viernes, 7 de mayo de 2021

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…



Capítulo 106: Tú vienes conmigo… II parte.

 

 


AVISO IMPORTANTE: Este capítulo tendrá argumentos fuertes, sádicos, dolorosos y hasta perturbadores, así que antes de leerlo… Te sugiero que lo pienses bien antes de continuar… No me hago responsable por traumas psicológicos, depresiones o pesadillas que puedan tener en las noches… No es recomendable para personas que sean sensibles, ni para aquellos que no soporten la violencia… Leer bajo su propio riesgo. Soldado avisado, no muere en guerra.

 

 

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

******************************

 

Horas más tarde…

 

         Les agradezco mucho que hayan venido a ver a mi novio.

 

         No tienes nada que agradecer Noah.

 

         Me di cuenta que sus vivitas lo animaron bastante.

 

         ¿En serio? ¿Por qué?

 

         Casi no le gusta estar encerrado.

 

         Pero él sabe que es por su propio bien.

 

         Es verdad, tiene que cuidarse mucho y seguir las indicaciones del médico al pie de la letra.

 

         Claro que sí, él y yo las estamos siguiendo.

 

         Ahora ya sabes que tienes que cuidarlo muy bien.

 

         Malik, no empieces por favor.

 

         Déjame Marik, Noah tiene que saber todos los cuidados que un doncello debe de tener.


         ¿No crees que todo eso ya se lo habrá dicho el médico?

 

         Supongo que tienes razón.

 

         Está bien Marik, tu esposo solamente se preocupa por mi novio y lo agradezco infinitamente que lo haga.

 

Hubo un pequeño silencio, y antes de que uno de los presentes hablara llegaba otra persona al lugar…

 

         Hola.

 

         ¡Mokuba, qué haces fuera de la cama! – El peliverde fue el primero en salir corriendo a recibirlo.

 

         Mokuba Kaiba, tu novio tiene mucha razón, no deberías de estar aquí.

 

         Lo siento, es que allá arriba me aburría mucho.

 

         Ven amor, siéntate aquí por favor.

 

         Gracias.

 

         ¿Estás bien?

 

         Si Marik, estoy bien. Por cierto, ¿dónde está mi hermano?

 

         Fue al hospital a visitar a Joey.

 

         Como me hubiera gustado haberlo acompañado.

 

         Pronto lo harás mi amor.

 

         ¿Dónde está Shādī?

 

         En el jardín junto con Mana y tus sobrinos.

 

         Quiero ir al jardín.

 

         Amor, mejor regresa a la cama, no es bueno que camines demasiado.

 

         Por favor Noah.

 

         Pero…

 

         De verdad me siento bien.

 

         De acuerdo, prométeme que si te llegas a sentir cansado me lo hagas saber inmediatamente.

 

         Te lo prometo mi amor.

 

         Si ese es el caso vamos todos al jardín.

 

         Siiiiiiiiiiiiiii, y luego le pediré de favor a Mana que nos prepare unos refrescos para comer ese delicioso pastel que trajeron.

 

         No cabe duda que te están comenzando los antojos.

 

         ¿Y eso es malo?

 

         Claro que no Noah, eso es muy normal en personas embarazadas.

 

         Así es mi amor, acuérdate que Joey solía tener muchos antojos.

 

         Pero casi no los sufrió mucho.

 

         ¿Qué quieres decir con casi?

 

******************************

 

En algún lugar de ciudad Domino…

 

Alguien tocaba la puerta con insistencia, la persona que se encontraba del otro lado gritaba:

 

         YA VOY, YA VOY. Esta Tea, de seguro olvidó sus llaves por salir tan rápido. – Se decía así mismo en lo que abría la puerta encontrándose con una desagradable sorpresa. – Ya… Mi…

 

         Hola Yūgi, he venido por ti, así que vámonos.

 

         ¿A dónde? – Hacia lo posible para que su voz no se le quebrara.

 

         Nos iremos de esta estúpida ciudad, ya hice algunos arreglos para que vinieras conmigo.

 

         Yo no iré contigo a ninguna parte.

 

         No digas tonterías y date prisa porque no tengo mucho tiempo.

 

         Lo siento mucho Yami, pero te tendrás que ir tu solo.

 

         Mira estúpido, no agotes mi paciencia, eres mi esposo y te guste o no vas a venir conmigo.

 

         Ya te dije que no, así que mejor vete. – Estaba por cerrarle la puerta pero la otra persona se lo impidió.

 

         Por un demonio Yūgi, tú vienes conmigo por las buenas o por las malas. – Le sujetó el brazo con fuerza.

 

         No, suéltame Yami, suéltame por favor.

 

         Ya cállate. – Le da un puñetazo en la cara, y aprovechó el momento para poder entrar a la casa.

 

         ¿Por qué? ¿Por qué me lastimas?... Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         ¿Tú no aprendes, verdad Yūgi? Eres tan estúpido que ni siquiera puedes cumplir una simple orden.

 

         Por favor Yami, déjame en paz.

 

         ¿Dejarte en paz? Mira inútil, el día que te deje en paz va ser el día cuando tú me obedezcas. Que no se te olvide que eres mi esposo, y aquí quien manda soy yo y te recuerdo que estaremos juntos por siempre en las buenas y en las malas.

 

         Yo no quiero ir contigo… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         ¿Por qué? Dímelo semejante estúpido. – Le da otro golpe en la cara. – ¿Acaso te quieres ir a revolcar con ese muerto de hambre?

 

         ¿Cuál muerto de hambre? ¿De qué estás hablando?... Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         Vi claramente como le coqueteabas a ese estúpido mesero.

 

         Solamente fui amable con él.

 

         No me quieras ver la cara Yūgi, ¿tú crees que yo soy pendejo?

 

         No… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Todo su cuerpo temblaba, era increíble que le tuviera miedo a la persona que una vez amó.

 

         Si tanto te gusta tener sexo en ese caso te voy a complacer mi amor.

 

         No Yami, por favor no lo hagas… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Suéltame Yami por favor.

 

         Ya cállate maldito infeliz. – Lo tiró con violencia al suelo para patearlo sin ninguna clase de consideración.

 

         AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH… YA NO ME PEGUES POR FAVOR.

 

         Te golpearé las veces que sea necesario, deberías de aprender del estúpido de Joey, el sí puede complacer al estúpido de Kaiba porque el si aprendió todas las cosas que Valon le enseñó. En cambio tú... No has podido complacer a tu propio marido. – Lo seguía golpeando cada vez más fuerte.

 

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh… Yami, déjame por favor, me duele… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Ya no me golpees por favor… Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh… Si alguna vez me amaste te pido por favor que ya no me lastimes.

 

         No digas estupideces. – Le da una fuerte patada en la boca del estómago viendo divertido como su esposo escupía sangre por la boca. – Ven acá inútil. – Jalaba de sus cabellos con fuerza.

 

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh…

 

         Vez como te digo lo inútil que eres, no sirves para nada, te apuesto que Kaiba no trata mal a Joey porque el si le obedece en la cama y lo sabe complacer, en cambio tú te niegas a complacerme, a mí que soy tu marido.

 

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Eso no es cierto, y por favor ya no me compares con Joey… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… 

 

         Maldito idiota, si te comparo con ese imbécil fracasado es para que veas hasta dónde ha llegado él y hasta dónde has llegado tú, y por si no te has dado cuenta has quedado muy por debajo de él. – Lo volvió a sujetar del pelo y comenzó a arrastrarlo por toda la casa.

 

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Yami, por favor detente… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Perdóname por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Pienso complacerte, pero por favor ya no me golpees… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         Vez como ya estas aprendiendo mi amor. – Manifestó con sarcasmo. – Indícame cuál es tu habitación. Qué esperas maldita perra. – Lo zarandeaba con fuerza.

 

         Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh… Esa, esa de allá.

 

         Bien, vamos. – Caminaba deprisa llevándose a su pareja a rastras por los pelos.

 

******************************

 

         Joey casi no tuvo antojos, ni mareos, náuseas, cansancio, entre otras cosas.

 

         Mmm… Creo saber por qué.

 

         ¿Cómo es que lo sabes Marik?

 

         Mokuba te lo puede explicar mejor que yo.

 

         Anda Mokuba, no nos dejes con la duda.

 

         Eso era porque mi hermano tuvo todos los síntomas que Joey debía de tener.

 

         ¿Estas bromeando, cierto?

 

         No bromeo mi amor, acuérdate la vez que discutimos en su oficina y se desmayó.

 

         Es verdad, ya lo recuerdo y yo que creí que estaba enfermo.

 

         Al principio yo pensé lo mismo, pero cuando el Doctor me dijo los síntomas fue ahí que saqué mis propias conclusiones.

 

         Baia, baia, baia, la vida misma le estaba advirtiendo que pronto iba ser papá.

 

         Si, y ni aun así entendió el mensaje.

 

         Y ahora qué piensa de todo eso.

 

         La verdad es que no se lo he preguntado Malik.

 

         Lo más seguro es que ya lo ha de haber olvidado.

 

         Supongo que tienes razón Noah.

 

******************************


         Pensaba llevarte conmigo por las buenas, pero en vista a que me has desobedecido me has obligado a castigarte.

 

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Noooooooooooooooooo, no por favor, no me hagas daño… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Perdóname por favor… Iré contigo a donde tú quieras… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         Eso debiste de haberlo pensado antes de desobedecerme. – Se relamía los labios con lujuria, el sometido estaba completamente desnudo con sus manos atadas al respaldo de la cama. – Más te vale que no te hayas atrevido a engañarme o tu castigo será mucho peor.

 

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… FUISTE TÚ QUIEN ME ENGAÑASTE. – Le escupió en la cara.

 

         Maldito estúpido. – Le dio un puñetazo en la cara, el golpe hizo que le comenzara a sangrar la nariz. – Tú a mí me respetas, de seguro Joey nunca se comportó de esa manera con su esposo.

 

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… YA DEJA DE COMPARARME CON ÉL, ESTOY HARTO QUE SIEMPRE LO ESTÉS HACIENDO. YO NO SOY COMO EL IMBÉCIL DE JOEY. – Gritaba con odio.

 

         Por primera vez te doy la razón inútil, tú no eres como él, ¿y sabes por qué? – Le acarició suavemente la cara para después agarrarle con fuerza de sus cabellos y hacer su cabeza hacia atrás. – Porque el sí pudo sacarle provecho a su suerte, porque el sí supo usar la cabeza y comportarse como una puta en la cama con el imbécil de Kaiba. En cambio tú, no sirves ni como prostituta barata, pero eso ha sido en parte mi culpa por no haberte exigido a que lo hicieras. Sin embargo mi querido Yūgi, nunca es tarde para aprender, y hoy vas a ser mi puta, mi esclavo sexual haciendo todo lo que yo te diga.

 

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… PÚDRETE YAMI.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja. – Se rio con ironía. – Ya verás que dentro de poco no dirás lo mismo porque haré que grites de dolor y placer, vas a gritar por más, vas a desear tener todo mi pene dentro de tu interior, gritarás como la puta que anhelo que seas, gritarás que te parta tu culo por la mitad y te penetre con toda mis fuerzas hasta que quedes afónico.

 

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Noooooooooooooooooooooooooooooooooooo… Por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Buscaba la manera de soltarse pero todo era inútil. – No lo hagas por lo que más quieras.

 

         A las perras como tú las trato como se me dé la gana.

 

         Ponte un condón Yami, por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…


         ¿Ponerme un condón? Debes estar bromeando, he venido a complacer tu sueño mi amor. – Expresaba con sarcasmo.

 

         ¿Qué quieres decir con eso? – Preguntó estupefacto.

 

         ¿Ya no te acuerdas que deseabas tener un hijo mío?

 

El joven estaba atónito por lo que escuchaba.

 

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Ssi… Pero no así, no de esta manera… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Quería que concibiéramos un bebé con mucho amor y cariño.

 

         Y lo tendrás Yūgi, vas a recibir todo el amor y cariño que te puedas imaginar. – Sonreía con malicia.

 

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Noooooooooooooooooooooooooooooooooooo… Por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… – Se retorcía de un lado a otro sobre la cama. – No lo hagas por lo que más quieras, ya no quiero tener un hijo tuyo, por favor Yami ponte un condón.

 

         Ya cállate, en vez de decir tantas tonterías ábreme las malditas piernas. – Se posicionaba entre sus piernas para poderlo penetrar.

 

         AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH… Dueleeeeeeeeeee… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Duele, duele mucho, sácalo Yami, por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Por favor sácalo… Aaaaaaaaahhhhhhhhhhh… Me estas lastimando… No me la metas tan duro… – Gritaba todo adolorido al sentir como el pene de su esposo entraba bruscamente en su interior lastimándolo de sobremanera.

 

         No pienso sacarlo, oh si, ¿cuándo fue la última vez que lo hicimos de esta manera?… Aaaaaahhhh, aaaaaahhhh, aaaahhhh, apenas estoy comenzando y tú ya te estas mojando como la perra que eres, aaaaahhhh, aaaaahhhh, aaaaahhhh, sabía que te iba a gustar Yūgi, aaaahhhh, aaaaahhhh, oh sí, me doy cuenta que no me has engañado con nadie, puedo sentir lo estrecho que estas mi amor, aaaaahhhh, aaaaahhhh, aaaaahhhh, siento como me lo estas apretando muy rico, aaaaahhhh, aaaaahhhh, aaaaahhhh… Me encanta sentir la calidez de tu ano y de cómo tu esfínter se contrae ante mis embestidas. – Las sanguinarias y salvajes penetraciones seguían, el hombre le sujetaba con firmeza sus caderas y lo movía desenfrenadamente lastimándolo cada vez más. Salía y entraba con más fuerza, importándole un cuerno los gritos del otro.

 

         AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH… DUELE MUCHO… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… SÁCALO POR FAVOR… SIENTO QUE ME ESTÁ DESGARRANDO LAS ENTRAÑAS… AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYY… – Se movía de un lado a otro tratando de minimizar el dolor. – PARAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA… POR... Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… POR FAVOR... ME... ME DUELE MUCHO YAMI… ME... DUELE MUCHO… DETENTE POR FAVOR, YA NO SIGAS… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… POR... FAVOR… YA… NO… BASTA POR FAVOR… NO SIGAS… TE LO SUPLICO… AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH... ASÍ NO POR FAVOR, NO ME LA METAS TAN DURO YAMI POR FAVOR, NO SEAS TAN BRUSCO CONMIGO… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH... SI SIGUES ASÍ ME PARTIRÁS EN DOS… AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH... – Cada grito que el joven daba, excitaba aún más a su dizque esposo, y éste aumentó la fuerza de sus embestidas solamente para escucharlo gritar más fuerte.

 

         Oh si, anda mi querida puta, quiero que acabes conmigo, aaaahhhh, aaaahhhh, aaaahhhh… Esta vez pienso llenarte tu culo con mi semen, te daré tanto que no te va caber.

 

         No por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… No termines dentro de mí… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Si lo haces me dejarás embarazado… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Sácalo Yami por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… No te corras dentro de mí… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif…

 

         No seas estúpido. – Le dio un fuerte golpe en la boca del estómago. – No lo voy a sacar porque pienso correrme dentro de ti, quiero que sientas mi semen en tus entrañas, te daré tanto para que puedas quedar embarazado Yūgi, agradéceme que por fin estoy cumpliendo tu sueño mi amor.

 

         Por favor Yami, sácalo por favor… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… No te corras dentro de mí. No quiero quedar embarazado… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… No quiero, no quiero, no quieroooooooooooooooo…

 

         Cállate. – Le dio otro golpe en el estómago. – Tú a mí no me das órdenes y puedo hacer con tu culo lo que se me dé la gana… aaaahhhh, aaaahhhh, aaaahhhh, mmm, mmm, mmm…  Me correré todas las veces que quiera hasta dejarte preñado… aaaahhhh, aaaahhhh, aaaahhhh, mmm, mmm, mmm… Oh si, tú también estas por terminar porque me lo estas apretando muy rico…Eres sumamente delicioso mi amor.

 

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Si quedo embarazado te juro que soy capaz de abortarlo.

 

El hombre se detuvo en seco al escuchar esas palabras, agarró a su pareja de sus cabellos para obligarlo a que lo viera a los ojos, posteriormente le dijo:

 

         Si haces eso soy capaz de matarte con mis propias manos Yūgi, pobre de ti si matas a mi hijo.

 

         Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… Jamás tendré a ese bastardo, no traeré al mundo un maldito engendro que va ser producto de una violación.

 

         Cállate, cállate, cállate. – Le golpeaba la cara una y otra vez, su puño se teñía de sangre pero se detuvo al ver a su esposo casi inconsciente. – Eso sí que no, no tienes permitido de desmayarte mi amor. – Volvió a penetrarlo con violencia.

 

         AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH… DUELE… SÁCALO POR FAVOR… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… DETENTE POR FAVOR YAMI… Snif, snif, snif, snif, snif, snif, snif… YA NO ME LA SIGAS METIENDO TAN DURO… DUELEEEEEEEEEEEEEEEEEE…

 

Después de un buen rato, el hombre estaba por terminar al igual que la persona que se encontraba debajo de su cuerpo…

 

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH    AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH

 

Ambos derramaron su semilla, el hombre lo hizo dentro del trasero de su pareja, y éste se derramaba sobre su pecho. Yūgi estaba a punto de perder el conocimiento, se sentía muy cansado, sus piernas temblaban, su mente estaba en blanco al sentir como todo el semen mezclado con su sangre bajaba por sus piernas, se sentía a morir y le aterraba la idea de que quedara embarazado. Yami salía bruscamente dentro de él, miraba divertido como salía su esencia mezclada con sangre y de como lo había lastimado.

 

         Esto aún no termina mi querido Yūgi…

 

         Ya… No… Más… – Expresó sin fuerzas.

 

 

Continuará…

 

 

N/A: Hola mis queridos lectores, ¿me extrañaron? Porque yo si los extrañé mucho, es increíble como pasa el tiempo, hace una semana que acaba de terminar el mini especial y ya estamos terminando otra semana más. Uuuhhhh, mayo sí que va rápido…

 

Cambiando de tema, sé que ha sido un capitulo bastante fuerte esperando no incomodar a nadie, las advertencias la encontrarán al principio de este episodio. ¿Qué creen que vaya a pasar? ¿Qué final quieren para Yami y Yūgi? ¿Hizo bien Mokuba salirse de cama? ¿Se habrá dado cuenta el gato pulgoso del por qué tenía muchos malestares al principio? Todo esto y más lo sabremos en los siguientes capítulos, los invito para que no se pierdan la continuación de esta interesante historia. Mil gracias por acompañarme desde el inicio, gracias por su apoyo, sus consejos, por las correcciones que me hacen, sus comentarios, en fin, por esto y muchas cosas más quini mil gracias a todos ustedes, los quiero mucho.

 

 

Ahora si me despido con mucho cariño, les mando muchos besos virtuales y un fuerte abrazo de oso desde la distancia, recuerden no bajar la guardia, lleven puesta siempre su mascarilla, no salgan de casa sin su botecito de alcohol gel, lávense las manos con agua y jabón y saniticense antes de entrar a sus hogares. Nos leeremos el próximo viernes, y pórtense muy bien.

 

Atte.:

 

          KAT.


No hay comentarios:

Publicar un comentario