nuevos inversionistas. – Se escuchaba
la voz de una mujer del otro lado del teléfono.
Bien, hágalos pasar.
Sí señor.
En cuanto el hombre colgó el teléfono se levantó de la silla de su
escritorio con sus hijos en brazos para irlos a poner a su cuna.
Papá tiene que trabajar,
no llores mi pequeño Seto, les prometo que me desocuparé rápido para seguir
jugando con ustedes. Ya, ya mi niño. – Lo volvía a cargar en sus brazos para
tranquilizarlo, en eso estaba cuando dos hombres entraban a su oficina.
Buenas tardes señor
Kaiba.
Buenas tardes. –
Respondió con seriedad.
¿Pero qué es esto?
Aquí parece una guardería. – Manifestaba uno de los hombres.
Señor Kaiba, ¿qué
significa esto? – Le cuestionaba la otra persona.
Como verán, estos
son… – No pudo terminar de hablar porque fue interrumpido.
Con todo respeto
señor Kaiba, a nosotros nos informaron que usted es una persona bastante seria
y formal a la hora de hacer negocios, también nos dijeron que usted no se
distrae con nada y siempre está atento a escuchar las ofertas de sus clientes. Y
lo que estamos viendo aquí es todo lo contrario a lo que nos han dicho.
El castaño seguía cargando a su hijo en sus brazos, si no fuera
por él hace ratos que hubiera explotado mandando todos al diablo.
¿Qué derecho tiene
usted de hablarme de esa manera? – Ponía el niño en su cuna al lado de su
hermanita.
Señor Kaiba, quiero
que entienda que los niños son… Como decirlo para que no suene tan ofensivo…
Son una molestia. –
Intervino el otro hombre.
Ah sí, gracias, son
una molestia, sólo sirven para distraerlo de sus obligaciones, en otras
palabras son un estorbo que no sirven para nada. Si yo fuera usted los mandara
a sacar inmediatamente de aquí. – Demandaba el recién llegado con autoridad. –
Dese cuenta que no son más que unos mocosos culo cagados, ahora imagínese si
serán hijos de algún doncello repugnante por ahí. ¡Qué horror! No me gustaría
saber que usted le sirve de niñera a uno de esos. – El castaño rechinaba los
dientes con fuerza y al mismo tiempo apretaba sus manos con fuerza haciéndolas
puño.
“Si este maldito
desgraciado sigue abriendo su estúpida boca para decir más estupideces
personalmente lo sacaré de aquí a patadas”. – Pensaba para sí mismo.
Lo que mi colega
quiere decir es que los doncellos son una vergüenza para nuestro género, para
la mujer y para toda la raza humana. Los hijos de doncellos no son muy bien
visto en nuestra sociedad.
Estoy de acuerdo con
lo que acaba de decir mi socio, aunque viéndolo desde el otro lado de la moneda,
los doncellos para lo único que sirven es para que nos podamos divertir y
satisfacernos cuando nos llegan a aburrir las mujeres, son tan sumisos que
podemos tratarlos como se nos dé la gana, están hechos para aguantar cualquier
tipo de maltrato y golpes que le demos, sin mencionar que siempre están
dispuesto a ser nuestra puta en la cama. Es tan divertido maltratar a los
doncellos que hasta se ha convertido en un pasatiempo.
¿Te acuerdas cuando
salías con aquel doncello?
Como olvidarlo, fue
tan estúpido que creyó que lo nuestro era serio y que me iba a casar con él.
Fue tan idiota al desafiarme y por eso obtuvo su merecido, aprendió tanto la
lección que hasta llegó a pedirme perdón de rodillas.
Ambos hombres se reían burlonamente.
Pero bueno, creo que
nos hemos salido demasiado del tema.
Tienes razón amigo,
quizás el señor Kaiba tenga una buena explicación del por qué tiene a unos
bodoques con patas dentro de su oficina.
El punto es que nos
interesamos en invertir en su compañía porque es una de las mejores a nivel
mundial, y como hemos escuchado buenas referencias de parte suya fue que nos
animamos a viajar hasta la Ciudad Domino para conocer la clase de inversión que
vamos hacer.
Si eso era todo lo
que van a decir únicamente les voy a pedir una sola cosa. – Su voz sonaba calmada
e intimidante a la vez.
Antes que nos la
pida, podría sacar esas dos basuras que tiene ahí. – Señalaba los bebés de
manera despectiva. – En lo personal me desagradan los niños, sólo sirven para
mearse, cagarse, llorar, joder, comer, vomitar y destruirle la vida a cualquier
hombre de negocio.
Está bien, les
concederé su deseo. – Sonrió con maldad en lo que caminaba a su escritorio,
agarró el teléfono para luego apretar un botón. – Roland, quiero que vengas a
mi oficina de inmediato y por favor ven acompañado por dos guardaespaldas más.
Sí señor. – Se
escuchó del otro lado del teléfono.
En menos de cinco minutos entraban tres hombres a la oficina del
CEO.
Creo que ha
exagerado señor Kaiba.
Para sacar a dos
engendros como esos no era necesario llamar tantos guardaespaldas.
¿Qué desea señor?
Retírame a estas dos
basuras de aquí inmediatamente.
A sus órdenes señor.
OIGA, ¿QUÉ LE PASA?
QUÍTEME LAS MANOS DE
ENCIMA. – Gritaban ambos hombres.
¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?
¿CÓMO SE ATREVE A
TRATARNOS ASÍ SEÑOR KAIBA?
No pienso ni debo
hacer ninguna clase de negocios con unas ratas como ustedes, así que pueden
largarse por donde vinieron.
ESTÁ COMETIENDO UNA
GRAN EQUIVOCACIÓN.
ES QUE NO SE DA
CUENTA QUE NUESTRA INVERSIÓN TAMBIÉN LE PUEDE TRAER GRANDES BENEFICIOS PARA
USTED Y SU EMPRESA.
NO ME INTERESA,
AHORA SÁQUENLOS DE AQUÍ. – Gritó furioso provocando que los bebés se asustaran.
A la orden señor.
Una vez que salieron, el ojiazul se acercó a sus hijos para
calmarlos.
Perdónenme por haberlos
asustados, ya mis amores, ya no lloren. – Los cargaba en sus brazos. – Papi ya
no está enojado porque ya se fueron esos hombres feos y malos. – Los niños se
fueron tranquilizando poco a poco.
******************************
¿Estás bien?
Si.
Me preocupé al verte
salir un poco serio.
Es que sentí que la
terapia de este día fue bastante fuerte, la verdad es que el Licenciado Shada
me dio un buen regaño. – Tenía la mirada en el suelo.
¿Y ese regaño fue a
mi favor o fue a tu favor? – Trataba de animarlo un poco.
Fue a tu favor. –
Musitó.
La otra persona lo agarró del mentón para que lo viera a los ojos.
Déjame decirte que
yo también tuve mi regaño.
¿De verdad?
Si, y fue a tu
favor. – El joven albino sonrió ante las palabras de su novio. – Me gustas más
cuando sonríes mi amor.
No digas eso Baki
que me apenas.
Únicamente te digo
la verdad. ¿Te gustaría ir a almorzar conmigo?
El otro se quedó pensando por un buen rato.
¿Sabes que me
gustaría?
A ver dime, que te
gustaría.
Quiero que vayamos a
tu departamento para poderte cocinar.
¿Estás seguro?
Si.
En ese caso vamos.
Baki.
Dime.
Hay algo que he
querido preguntarte.
Pregúntame lo que
quieras.
¿Por qué decidiste
ayudar a Yūgi?
El hombre detuvo su caminar al escuchar la pregunta, y volteándose
para ver a su novio le respondió.
Tú conoces muy bien
mi pasado y por ende sabrás como fue que hice mi fortuna, y la logré hacer
matando a muchas personas, por esa razón… – El joven prestaba atención a lo que
su pareja le decía. – Es que gracias a ti puedo usar ese mismo dinero para
salvar una vida y no para quitarla.
¿De verdad estás
hablando en serio? O solamente me lo dices para quedar bien conmigo.
Yo no necesito
quedar bien contigo, porque no tengo nada que demostrarte, así que por ende
estoy hablando muy en serio.
Muchas gracias por
decirme la verdad.
Ryou, si has
decidido en darle una oportunidad a nuestra relación la base fundamental es hablar
siempre con la verdad.
Tienes toda la
razón, aunque te recuerdo que no salvarás una vida sino más bien dos.
Es verdad. –
Acarició su mejilla suavemente.
Es mejor que
caminemos o se nos hará tarde. – Manifestó todo sonrojado.
Está bien, vamos.
******************************
En algún lugar de Ciudad
Domino…
Tuviste buena idea en llamarle al
Doctor Mahādo para que me viera hoy y no mañana.
Quise aprovechar este momento en que
estaría contigo, porque mañana no te iba a poder acompañar.
Eres un amor Noah. – Le da un beso en
los labios.
Afortunadamente el Doctor Mahādo nos
verá después del almuerzo.
Si, tuvimos mucha suerte de que uno de
sus pacientes cancelara su cita.
Es verdad.
Gracias por haber estado conmigo
durante todo el día.
No tienes nada que agradecer Mokuba.
No sé por qué últimamente he estado
cambiando de humor, a veces estoy alegre y a veces triste, pero otras veces me
dan ganas de llorar.
Creo que tiene que ver con los síntomas
del embarazo, pero para estar más seguro se lo podemos preguntar al Doctor
cuando pasemos consulta.
Está bien Noah, y gracias por haberme
sacado a pasear.
No tienes nada que agradecer mi amor,
quiero que estés lo más tranquilo posible y que nuestro hijo se sienta muy
consentido.
Me muero de ganas por saber qué será.
La verdad es que yo no quiero saber.
¿Por qué? – Cuestionó sorprendido. – ¿No
te interesa saber el sexo de nuestro hijo?
No me mal entiendas Mokuba, claro que
quiero saber, pero me gustaría que fuera una sorpresa y descubrirlo hasta que
nazca.
¿No tienes curiosidad?
Presupuesto que sí, pero como te dije
anteriormente prefiero descubrirlo cuando nazca.
Está bien, voy a respetar tu decisión.
Muchas gracias Mokuba.
Te amo mucho mi amor.
Y yo a ti. – Le da un beso en los
labios. – ¿Dónde te gustaría almorzar?
¿Y si nos vamos de una vez al hospital
y comemos en la cafetería?
No, deseo que vayamos a otra parte.
Pero…
Por el dinero no te preocupes.
Pero…
Tú dime a dónde quieres ir.
¿Estás seguro?
Si.
De acuerdo, he oído que por aquí cerca
hay un restaurante en donde venden variedad de comida y deliciosos postres. La
verdad es que se me atoja comer espagueti Alfredo con pollo, jamón, albóndigas,
salsa boloñesa encima, acompañado de jugo de limón, salsa picante, unas gotitas
de aceite de oliva y además que lleve una deliciosa crema chantilly acompañada
de muchas pasas, y si es posible un filete de pescado con abundante ajonjolí
encima, salsa de hongos acompañada de una deliciosa crema de ajo, semillas de
marañón, pistacho y unos cortes de manzana verde. – El peliverde estaba
boquiabierto al escuchar los antojos de su novio. – Y como postre quiero una
enorme rebanada de pastel de chocolate que lleve fresa, mora, melocotón,
arándanos, banano, salsa agridulce revuelta con miel de abeja y jalea de piña.
Perdón amor, pero creo que ya se me
quitó el hambre.
NOAH. – Gritó algo molesto.
Sólo bromeaba, vamos a donde me dijiste
y preguntaremos todo lo que me has mencionado.
Está bien. – Contestó apenado.
Hey, no pongas esa cara amor, perdóname
por lo que dije hace rato, fui un tonto.
Está bien mi amor, te perdono.
Gracias mi vida. – Le da un beso en los
labios. – A ti también te pido perdón mi niño hermoso. – Le acariciaba la
pancita suavemente.
Noah.
Dime amor.
¿Y si es niña?
Si es niña también le pido perdón. – Se
agachó para darle un beso en la pancita de su novio.
******************************
Horas más tarde…
Un hombre caminaba por uno de los pasillos del hospital y a la vez
hacia lo posible por tranquilizarse, aún seguía molesto por el incidente que
pasó en la mañana al llegar esos dos hombres a su oficina.
“Tengo que calmarme
antes de llegar a verlo, definitivamente no puedo entrar de esta manera”. –
Pensaba para sí mismo. – Esos malditos idiotas, cómo se atrevieron a insultar a
mis hijos, y lo peor es que se jactaron de tratar mal a los doncellos, más no
saben que son personas de nobles sentimientos. – Suspiró profundamente para
serenarse, se quedó parado por un buen rato y luego abrió la puerta para poder
entrar al lugar. – Hola mi amor, aquí me tienes tal y como te lo prometí que te
iba a visitar todos los días. Déjame contarte que nuestros hijos están bien,
están creciendo muy rápido, todavía no puedo creer que ya tengan tres meses y
medio, y es el mismo tiempo en el que tú aun no despiertas. – Hacía lo posible
para que su voz no se le quebrara. – Kisara y el pequeño Seto ya me toman los
dedos de mi mano, a Kisara le gusta jalar de mis cabellos y el pequeño Seto le
encanta agarrar su juguete para después tirarlo al suelo. Ambos niños se empujan
con las piernas apoyando los pies cuando se le coloca sobre una superficie
firme, ya empiezan a reconocer a las personas que viven en la mansión, aunque
Kisara sigue todavía de huraña. – Medio sonrió. – No tienes idea de la falta
que me haces, a veces traigo a nuestros hijos para que puedan estar un ratito
contigo, y cuando se tienen que ir se ponen a llorar, es como que si no
quisieran dejarte solo. Mokuba ya lleva cuatro meses y medio de gestación, él
es feliz junto a su novio Noah, se ven que ambos se llevan bien, también me
mandó algunas fotografías tuyas en donde te celebraban tu Baby Shower y donde
celebraban la cena de navidad. – Sin poderlo evitar sus ojos comenzaron a
humedecerse. – Cada vez que miro esas fotografías me hacen pensar lo estúpido
que fui, debí de haber estado contigo en todo momento, y sin embargo no estuve
a tu lado. Te vez lindo estando embarazado, y en esas fotos sales sonriendo muy
contento, pero detrás de tu sonrisa ocultas una inmensa tristeza, y yo soy el
causante de esa tristeza. Si no hubiera sido tan estúpido quizás nada de esto
habría pasado, y estarías a mi lado disfrutando de nuestros hijos. – Se quedó
callado por un segundo. – Por primera vez pasé una navidad sin ti, y por si eso
no fuera poco en ese tiempo no me llevaba con mi hermano, no te imaginas como
se sentía la mansión toda vacía y lúgubre adornada solamente con luces
navideñas y el enorme dragón blanco de ojos azules brillando en lo alto, pero
faltaba lo más importante… Faltabas tú y mi hermano. La verdad es que fue la
peor navidad que he tenido en mi vida, y sabes por qué… Porque sin cachorro… No
hay navidad. – Tragó saliva en seco para
continuar hablando. – A quien trato de engañar, la verdad es que no te merezco
cachorro, el sólo recordar cuántas promesas te he roto se me parte el corazón.
Hace poco estuve viendo el álbum de fotografías de nuestra luna de miel, llevábamos
varios días de estar en París, y ahí solía hablarte de un magnifico lugar
llamado: Islas Seychelles, te
presumía que era una isla muy bonita en donde podríamos haber terminado nuestra
luna de miel. Pero como siempre lo eché todo a perder, porque una semana antes
de viajar recibí una llamada para terminar de cerrar un negocio sumamente importante,
por lo que tuve que cancelar nuestra luna de miel con la promesa de que te lo
iba a compensar. – Sentía un gran nudo en su garganta. – Los años pasaron y
nunca te lo compensé, y sin embargo tu nunca me lo echaste en cara ni tampoco
me reclamaste del por qué había estropeado nuestra luna de miel. No he sido más
que un tonto. La ambición y el poder me cegaron tanto que ya casi no te
prestaba atención, casi no te veía ni te hacia el amor, solía llegar noche a la
mansión y tu como siempre me recibías con una amplia sonrisa, en cambio yo te
hacia a un lado diciéndote lo cansado que venía y que no tenía humor para nada,
que si tenías algo que decirme que lo podíamos hablar en la mañana. Una mañana
que nunca llegaba. – Apretaba sus manos sobre sus piernas con todas sus
fuerzas. – Cuando la empresa entró en crisis fue ahí que más me dedicaba a
trabajar buscando la manera de poderla fortalecer para que siguiera siendo la
número uno en todo el mundo… ¿Y todo para qué? Para llegar a perder lo más
valioso que tenía en la vida, para desilusionarte, lastimarte y romper tu
corazón varias veces, ahora me doy cuenta que he sido un grandísimo tonto. –
Cerró sus ojos con fuerza tratando de tranquilizarse, su cuerpo temblaba debido
al llanto. – Ni con toda mi fortuna iba a poder recuperar lo más valioso de mi
vida, y que estaría solo pagando las consecuencias de mis actos, no iba a ver
nadie que pudiera tenderme una mano… Esas fueron las palabras de mi hermano, y
tenía razón… Demonios, ¿por qué no lo escuché? ¿Por qué no le presté atención a
sus advertencias? ¿Por qué no fui a buscarte desde el comienzo? No tienes idea
de lo arrepentido que estoy, perdóname por favor. Hoy comprendo las palabras de
Marik y de Mokuba cuando ellos me decían que no te merezco, y que a la larga no
cumplía con mis promesas y tú siempre te quedabas callado quizás esperando a
que cumpliera con algunas de ellas, y aun así seguías confiando en mí. Tanta es
la confianza que me tenías que me encargaste a nuestros hijos para que cuidara
de ellos, creo que es la única promesa que no he roto. – Se limpiaba las lágrimas
con sus manos. – Perdóname por haberte hecho la vida imposible, perdóname por
ponerte condiciones absurdas en la demanda del divorcio, mi único objetivo era
que tu llegaras a verme, que llegaras todo enojado reclamándome el porque te
pedía todas esas cosas, mi intención era mirarte por última vez, y escuchar tu
voz una vez más. Sin embargo no tenía idea de que por esa estupidez casi
pierdes la vida y a tus bebés. – No pudo más y comenzó a llorar
desconsoladamente. – No quiero perderte, te amo cachorro, no te imaginas la
angustia que tengo que pasar a diario preguntándome una y otra vez, ¿qué pasará
cuando logres despertar? ¿Querrás volver a estar a mi lado? ¿Podrás perdonar a
este idiota? ¿Me darás una segunda oportunidad? La verdad es que tengo miedo de
que ahora seas tú el que quiera divorciarse de mí, el que seas tú que no me
permita ver a mis hijos, no podría vivir sin esos pequeños angelitos, mi vida
no sería la misma sin ellos y sin ti. No quiero perderlos, ustedes lo son todo
para mí, quiero que entiendas que eres el único que le da calor, color y
alegría a mi vida, eres el único que sabe entenderme, escucharme y soportar mi
mal humor, te necesito cachorro, por favor no te apartes de mí lado, esta vez déjame
compensarte todos mis errores, déjame demostrarte que si cumpliré con todas mis
promesas, y que esta vez no pienso dejarte solo, porque tú lo eres todo para
mí. ¿Qué haría yo sin ti? ¿Qué puedo hacer para volverme a ganar tu perdón? Por
favor cachorro, abre tus ojos, ¿es que de verdad no quieres verme? Porque yo si
muero por abrazarte, besarte, tocarte, oír tu voz y ver esos ojos mieles que
tanto me gustan. – Agarró su mano suavemente para llevársela a su mejilla y ahí
darle un beso. – Por favor, vuelve a mi lado, si despiertas te prometo que nada
ni nadie nos volverá a separar jamás, esta vez lucharé con todas mis fuerzas
para enamorarte de nuevo, tal y como lo hice en aquella ocasión, ¿te acuerdas?
¿Recuerdas cuando fue nuestra primera cita? ¿Recuerdas cuando te me declaré?
¿De cuáles fueron mis palabras? ¿Y de cómo me sentía nervioso al estarte
confesando mi amor? Ese día te repetía una y otra vez que tú… – Se quedó
callado por un buen rato, tenía la cabeza agachada apoyando su rostro en la
mano de su esposo, tratando inútilmente de calmar su llanto, tan metido estaba
en sus pensamientos hasta que una débil voz los sacó de ellos.
Tú siempre serás mi
cachorro…
Continuará…
N/A: ¿Qué creen que vaya a pasar? ¿Desean que queden juntos? ¿Qué
quieren que sea el bebé de Mokuba, niño o niña? ¿Hizo bien el neko al defender
a sus hijos de esos hombres? Como que Noah metió las cuatro la decir que ya se
le había quitado el hambre… XD… Todo esto y más lo iremos descubriendo en el
siguiente capítulo. Los invito para que no se pierdan la continuación de esta
interesante historia, no olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto
les responderé.
Me voy despidiendo cariñosamente de todos y cada uno de ustedes,
cuídense mucho y pórtense bien, no salgan de casa al menos que sea
estrictamente necesario. Les mando muchos besos virtuales y una súper mega
ultra abrazo virtual desde la distancia.
Atte.:
KAT.
No hay comentarios:
Publicar un comentario