jueves, 7 de febrero de 2019

LOS OJOS… SON EL REFLEJO DEL ALMA...





Capítulo 41: Los errores de la vida se pagan con intereses… III Parte.


Declaimer: Como siempre… Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…

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Recreo…

Por cierto Yūgi, ¿Por qué me pediste el favor que hablara con tu abuelo, para quedarte a dormir en mi casa?

¿De qué favor estás hablando Tea? – Preguntaron los demás.

Eso mismo es lo que le estoy preguntando a Yūgi. – Manifestó sarcásticamente, haciendo que todos voltearan a ver a su amigo.

Bueno… Yo…

Anda Yūgi, cuéntanos.

De acuerdo, pues resulta que ayer por la tarde Yami me dijo que hoy iba a entrar a trabajar de nuevo, que se iba a ver con Kaiba en KC después de que saliera de clases.

¡Que! – Exclamó la castaña.

Sí, eso fue lo que me contó.

Y que tiene que ver todo esto con el favor que le pediste a Tea. – Indagó el de ojos marrones.

Pues… Le pedí a Yami que pasara conmigo toda la noche. – Agachó su cabeza de lo apenado que se sentía.

Seguimos sin entenderte Yūgi. – Habló el albino.

Ayer me fui a comer a la mansión de Yami, su madre me atendió súper bien, y obvio la señora no tenía planes de salir al igual que mi abuelo, por eso es que le llamé por teléfono a Tea para que me ayudara a convencer a mi abuelo de que me dejara dormir en su casa.

Y… Si no fue en la mansión de él, ni en tu casa… Entonces… ¿Dónde fueron? – Preguntó el castaño.

No me lo van a creer… – Comenzó a contarles lo que había pasado la noche anterior.

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En algún lugar de Ciudad Domino…

Un joven de cabellos castaños y ojos azules, se encontraba en una habitación poco iluminada, estaba de pie al lado de una cama observando a la persona quien dormía profundamente, desde que salió en la madrugada no había vuelto llegar a su mansión, en su cara se reflejaba la gran preocupación que sentía en ese momento, por lo que decidió quedarse un poco más para poder estar a su lado aunque él no lo supiera. No dejaba de recordar todo lo sucedido hace algunas horas atrás…

FLASH BACK

Lo primero que debe de hacer es, deje de estarse lamentando todo el tiempo de los errores que comete, segundo, en vez de llorar como un niño pequeño debe de afrontar esta situación como todo un hombre y tercero, usted no es sabio para predecir que su hijo intentaría quitarse la vida. Si usted renuncia hoy, significa que no merece tener un hijo como Joey. Y a mí no me quedará otra opción que tomar una dura decisión por el bienestar de su hijo. Ahora yo le pregunto… ¿Qué decide hacer? Tomará al toro por los cuernos o arrojará la toalla como un vil cobarde.

El hombre se sorprendió al escucharla, nunca se imaginó que tuviera agallas para hablarle de esa manera tan dura.

Señorita Aime… – No terminó de responderle ya que alguien más decidió intervenir en la conversación.

Baia, nunca pensé decir esto pero… La felicito, usted si sabe cómo tratar a sus pacientes.

Ambos voltearon a ver a la persona que acababa de llegar.

Señor Kaiba, que bueno que llega. – La mujer fue la primera en reaccionar. – Creo que será mejor dejarlos solos por un momento. Pero antes de que la mujer se fuera, un médico estaba entrando finalmente a la sala de espera.

Familiares del joven Joseph Wheeler. – Expresó el galeno.

Yo soy su padre, Doctor, ¿cómo se encuentra?

Afortunadamente pudieron traerlo a tiempo, los primeros auxilios que recibió fueron de mucha ayuda. – Uno de los presentes al escucharlo hablar, volteó a ver a la mujer. – Tuve que hacerle un lavado de estómago para extraerle todos los medicamentos que logró ingerir. Y debido a la reacción del señor Wheeler, he de suponer que fue usted quien le aplicó los primeros auxilios, no es así señorita Aime.

Así es Doctor Malik.

Disculpe Doctor, eso quiere decir que mi niño está fuera de peligro.

Si señor Wheeler, aunque recomiendo que pase unos días en el hospital para mantenerlo en observación.

Muchas gracias Doctor Malik.

Si no es mucho pedir me gustaría hablar con usted a solas. – Se dirigió a la psicóloga, pero alguien más decidió intervenir en la conversación.

Lo que tenga que decirle a ella, será mejor que también nos lo diga a nosotros. – Habló con autoridad.

Yo estoy de acuerdo con el señor Kaiba, Doctor.

Usted que dice, señorita Aime.

Yo no tengo ningún inconveniente Doctor Malik, además, usted ya sabe que todos aquí presentes estamos involucrados en cómo ha ido desarrollando el caso de ese joven.

De acuerdo, creo que todos deberíamos sentarnos. – Una vez que lo hicieron el médico continúo con la conversación. – Desconozco por qué ese joven haya tomado esa decisión, al principio supuse que le habían dicho la verdad, pero en uno de sus desvaríos, me di cuenta que la señorita Aime todavía no ha llegado a esa parte.

¿A qué se refiere Doctor?

Lo que trato de decir es que la mente de ese joven esta en estos momentos inestable, ha caído en una terrible depresión que tarde o temprano él podría volver a cometer la misma locura.

Todos a excepción de una persona, se quedaron en shock al escuchar hablar al médico.

Tal parece que se siente presionado a aceptar algo que para él es inaudito, no es correcto exigirle de manera tan brusca ciertos cambios en su vida. No sé si me doy a entender.

Yo si le entiendo perfectamente lo que trata de decirnos Doctor Malik. – Intervino la mujer.

Señorita Aime, usted como psicóloga ya debe de saber la condición en la que se encuentra ese joven, no está demás decirle que él está en la cuerda floja.

Disculpen, pero no logro entender lo que están diciendo.

Señor Wheeler, lo que ellos afirman es que Joey no debe saber que fue víctima de abuso sexual o las consecuencias podrían ser fatales. – Concluyó el ojiazul quien se limitaba a prestar mucha atención con lo que escuchaba. 

No… No puede ser. – Se sorprendió con lo que el castaño le había dicho.

Eso es correcto, señor Kaiba.

Entonces, nunca recuperaré a mi niño, el daño que sufrió es irreversible. – Apretaba sus manos con fuerza haciéndolas puño, podía sentir como su sangre hervía del coraje que sentía.

Señor Wheeler, le pido que se tranquilice por favor. – La mujer trataba de calmarlo.

Lo mejor será que vaya a su casa a descansar señor Wheeler.

De ninguna manera, me quedaré aquí cuidando de él.

Será mejor que le haga caso al Doctor, señor Wheeler.

Señor Kaiba, pero…

Descuide, yo me quedaré con él.

Vamos señor Wheeler, lo llevaré a su casa.

Está bien, vamos señorita Aime.

FIN DEL FLASHBACK

“Cachorro, no debiste de hacer semejante locura, no te imaginas las ganas que tengo de hablar contigo frente a frente, pero con lo que el médico me dijo, fue suficiente para detenerme de que no lo hiciera. Por esa razón es que no me atrevo a enfrentarte, a decirte todo lo que pienso de todo esto, a decirte lo cobarde que fuiste por tomar el camino fácil. Pero así como están las cosas, lo mejor será esperar hasta que tú me puedas recibir. Lo que menos deseo es causarte algún daño, no quisiera ser el responsable si te llegara a pasar algo, porque nunca me lo perdonaría en la vida. Ahora no es el momento de enfrentarte, sabré esperar cachorro, y un día, conocerás mis verdaderos sentimientos de lo que siento por ti.”

Pensaba para sí mismo, mientras que tomaba la mano del joven y con su otra mano acariciaba sutilmente su rostro.

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Universidad de Ciudad Domino…

Había un enorme silencio, nadie decía nada, simplemente estaban sentados mirándose uno a otros, cada quien metido en sus propios pensamientos, pero solamente uno de ellos decidió romper con aquel mutismo ya que no solía tener mucha paciencia.

¿Y bien? Me dirás que fue lo que pasó anoche. – Manifestó un poco molesto.

Está bien, te lo voy a decir… En cuanto le conté a Yūgi que hoy entraría a trabajar el me pidió un favor.

¿Qué clase de favor?

Bueno pues… Me pidió que pasara la noche con él.

Mhg… Supongo que eso es normal, ya que no es la primera vez que lo haces con tu novio, lo que no entiendo… – No terminó de hablar ya que fue interrumpido.

Hicimos el amor en un hotel. – Cerró sus ojos en cuanto terminó la frase.

¿QUÉ HICISTE QUÉ? – Gritó enfadado.

No me grites que no soy sordo.

Me sorprenden las estupideces que haces.

No que estabas diciendo que era algo normal.

Es normal hacerlo por lo menos en tu casa o en la casa de tu  pareja, pero hacerlo en un “hotel”. – Hacia señales con los dedos de las comillas.

Hay bueno, que querías que hiciera, mi madre no sabe que estoy teniendo relaciones con mi novio y ni qué decir de su abuelo, se moriría si supiera que su nieto ya no es virgen. 

Pues eso debiste de pensarlo antes de acostarte con él.

Si me acosté con él fue porque lo amo.

Y mira hasta donde te está llevando ese amor. Y supongo que le has de haber mentido a tu madre.

El faraón agachó la mirada.

Lo suponía, fuiste capaz de mentirle.

Si. – Contestó avergonzado.

¿Qué fue lo que le dijiste para que te diera permiso de dormir fuera?

Pues… Le dije que me quedaría a dormir en tu casa porque tenemos mucho que estudiar.

¡QUE! – Exclamó sorprendido.

Perdóname Bakura, todo pasó tan rápido que…

Esto es el colmo, de verdad te digo que tu pierdes la cabeza con ese chiquillo, tal parece que fuera el quien te estuviera manipulando, hace contigo lo que se le da la gana.

¡Oye! Tampoco es para tanto, eso no es cierto. Además, no veo razón alguna para que estés tan enfadado.

Eres un idiota, acaso no te das cuenta que Yūgi, esta pervirtiendo a mi Ryou.

¿Qué? – Preguntó incrédulo. – Eso no es verdad Bakura, lo que haga con Yūgi, no tiene nada que ver con Ryou.

Claro que tiene que ver y mucho.

¿Por qué?

De seguro Yūgi, le ha de presumir a sus amigos cada vez que lo hace contigo.

Creo que estas exagerando las cosas, Yūgi es incapaz de hacer algo como eso.

Mhg… Si como no.

A ver dime algo, acaso Ryou te ha comentado algo.

Pues no…

Vez, ahí está lo que te digo.

No me comenta nada, pero me tiene fastidiado con que le dé una estúpida prueba de amor.

No me digas que todavía insiste en lo mismo.

Para que veas lo que provocas con tus locuras.

Está bien, primero calmémonos. – Decía mientras que respiraba profundamente. – Te propongo una cosa.

¿Qué?

Déjame hablar con Yūgi, para salir de dudas. ¿Estás de acuerdo?

Si no hay otro remedio.

No sé cómo, pero te demostraré que Yūgi no es ningún pervertido.

Como quieras, pero sé que al final tendré que decirte un… “Te lo dije”. – Agregó con sarcasmo.

Eso no será necesario, ellos son buenos chicos, ya lo verás. – Medio sonreía.

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Ni se imaginan amigos, fue una noche inolvidable, me entregué a Yami en cuerpo y alma, hasta nos atrevimos hacerlo en varias posiciones.

Wow… – Comentaban todos.

Todo fue tan maravilloso, incluso le dejé varias marcas en su cuerpo para que no se olvide de mi tan fácilmente. – Medio sonreía con malicia al recordar la noche de pasión que había tenido con su pareja. – Lo malo es que casi no dormimos durante la noche.

Que genial Yūgi, nos da gusto saber que tu relación se vaya fortaleciendo. 

Si sigues así, muy pronto Yami se olvidará de Joey para siempre. – Comentó la castaña.

Y todo gracias a sus consejos amigos, tendré a Yami solamente para mí.

Hay Yūgi, me gustaría tener ese valor que tú tienes de ser tan aventado con tu novio.

Ya no te mortifiques por eso Ryou, verás que tarde o temprano tú también te entregarás a tu pareja.

De verdad lo crees Yūgi.

Claro que si Ryou, es cuestión de tiempo.

Muchas gracias amigo.

Al poco tiempo, el timbre de la escuela sonaba anunciando que el recreo había terminado.

Ni modo, hay que ir a clases. – Expresó la ojiazul.

Si, vamos. – Respondieron todos.

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Un hombre de piel morena, ojos color violeta un poco claros y pelo color arena, estaba llegando a la mansión, se sentía muy cansado después de trabajar, pero a la vez le preocupaba lo ocurrido en la madrugada, caminaba un poco cabizbajo pensando en muchas cosas, hasta que una voz conocida por él lo sacó de sus pensamientos. 

Buenos días amor, me alegra que finalmente hayas venido.

Buenos días Marik. – Respondió algo desganado.

De seguro has de venir cansado, pero quise esperarte para que desayunemos juntos.

Te lo agradezco amor, pero si no te importa me iré a descansar.

Malik, ¿Qué te sucede? Te noto un tanto preocupado.

Marik, lo mejor será que nos vayamos a sentar. – Le decía mientras que ambos caminaban hacia donde estaban las escaleras para sentarse.

Amor, tuviste algún problema en el hospital.

No, pero es mejor que lo sepas, antes que te enteres por otro lado.

¿Enterarme de qué? Malik, me estas preocupando.

El otro suspiró profundamente para continuar con la plática.

Anoche, recibí un paciente en emergencia, venía muy delicado.

Tú eres un gran médico, de seguro pudiste salvarle la vida. – Trataba de animarlo, pero no le dio resultado.

Marik, el joven que recibí anoche era… – Se quedó callado por un segundo. – A quien yo recibí fue a… Joseph Wheeler.

¿Cómo? – Preguntó angustiado.

Tal como lo oyes.

¿Qué fue lo que le pasó?

Trató de suicidarse. – Su voz se escuchó quebrada.

No es posible… Si Kaiba se queda con él todas las noches, y su padre está pendiente de él, todo el tiempo.

Kaiba no pasó la noche con él, y afortunadamente su padre no se había ido a dormir todavía, ya que se encontraba conversando con la señorita Aime, y fue ahí que todo sucedió tan rápido.

No quiero ni imaginarme lo que hubiera pasado si Aime no hubiera llegado a hablar con el señor Wheeler tan noche.

Hubiera sido una terrible tragedia.

Y él ¿Cómo se encuentra?

Bastante estable, se quedará algunos días en el hospital para tenerlo en observación.

Y tú ¿Cómo te sientes?

No voy a mentirte, todavía estoy afectado por todo lo ocurrido.

Sí, me imagino. Creo que debes ir a descansar yo te subiré el desayuno a la cama para que puedas comer algo.

Muchas gracias amor, tus atenciones me hacen sentir bien.

No tienes nada que agradecer mi amor, soy yo quien está agradecido contigo por decirme lo que le pasó a ese muchacho.

Era mi deber hacerlo, lo malo es que no sé cómo decírselo a Ryou.

Tú no te preocupes por eso, seré yo quien se lo diga, claro si tú estás de acuerdo.

Claro que si Marik.

Gracias amor.

Ambos se levantaron de la grada en donde estaban sentados, uno subió las escaleras y el otro se dirigió a la cocina.

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Horas más tardes…

Todos los estudiantes estaban saliendo de la escuela, unos alegres por haber terminado una semana más de clases y otros con planes en su cabeza que tenían que realizar. Un joven caminaba un poco rápido, debía de llegar a su mansión lo antes posible, en eso a lo lejos escuchó que alguien lo llamaba y decidió en voltear a ver…

Espérame Mokuba.

Está bien, pero date prisa Noah.

Sí que caminas rápido. – Trataba de normalizar su respiración de lo agitado que se sentía al correr.

Ya le pediste permiso a tu padre de ir a comer a mi mansión.

Acabo de ir a hablar con él y me dijo que no. – Contestó con tristeza.

Noah, si es así no podrás acompañarme, recuerda que después del almuerzo tengo pensado en ir a KC.

Ya lo sé, no entiendo porque mi padre me negó el permiso si casi siempre me deja ir contigo.

Y ahora… ¿Qué piensas hacer?

Irme contigo de todas maneras.

Pero…

No te preocupes, mi padre no se dará cuenta, casi no llega a la mansión a almorzar y con eso de que ya estamos por terminar el año, ha de tener mucho trabajo pendiente.

No lo sé, creo que deberías de hacerle caso e irte para tu mansión.

¡Oh, vamos Mokuba! Quedamos en que iríamos los dos.

Sí, pero, no quisiera que tuvieras problemas por mi culpa.

Ya verás que no tendré ningún problema, anda déjame ir contigo. – Le hacía ojitos para convencerlo.

De acuerdo, vamos.

¡Qué bien! – Exclamaba con alegría.

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No muy lejos de ahí, pero en la misma escuela…

Bueno amigos, aquí los dejo me voy con Duke.

De acuerdo Tristán, no olvides que estaremos en comunicación. – Comentó el tricolor menor.

Adiós Tristán. – Lo despidieron sus otros amigos.

Al poco tiempo, llegaba otra persona al lugar.

Me alegra haber llegado a tiempo Ryou.

¡Hermano! – Exclamó sorprendido. – No te esperaba.

Pues quise darte una sorpresa.

¡Y vaya que me la diste!

Me alegra saberlo, será mejor que nos vayamos.

De acuerdo, adiós Yūgi, adiós Tea.

Adiós Ryou. – Respondieron al unísono.

¿Quieres que te acompañe a casa Tea?

¡Eh! No Yūgi gracias, me iré caminando, es que tengo algo que hacer.

Si quieres te acompaño.

No, como crees, son cosas de mujeres, tú sabes.

Bueno, está bien, en ese caso me voy.

Adiós amigo y cuídate.

Gracias Tea y tú también.

“Perfecto, esta es mi oportunidad de hacer lo que había pensado”. – Se decía para sí misma, mientras se iba a la parada de autobuses.


Continuará…


N/A: Sí que hay mucho enredo en todo esto… ¿Qué creen que vaya a pasar? ¿Qué locuras estará tramando esta vez Tea? ¿Cuál será la reacción de Ryou? ¿Yami descubrirá que su novio es un pervertido? ¡YŪGI UN PERVERTIDO! Ni yo misma me lo puedo creer… Todo esto y más no se lo pierdan en los siguientes capítulos, pondré de mi parte para hacerlo interesante. No olviden dejar sus comentarios, sus criticas me ayudan a mejorar. Muchas gracias por leer esta historia y por todo su apoyo.

Me despido cordialmente de todos ustedes, con muchos abrazos virtuales…

Atte.:

             KAT.



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