SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…

Capítulo 87: Sentimientos de culpa, arrepentimientos, vergüenza, impotencia, dolor, angustia… III parte.

 

 

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

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Dos semanas después…

 

         ¿Qué haces aquí? – Preguntaba algo molesto.

 

         Acabo de enterarme sobre lo ocurrido.

 

         Pues no debiste de haber venido.

 

         No me digas que todavía sigues molesto.

 

         ¿Y qué si así fuera?

 

         Agradecido deberías de estar conmigo.

 

         ¿Disculpa?

 

         No olvides que fui yo quien te puso al tanto sobre lo que iba hacer tú esposo a espaldas tuya.

 

         Ah claro. – Expresó con sarcasmo. – Y gracias a ti fue que cometí la peor estupidez de mi vida lastimando a la persona que más amo.

 

         Mira Kaiba, lo único que hice fue de salvarte para que no te pasaras toda tu vida limpiando pañales.

 

         Eres un idiota Yami, lo que realmente hiciste fue provocarme para desquitar mi coraje con Joey por el simple hecho de que él si quería salvar nuestro matrimonio.

 

         Yo solamente te aconsejé diciéndote que tu esposo esta para obedecerte, y que le enseñaras quien es el que manda.

 

         Me doy cuenta que eres un ser despreciable, no quiero ni imaginarme cómo has de tratar a Yūgi.

 

         A él no lo metas en esto.

 

         Lo meto porque me compadezco de él, por aguantar a una sabandija como tú.

 

         Pues déjame decirte que Yūgi no es como el imbécil de Joey.

 

         ¿Qué fue lo que dijiste? – Trataba de no perder la poca paciencia que le quedaba.

 

         Yūgi me hace caso en todo lo que yo le digo, en cambio Joey… – Medio sonrió antes de decir sus últimas palabras. – Hace contigo lo que quiere, el jamás te respeta, hace lo que se le da la gana y nunca obedece las cosas que tú le dices que no haga.

 

         Sí que eres estúpido Yami por pensar de esa manera, yo no trato a mi pareja como si fuera mi sirviente o mi esclavo, yo lo trato con amor y respeto tal y como él me trata a mí.

 

         Si claro, tanto es el amor que te tiene que te fue infiel y ahora cargarás con paquetes que ni siquiera llevan tu sangre.

 

         Escucha maldito imbécil, no permitiré que insultes a mi familia en mi presencia y si vuelves a tratar a mis hijos de esa manera de romperé la cara.

 

         La verdad duele, ¿no es así?

 

Estaba a punto de golpearlo hasta que llegó alguien a intervenir.

 

         ¿Qué sucede aquí?

 

         Nada. – Respondió el tricolor mayor entre dientes.

 

         Caballeros, les recuerdo que están en un hospital y si desean pelear háganlo en la calle. – Manifestaba seriamente.

 

         No se preocupe Doctor yo ya me iba. – Lo miró seriamente a los ojos. – Adiós Kaiba, verás que dentro de poco me darás la razón, pasarás toda tu vida limpiando traseros que ya no te quedará tiempo ni siquiera de hacerte cargo de tu amada empresa.

 

El castaño medio sonrió de manera triunfal.

         Al menos tendré algo que tú nunca tendrás y eso es tener una familia y un buen esposo que siempre estará conmigo en las buenas y en las malas.

 

         Estúpido, ahora veo que ese imbécil fracasado te ha lavado el cerebro, tu no eras así antes, siempre te mantenías firme en que nunca te ibas a casar y que ni loco tendrías hijos... Pero ahora…

 

         Ahora conocí el amor Yami, y Joey no me ha lavado el cerebro más bien ha cambiado mi vida y gracias a él es que pude darme cuenta de lo equivocado que estaba al pensar de manera tan egoísta. 

 

         Sí que eres patético. – Apretaba sus manos con fuerza haciéndolas puño, posteriormente decidió marcharse.

 

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En algún lugar de Ciudad Domino…

 

         Buenos días, ¿vas a desayunar?

 

         Buenos días. – Respondió casi en un susurro. – Si no te importa me gustaría ir al hospital a ver a Noah.

 

         Pero tienes que comer algo.

 

         Por favor Malik, podemos comer algo en el camino.

 

         De acuerdo, cuando pones esa carita puedes convencer a cualquiera.

 

         Gracias.

 

         ¿Cómo te has sentido?

 

         Bien, lo malo es que he amanecido con náuseas, y me siento un poco mareado.

 

         No te preocupes Mokuba, esos síntomas son normales.

 

         ¿De verdad son normales?

 

         Claro que sí. – Le sonrió un poco para animarlo.

 

         Mi amor, ¿por qué no lo llevas al médico? – Intervino en la conversación otra persona.

 

         Tranquilo amor hoy le toca cita con el Doctor Mahādo.

         Me parece bien, en ese caso los acompañaré.

 

         ¿Estás seguro Marik de que nos quiere acompañar?

 

         Desde luego que sí, así de paso visito a Ryou y tal vez me dejen ver a Joey y a Noah.

 

         Me parece una excelente idea mi amor.

 

         Yo… Quiero agradecerles por cuidar de mí.

 

         No tienes nada que agradecer Mokuba.

 

         Después de pasar consulta me gustaría ir a ver a Noah y a Ryou. Y tal vez el Doctor me deje ver a Joey.

 

         Eso se lo podemos preguntar cuando estés pasando consulta con él.

 

         Muchas gracias Malik.

 

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Una joven llevaba más de dos horas tocando la puerta principal de una mansión y seguía sin tener respuesta, aun así tocaba sin cesar.

 

         Yūgi, Yūgi, ábreme por favor, sé que estás ahí, Yūgi necesito hablar contigo por favor ábreme. – Volvía a tocar el timbre una y otra vez. – Yūgi si no me abres esta puerta te juro que llamaré a la policía. – Dio un fuerte suspiro y comenzó a sacar su celular de su cartera, y antes de hacer la llamada se escuchó el sonido de la puerta abrirse.

 

         ¿Qué quieres Tea? – Preguntó molesto.

 

         ¿Por qué no me abrías?

 

         Porque estoy ocupado.

 

         Bueno, al menos déjame pasar.

 

         ¿Para qué?

 

         ¿Cómo que para qué? Para que podamos hablar tú y yo.

 

         Es mejor que te vayas.

 

         Ah no, eso sí que no. – Le empuja la puerta con fuerza para tratar de entrar.

 

         ¿Qué te pasa? ¿Por qué entras de esa manera?

 

         ¡No lo puedo creer! ¿Qué es lo que te ha pasado?

 

         A mí, nada.

 

         ¿Cómo que nada? Mírate, estas todo demacrado, pálido, tienes ojeras, y…

 

Su amigo mantenía la mirada agachada, no se atrevía a mirarle a los ojos porque si lo hacía de seguro rompería en llanto y no quería preocuparla más de la cuenta.

 

         Yami y yo nos reconciliamos y hemos hecho el amor todas las noches. – Mintió.

 

         Aja, si claro, ¿me crees tonta? Juras que te voy a creer con tantos moretones que tienes en tus brazos.

 

         ¿Esto? – Volteó a ver como si fuera algo sin importancia. – Me caí por las escaleras. – Trató de sonreírle un poco.

 

         Yūgi, en serio te digo que no puedes seguirle tolerando tanto maltrato a Yami. ¡Tienes que denunciarlo!

 

         ¡Estás loca! ¿Cómo crees que le voy hacer eso a mi esposo? Además creo que estas exagerando, ya te dije que Yami y yo nos reconciliamos. Él es mi esposo y yo estoy para obedecerle.

 

La mujer estaba estupefacta por las cosas que su amigo le decía.

 

         Discúlpame por lo que voy a decirte pero eres un grandísimo estúpido.

 

         ¿Por qué me dices eso? ¿Solamente porque te dije que nos reconciliamos?

 

         No, te equivocas, eres un estúpido por seguir a su lado.

 

         Ya te dije que nos reconciliamos y el me prometió que desde ahora las cosas iban ser diferentes entre nosotros.

 

         ¿En serio? – Exclamó sarcásticamente. – ¿Eso quiere decir que en vez de golpearte a diario ahora te va a golpear un día de por medio?

 

         Por favor, eso es ridículo lo que me dices.

         Pues se oye más ridículo escucharlo de tus labios.

 

Hubo un gran silencio incómodo.

 

         Ya no quiero seguir hablando del asunto. – Reprochó con enfado.

 

         Como quieras, no más vine a decirte que Joey y Ryou están en el hospital.

 

         ¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeeé? No me digas que ya nacieron los bebés de Joey.

 

         Los bebés ya nacieron. – Bajó un poco la mirada. – Ocurrió una terrible desgracia.

 

         ¿Qué fue lo que sucedió?

 

         No puedo creer que no te hayas dado cuenta, ha estado saliendo en todas las noticias desde hace dos semanas, el departamento de nuestro amigo se incendió por completo, y ahora Joey y Ryou están en el hospital.

 

         ¡No lo puedo creer!

 

         Y eso no es todo.

 

         Cuéntame más por favor.

 

         Valon y Keith aparecieron.

 

         Pero eso es imposible, ¿qué no estaban en la cárcel?

 

         Se suponía que sí, pero…

 

         Sabes en qué hospital están.

 

         Si.

 

         Llévame por favor.

 

         De acuerdo, vamos.

 

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Hospital de Ciudad Domino.

 

Un hombre alto, cabellos castaño y ojos azules caminaba por uno de los pasillos del hospital, al hacerlo pensaba en todos los consejos que sus amigos le habían dado y a la vez recordaba cosas que quería olvidar. Muy a su pesar se sentía frustrado, la culpa lo comía por dentro y por más que quisiera pedirles perdón a las personas que lastimó creía que era demasiado tarde porque el daño ya estaba hecho. Muy en el fondo sabía que él no era de esas personas que se disculpaban por sus actos, siempre fue arrogante, orgulloso, altanero, y hacia lo que se le viniera en gana. Pero ahora… Todo su mundo estaba boca abajo…

 

         “¿Cómo es posible que le haya hecho tanto daño a la única persona que he amado en mi vida? Y todo por ser un estúpido por dejarme influenciar en aquella ocasión. Quizás si hubiese aceptado lo que él quería hacer nada de esto hubiera pasado. Cuanto lo siento cachorro, perdóname por todo el dolor y sufrimiento que te he ocasionado, perdóname por destruir uno de tus sueños e ilusiones, ¿qué sucederá cuando llegues a despertar? Lo único que encontrarás va ser más dolor, tristeza y sufrimiento cuando te enteres que tu amigo lo perdió todo. Incluso volviste a perder la cuna que Mokuba te regaló para tus hijos, esta sería la segunda vez que te ocurre algo así”. – Hacia lo posible por no llorar en lo que seguía caminando por el pasillo mientras que seguía pensando para sí mismo. – “No quiero ver tu cara de decepción de nuevo, no quiero volverte a ver triste, y ya no me gustaría verte llorar. ¿Por qué seré tan estúpido? ¿Por qué no puedo tomar en cuenta los sentimientos de los demás? Hasta he llegado hacerle la vida imposible a mi hermano tratando la manera de apartarlo de ese hombre y lo único que conseguí fue que mi propio hermano me odiara. Solamente falta que tú también me odies cachorro, y eso es algo que no podría soportar. No quiero imaginarme si tomaras la decisión de alejarte y llevarte a mis hijos lejos de mí, si eso llegara a suceder no lo soportaría, no podría vivir sin ti y sin mis hijos, y lo peor es que no se me ocurre nada para emendar todo el daño que he causado. Ni aunque pidiera perdón de rodillas sé que va ser difícil lograr que me perdonaran, por mis estúpidos celos y mi maldito orgullo he acabado con vidas inocentes, hasta tu amigo salió perjudicado, sin contar el novio de Mokuba”. – Se detuvo por un momento cuando llegó a su destino, se quedó pensando si debía entrar o no, después de meditarlo y de dar un fuerte suspiro, por fin decide entrar a una habitación… – “Estoy dispuesto a hacer lo que sea con tal de que todos ustedes puedan perdonarme”. – Fue lo último que pensó al entrar.

 

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No muy lejos de ahí…

 

         Mi amor, no tienes idea de cómo me duele verte en ese estado, perdóname por no haberte protegido de ese maldito infeliz, no tienes idea de cómo me siento en estos momentos, tengo unas grandes ganas de matar a cualquier sujeto que se me atraviese en mi camino para ver si así calmo toda mi furia contenida que tengo. Estoy tan molesto conmigo mismo porque siento que te he fallado. – Las lágrimas le salían como un Río desbordado. – Ryou, no te des por vencido por favor, no quiero perderte mi amor. Antes de conocerte no me importaba nada, hacia lo que se me daba la gana, llevaba una vida de lo peor, siempre me comporté como un desalmado, alguien sin escrúpulos que solamente me interesaba por mis propios intereses. Y cuando tú llegaste a mi vida la pudiste cambiar toda. – Se inclinó para darle un beso en la frente. – No quiero volver hacer el de antes, quiero que sigas apaciguando mis demonios internos, quiero que me sigas enseñando muchas cosas, contigo aprendí a valorar a las demás personas, a ser más humano. Mi pequeño, mi niño hermoso, te prometo que pase lo que pase siempre estaré a tu lado, mi único temor es que cuando despiertes ya no quieras estar a mi lado, temo que me rechaces y me odies por no haberte protegido contra ese demonio. Perdóname Ryou, perdóname mi amor, no sabes cómo me odio a mí mismo por permitir que ese maldito desgraciado te pusiera las manos encima. – No paraba de llorar desconsoladamente. – Por favor mi amor, no me rechaces, déjame ser yo quien cure todas las heridas de tu corazón, déjame ser yo quien te haga sonreír de nuevo, quiero hacerte inmensamente feliz. Te amo Ryou, te amo con todo mi corazón y por ti soy capaz de hacer cualquier cosa, por esa razón es que te suplico que no me dejes, no me rechaces, no me odies, porque no sabría vivir sin ti. – Tomaba suavemente su mano para besársela.

 

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         Escucha, sé que al principio no nos llevábamos bien que digamos y también sé que no es tu culpa, aquí el único culpable de todo soy yo por no haberme dado la oportunidad de conocerte un poco más o de tratarte al menos. Me he comportado como un maldito imbécil contigo, por esa razón es que he venido hasta aquí para decirte que lo siento, lamento mucho el daño que te he causado, lamento todas las estupideces que te he dicho. Pero lo que más lamento es de haberte ofrecido a llevarte a un hospital para que abortaras un hijo que ni siquiera tenías dentro de ti. – Sin poderlo evitar sus ojos comenzaron a humedecerse. – No te puedes morir, no te puedes ir de este mundo sin antes pedirte perdón, no tienes idea de cuan arrepentido estoy por todo el daño que te causé y lo peor del caso es que también le hice daño a mi propio hermano por no tomar en cuenta sus sentimientos. Tienes que luchar por tu vida, ¿es que acaso piensas dejar solo a mi hermano? Él está esperando un hijo tuyo. – Medio sonrió para sí mismo. – ¿Te acuerdas cómo me desagradó la idea cuando me dijiste que iba a ser tío? Y desde que mi hermano me gritó que estaba embarazado al principio no supe cómo reaccionar, ahora todo es diferente porque me siento feliz que dentro de poco tendré un sobrino o sobrina. – Se limpiaba las lágrimas con una mano. – Por esa razón es que no puedes dejar solo a mi hermano porque entonces jamás te lo perdonaría, sé que él te necesita, está sufriendo mucho por ti. Déjame decirte que Joey me escribió una carta para mí, en ella me pide que me dé la oportunidad de conocerte y de llevarme bien contigo. Te parecerá absurdo todo esto que te estoy diciendo y si estuvieras consciente tal vez me dirías que estoy loco o que estoy tramando algo, pero en esta ocasión únicamente deseo que me des la oportunidad de poderme acercar a ti nuevamente. Quizás me echarías en cara que si nada de esto hubiera pasado yo seguiría de testarudo en seguirte haciendo la vida miserable y sí, te daría la razón si me lo dijeras porque de no haber pasado esta tragedia lo más probable es que yo ya estaría en otro país, ya estaría divorciado sin saber que soy padre. No te imaginas la dicha que se siente al saber que tu pareja está esperando un hijo de ambos, eso es algo que tú tienes que experimentar, sentirlo y vivirlo. – Hacia lo posible por calmarse para seguir hablando con la persona que se encontraba acostado en una cama de hospital conectado a un montón de aparatos. – Acabo de enterarme de que mi hermano Mokuba es un doncello, y también me he dado cuenta que el odia serlo, lo que no puedo entender es... ¿Por qué lo odia? ¿Por qué nunca me dijo que él era un doncello? ¿Por qué me lo ocultó? Aunque me puedo dar una idea del por qué lo hizo, quizás pensó que yo lo iba a rechazar o que me iba avergonzar de el por serlo, lo más probable es que me hubiera enfadado sin comprenderlo, y hasta me hubiese atrevido a gritarle echándole en cara algo por lo que no es su culpa. Sin darme cuenta lo he descuidado bastante y quizás por eso es que sentía celos de ti. – Medio sonrió al decir eso último. – Es verdad, Mokuba te prestaba más atención que a mí, tú siempre estabas ahí para él y solías escucharlo. En cambio yo… – Sintió un gran nudo en su garganta. – Me refugiaba en mi trabajo como un pretexto para no tener que afrontar el problema que tenía con Joey, creí que si no lo buscaba él iba a venir corriendo a pedirme perdón de rodillas para que lo dejara regresar a la mansión y a mi vida. Pero nada de eso pasó, y lo único que pude conseguir es herir a terceros. Créeme que si abres los ojos pondré de mi parte para tratarte diferente, esta vez me tomaré mi tiempo para conocerte, aunque sigo sin entender, ¿por qué mi hermano te eligió a ti? Puedo darme una idea del por qué lo hizo y eso es porque eres una persona que siempre dice lo que piensa y no temes en decir la verdad, y que estás dispuesto a dar tu vida para protegerlo y cuidar de él. Supongo que en algo nos parecemos tú y yo. Si me das la oportunidad de lo que te digo haríamos muy feliz a Mokuba, te acuerdas cuando llegaste a buscarme a mi oficina para invitarme a la cena de navidad, claramente me dijiste que lo hacías por el bienestar de mi hermano y me advertiste que el empezaba a guardarme cierto resentimiento y odio hacia mi persona, no sabes cómo me arrepiento de no haberte hecho caso a tus advertencias, lo único que deseo es que Mokuba sea feliz, y si esa felicidad incluye que yo me aleje de su vida estoy dispuesto a hacerlo. Únicamente te pido que no me odies y que puedas perdonarme todo el daño que te he ocasionado. Antes de irme quiero pedirte un último favor, cuida bien de mi hermano, estoy depositando en tus manos lo único que me queda en la vida, estoy seguro que el quedará en buenas manos y no tengo palabras para agradecerte por lo que hiciste por él y por Joey. Sólo te pido que lo hagas inmensamente feliz porque sé que tú eres el único que podrá sanar el corazón de Mokuba.

 

Una voz llamó la atención del castaño.

 

         ¿Qué demonios haces aquí?

 

         ¡Mokuba! Yo sólo… Yo sólo vine hablar con Noah.

 

         ¡Lárgate! No quiero que te le vuelvas acercar, no entiendes que no quiero verte, no quiero saber nada de ti. – Lo miraba con odio.

 

         Ya me voy, y ya que te veo déjame decirte que…

 

         No deseo escucharte, nada de lo que digas cambiarán las cosas, ahora vete de aquí. – Trataba de tranquilizarse para no perjudicar a su bebé que llevaba dentro.

 

         Discúlpame por favor por llegar sin previo aviso.

 

Estaba por marcharse hasta que se escuchó una débil voz.

 

         Mokuba… No le hables así a tu hermano.

Ambos se quedaron estupefacto al oírlo hablar.

 

 

Continuará…

 

 

N/A: ¿Estará haciendo lo correcto Tea al decirle a su amigo que denuncie a su esposo? ¿Yūgi seguirá de necio? ¿O algún día abrirá sus ojos? ¿Hace bien el gato pulgoso de pedirles perdón a todos? ¿Quién se habrá atrevido a calmar a Mokuba? ¿Podrá Bakura quedarse con Ryou? Todo esto y más lo sabremos en los siguientes capítulos, no se deben perder la continuación de esta interesante historia, no olviden dejar sus comentarios que yo con mucho gusto les responderé. Agradecerles por todo el apoyo que me brindan, por estar al pendiente de todas las actualizaciones, por seguirme y por leer mis historias, a todo esto mil veces gracias.

 

Me despido de todos ustedes con mucho cariño, cuídense, no salgan de casa al menos que sea estrictamente necesario, usen siempre su mascarilla, lleven consigo su botecito de alcohol gel y saniticesen antes de entrar a sus hogares, nos vemos el próximo viernes.

 

Atte.:

 

             KAT.

 

 

P.D.: Antes que nada me quiero disculpar con todos mis amis y mis lectores por no haber actualizado el día de ayer, estuve sin internet todo el bendito día y cuando finalmente lograba conectarme estaba más lento que una tortuga, y por esa razón es que mejor decidí no actualizar ayer. Cambiando de tema, Fanfics Yaoi estará de aniversario el próximo mes, y quiero invitar a todos mis amis, lectores y público en general a la celebración de su tercer aniversario. Como algunos de ustedes sabrán, hace cuatro días pedí de su ayuda para que me dieran ideas de cómo debía de celebrarlo, y entre tantas ideas que me dieron decidí hacerla más participativa. La dinámica es la siguiente, será algo así como un Inktober pero más pequeño, pondré algunas palabras en donde ustedes elegirán la que más les guste y de ahí decidirán si la convierten en una pequeña historia (One – Shot), hacer un pequeño dibujo sobre lo que representa la palabra que escogieron, y si no les gusta ninguna de las palabras que les he puesto pueden escribir lo que deseen. Una pequeña sugerencia, deberán ser dibujos creados por ustedes mismos, y si les gusta un dibujo y les escribe su propia historia tienen que darles créditos al autor del dibujo para que no se convierta en plagio. Si tienen dudas por favor escríbanme que yo con gusto les explicaré un poco mejor. Aquí les dejo algunas de las ideas…

 

1 – FanFics Yaoi

 

2 – Pareja

 

3 – Animes

 

4 – Relación

 

5 – Puppyshipping

 

6 – Aniversario

 

7 – Autora

 

8 – Tiempo

 

9 – Fandom

 

10 – Cita

 

11 – Historias

 

12 – Conocimiento

 

13 – Yaoi favorito

 

14 – Dinámica

 

15 – Katsuya

 

 

Estas fueron algunas ideas que se me ocurrieron, los que se animen a participar no olviden dejar su nombre o seudónimo, y el país de donde son. Los trabajos que vaya recibiendo los iré subiendo a diario durante todo el mes de abril. Les dejo un pequeño ejemplo que me hizo mi amiga Luisa Ringo, para darme un poco a entender…

Quiero agradecerles de todo corazón a: Luisa Ringo, Jenifer CarriGalin, Karen-Ad Jacinto, Lisset Delacruz Cordova, Milaneso Gremory, Mokkochin Hatsune, José Gregorio Fernandez, por todas sus ideas que me fueron dando y así poder sacar una en donde todos puedan participar.