martes, 11 de diciembre de 2018

LOS OJOS… SON EL REFLEJO DEL ALMA...





Capítulo 34: Que empiece la cacería… Una nueva búsqueda está por comenzar… II parte.



Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…


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Tres días después…

Ryou, ¿podemos hablar?

Claro hermano, pasa.

Gracias.

Sobre qué quieres hablar.

Pues verás, yo… He estado muy preocupado por ti y la verdad es que no me gusta ver como andas arrastrando la cobija por toda la mansión.

Hermano, yo…

Ya estoy enterado de que tuviste una pequeña discusión con tu novio.

¿Quién te lo dijo?

Nuestra hermana, ella logró ver al joven Pegasus antes de que se fuera.

Es verdad Marik, tuve una pequeña discusión con él.

No preguntaré el motivo del por qué se pelearon, porque sigo confiando en ti.

Gracias.

Lo que si te puedo decir es que no me gusta verte todo deprimido.

Es que lo extraño mucho Marik.

Es natural que lo extrañes, y estoy más que seguro que el también te ha de extrañar mucho.

¿De veras lo crees?

Por supuesto que sí.

Entonces, ¿por qué no ha venido a verme?

A ver, dime una cosa, ¿quién de los dos tuvo la culpa? – El menor bajó un poco su mirada. – No es necesario que me respondas, solamente quiero que pienses en eso, porque lo correcto sería que quien empezó la discusión, es quien debe de disculparse. Entiendes lo que trato de decirte.

El menor medio sonrió al escuchar las palabras de su hermano mayor, mientras asentía con la cabeza.

Así que anda, quita esa carita que tienes, y no permitas que una relación tan hermosa se destruya por un mal entendido.

Muchas gracias Marik.

De nada mi niño, ahora quiero que bajes a cenar.

Está bien.

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En algún lugar de Ciudad Domino…

Buenas noches, se encuentra Bakura.

Claro que si joven, pase por favor.

Muchas gracias.

Hola Yami, ¿cómo estás?

Muy bien Noah, ¿y tú?

Bien, muy bien, has venido de paso o te quedarás a cenar.

Vine para poder cenar con ustedes.

Que bien, oye puedo pedirte un favor.

Claro que si, a ver de qué se trata.

Se trata de mi hermano mayor, últimamente lo he notado muy cambiado, todo el tiempo está enojado y no quiere hablar con nadie, ni siquiera conmigo.

Sé a qué te refieres, tú no te preocupes, yo hablaré con él para…

Justo en ese momento, se escuchó una voz muy seria.

Noah, ya te he dicho que no debes inmiscuirte en problemas ajenos, mucho menos si se trata de cosas de adultos.

Hermano, discúlpame por favor, yo sólo…

No eres más que un niño metiche, que lo único que haces es estorbar, me tienes arto con tus juegos infantiles, eres un fastidioso que tiene que estarse metiendo en la vida de los demás, así que lárgate inmediatamente a tu alcoba… ¡AHORA! – Gritó exaltado.

El joven salió corriendo con lágrimas en los ojos, dejando al recién llegado boquiabierto.

No debiste hablarle de esa manera.

Es mi hermano, y puedo hablarle y tratarlo como yo quiera.

Pues no estoy de acuerdo contigo. Yo que tú me fuera en este instante a disculparme con él.

No tengo por qué hacerlo, de todas maneras ya me tiene arto que todo el tiempo este siguiéndome, preguntándome que es lo que me pasa, es que acaso no puede dejarme en paz.

No.

¡Ja! Tu que vas a saber si nunca has tenido hermanos. – Al decir esto último, el albino se dio cuenta que se había pasado esta vez con su amigo. – Yami, discúlpame, no debí de decirte eso.

Eres un idiota, no tienes que recordarme que yo nunca he tenido hermanos.

Si tienes razón, discúlpame por favor.

Vez que fácil es disculparse.

¿Eh? ¿No estás molesto?

Sí que eres idiota, es cierto que yo no tengo hermanos de sangre, pero te tengo a ti que te considero como si fueras mi hermano mayor.

El albino se sonrojó ante lo que le decía su amigo.

Tú también eres como un hermano para mí.

Qué bueno, me alegra oír eso, ahora te ordeno que vayas a la habitación de Noah y te disculpes con él.

De acuerdo, tienes razón, no debí de hablarle de esa manera. Enseguida regreso.

En cuanto el albino se fue, la otra persona se alegró de que su amigo le hiciera caso.

“Y yo que logré a pensar que podía ser el único que te podía calmar, pero ahora me doy cuenta que ya hay otra persona que te ha hecho cambiar por completo”. – Esto último lo pensó para sí mismo mientras se sentaba en uno de los sillones de la sala.

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“No he dejado de pensar en las palabras que me ha dicho tu padre, sé que no es correcto hacerme ilusiones, pero no puedo evitar sentir esta felicidad tan grande que de alguna manera sabes que estoy a tu lado velando tus sueños… ¡Oh, mi amado! Duerme tranquilo esta noche que yo estaré aquí contigo a la par tuya para que tú puedas descansar. Cachorro, te amo, te amo como nunca en mi vida he amado, créeme que hago un gran esfuerzo por no abrazarte en estos momentos y decirte cuan arrepentido estoy de haberte ofendido tanto. No pierdo las esperanzas, de que un día tu y yo estaremos juntos y que recuperaremos todo el tiempo perdido. Duerme mi amado cachorro, duerme plácidamente porque mientras viva, no dejaré que nadie, absolutamente nadie te vuelva a lastimar”. 

Todo esto lo pensaba un joven de cabellos castaños y ojos azules, quien se encontraba sentado en una silla a la par de una cama viendo dormir al amor de su vida.

“De alguna manera, no sé cómo, haré que vuelvas a sonreír de nuevo y que seas aquel muchacho jovial que eras antes, porque lo que más deseo en este mundo es verte feliz”.

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A la mañana siguiente…

Un nuevo día estaba por comenzar, cierto joven albino casi no había podido dormir en toda la noche, se la pasó pensando en todo lo que había ocurrido con su novio y a la vez pensaba en las cosas que su hermano le había dicho… Aun se sentía culpable por la forma en como trató a su pareja, pero en su mente se preguntaba, ¿por qué no lo había ido a buscar? ¿Tan enojado estaba que no se atrevía a visitarlo? O quizás, ¿ya se había olvidado de él? Sea cual fuere el motivo, decidió en ir a visitarlo a su casa y disculparse con él. Por esa razón es que se había levantado muy temprano en la mañana y con eso en mente salió de la habitación para desayunar antes de salir.

Buenos días Ryou.

Muy buenos días hermana. ¿Y mi hermano, Ishizu?

Salió esta mañana muy temprano.

¿Y Malik?

No hace mucho que llegó, pobre le tocó turno anoche en el hospital.

Entiendo.

¿Necesitabas algo Ryou?

La verdad es que quería ir a casa de Bakura y ver si puedo hablar con él.

Si quieres yo te llevo.

¿En serio?

Claro.

Gracias hermana, por eso te quiero.

Pues gracias por quererme tan interesadamente.

Hermana, por favor, no digas eso.

Es broma Ryou.

Entonces me llevarás.

Por supuesto, pero antes debes de desayunar.

De acuerdo.

Ambos se sentaron en la mesa para desayunar tranquilamente.

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“No puedo creer que nos hayan dejado mucha tarea, que fastidio siempre es lo mismo, odio que nos dejen mucha tarea los fines de semana, a este paso nunca terminaré y no podré salir ni siquiera al cine”.

Pensaba para sí misma una joven de cabellos castaños y ojos azules.

“Ya sé, se me acaba de ocurrir una gran idea, les hablaré a mis amigos para reunirnos y así haremos la tarea todos juntos y de paso le diré a Yūgi que me haga los ejercicios de matemáticas, y luego tendré todo el domingo para divertirme e ir de compras”. – Y con eso en mente, se fue a hablar por teléfono.

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Buenos días, señor Kaiba.

Buenos días, señor Wheeler.

¿Se quedará a desayunar?

Por esta ocasión declinaré su oferta, me gustaría irme a descansar un poco a la mansión.

No se preocupe, lo entiendo perfectamente.

Pero ni crea que se va a librar de mí tan fácilmente.

De eso no me cabe la menor duda. – Medio le sonrió.

Me gustaría que pudiéramos hablar a mi regreso.

Por la manera en cómo me lo dice, ha de ser algo importante.

En efecto, así es.

Bueno, en ese caso, hablaremos más tarde.

De acuerdo, adiós.

Adiós.

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Mansión de la familia Pegasus…

Un joven había llegado a su destino, se paró en la puerta principal para tocar el timbre, esperó unos segundos, estaba por volver a tocar el timbre cuando en eso la puerta se abrió…

Bue… Buenos días, señor Pegasus.

Buenos días, joven Ishtar.

Dis… Disculpe, se encuentra su hijo Bakura. – Estaba un poco nervioso.

Mi hijo no quiere ver a nadie. – Contestó el hombre, haciendo que el otro se desilusionara, y antes de decir algo el otro continuó hablando. – Tal vez con usted quiera hacer una excepción.

Entonces, ¿me dejará verlo?

Por supuesto, pase está en su casa.

Muchas gracias.

El joven se quedó esperando en la sala mientras el padre salía a buscar a su hijo.

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Amigos, me alegra que hayan venido.

No es para tanto Tea.

Pues a mí se me hizo raro que tú nos llamaras para hacer todas las tareas que nos dejaron.

Ja, ja, ja, muy gracioso Tristán, no tiene nada de raro en hacer la tarea juntos.

Bueno, si tú lo dices, a todo esto… No le llamaste a Ryou para que viniera también.

Claro que lo hice Tristán, pero la servidumbre me dijo que había salido con su hermana.

Amigos, mejor empecemos o si no nunca vamos a terminar.

Tienes razón Yūgi, les parece si nos vamos al jardín.

Claro, vamos.

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Buenos días, hijo.

Buenos días, madre.

¿Cómo te fue anoche?

Muy bien madre.

Pudiste hablar con tu amigo.

Así es, pero esta tan deprimido aunque él no lo quiera admitir.

¿Por qué no le dijiste que fuera a buscar a su novio para hablar con él?

Bakura, es un cabeza dura, no lo hace porque dice que él no tiene la culpa y que en todo caso que quien debe de disculparse es Ryou.

Baia, ustedes sí que tienen una cosa en común.

¿Qué es?

Ambos suelen ser muy testarudos.

Ja, ja, ja, no le veo la gracia madre.

Pues yo sí. – Medio sonrió.

Madre, a todo esto, no te he preguntado, ¿te cayó bien Yūgi?

Pues, como decirte, el muchacho se ve que te ama, pero…

¿Pero?

Se ve que es un manipulador, caprichoso, celoso y posesivo.

El faraón se quedó boquiabierto con todo lo que su madre le decía.

Cómo puedes expresarte así de él, si solamente lo has visto y tratado una vez.

Yami, te recuerdo que yo ya pase por tu edad.

Eso quiere decir, que no te cayó muy bien que digamos.

Tampoco he dicho tal cosa.

¿Entonces?

Mira, que te puedo decir, si tú eres feliz y él te hace feliz yo no intervendré. Si tú eres feliz, yo también soy feliz, además, lo que te puedo aconsejar es que no tomes las cosas a la ligera, ustedes son muy jóvenes y deben de conocerse un poco más.

Eso lo sé muy bien madre, pero es que no tienes idea de cuanto lo amo.

No tienes que decírmelo si a leguas miraba como se te caía la baba por él.

¡Madre! – Se exaltó a lo que la mujer le decía y a la vez se sonrojaba.

Yo solamente estoy expresando lo que vi ese día.

Mejor me voy a mi cuarto, tengo mucho que estudiar.

De acuerdo hijo, estudia mucho. – Medio se burlaba del faraón, mientras lo veía marcharse.

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Te agradezco mucho que me hayas recibido.

La verdad me sorprendió tu visita.

Eso quiere decir, que todavía sigues enojado conmigo.

El otro suspiró profundamente para calmarse un poco y luego dijo:

No Ryou, no estoy enojado contigo.

Entonces, ¿por qué no has ido a buscarme?

Te recuerdo que fuiste tú quien me dijo que me fuera y que no querías volverme a ver en toda tu vida.

Discúlpame por favor, por eso he venido hasta aquí para que puedas perdonarme.

Ven acá. – El menor se acercó a él y este lo abrazó fuertemente contra su pecho. – Te agradezco que hayas venido amor, no sabes la falta que me has hecho.

Tú también me has hecho mucha falta.

Te amo Ryou.

Y yo a ti Baki.

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Horas más tarde…

No puedo creer cuanta tarea nos han dejado, esto es un abuso hacia los estudiantes.

Tea, no es para tanto.

Que no es para tanto Yūgi, nos hemos pasado toda la mañana en hacer tareas y más tareas y siento que ni siquiera hemos avanzado nada.

Tea tiene razón Yūgi, todavía nos falta un gran montón, apuesto a que ni siquiera vamos por la mitad.

No sé por qué los profesores se empeñan tanto en dejarnos una montaña de trabajos, es como que si todos se pusieran de acuerdo para acumularnos todas las tareas.

Ya, ya chicos, lo mejor será tomarnos un descanso y luego seguimos haciendo las tareas. ¿Qué dicen?

Me parece una excelente idea Yūgi, porque si vuelvo a ver un sólo libro creo que me volveré loco.

Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, no seas tan exagerado Tristán.

Que les parece si vamos a la cocina a comer algo.

De acuerdo Tea, vamos.

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Hermano, saldrás de nuevo.

Claro que si Mokuba.

Porque no te quedas en casa, aprovechando que es fin de semana.

Discúlpame por favor, pero tu bien sabes que me gustaría hacer eso pero no puedo.

Ya lo sé Seto, es sólo que…

Mokuba, estoy consciente que no ha de ser fácil para ti el que yo te deje tanto tiempo solo, pero quiero que me comprendas, en estos momentos lo único que deseo es permanecer a su lado.

No tienes que decírmelo, eso lo sé perfectamente, pero a veces me gustaría hablar contigo, o que pasáramos más tiempo juntos, y siempre que te veo llegar te vas directamente a tu habitación a descansar.

Tienes razón, que te parece si salimos esta tarde, solamente tú y yo y hacemos todo lo que tú quieras.

¿En serio?

Por supuesto que sí.

Muchas gracias hermano.

Al contrario, gracias a ti por ser tan comprensivo conmigo.

No tienes nada que agradecerme Seto.

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Joey, no te gustaría salir de tu cuarto, hace una bonita tarde.

No quiero, no quiero salir padre.

Pero hijo, ya es tiempo de que salgas, no te gustaría que almorzáramos juntos en la mesa.

Yo… No tengo hambre.

Debes comer algo, se lo prometiste a la señorita Aime.

Padre, por favor, no insistas, lo que quiero es estar solo.

Yo no quiero dejarte solo, entiéndeme por favor, déjame ayudarte.

¿Por qué? Si nunca lo has hecho. – Comenzaba a llorar, mientras se hacía bolita en una esquina de la cama.

Porque eres mi hijo, y sé que tienes razón el decirme eso, pero déjame demostrarte que he cambiado mucho, anda sal de la cama para que puedas salir de tu cuarto.

No, por favor vete.

Porque siempre tienes que ser tan obstinado, no vez que lo único que quiero es sacarte de este encierro y que podamos hablar. – Trataba de no enfadarse.

Tú nunca me has querido, snif, snif, snif, snif, snif… Siempre me decías que yo… Snif, snif, snif, snif, snif… Snif, snif, snif, snif, snif… – Sentía un gran nudo en su garganta, debido a su llanto se le hacía bien difícil poder hablar. – Que yo no valgo nada… Snif, snif, snif, snif, snif… Snif, snif, snif, snif, snif… – Lloraba inconsolablemente, abrazándose a sí mismo.

Joey, hijo, escúchame por favor. – El hombre intentó acercársele para poderlo abrazar pero el joven inmediatamente lo rechazó.

NO ME TOQUES, ALÉJATE DE MÍ, NO QUIERO QUE ME VUELVAS A TOCAR. – Gritaba desesperado.

Cálmate por favor, deja de comportarte así, solamente quiero que me escuches. – Logró agarrarlo con fuerza de ambos brazos, y entre los dos forcejeaban bruscamente. – Deja de moverte tanto, es cierto que he cometido muchos errores, y créeme que lo único que deseo es enmendarlos.

Suéltame, aléjate de mí, snif, snif, snif, snif, snif… Suéltame padre me estás lastimando.

Joey, me estoy cansando de tu rebeldía. – Advirtió. – Compórtate quieres. – Lo zarandeó violentamente, estaba a punto de golpearlo pero lo que escuchó lo dejó helado…

… Snif, snif, snif, snif, snif… Snif, snif, snif, snif, snif… Adelante, golpéame todo lo que quieras, al fin y al cabo yo ya estoy roto… Snif, snif, snif, snif, snif… Snif, snif, snif, snif, snif… – La mirada del joven se perdía poco a poco, dejó de moverse y de resistirse, volvía a su estado inerte, viendo hacia la nada y con la mente en blanco.

El hombre lloró amargamente, soltó a su hijo para después abrazarlo fuertemente a su pecho, y lo que le dolió más fue que su abrazo no era correspondido, porque lo único que tenía en sus brazos era un muñeco de trapo, un joven sin vida que había dejado de luchar…


Continuará…



N/A: ¡Uy! Pobre de mí cachorro, ¿creen que algún día se pueda recuperar? ¿Logrará cambiar el padre de Joey? ¿Ryou insistirá en su prueba de amor? ¿Qué planes tiene el neko en mente? No se pierdan estas y otras interrogantes más en los siguientes capítulos. No olviden dejar sus comentarios que serán tomados muy en cuenta, muchas gracias por leerme… Me despido de ustedes muy cariñosamente.

Atte.:

          KAT.         


2 comentarios:

  1. Quiero llorar ;-; esta DI-VI-NO!! Publica mas seguido ;b

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  2. Hola Jaden_Yuki_19

    Muchas gracias por tu comentario, me alegra saber que te haya gustado la historia, déjeme decirle que trato de publicar una vez por semana, así que pronto subiré un nuevo capítulo.

    Me despido con un cordial saludo...

    Atte.:

    KAT.

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