Capítulo 41: Los errores de la vida se
pagan con intereses… III Parte.
Declaimer: Como siempre…
Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me
pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra
cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se
diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
******************************
Recreo…
Por
cierto Yūgi, ¿Por qué me pediste el favor que hablara con tu abuelo, para
quedarte a dormir en mi casa?
¿De
qué favor estás hablando Tea? – Preguntaron los demás.
Eso
mismo es lo que le estoy preguntando a Yūgi. – Manifestó sarcásticamente,
haciendo que todos voltearan a ver a su amigo.
Bueno…
Yo…
Anda
Yūgi, cuéntanos.
De
acuerdo, pues resulta que ayer por la tarde Yami me dijo que hoy iba a entrar a
trabajar de nuevo, que se iba a ver con Kaiba en KC después de que saliera de
clases.
¡Que!
– Exclamó la castaña.
Sí,
eso fue lo que me contó.
Y
que tiene que ver todo esto con el favor que le pediste a Tea. – Indagó el de
ojos marrones.
Pues…
Le pedí a Yami que pasara conmigo toda la noche. – Agachó su cabeza de lo
apenado que se sentía.
Seguimos
sin entenderte Yūgi. – Habló el albino.
Ayer
me fui a comer a la mansión de Yami, su madre me atendió súper bien, y obvio la
señora no tenía planes de salir al igual que mi abuelo, por eso es que le llamé
por teléfono a Tea para que me ayudara a convencer a mi abuelo de que me dejara
dormir en su casa.
Y…
Si no fue en la mansión de él, ni en tu casa… Entonces… ¿Dónde fueron? –
Preguntó el castaño.
No
me lo van a creer… – Comenzó a contarles lo que había pasado la noche anterior.
******************************
En algún lugar de Ciudad Domino…
Un
joven de cabellos castaños y ojos azules, se encontraba en una habitación poco
iluminada, estaba de pie al lado de una cama observando a la persona quien
dormía profundamente, desde que salió en la madrugada no había vuelto llegar a
su mansión, en su cara se reflejaba la gran preocupación que sentía en ese
momento, por lo que decidió quedarse un poco más para poder estar a su lado
aunque él no lo supiera. No dejaba de recordar todo lo sucedido hace algunas
horas atrás…
FLASH BACK
Lo
primero que debe de hacer es, deje de estarse lamentando todo el tiempo de los
errores que comete, segundo, en vez de llorar como un niño pequeño debe de
afrontar esta situación como todo un hombre y tercero, usted no es sabio para
predecir que su hijo intentaría quitarse la vida. Si usted renuncia hoy,
significa que no merece tener un hijo como Joey. Y a mí no me quedará otra
opción que tomar una dura decisión por el bienestar de su hijo. Ahora yo le
pregunto… ¿Qué decide hacer? Tomará al toro por los cuernos o arrojará la
toalla como un vil cobarde.
El
hombre se sorprendió al escucharla, nunca se imaginó que tuviera agallas para
hablarle de esa manera tan dura.
Señorita
Aime… – No terminó de responderle ya que alguien más decidió intervenir en la
conversación.
Baia,
nunca pensé decir esto pero… La felicito, usted si sabe cómo tratar a sus
pacientes.
Ambos
voltearon a ver a la persona que acababa de llegar.
Señor
Kaiba, que bueno que llega. – La mujer fue la primera en reaccionar. – Creo que
será mejor dejarlos solos por un momento. Pero antes de que la mujer se fuera,
un médico estaba entrando finalmente a la sala de espera.
Familiares
del joven Joseph Wheeler. – Expresó el galeno.
Yo
soy su padre, Doctor, ¿cómo se encuentra?
Afortunadamente
pudieron traerlo a tiempo, los primeros auxilios que recibió fueron de mucha
ayuda. – Uno de los presentes al escucharlo hablar, volteó a ver a la mujer. –
Tuve que hacerle un lavado de estómago para extraerle todos los medicamentos
que logró ingerir. Y debido a la reacción del señor Wheeler, he de suponer que
fue usted quien le aplicó los primeros auxilios, no es así señorita Aime.
Así
es Doctor Malik.
Disculpe
Doctor, eso quiere decir que mi niño está fuera de peligro.
Si
señor Wheeler, aunque recomiendo que pase unos días en el hospital para
mantenerlo en observación.
Muchas
gracias Doctor Malik.
Si
no es mucho pedir me gustaría hablar con usted a solas. – Se dirigió a la
psicóloga, pero alguien más decidió intervenir en la conversación.
Lo
que tenga que decirle a ella, será mejor que también nos lo diga a nosotros. –
Habló con autoridad.
Yo
estoy de acuerdo con el señor Kaiba, Doctor.
Usted
que dice, señorita Aime.
Yo
no tengo ningún inconveniente Doctor Malik, además, usted ya sabe que todos
aquí presentes estamos involucrados en cómo ha ido desarrollando el caso de ese
joven.
De
acuerdo, creo que todos deberíamos sentarnos. – Una vez que lo hicieron el médico
continúo con la conversación. – Desconozco por qué ese joven haya tomado esa
decisión, al principio supuse que le habían dicho la verdad, pero en uno de sus
desvaríos, me di cuenta que la señorita Aime todavía no ha llegado a esa parte.
¿A
qué se refiere Doctor?
Lo
que trato de decir es que la mente de ese joven esta en estos momentos
inestable, ha caído en una terrible depresión que tarde o temprano él podría
volver a cometer la misma locura.
Todos
a excepción de una persona, se quedaron en shock al escuchar hablar al médico.
Tal
parece que se siente presionado a aceptar algo que para él es inaudito, no es
correcto exigirle de manera tan brusca ciertos cambios en su vida. No sé si me
doy a entender.
Yo
si le entiendo perfectamente lo que trata de decirnos Doctor Malik. – Intervino
la mujer.
Señorita
Aime, usted como psicóloga ya debe de saber la condición en la que se encuentra
ese joven, no está demás decirle que él está en la cuerda floja.
Disculpen,
pero no logro entender lo que están diciendo.
Señor
Wheeler, lo que ellos afirman es que Joey no debe saber que fue víctima de
abuso sexual o las consecuencias podrían ser fatales. – Concluyó el ojiazul
quien se limitaba a prestar mucha atención con lo que escuchaba.
No…
No puede ser. – Se sorprendió con lo que el castaño le había dicho.
Eso
es correcto, señor Kaiba.
Entonces,
nunca recuperaré a mi niño, el daño que sufrió es irreversible. – Apretaba sus
manos con fuerza haciéndolas puño, podía sentir como su sangre hervía del
coraje que sentía.
Señor
Wheeler, le pido que se tranquilice por favor. – La mujer trataba de calmarlo.
Lo
mejor será que vaya a su casa a descansar señor Wheeler.
De
ninguna manera, me quedaré aquí cuidando de él.
Será
mejor que le haga caso al Doctor, señor Wheeler.
Señor
Kaiba, pero…
Descuide,
yo me quedaré con él.
Vamos
señor Wheeler, lo llevaré a su casa.
Está
bien, vamos señorita Aime.
FIN DEL FLASHBACK
“Cachorro,
no debiste de hacer semejante locura, no te imaginas las ganas que tengo de
hablar contigo frente a frente, pero con lo que el médico me dijo, fue
suficiente para detenerme de que no lo hiciera. Por esa razón es que no me
atrevo a enfrentarte, a decirte todo lo que pienso de todo esto, a decirte lo
cobarde que fuiste por tomar el camino fácil. Pero así como están las cosas, lo
mejor será esperar hasta que tú me puedas recibir. Lo que menos deseo es
causarte algún daño, no quisiera ser el responsable si te llegara a pasar algo,
porque nunca me lo perdonaría en la vida. Ahora no es el momento de
enfrentarte, sabré esperar cachorro, y un día, conocerás mis verdaderos
sentimientos de lo que siento por ti.”
Pensaba
para sí mismo, mientras que tomaba la mano del joven y con su otra mano
acariciaba sutilmente su rostro.
******************************
Universidad
de Ciudad Domino…
Había un enorme silencio, nadie
decía nada, simplemente estaban sentados mirándose uno a otros, cada quien
metido en sus propios pensamientos, pero solamente uno de ellos decidió romper
con aquel mutismo ya que no solía tener mucha paciencia.
¿Y bien? Me dirás que fue lo que
pasó anoche. – Manifestó un poco molesto.
Está bien, te lo voy a decir… En
cuanto le conté a Yūgi que hoy entraría a trabajar el me pidió un favor.
¿Qué clase de favor?
Bueno pues… Me pidió que pasara la
noche con él.
Mhg… Supongo que eso es normal, ya
que no es la primera vez que lo haces con tu novio, lo que no entiendo… – No
terminó de hablar ya que fue interrumpido.
Hicimos el amor en un hotel. – Cerró
sus ojos en cuanto terminó la frase.
¿QUÉ HICISTE QUÉ? – Gritó enfadado.
No me grites que no soy sordo.
Me sorprenden las estupideces que
haces.
No que estabas diciendo que era algo
normal.
Es normal hacerlo por lo menos en tu
casa o en la casa de tu pareja, pero
hacerlo en un “hotel”. – Hacia señales con los dedos de las comillas.
Hay bueno, que querías que hiciera,
mi madre no sabe que estoy teniendo relaciones con mi novio y ni qué decir de
su abuelo, se moriría si supiera que su nieto ya no es virgen.
Pues eso debiste de pensarlo antes
de acostarte con él.
Si me acosté con él fue porque lo
amo.
Y mira hasta donde te está llevando ese
amor. Y supongo que le has de haber mentido a tu madre.
El faraón agachó la mirada.
Lo suponía, fuiste capaz de
mentirle.
Si. – Contestó avergonzado.
¿Qué fue lo que le dijiste para que
te diera permiso de dormir fuera?
Pues… Le dije que me quedaría a
dormir en tu casa porque tenemos mucho que estudiar.
¡QUE! – Exclamó sorprendido.
Perdóname Bakura, todo pasó tan
rápido que…
Esto es el colmo, de verdad te digo
que tu pierdes la cabeza con ese chiquillo, tal parece que fuera el quien te
estuviera manipulando, hace contigo lo que se le da la gana.
¡Oye! Tampoco es para tanto, eso no
es cierto. Además, no veo razón alguna para que estés tan enfadado.
Eres un idiota, acaso no te das
cuenta que Yūgi, esta pervirtiendo a mi Ryou.
¿Qué? – Preguntó incrédulo. – Eso no
es verdad Bakura, lo que haga con Yūgi, no tiene nada que ver con Ryou.
Claro que tiene que ver y mucho.
¿Por qué?
De seguro Yūgi, le ha de presumir a
sus amigos cada vez que lo hace contigo.
Creo que estas exagerando las cosas,
Yūgi es incapaz de hacer algo como eso.
Mhg… Si como no.
A ver dime algo, acaso Ryou te ha
comentado algo.
Pues no…
Vez, ahí está lo que te digo.
No me comenta nada, pero me tiene
fastidiado con que le dé una estúpida prueba de amor.
No me digas que todavía insiste en
lo mismo.
Para que veas lo que provocas con
tus locuras.
Está bien, primero calmémonos. –
Decía mientras que respiraba profundamente. – Te propongo una cosa.
¿Qué?
Déjame hablar con Yūgi, para salir
de dudas. ¿Estás de acuerdo?
Si no hay otro remedio.
No sé cómo, pero te demostraré que
Yūgi no es ningún pervertido.
Como quieras, pero sé que al final
tendré que decirte un… “Te lo dije”. – Agregó con sarcasmo.
Eso no será necesario, ellos son
buenos chicos, ya lo verás. – Medio sonreía.
******************************
Ni
se imaginan amigos, fue una noche inolvidable, me entregué a Yami en cuerpo y
alma, hasta nos atrevimos hacerlo en varias posiciones.
Wow…
– Comentaban todos.
Todo
fue tan maravilloso, incluso le dejé varias marcas en su cuerpo para que no se
olvide de mi tan fácilmente. – Medio sonreía con malicia al recordar la noche
de pasión que había tenido con su pareja. – Lo malo es que casi no dormimos
durante la noche.
Que
genial Yūgi, nos da gusto saber que tu relación se vaya fortaleciendo.
Si
sigues así, muy pronto Yami se olvidará de Joey para siempre. – Comentó la
castaña.
Y
todo gracias a sus consejos amigos, tendré a Yami solamente para mí.
Hay
Yūgi, me gustaría tener ese valor que tú tienes de ser tan aventado con tu
novio.
Ya
no te mortifiques por eso Ryou, verás que tarde o temprano tú también te
entregarás a tu pareja.
De
verdad lo crees Yūgi.
Claro
que si Ryou, es cuestión de tiempo.
Muchas
gracias amigo.
Al
poco tiempo, el timbre de la escuela sonaba anunciando que el recreo había
terminado.
Ni
modo, hay que ir a clases. – Expresó la ojiazul.
Si,
vamos. – Respondieron todos.
******************************
Un
hombre de piel morena, ojos color violeta un poco claros y pelo color arena,
estaba llegando a la mansión, se sentía muy cansado después de trabajar, pero a
la vez le preocupaba lo ocurrido en la madrugada, caminaba un poco cabizbajo
pensando en muchas cosas, hasta que una voz conocida por él lo sacó de sus
pensamientos.
Buenos
días amor, me alegra que finalmente hayas venido.
Buenos
días Marik. – Respondió algo desganado.
De
seguro has de venir cansado, pero quise esperarte para que desayunemos juntos.
Te
lo agradezco amor, pero si no te importa me iré a descansar.
Malik,
¿Qué te sucede? Te noto un tanto preocupado.
Marik,
lo mejor será que nos vayamos a sentar. – Le decía mientras que ambos caminaban
hacia donde estaban las escaleras para sentarse.
Amor,
tuviste algún problema en el hospital.
No,
pero es mejor que lo sepas, antes que te enteres por otro lado.
¿Enterarme
de qué? Malik, me estas preocupando.
El
otro suspiró profundamente para continuar con la plática.
Anoche,
recibí un paciente en emergencia, venía muy delicado.
Tú
eres un gran médico, de seguro pudiste salvarle la vida. – Trataba de animarlo,
pero no le dio resultado.
Marik,
el joven que recibí anoche era… – Se quedó callado por un segundo. – A quien yo
recibí fue a… Joseph Wheeler.
¿Cómo?
– Preguntó angustiado.
Tal
como lo oyes.
¿Qué
fue lo que le pasó?
Trató
de suicidarse. – Su voz se escuchó quebrada.
No
es posible… Si Kaiba se queda con él todas las noches, y su padre está
pendiente de él, todo el tiempo.
Kaiba
no pasó la noche con él, y afortunadamente su padre no se había ido a dormir
todavía, ya que se encontraba conversando con la señorita Aime, y fue ahí que
todo sucedió tan rápido.
No
quiero ni imaginarme lo que hubiera pasado si Aime no hubiera llegado a hablar
con el señor Wheeler tan noche.
Hubiera
sido una terrible tragedia.
Y él ¿Cómo se encuentra?
Bastante
estable, se quedará algunos días en el hospital para tenerlo en observación.
Y
tú ¿Cómo te sientes?
No
voy a mentirte, todavía estoy afectado por todo lo ocurrido.
Sí,
me imagino. Creo que debes ir a descansar yo te subiré el desayuno a la cama
para que puedas comer algo.
Muchas
gracias amor, tus atenciones me hacen sentir bien.
No
tienes nada que agradecer mi amor, soy yo quien está agradecido contigo por
decirme lo que le pasó a ese muchacho.
Era
mi deber hacerlo, lo malo es que no sé cómo decírselo a Ryou.
Tú
no te preocupes por eso, seré yo quien se lo diga, claro si tú estás de
acuerdo.
Claro
que si Marik.
Gracias
amor.
Ambos
se levantaron de la grada en donde estaban sentados, uno subió las escaleras y
el otro se dirigió a la cocina.
******************************
Horas más tardes…
Todos
los estudiantes estaban saliendo de la escuela, unos alegres por haber
terminado una semana más de clases y otros con planes en su cabeza que tenían
que realizar. Un joven caminaba un poco rápido, debía de llegar a su mansión lo
antes posible, en eso a lo lejos escuchó que alguien lo llamaba y decidió en
voltear a ver…
Espérame
Mokuba.
Está
bien, pero date prisa Noah.
Sí
que caminas rápido. – Trataba de normalizar su respiración de lo agitado que se
sentía al correr.
Ya
le pediste permiso a tu padre de ir a comer a mi mansión.
Acabo
de ir a hablar con él y me dijo que no. – Contestó con tristeza.
Noah,
si es así no podrás acompañarme, recuerda que después del almuerzo tengo
pensado en ir a KC.
Ya
lo sé, no entiendo porque mi padre me negó el permiso si casi siempre me deja
ir contigo.
Y
ahora… ¿Qué piensas hacer?
Irme
contigo de todas maneras.
Pero…
No
te preocupes, mi padre no se dará cuenta, casi no llega a la mansión a almorzar
y con eso de que ya estamos por terminar el año, ha de tener mucho trabajo
pendiente.
No
lo sé, creo que deberías de hacerle caso e irte para tu mansión.
¡Oh,
vamos Mokuba! Quedamos en que iríamos los dos.
Sí,
pero, no quisiera que tuvieras problemas por mi culpa.
Ya
verás que no tendré ningún problema, anda déjame ir contigo. – Le hacía ojitos
para convencerlo.
De
acuerdo, vamos.
¡Qué
bien! – Exclamaba con alegría.
******************************
No muy lejos de ahí, pero en la misma
escuela…
Bueno
amigos, aquí los dejo me voy con Duke.
De
acuerdo Tristán, no olvides que estaremos en comunicación. – Comentó el
tricolor menor.
Adiós
Tristán. – Lo despidieron sus otros amigos.
Al
poco tiempo, llegaba otra persona al lugar.
Me
alegra haber llegado a tiempo Ryou.
¡Hermano!
– Exclamó sorprendido. – No te esperaba.
Pues
quise darte una sorpresa.
¡Y
vaya que me la diste!
Me
alegra saberlo, será mejor que nos vayamos.
De
acuerdo, adiós Yūgi, adiós Tea.
Adiós
Ryou. – Respondieron al unísono.
¿Quieres
que te acompañe a casa Tea?
¡Eh!
No Yūgi gracias, me iré caminando, es que tengo algo que hacer.
Si
quieres te acompaño.
No,
como crees, son cosas de mujeres, tú sabes.
Bueno,
está bien, en ese caso me voy.
Adiós
amigo y cuídate.
Gracias
Tea y tú también.
“Perfecto,
esta es mi oportunidad de hacer lo que había pensado”. – Se decía para sí
misma, mientras se iba a la parada de autobuses.
Continuará…
N/A: Sí que hay
mucho enredo en todo esto… ¿Qué creen que vaya a pasar? ¿Qué locuras estará
tramando esta vez Tea? ¿Cuál será la reacción de Ryou? ¿Yami descubrirá que su
novio es un pervertido? ¡YŪGI UN PERVERTIDO! Ni yo misma me lo puedo creer…
Todo esto y más no se lo pierdan en los siguientes capítulos, pondré de mi
parte para hacerlo interesante. No olviden dejar sus comentarios, sus criticas
me ayudan a mejorar. Muchas gracias por leer esta historia y por todo su apoyo.
Me
despido cordialmente de todos ustedes, con muchos abrazos virtuales…
Atte.:
KAT.
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