Capítulo 39: Los errores de la vida se
pagan con intereses.
Notas
del capítulo: La vida puede ser hermosa depende de cómo la
vivamos. Hay diferentes etapas que el ser humano atraviesa, entre ellas están:
La niñez, adolescencia, adultez y por último la vejez. Durante esas etapas,
comúnmente se suelen cometer muchos errores, algunos no suelen ser tan graves
pero otros hasta se puede marcar la vida de una persona. Por lo general, los
errores de la vida se pagan con intereses y no nos damos cuenta en el momento
si no que cuando puede ser ya demasiado tarde…
Declaimer: Como siempre…
Bla, bla, bla, bla, bla, bla… Los personajes de YU – GI – OH!, “No me
pertenecen”… Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra
cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se
diviertan de mis locuras… Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la
dicha de poderlo compartir con todos mis lectores…
ACLARACIÓN: Este capítulo será un poco fuerte, por
lo que recomiendo que aquellas personas que padezcan de baja autoestima,
padecen del corazón o estén pasando por algo similar, les aconsejo que no lean
este episodio. Como dice un viejo refrán… Soldado
avisado, no muere en guerra… Por lo que si deciden leerlo será exclusivamente
bajo su propia responsabilidad.
******************************
En
algún lugar de Ciudad Domino…
Hola hijo, he venido a traerte tu desayuno.
El hombre al no escuchar respuesta, decidió dejar
la bandeja con la comida sobre una mesita que había en la habitación, después
caminó en dirección hacia la cama para sentarse en una esquina.
Joey, no me gusta verte así, sé que he cometido
muchos errores y que no he sido el padre perfecto, pero… – Se quedó callado por
un segundo, a su mente se le venían todos los consejos que le había dado la
psicóloga sobre como tenía que abrir su corazón para poderse acercar a su hijo
de alguna manera. – Quiero que sepas que nunca he dejado de quererte. – Trató
de tomar su mano, pero el joven la apartó rápidamente. – Déjame decirte que
estoy haciendo todo lo posible por cambiar, te acuerdas cuando empecé a recibir
las terapias con la señorita Aime. – Lo volteó a ver pero no obtuvo respuesta,
el hombre suspiró y agachando la cabeza siguió hablando. – Ella me ha ayudado
mucho, me ha hecho ver mis defectos y todas las equivocaciones que he hecho en
la vida. Desde el primer día que comencé a ir a su consultorio no he dejado de
hacerlo, debes entender que para mí no es fácil todo esto y estoy consciente de
que no voy a cambiar de la noche a la mañana.
Por favor, no sigas, no quiero escucharte. – Lo
interrumpió de golpe.
Escúchame por favor, yo trato la manera de
ayudarte, de estar a tu lado, entiende que tú no estás solo, Joey, no sabes
cuánto te necesito en estos momentos.
CÁLLATE, ESO NO ES CIERTO, NO ES VERDAD. – Gritaba
furioso. – NUNCA ESTUVISTE EN MI VIDA, NUNCA ME MOSTRASTE NI UNA GOTA DE
AFECTO, JAMÁS TE ESCUCHÉ DECIR UN TE QUIERO Y EN VEZ DE ESO… – Gruesas lágrimas
caían por sus mejillas, con sus manos apretaba la sábana de la cama con fuerza.
– Snif,
snif, snif, snif, snif… Lo único que recibí de ti
fue maltrato, golpes, castigos, odio y desprecio. Snif, snif,
snif, snif, snif… Y después de tantos años me vienes a decir que me
quieres, ¿no crees que ya es demasiado tarde para decírmelo padre?...
Por favor, no te pongas así, no quiero verte
llorar, cálmate por favor. – Podía sentir un gran nudo en su garganta y odiaba
no poder ayudarlo y aliviar su dolor.
Snif,
snif, snif, snif, snif… Me dices todo eso por el simple hecho de que te causo lástima,
¿verdad?
Claro
que no.
Snif,
snif, snif, snif, snif… Pues entonces déjame en paz, snif, snif, snif, snif,
snif, no quiero escucharte, no quiero verte.
Joey,
no me digas eso te lo suplico, te pido que me des una oportunidad, dime que puedo hacer para demostrarte que he
cambiado, que realmente me preocupo por ti.
Nada padre, por favor vete. – Respondió con la voz
apagada y la cabeza agachada.
El hombre por más que lo intentaba no encontraba la
forma de poder tocar el corazón de su hijo, se le hacía tan difícil hacerlo y
de que entendiera, que él tenía tantas cosas que decirle.
Está bien, me iré, pero regresaré más tarde para
ver si has logrado comer algo. – Volvió a insistir en aproximarse a él y nuevamente
fue rechazado, no tuvo otra opción más que salir de la habitación con el
corazón roto.
******************************
Horas más tarde…
Buenas
tardes hermana.
Buenas
tardes Ryou, hoy no irás a almorzar a casa de tu novio.
No
hermana. – Medio sonrió. – “Después de lo que pasó, no me atrevo a verle la
cara, menos mal que el novio de Yūgi aceptó en venirme a dejar”. – Pensaba para
sí mismo, pero una voz lo sacó de sus pensamientos. – ¿Qué me decías hermana?
Te
decía si vas a querer almorzar ya o más tarde.
Primero
me iré a cambiar y luego bajo a comer.
De
acuerdo, pero no te tardes.
Claro
que no.
Decidió
irse a su habitación para cambiarse de ropa y animarse un poco antes de que su
hermana notara lo distraído que estaba.
******************************
Gracias
por invitarme a comer en tu casa Duke.
Ni
lo menciones amor, sabes muy bien que me gusta consentirte.
Lo
sé, solamente te pido que no lo hagas demasiado o me mal acostumbrarás.
Ja,
ja, ja, ja, ja, ja, ja, tú siempre tan gracioso Tristán. Apropósito, hay algo
que quiero preguntarte.
¡Eh!
Pues dime de que se trata.
¿Tú
sabes cómo se encuentra Joey?
Me
sorprende que preguntes por él, sobre todo por… – No terminó de hablar ya que
fue interrumpido.
Ya
lo sé, sobre todo porque yo también solía burlarme de el en la escuela. Es lo
que ibas a decir, ¿verdad?
Bueno,
yo…
Está
bien, lo entiendo y sé que hice mal en hacerlo.
Duke…
No
me digas nada Tristán, además, se la razón del por qué tú me rechazabas todo el
tiempo.
No
voy a mentirte, al principio me caías mal por la forma en como tratabas a Joey
y a los demás compañeros de nuestra clase.
Pero
quiero cambiar, ya les ofrecí disculpas a muchos de ellos.
Lo
sé, no tienes que decírmelo.
Tristán,
ayúdame por favor para ver a Joey, tengo que disculparme con él por la manera
tan cruel en como lo traté en la escuela.
¡Sigh! ¡Ains!... De acuerdo, pero no te prometo
nada.
Muchas gracias amor.
******************************
Buenas
tardes señora.
Buenas
tardes joven, adelante pasa estás en tu casa.
Muchas
gracias señora.
No
me digas señora, puedes llamarme Mai.
Está
bien. – Medio sonrió.
Hola
madre. – Saludó otra persona que estaba entrando al lugar.
Hola
hijo, ¿cómo te fue en la universidad?
Muy
bien madre.
Bueno
pues adelante, pasemos al comedor, hoy cociné algo especial para ustedes.
Gracias
madre, no te hubieras molestado.
Pero
lo hago con gusto hijo.
Vamos
Yūgi.
Si,
vamos.
******************************
Una
joven de cabellos castaños y ojos azules, había llegado a su casa, estaba muy
molesta de cómo sus amigos la dejaron sola por irse con sus novios.
“Esto
es el colmo, ¿cómo es posible que ellos se vayan tan tranquilos, dejándome a mi
sola? – Pensaba para sí misma. – ¡Bah! ¿Quién los necesita? Creo que me
conviene quedarme sola para hacer mis propios planes. Sí, es justo lo que voy a
hacer, aprovecharé el momento para ir a hablar con Kaiba, y con eso de que Yami
va a traer a Yūgi todas las tardes a la escuela, significa que por alguna razón
no está trabajando y que a él lo puedo encontrar en su empresa. Si Kaiba ha
dejado de visitar a ese estúpido perdedor, tendré la oportunidad de conquistarlo
y que se olvide de el para siempre”.
Se
ponía feliz con las ideas que se le venían a la cabeza.
******************************
Muchas
gracias por traernos a su mansión joven Pegasus.
No
tienes nada que agradecer joven Kaiba.
Si,
muchas gracias hermano.
De
nada Noah.
Ven
Mokuba, vamos a mi habitación.
De
acuerdo.
No
se vayan a tardar, recuerden que tienen que bajar a comer.
No
te preocupes hermano, enseguida bajamos.
El
joven se quedó observando como ellos se iban rápidamente, mientras que el
caminaba despacio pensando en lo ocurrido.
“¿Por
qué Ryou se habrá ido con Yami? Si no quería venir a mi mansión, al menos me
hubiera permitido irlo a dejar a la suya. ¡Hay mi pequeño! Me gustaría saber
que tanto piensas en tu cabecita. Últimamente hemos discutido mucho y por cosas
innecesarias, a veces siento que tú no eres el mismo, no eres aquel simpático
niño que eras cuando te conocí por primera vez. Ryou, ¿Quién o quienes serán
las personas que te están metiendo cosas locas a tu cabecita? Cada vez que te
pregunto tú me evades el tema, pero sabré esperar mi amor, por ti soy capaz de
tener la paciencia necesaria para soportar tus cambios. Te amo Ryou”.
******************************
Después
que terminaron de comer, se habían ido al jardín a conversar un poco.
Tu
madre ha sido muy amable en atenderme, mira que cocinar solamente porque yo
venía. – Se sonrojaba ante el comentario que estaba haciendo.
Eso
es porque ella sabe que yo te amo, es normal que quiera atenderte.
Sí,
pero me da mucha pena.
No
debes de apenarte amor, recuerda que tú eres mi novio y mereces lo mejor.
Yami,
no digas esas cosas, estás haciendo que me sonroje más.
Ja,
ja, ja, ja, ja, te vez tan lindo cuando tu cara se pone al color de un tomate.
¡Oye!
Tranquilo
amor, es broma.
Lo
sé. – Se acercó a él para besarlo, una vez que terminó el beso, el otro empezó
a hablar.
Yūgi,
hay algo que debo decirte.
¿Qué
cosa amor?
Esta
mañana muy temprano me llamó Kaiba por teléfono para decirme que tenía que
presentarme a trabajar otra vez.
Hay
no. – Manifestó con tristeza.
Lo
siento mucho mi pequeño.
¿Cuándo
te vas a presentar a la oficina?
Él
quería que me presentara hoy, pero le dije que mejor mañana por la tarde.
¿Por
qué mañana por la tarde?
Bueno,
pues porque quería estar contigo este día toda la tarde y mañana ambos tenemos
clases.
¿De
verdad? Pasarás conmigo toda la tarde.
Claro
amor.
¡Qué
bien! Gracias por pensar en mi amor.
No
me lo agradezcas Yūgi.
Oye,
te puedo pedir un favor.
Claro,
pídeme lo que quieras.
¿Lo
que yo quiera? – Habló de manera seductora, poniendo a la otra persona un poco
nerviosa.
A
ver, dime que es lo que quieres.
El
menor se levantó de su silla y se dirigió a donde estaba sentado su novio, se
inclinó en su oído derecho para susurrarle algo, en cuanto el otro escuchaba
tal petición, sintió sus mejillas arder.
¡Yūgi!
– Exclamó sorprendido, mientras que su novio lo miraba lascivamente.
¿Y
bien? ¿Qué dices amor?
Bueno,
pues, yo, yo… – Nunca se imaginó que su novio le pidiera tal cosa.
Anda
Yami, por favor acepta, mira que después casi no nos vamos a ver, y este día
podemos hacer algo especial e inolvidable.
Suspiró
profundamente mientras que cerraba sus ojos levemente.
De
acuerdo, hagámoslo.
Gracias
mi amor, te prometo que será algo que nunca olvidarás. – Sonreía de oreja a
oreja de lo feliz y emocionado que se sentía.
******************************
Casa de la familia Wheeler…
Un
teléfono fijo estaba sonando, en ese momento una persona bajaba por las
escaleras, se apresuró para poder contestarlo.
¡Aló!
Buenas tardes…
Hola,
buenas tardes señor Wheeler, habla Seto Kaiba.
¡Ah!
Es usted señor Kaiba.
Si,
así es, le llamo para decirle que esta noche no podré llegar.
Y
puedo saber ¿Por qué?
La
verdad es que tengo mucho trabajo por hacer y mañana vendrá la persona que
tomará mi lugar y le quiero dejar todo
arreglado para que empiece sin problemas.
Entiendo.
Discúlpeme
por favor.
Tranquilo,
usted no se preocupe por nada.
Le
prometo que estaré ahí mañana por la noche sin falta.
Está
bien, le agradezco por haberme avisado.
De
nada, bueno ya debo colgar.
Adiós
señor Kaiba.
Adiós
señor Wheeler.
El
hombre colgó el teléfono, se quedó un tanto pensativo, todavía le tenía
preocupado todas las cosas que su hijo le había dicho esta mañana. Agarró
nuevamente el teléfono y comenzó a marcar un número…
******************************
Creo
saber cómo puedo hablar con Yami.
¡Ah
sí! ¿Cómo?
Verás,
hoy en la mañana muy temprano medio logré escuchar hablar a mi hermano por
teléfono.
¿Qué
con eso?
Pues
con la persona que él estaba hablando era con Yami.
¿Y
tú como lo sabes?
Oí
claramente que le decía que lo esperaba en su oficina mañana en la tarde sin
falta.
Discúlpame
Mokuba, pero sigo sin entenderte.
No
lo vez, Yami regresará a trabajar, es la oportunidad perfecta para ir a KC en
la tarde después del almuerzo.
¡Aaaaaaaahhhhhh!
Ya entiendo, así tu podrás hablar con Yami a solas sin que tu hermano se dé
cuenta.
Exacto.
Me
parece un excelente plan Mokuba.
Verdad
que sí.
Pero
recuerda que prometiste que me dejarías ir contigo.
Si
lo sé, pero temo que tu padre te vaya a regañar por mi culpa.
Tú
no te preocupes, él no tiene por qué saberlo. Tú confía en mí.
Está
bien amor, confiaré en ti.
Bueno,
será mejor que bajemos a comer antes que mi hermano entre hecho una fiera.
Ja,
ja, ja, ja, ja, ja, tienes razón, vamos.
******************************
Hola,
buenas tardes.
Hola,
buenas tardes Malik, vas a almorzar o te irás a descansar.
No
gracias Ishizu, logré almorzar en el hospital, solamente vine a descansar un
poco y en la tarde me voy otra vez.
No
me digas que nuevamente te tocó turno en la noche.
Si,
así es.
Bueno,
en ese caso le diré a la chef que te prepare la cena para que puedas
llevártela.
Gracias
Ishizu, no es necesario, sabes que puedo comer en el hospital.
Si
lo sé, pero no está de más ponerte algo de comida para que la lleves.
Está
bien, tú ganas. Por cierto ¿Dónde está Ryou?
Decidió
almorzar en su habitación, últimamente lo he notado un tanto deprimido.
No,
como crees, han de ser imaginación tuyas.
Mhg…
No lo creo, el no suele ser así, esta como distraído.
Ya
sabes cómo son los adolescentes, de seguro sigue muy enamorado de su novio.
Pueda
que tengas razón, solamente espero que eso no le traiga problemas en el
estudio.
Dale
tiempo, vas a ver que se le pasará.
Conste,
voy a confiar en lo que me dices.
No
es para tanto. – Medio sonrió. – Lo mejor será que me vaya a descansar.
De
acuerdo Malik, ve.
******************************
La noche había caído finalmente en toda la Ciudad
de Domino, en una habitación, se encontraba un joven de cabellos rubios y ojos
mieles, se había pasado todo el día llorando acostado en su cama, no dejaba de
pensar en todas las palabras que su padre le dijo, se sentía devastado, confundido,
frustrado, deseaba acabar con todo su sufrimiento de una vez por todas. Desde
que el empezó a tener uso de razón, su padre nunca estuvo con él, nunca lo
trató con amabilidad, no recibió ni una caricia, jamás lo abrazó o le dio un
beso ya sea en la mejilla o en su frente. Recordaba también, cuando él se
enfermaba, nadie lo atendía, nadie le prestaba atención, siempre se sintió como
un estorbo para sus padres, se sintió culpable por no lograr hacer feliz a sus
padres, era como si el no existiera en esa casa, nadie fue capaz de preocuparse
por él, o de preguntarle aunque sea una vez como le había ido en la escuela. Todo
el tiempo lo hacían a un lado y cuando cometía un error por pequeño que fuera,
recordaba como su madre incitaba a su padre para que lo castigara y detrás de
uno iba el otro a castigarlo. Pensaba en cómo había sido su vida hasta ahora, y
comenzó a darse cuenta que no tenía ni un sólo recuerdo bonito, no tenía ni una
celebración cada vez que cumplía años, todo lo que tenía eran recuerdos
dolorosos y tristes. Su llanto se intensificó más, sintió una gran punzada en
su corazón, se levantó poco a poco de la cama hasta quedar sentado en la
orilla…
Snif,
snif, snif, snif, snif… “Me doy cuenta que de verdad
yo no valgo nada. Snif,
snif, snif, snif, snif… Nunca les importé a mis
padres, me estoy dando cuenta que siempre fui un hijo no deseado, ya no soporto
esta situación, no aguanto esta pena tan grande que siento, toda mi vida he
tenido que valerme por mi mismo, nunca tuve el apoyo de mis padres, nunca
fueron capaces de preguntarme cuales eran mis sueños y lo que deseaba ser en la
vida, nunca me sacaron a pasear, ni mucho menos me dejaban ir a las excursiones
que habían en la escuela y siempre los oía discutir todo el tiempo, snif, snif,
snif, snif, snif, todavía recuerdo el primer castigo que mi padre me
dio, es algo que nunca olvidaré, snif, snif, snif, snif, snif, en esa
ocasión cuando dejaron de discutir, mi madre provocó a mi
padre para que me pegara y yo no entendía ¿Por qué? ¿Por qué se desquitaban su
enojo conmigo? Únicamente quería que dejaran de pelear, que fuéramos una
familia feliz… Snif,
snif, snif, snif, snif… Lo mejor será desaparecer de
este mundo para siempre”… – Todo eso lo pensaba para sí mismo. – “Snif, snif,
snif, snif, snif… Estoy seguro que a nadie le haré falta, sí, creo
que es lo mejor, snif,
snif, snif, snif, snif, así ya no sentiré dolor, y
podré acabar con toda mi agonía de una vez por todas y de esta manera, nadie
volverá a sentir lástima por mí”. – El joven abría su mano lentamente, en ella
tenía múltiples pastillas que había guardado por varios días fingiendo que se
tomaba sus medicamentos cuando en realidad no lo hacía y con eso en mente,
empezó a llevarse todo el puñado a la boca para tragárselas todas.
Continuará…
N/A:
No me maten por fis por haberlos dejado hasta acá… ¿Qué
le habrá propuesto Yūgi a Yami? ¿Qué creen que pueda pasar? ¿Se morirá nuestro
lindo cachorro? ¿Logrará su objetivo? Hay no, pobre de mí cachorro, pobre de mí
que han de desear lincharme y no los culpo… Solamente déjenme decirles una
cosa… No se pierdan el siguiente capítulo, y el desenlace de lo que ocurrirá
con nuestra linda estrella… Ahora sí, corro por mi vida… ¡Seto, ayúdame!
Me despido de ustedes muy cariñosamente…
Atte.:
KAT.
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