viernes, 18 de septiembre de 2020

SIN CACHORRO… NO HAY NAVIDAD…



Capítulo 47: Bienvenido Joey… II parte.

 

 

Declaimer: Noticia de último momento… “YU – GI – OH!, No es mío”… Mucho menos sus personajes… Son propiedad de su respectivo autor, pero toda la trama de esta historia si es creada por mí. Amo inventarles historias nuevas a mis queridos personajes, es una manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos ustedes.  ^_^

 

******************************

 

Apartamento de Ryou…

 

Finalmente estaban llegando a su destino, el primero en bajarse fue el copiloto, luego se dirigió rápidamente a abrirle la puerta a su amigo y ayudarlo a bajar.

 

         Con cuidado Joey, eso es bájate con cuidado.

 

         Ryou, creo que estas exagerando un poco.

 

         Nada de eso solamente quiero que tengas cuidado al bajarte del carro.

 

         Ryou, agradezco mucho tus atenciones en serio, pero siento que esto de estarme cuidando te lo estas tomando muy a pecho.

 

         No lo regañes Joey, no vez que lo único que él quiere es ayudarte.

 

         Ya lo sé Bakura, es sólo que no quiero ocasionarle problemas.

 

         Desde ya te digo que te vayas acostumbrando porque en cuanto cruces esa puerta Ryou cumplirá al pie de la letra todas las indicaciones del Doctor.

 

El rubio dio un fuerte suspiro, se le quedó viendo a su amigo por un segundo para luego decirle:

 

         Te agradezco mucho que te preocupes por mí, perdóname por haber sido tan mala agradecido.

 

         No tengo nada que perdonarte amigo. – Le sonrió con cariño.

 

         Te quiero mucho Ryou.

 

         Igual yo, te quiero mucho. – Sus mejillas se sonrojaron. – Hay que entrar para que puedas descansar un poco.

 

         De acuerdo vamos.

 

El albino menor se adelantó un poco para ser el primero en entrar, detrás de él iba su novio junto con su amigo, una vez que ingresó al departamento alertó a los demás para que estuvieran listos. Y en cuanto el rubio entró todos gritaron…

 

         ¡SORPRESAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

 

         ¡Amigos, no me esperaba este recibimiento! – Exclamó feliz.

 

         Bienvenido hermano, adelante pasa.

 

         Muchas gracias Shizuka.

 

         Bienvenido Joey.

 

         Bienvenido cuñado.

 

         Muchas gracias. – Estaba a punto de llorar de la emoción.

 

         No vayas a llorar hermano, recuerda lo que el médico te dijo, nada de emociones fuertes.

 

         Lo sé, aun así estoy muy contento por esta cálida bienvenida.

 

         Hola Joey. – Se le acercó uno de los invitados.

 

         Hola Marik, gracias por venir. – Lo abrazó cariñosamente.

 

         De nada.

 

         Ven hermano, siéntate aquí para que descanses un poco.

 

         Está bien Shizuka.

 

La celebración dio comienzo una vez que todos terminaron de recibir a su amigo. Las horas fueron pasando y todo el mundo se divertía, había música, juegos, bromas, risas y entre todos se llevaban bien.

 

         Ahora es el turno de Yūgi.

 

         No, no como creen. – Manifestaba sonrojado.

 

         Anda Yūgi, tienes que adivinar el tamaño de la pancita de Joey.

 

         Si Yūgi, colócale tu trozo de papel alrededor de su cintura.

 

         Mira que quien nos va ganando es Noah.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja. – Se escuchaban las carcajadas de los demás.

 

         Está bien ahí voy.

 

El rubio se encontraba parado en medio de todos y con los brazos extendidos hacia los lados, se la estaba pasando bien con todos sus amigos y familiares.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, espera Yūgi que me haces cosquillas.

 

         Joey, no te muevas tanto. – Le decía mientras pasaba el trozo de papel a su alrededor.

 

         Ooooooohhhhhhhhhhhhhhhh, que pena Yūgi, te quedaste a mitad del camino. – Se burlaba su amiga.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja. – Se reían todos.

 

         Por cierto Joey, ¿cuántos meses llevas?

 

         Ya llevo seis meses Tea.

 

         Tres meses más y estaremos chineando.

 

         Tienes razón Mokuba.

 

         Ahora sigo yo. – Interrumpió la conversación uno de los presentes.

 

         Adelante Tristán.

 

         Tú puedes amigo.

 

         Tristán, Tristán, Tristán, Tristán, Tristán, Tristán, Tristán. – Se oían las porras.

 

         Que mala suerte tuviste Tristán, esta vez te pasaste mucho.

 

         Calculé mal Tea, eso es todo.

 

         Y EL GANADOR FUE NOAH. – Gritaba uno de los anfitriones. – Aplausos por favor.

 

Se escuchaban los aplausos, y silbidos por parte de todos los invitados.

 

         Aquí tiene su regalo.

 

         Gracias Shizuka.

 

         Y AHORA, VIENE LO QUE TODOS ESTABAN ESPERANDO, HA LLEGADO LA HORA DE PONER A PRUEBA A LOS TÍOS, A VER QUIÉN ES EL MÁS APTO EN CAMBIAR PAÑALES. – Gritaba alegremente el dueño del departamento, y todos aplaudían de la emoción.

 

         Hay no, que pena. – Comentaba la mujer mientras se tapaba la cara de vergüenza.

 

         No se vale, tú por ser mujer me vas a ganar. – Bromeaba el pelinegro.

 

         ¿Asustado de que te gane? – Lo retaba bromeando.

 

         ¿Asustado yo? Mejor prepárate para que aprendas del maestro. – Se jactaba orgulloso.

 

         Ja, eso lo veremos.

 

         Si ya están listos, les diré lo que tienen que hacer.

 

         Esperen un momento por favor. – Intervino el agasajado. – Falta Ryou.

 

         ¿Qué? – Cuestionaron los dos al mismo tiempo.

 

         Pero hermano…

 

         Quiero que Ryou participe en esta prueba, un día le dije a Ryou que él también iba ser tío.

 

         Te lo agradezco Joey, pero es mejor que sólo participe Mokuba y tu hermana.

 

         De ninguna manera Ryou, además una promesa es una promesa.

 

         Si Joey dio su palabra yo no tengo ninguna objeción.

 

         Gracias Mokuba.

 

         Está bien Ryou puedes participar.


         Gracias Shizuka.

 

         Oigan, si Ryou va participar, ¿quién será el juez?

 

         Yo tomaré el lugar de mi novio.

 

         Ya está decidido, en ese caso que empiece el juego. – Manifestó el rubio.

 

         Las reglas son muy sencillas, sobre esta mesa hay un muñeco, por ser primerizos le daré a cada uno diez minutos para que le puedan cambiar el pañal, y el que lo haga en menos tiempo gana.

 

         Me parece bien Bakura.

 

         ¿Quién irá primero?

 

         Las damas primero.

 

         Ja, ja, ja, muy gracioso Mokuba, tu deberías de ir primero.

 

         ¿Por qué?

 

         No que eres el maestro que me ibas a enseñar cómo se hace. – Se mofaba de él.

 

         Está bien, si tanto insistes iré primero.

 

         ¿Estás listo?

 

         Si.

 

         Comienza… Ya.

 

         Vamos Mokuba.

 

         Tú puedes.

 

         Adelante Mokuba.

 

         Vamos amor, enséñales cómo se cambia un pañal.

 

Todos los presentes habían hecho un círculo alrededor de la mesa para animar al ojiazul.

 

         Hey, esto es trampa, nadie dijo que este estúpido muñeco se movería mucho.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, de eso se trata el juego, es lógico que deba moverse como si se tratara de un niño de verdad. – Comentaba el albino mayor.

 

         Acabas de insultar a tu propio sobrino. – Se burlaba la mujer.

 

         Cállate Shizuka que me desconcentras. Listo, terminé.

 

         Tiempo.

 

         ¿Cuánto me tardé?

 

         Veintisiete minutos.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, saliste muy lento. – Se burlaba la hermana del rubio.

 

         Y eso que sólo cambiaste a uno, ahora imagínate con dos.

 

         No me ayudes amor. – Fingió estar molesto.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja… – Todos se reían de él.

 

         Ahora vas tu Shizuka.

 

         De acuerdo, les enseñaré cómo se hace.

 

         Vamos hermana.

 

         Tu puedes Shizuka.

 

         Adelante Shizuka.

 

         Ya casi terminas, un poco más.

 

         Mokuba tiene razón, este muñeco se mueve mucho.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja…

 

         Listo, terminé.

 

         Tiempo.

 

         Apuesto que le gané a Mokuba. ¿Cuánto me tardé?


         Tenemos un empate damas y caballeros.

 

         ¿Qué? Déjeme ver. – Le quitó el reloj de la mano. – No puedo creerlo.

 

         ¿Ahora quién es el lento?

 

         Ja, ja, ja, no le veo la gracia.

 

         Pues yo sí. – Se abstenía de reírse.

 

         Ahora va Ryou.

 

         ¿Estás listo amor?

 

         Si.

 

         Comienza… Ya.

 

         Vamos Ryou.

 

         Adelante Ryou.

 

         Ánimo Ryou, tú puedes amigo.

 

         Demuéstrales cómo se hace Ryou.

 

         No te dejes vencer.

 

         Una cosa sí es seguro, Ryou será el más lento de todos nosotros.

 

         Yo no lo creo Shizuka.

 

         ¿Por qué lo dices Yūgi?

 

         Mira.

 

         ¿Queeeeeeeeeeeeeeé? Lo veo y no lo creo.

 

         Terminé.

 

         Tiempo.

 

         ¿Cuánto se tardó?


         Cuatro minutos con treinta segundos.

 

         ¿Queeeeeeeeeeeeeeeeé? Eso es imposible.

 

         Cálmate Shizuka.

 

         No entiendo cómo lo hizo tan rápido.

 

         Se necesita paciencia para poder hacerlo. – Contestó con inocencia.

 

         Felicidades Ryou, sabía que podías lograrlo.

 

         Gracias Yūgi.

 

         Felicidades Ryou, me acabas de dar una gran lección.

 

         No creo que sea para tanto Shizuka.

 

         Yo secundo a Shizuka, nos diste una gran lección amigo.

 

         Estuviste increíble amor. – Le da un beso en los labios.

 

         Muchas gracias Baki. – Expresó sonrojado.

 

         Aquí tienes tu premio.

 

         Gracias Malik.

 

         Ahora Joey dirá algunas palabras.

 

         ¿Qué? ¿Quién yo? – Preguntaba nervioso.

 

         Si, que hable.

 

         Vamos Joey.

 

         Habla amigo, te escuchamos.

 

         Que hable, que hable, que hable, que hable, que hable, que hable, que hable.

 

         Ya, ya, silencio por favor para que lo podamos escuchar todos. Adelante Joey, tienes la palabra.

 

         Gracias Mokuba. – Carraspeó un poco su garganta. – Amigos, quiero agradecerles de todo corazón por esta celebración que me han hecho, en verdad que no me esperaba esta cálida bienvenida, ni me esperaba un Baby Shower. – Se sonrojó un poco. – Yo…

 

         ¿Qué nombres les pondrás a tus bebés Joey? – Preguntó uno de sus amigos.

 

         A la niña pienso ponerle los nombres de sus abuelas, se va a llamar: Kisara Victoria.

 

         Aaaaawwwww, me parece buena idea que lleve el nombre de nuestra madre Joey.

 

         Gracias Joey por ponerle el nombre de mi madre.

 

         No hay nada que agradecer Mokuba.

 

         ¿Y al varoncito? – Volvió a preguntar la misma persona.

 

         Yūgi, quiero que se llame igual que su padre.

 

         Hay no Joey, no martirices al pobre niño, el mundo no va soportar dos Seto.

 

         Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja. – Empezaron a reírse todos.

 

         Que mala eres Shizuka. – La reprendía su hermano.

 

Estaban en lo mejor de reírse hasta que uno de ellos hizo un comentario de lo más desagradable.

 

         En el supuesto caso de que él sea el padre.

 

         Tristán. – Le dio un codazo su amiga.

 

         ¡Auch! ¿Qué te pasa? ¿Por qué me golpeas?

 

         No entiendo por qué dijiste eso, lo creas o no, Seto es el padre de mis hijos. – Le respondió molesto.

 

         Que les parece si pasamos a partir el pastel. – Intervino uno de los amigos.

 

         Después Yūgi, primero quiero que Tristán me aclare lo que acaba de decir.

 

Todos voltearon a ver al castaño para ver qué respuesta iba a dar.

 

         Cálmate Joey, fue una simple broma. – Trataba de evadir el problema.


         Pues tu broma fue de mal gusto. – Lo reprendió el albino menor.

 

         Mejor cállate, eres el menos indicado para reclamarme, no olvides que tú les abriste las piernas a muchos hombres antes de tiempo.

 

Hubo un gran silencio…

 

         NO PERMITIRÉ QUE LE FALTES EL RESPETO A MI NOVIO.

 

         NO SE LO ESTOY FALTANDO, SOLAMENTE ESTOY DICIENDO LA VERDAD, Y EN VEZ DE DEFENDERLO MEJOR PREGÚNTELE CON CUÁNTOS SE HA ACOSTADO PARA QUE VEA QUE NO MIENTO.

 

         CÁLLATE TRISTÁN, NO TIENES NINGÚN DERECHO A HABLAR SOBRE MI VIDA PRIVADA.

 

         Lo mejor será calmarnos todos. – Intervenía una mujer.

 

         Concuerdo con lo que dice Tea.

 

         Yo creo que quien se tiene que disculpar es Tristán.

 

         ¿Y yo por qué Shizuka?

 

         Por tu comentario de mal gusto que hiciste.

 

         Uno es libre de dar su opinión, en todo caso a nadie le consta que esos hijos sean de Kaiba, porque si él fuera el padre estuviera en esta celebración.

 

         Una palabra más y te golpearé Tristán.

 

         Tranquilízate Mokuba.

 

         Amigos, es mejor olvidar el asunto.

 

         Pero Joey…

 

         Está bien Mokuba, me da igual lo que piense.

 

         Al menos aquí hay una persona sensata entre nosotros. – Manifestó el peliverde.

 

         Apoyo a mi hermano, es mejor olvidarnos del incidente y sigamos con la fiesta.

 

         Creo que llegó el momento de mostrarle a Joey la otra sorpresa.

 

         Tienes razón Mokuba.

 

         ¿Qué otra sorpresa?

 

         Cierra los ojos Joey.

 

         Pero…

 

         Anda, no seas malo, nosotros te vamos a guiar.

 

         Está bien Ryou.

 

Lo estaban guiando hacia un lugar, cuando llegaron abrieron la puerta muy despacio para no hacer mucho ruido, posteriormente le dieron indicaciones que caminara unos cuantos pasos más.

 

         Ya puedes abrir los ojos hermano.

 

         Aquí voy. – Los abría lentamente, no podía creer lo que estaba mirando, toda su habitación estaba decorada incluyendo la cama cuna.

 

         ¿Te gusta?

 

         Obvio que le tiene que gustar, si sólo cosas caras y finas les compraron a unos bebés que ni son de Kaiba.

 

         YA BASTA TRISTÁN. – Gritó el pelinegro. – Tus estúpidos comentarios no ayudan en nada.

 

         ¿Joey, estás bien?

 

         Si Ryou, no te preocupes estoy bien. – Se limpiaba las lágrimas con disimulo.

 

         Entre todos decoramos tu habitación Joey.

 

         Así es amigo, aunque déjame decirte que al principio no fue nada fácil.

 

         Sobre todo porque no nos poníamos de acuerdo con los colores de la pintura.

 

Algunos de sus amigos trataban de animarlo un poco.

 

         Muchas gracias a todos, les agradezco mucho por todo lo que han hecho por mí. Ahora si no les importa, me gustaría quedarme solo por un momento.


         Pero Joey.

 

         Por favor Mokuba.

 

         Ya escucharon, fuera todo el mundo. – Los comenzaba a sacar el albino mayor.

 

Todas las personas iban saliendo de la habitación y a la vez murmuraban entre sí, en cuanto el rubio se quedó solo no tardó en desmoronarse, la decoración de su cuarto le había traído recuerdos sobre aquel incidente que sucedió antes de cumplir su tercer aniversario de bodas.

 

 

Continuará…

 

 

N/A: No sé si le habrá pasado a alguien pero yo detesto cuando hay personas que hacen comentarios de mal gusto, sobre todo cuando tienen que arruinar una celebración o un acontecimiento importante, es como si esperaran la oportunidad perfecta para fastidiar el momento. ¿Qué les pareció la celebración que tuvo nuestro cachorro? ¿Estuvo bien el comportamiento de Tristán? ¿Por qué razón lo habrá hecho? Todo esto y más lo iremos descubriendo en los siguientes capítulos, muchísimas gracias por tomarse su tiempo para leer esta interesante historia, y mil gracias por los comentarios que me dejan y a las personas que no dejan sus comentarios igual les agradezco por visitar mi blog. No olviden dejar sus comentarios que con mucho gusto les responderé.

 

Me despido cordialmente de todos y cada uno de ustedes, no sin antes dejarles muchos besos virtuales y un gran abrazo virtual.

 

Atte.:

 

           KAT.

 



8 comentarios:

  1. en las reuniones de diferente tipo, hay alguien que siempre la caga con sus comentarios como por ejemplo yo 🤣🤣🤣🤣🤣

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    1. De seguro has de recibir muchos regaños o te dicen que calles en ese momento... XD

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  2. Pinche Tristan con sus comentarios
    Osea we el cachorro tiene que estar tranquilo y este wey me lo altera y me lo hace sentir mal

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  3. Y debo decir que el nombre de la niña me gustooo , y que el niño tenga el nombre gato ponzoñoso me gusta anque el gato ese ya me tiene decepcionada ojala no se tarde para enmendar sus errores , aunque ya lo estaba haciendo PERO se puso bien pinche celoso

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    1. Mmmm... Todavía le falta mucho para mejorar su carácter, siempre se deja llevar por su estúpido orgullo y celos.

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  4. Hola primero gracias por actualizar me gusto el capítulo todo iba bien hasta que ese mono de tristan tuvo que meter la pata con sus inches comentarios ya mero le doy sus patadas mira que hacer llorar al pobre cachorro es neta,si el gato no está es por algo que x cierto si no pide perdón desaparezco al cachorro con todo crias ya se está tardando el gato roñoso ¿que fue tan malo en el tercer aniversario, que lo hizo llorar? Si fue x el gato lo mato a él y al mono nos vemos

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    1. Hola, quiero agradecerle por los comentarios que me deja, y la verdad es que nunca falta un pelo en la sopa, siempre tiene que haber alguien que arruine un buen momento. Tienes todo mi permiso para darle una buenas patadas en el trasero, y con respecto a su pregunta, le recomiendo que lea el capítulo 24 ahí saldrá de dudas y sabrá el por qué se puso a llorar el cachorro. Bueno, agradecerle nuevamente por sus comentarios, cuídese mucho y no salga de casa al menos que sea estrictamente necesario. No leeremos el próximo viernes, por cierto, le aconsejo que tenga a la mano un pañuelo...

      Atte.:

      KAT.

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