Capítulo 42: Enfrentamientos por un
mal entendido.
Notas
del capítulo: ¿Alguna vez le ha pasado a alguien discutir con su
mejor amigo o con un miembro de la familia por un simple mal entendido? Estas
cosas suelen suceder y le puede pasar a cualquiera, en ocasiones nos dejamos
llevar por el impulso del enojo y reaccionamos de forma violenta y cuando nos
damos cuenta, vemos que hemos cometido el error más grande de ofender y golpear
a un ser querido. Ante esta situación, hay que conservar la calma y no mal
interpretar las cosas, se debe de aprender a escuchar cuando nos expliquen lo
que está sucediendo en verdad.
Declaimer: Como siempre…
Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”…
Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra,
solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan
de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de
poderlo compartir con todos mis lectores…
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Un
hombre estaba llegando a su destino, en cuanto estacionó el auto, la persona
que iba de copiloto se bajó rápidamente pero antes de irse el otro lo detuvo.
Espérame
Ryou.
Date
prisa hermano.
Si,
ya voy.
Ambos
entraron a la mansión, el menor estaba por subir a su habitación pero
nuevamente detuvieron su caminar.
Ryou,
me gustaría hablar contigo.
Hermano,
no podría ser más tarde.
Lo
lamento Ryou, pero lo que tengo que decirte es algo… – Pensaba en como
podérselo decir.
¿Qué
sucede Marik?
¡Eh!
– Su pequeño hermano lo había sacado de sus pensamientos. – Acompáñame a la
sala por favor.
De
acuerdo, vamos.
Una
vez que llegaron, se sentaron en un sofá para poder conversar.
Ryou,
hay algo que debes saber.
Hermano,
antes de que se me olvide, podrías hacerme un favor. – Lo interrumpió de golpe.
¿Un
favor?
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Cierto
joven de mediana estatura estaba llegando a su casa.
Hola
abuelito, ya llegué.
Hola
Yūgi, ¿Cómo te fue en la escuela?
Muy
bien abuelito.
Y
lograste terminar el trabajo que me dijiste que harían en casa de tu amiga.
Eh…
Si abuelito, logramos terminarlo. – Se sintió un poco mal al mentirle a su
abuelo.
¿Quiénes
más llegaron Yūgi?
Pues
tú sabes, los mismos de siempre abuelito.
Me
da gusto saber que todos hayan llegado a estudiar, no sabes la falta que me
hiciste, anoche casi te llamo a la casa de tu amiga para ver si no necesitabas
algo.
El
menor se puso algo nervioso con lo que le decía su abuelo.
Hay
abuelito, pues ya viste que no fue necesario, además ya estoy bastante
grandecito para que me estés llamando, ya no soy un niño, se cuidarme solo.
De
ninguna manera, tú siempre serás mi pequeño, y si te di permiso es porque
confío en ti. Sé que tú eres incapaz de mentirme y por esa misma confianza es
que te he dado permiso para que andes con tu novio.
Con
cada palabra que el hombre le decía, el menor se sentía cada vez más
avergonzado y culpable por haberle mentido.
Te
agradezco mucho que sigas confiando en mi abuelito. – Medio sonrió.
No
tienes nada que agradecer, será mejor que vayamos a comer, te he cocinado lo
que a ti más te gusta.
¡Qué
bien! Porque me estoy muriendo de hambre.
Bueno,
pues pasemos al comedor.
Si,
vamos.
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Amor,
pudiste hablar con tus amigos sobre lo que te comenté.
Claro
que si Duke.
¿Y
qué fue lo que te dijeron?
Ellos
no tienen ningún inconveniente en que visites a Joey.
Pero…
La
verdad es que no sabemos cómo vaya a reaccionar su padre, recuerda que ese
hombre tiene un carácter de los once mil demonios.
Eso
quiere decir… Que no tengo ninguna posibilidad de visitarlo.
Amor,
no digas eso, mi amigo Ryou quedó en hablar con la psicóloga para que nos eche
una mano.
De…
De verdad. – Comentó con mucha ilusión.
Así
es, ella nos puede ayudar para que el padre de Joey te pueda recibir en su
casa.
No
sabes cuánto te lo agradezco Tristán, ya me estaba desilusionando de que tal
vez no iba a poder acompañarnos.
Tú
no te preocupes, en cuanto Ryou se comunique con nosotros, yo te diré cuando
iremos a verlo.
Me
parece bien.
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Verás,
hay un compañero de nuestro salón que quiere visitar a Joey, pero nosotros le
dijimos que no sabíamos si el señor Wheeler lo iba a aceptar en su casa.
¿Y
cuál es el favor que me quieres pedir?
Quiero
que le llames a la psicóloga para que nos ayude a que nuestro compañero pueda
visitar a Joey sin problemas.
De
acuerdo, yo hablaré con ella a ver qué es lo que me dice.
Si
no te importa, me gustaría que la llamaras ahora mismo.
Ryou,
antes de hacerlo hay algo que debo decirte.
Que
cosa hermano.
Anoche…
Anoche… – El hombre no se atrevía a decírselo a su hermanito, ya que no deseaba
darle esa devastadora noticia. Pero su silencio hacia que el joven se empezara
a preocupar.
Marik,
¿Qué pasó anoche?
Antes
que nada, necesito que seas fuerte.
Me
estas asustando, dime que sucedió.
De
acuerdo… Anoche, Joey fue internado en el hospital.
¡¿Qué?!
– Exclamó sorprendido.
Así
es Ryou, esta mañana me lo contó Malik.
No…
Dime que eso no es verdad. – Gruesas lágrimas bajaban por sus mejillas.
Lamentablemente
es cierto mi niño.
Snif,
snif, snif, snif, snif… Marik, por favor llévame al hospital, quiero verlo.
Ryou,
cálmate por favor, no llores.
Snif,
snif, snif, snif, snif… Pero es que, no puedo creerlo Marik, hace poco lo
visitamos en su casa, que fue lo que le ocurrió.
Tal
parece que tuvo una fuerte recaída, por el momento no puedo llevarte al
hospital. – El hombre no se sentía capaz de decirle la verdad a su hermanito,
no quería preocuparlo más de la cuenta.
Snif,
snif, snif, snif, snif… ¿Por qué? Snif, snif, snif, snif, snif… ¿Por qué no
puedes llevarme al hospital?... Snif, snif, snif, snif, snif…
Lo
mejor será que lo dejemos descansar, pero te prometo que hablaré con Malik para
ver si lo podemos visitar mañana, te parece bien.
Snif,
snif, snif, snif, snif… Me lo prometes.
Claro
que si mi niño, si Malik dice que podemos visitarlo, yo mismo te llevaré al
hospital. Pero por favor ya no llores. – Le secaba sus lágrimas con su pañuelo.
Snif,
snif, snif, snif, snif… Está bien…
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Unos
jóvenes estaban llegando a su destino, en cuanto entraron a la mansión los
sirvientes le daban la bienvenida.
Buenas
tardes joven Kaiba, joven Pegasus.
Buenas
tardes. – Contestaron al unísono.
¿Y
mi hermano? – Preguntó el pelinegro.
El
señor Kaiba no hace mucho que se fue. Solamente vino a bañarse y a cambiarse de
ropa.
¿Y
les dijo a dónde había ido?
Lo
lamento joven, pero el no dijo nada.
Entiendo.
Y
ahora, ¿qué vamos hacer? – Le susurró la persona que lo acompañaba.
No
te preocupes, de seguro ya se fue a KC.
Pero…
¿Cómo sabremos si aún sigue ahí?
Tranquilo,
estoy seguro que después que deje a Yami trabajando, se irá directo a la casa
de Joey.
Espero
y tengas razón.
Disculpe
joven.
Si,
dígame.
Almorzaran
en la mesa o en su habitación.
En
la mesa, por favor.
Claro
que si joven, con su permiso.
Ven
Noah, vamos.
Yo
te sigo.
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Buenas
tardes señor Wheeler.
Buenas
tardes. – Respondió en seco.
Me
permite pasar.
Si
claro, adelante.
Gracias.
Una
vez dentro de la casa…
Le
he traído un delicioso almuerzo para que pueda comer algo.
No
se hubiera molestado, de todas maneras no tengo hambre.
¡Oh,
vamos! No diga eso, debe de alimentarse bien para que no se enferme.
En
estos momentos no tengo ánimos de nada.
Puedo
imaginarme cómo se siente, pero no gana nada deprimiéndose.
¿Y
qué quiere que haga? Que baile y me ponga a cantar. – Manifestó con sarcasmo.
No
me estaba refiriendo a eso, lo que quiero decirle es que en estos momentos usted
debe de ser fuerte, si se enferma no habrá nadie que cuide de su hijo.
Eso
ya lo sé, pero no puedo evitar sentir este gran vacío que siento por dentro.
Lo
comprendo, por esa razón es que decidí hacerle compañía, para que no esté pasando
esta situación usted solo.
Muchas
gracias señorita Aime.
Por
favor, llámeme Aime, solamente Aime.
Con
una condición.
¿Cuál?
Que
usted me diga Jou, solamente Jou.
En
ese caso, ya tenemos un trato Jou. – Le levantó la mano para estrechar la de él
y así ambos la estrecharon mirándose uno al otro. – Si no le molesta, me
gustaría acompañarlo a comer y después no vamos los dos juntos al hospital a
ver a su hijo. ¿Qué dice?
Me
parece una buena idea Aime.
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Un
hombre de cabellos plateados estaba llegando a su mansión, había decidido
llegar temprano para poder comer con el menor de sus hijos, ya que llevaba
varios días que no le dedicaba tiempo y él siempre le pedía permiso para ir a
comer a la mansión de su amigo, cosa que ya no le estaba gustando tanto. Por
esa razón, es que optó por darle la sorpresa de comer juntos y conversar un
poco. Al entrar a su mansión, fue recibido por el mayordomo.
Buenas
tardes señor Pegasus.
Buenas
tardes.
Bienvenido
señor, desea almorzar o prefiere descansar un poco.
Me
gustaría almorzar y mande a llamar a mi hijo por favor.
Quiere
que llame al joven Bakura.
¿Él
se encuentra aquí?
Claro
que sí señor, en estos momentos está en la Biblioteca.
Que
bien, en ese caso mande a llamar a Noah para que podamos almorzar.
¿El
joven Noah?
Si,
así es.
Disculpe
señor pero el joven Noah todavía no ha llegado.
¿Cómo
que aún no llega? Ya debería de estar aquí.
El
mayordomo estaba por decir algo, cuando fue interrumpido por alguien más.
Buenas
tardes padre, no tenía idea que hoy vendrías temprano.
Buenas
tardes hijo. – Contestó un poco molesto.
¿Sucede
algo padre?
Se
trata de tu hermano.
El
albino respiró profundamente para luego decir…
Ahora
en que líos se ha metido padre.
En
muchos problemas, en cuanto llegue a la mansión ese niño me va a escuchar. – La
voz del hombre se escuchaba seria.
Disculpe
padre, pero puedo preguntar la razón.
Me
desobedeció, le dije claramente que se viniera para acá después de la escuela,
pero al parecer decidió irse con el joven Kaiba.
Padre,
si usted quiere puedo salir a buscarlo ahora mismo.
No
hijo, déjalo así, ordenaré a los sirvientes que me avisen en cuanto él llegue.
De
acuerdo padre.
Mejor
dime, tú ya almorzaste.
Todavía
no.
Bueno,
pues vamos a comer juntos.
Si,
vamos.
******************************
En
cuanto llegó a su oficina decidió ultimar detalles, aunque su mente estaba en
otras cosas, justo en ese momento, el teléfono de su oficina sonó.
Si,
diga…
Señor
Kaiba, aquí esta una joven que desea hablar con usted.
“¿Una
joven?” – Se cuestionó mentalmente. – “Tal vez sea la psicóloga”. – Dígale que
pase. – Respondió finalmente.
Sí
señor, enseguida.
En
cuanto las puertas se abrieron, el castaño vio quien era la persona que estaba
entrando.
¿Tu
aquí? – Preguntó fastidiado.
Hola
Kaiba, te agradezco que me hayas recibido.
De
haber sabido que eras tú, hubiera mandado a llamar a los guardias de seguridad
para que te sacaran.
No
te enfades, solamente he venido a hablar contigo.
Entre
tú y yo no hay nada de que hablar.
Pues
yo creo que sí, ya me enteré por ahí que dejaste de visitar a Joey.
¿Y
eso a ti que te importa?
Pues
me importa y mucho.
Habla
de una buena vez para que te vayas de aquí rápido.
Tranquilo,
todo a su tiempo.
¿Qué
es lo que quieres Gardner?
A
ti, te quiero a ti.
¡Ja!
– Exclamó con burla. – No me hagas reír, que no estoy de humor.
Mira
Kaiba, si dejaste de visitar a Joey, es porque ya te diste cuenta que el no
vale la pena y que has estado perdiendo tu valioso tiempo. Por eso es que me
animé en venir hasta acá para decirte lo mucho que te amo. Únicamente dame la
oportunidad de poder estar contigo y te garantizo que no te vas a arrepentir.
¿Eso
es todo? – Preguntó con arrogancia y desprecio.
No
me veas así, mis sentimientos por ti son sinceros, yo te puedo hacer feliz. Yo
no tengo un pasado tan terrible como ese fracasado de Joey, y aunque no me lo
creas provengo de una buena familia y no tengo mala reputación en la escuela,
alguien como tu tiene que andar con alguien mucho mejor que ese perro como tu
solías llamarlo.
El
ojiazul al escucharla hablar rechinaba los dientes de lo furioso que estaba, le
valía un pepino que ella se le ofreciera, lo que si no iba a permitir es que
viniera con su carita de mosquita muerta a hablar mal de su cachorro. Y con una
media sonrisa en sus labios decidió responderle.
Tal
vez tengas razón Tea, yo solía llamarlo perro porque me di cuenta que Joey es
una gran persona, los perros son fieles a su amo y además, ellos suelen darte
cariño y amor sincero sin pedir nada a cambio. En cambio tú... – Se quedó en
silencio por un segundo para disfrutar de sus últimas palabras. – Tu ni
siquiera le llegas a los talones de sus zapatos, porque tú no eres más que una
zorra ofrecida, tu no quieres a nadie, no eres más que una ingenua que lo único
que busca es tu propia conveniencia y si no la consigues, andas metiendo cizaña
por todas partes con tal de cumplir tus propósitos.
Estás vacía Gardner, tanto por fuera como por dentro, no vales nada, y si crees
que hablándome mal de Wheeler vas a lograr lo que te propones de una vez te
digo que has venido a perder tú tiempo.
Ahora
era la mujer quien estaba molesta.
Como
te atreves a hablarme de esa manera, no tienes ningún derecho a tratarme así,
no eres más que un…
¡SUFICIENTE!
– Exclamó enojado. – Tal parece que la verdad duele no es así. – Expresó
irónicamente. – Te recomiendo que te vayas con el rabo entre las patas si no quieres
seguir escuchando más verdades sobre tu persona.
Esto
no se va quedar así, te juro Kaiba que me las vas a pagar y muy caro. Conste
que yo vine ante ti con el corazón en la mano y tú no sólo lo has pisoteado
sino que además te has atrevido a insultarme. – Trataba de no llorar enfrente
de él.
Si
ya terminaste, lárgate antes que llame a seguridad.
La
mujer no tuvo otra opción que irse, al salir de la oficina chocó con otra
persona quien la logró ver como salía llorando de la oficina del CEO…
Continuará…
N/A: Espero que les
haya gustado la continuación… ¡UUUUHHH! Pobre Noah, ahora sí que está metido en
serios problemas. ¿Qué clase de castigo se habrá ganado? ¿Mokuba logrará hablar
con Yami sin que su hermano se entere? ¿Cuál será la venganza de Tea? ¿Emergerá
una nueva pareja? Todo esto y más lo irán descubriendo por cada nuevo capítulo
que suba. No olviden dejar sus comentarios, ya que sus críticas me ayudan a
seguir mejorando. Muchas gracias por seguirme y por leerme, nos vemos en el
próximo episodio.
Y
antes de que se me olvide, recibí un cometario preguntándome cada cuanto
actualizo el blog, pues bien, por el momento lo estoy actualizando una vez por
semana, si surge algún cambio yo les iré avisando.
Ahora
sí, me despido de ustedes muy cariñosamente, cuídense mucho y vean mucho yaoi
en especial que sea hard… Ja, ja, ja, ja, ja… No me hagan caso ya perdí la
cordura…
Atte.:
KAT.
P.D.: Espero que
hayan pasado un San Valentín inolvidable, y los que se habían peleado con sus
parejas, era un buen momento para hacer las paces y reconciliarse. En lo
personal, lo pase con mi padre y mi perro que se llama: Benji. Por lo demás,
tranquila en mi casa, tratando de escribir nuevos capítulos. Bueno, nunca es
tarde para desearles a todos mis lectores y amigos un feliz día del amor y la
amistad. Cuídense mucho y nos veremos en el próximo episodio.
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